martes, 28 de marzo de 2017

Hermanas de la Misericoria - Parte 2


Para 1908 adquieren una casa y un terreno anexó a la construcción existente, colocándose la piedra fundamental de una nueva casa Provincial y capilla, bendiciendo las obras Monseñor Espinosa. El derrotero de las hermanas de la Misericordia en la Villa continuará sin pausa. En marzo de 1911 comenzarán a impartir enseñanza primaria oficial hasta 4to grado para en 1912 incorporar los demás cursos. 

Será separada la Casa provincial y el noviciado de la escuela primaria, condición exigida por la Curia para el funcionamiento del noviciado, que en 1914 comenzará a funcionar en San Nicolás 3850 momento en el cual Monseñor Espinosa expresaba: “Declaramos que habiéndonos constituido personalmente en el nuevo local destinado al Noviciado de las Hijas de la Misericordia, en Villa Devoto, verificamos que se halla separado del edificio existente aún dentro del perímetro de un mismo terreno. Certificamos que todo está debidamente dispuesto para la clausura. El Noviciado funcionara en Villa Devoto hasta 1947 y la capilla , decorada por el artista Dante Ortolani, no sufrirá modificaciones hasta 1970 cuando asumirá el aspecto minimalista que perdura hasta la actualidad. 


Unas palabras merecen las hermanas sobre su actuación en el Asilo Umberto Primo. Custodiarán a los internos a partir del 1924. Los libros de memorias se refieren al asilo: " Era de película verlos practicar deportes, salir de paseo con sus trajecitos de gala. Muchas veces alegraban con voces angelicales el ámbito de la capilla de la Casa Provincial, causando admiración de todos"


En 1935 se abre la escuela secundaria con un ciclo comercial que es incorporado a la enseñanza oficial en 1939. La constante demanda de vacantes hace menester una nueva ampliación de las instalaciones, ya en 1943 asistían a la escuela 500 alumnas, abriendo posteriormente su ciclo de magisterio del que en 1957 egresara la primera camada de maestras.



Hermanas de la Misericoria - Parte 1


Puerto de Génova, 14 de noviembre de1875. Un grupo de religiosas pertenecientes a la orden " Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia " parten hacia Buenos Aires con el objetivo de realizar atención domiciliaria a enfermos.


A su llegada a Buenos Aires abrirán la primera escuela de la congregación en la calle Lorea Para 1897 adquieren una propiedad en un lugar que, las memorias de la institución, definirán como "un pueblo lejos de la contaminación y las miasmas del centro". Algunas religiosas se encontraban enfermas, considerando al lugar, como perfecto para restablecerse. 

Esta nueva sede se ubicaría en la calle San Nicolás del barrio de Villa Devoto "Procurando las ventajas de un clima sano para la convalecencia de nuestras hermanas enfermas, se procedió a la compra de un terreno en el paraje denominado Villa Devoto, pueblo nuevo en donde se está edificando el Seminario Conciliar y está situado sobre la línea del ferrocarril del Pacífico. 


A la instalación de una primera casa de cura, bendecida por Monseñor Terrero en octubre de 1898, le seguirá la enseñanza elemental impartida a niñas de bajos recursos. Instaladas en Villa Devoto las hermanas pedirán al Santo Padre Pío X el traslado del noviciado al nuevo edificio, que sólo se efectuará en 1904. 

Tendrán una activa participación en el Asilo San Vicente de Paul donde estarán a cargo de los menores desde su inauguración en 1899 hasta abril de 1904, fecha en que el asilo será clausurado, según consta en los Libros de Memorias de la congregación. 

jueves, 23 de marzo de 2017

Reformas Borbónicas en el Virreinato - Parte 6

Invasiones Inglesa Al Río De La Plata:

1806 Primera Invasión Inglesa: La Reconquista

Sobremonte es virrey. El gobernador de Montevideo avisa del peligro inminente, pero el virrey convencido de que los buques de gran calado no podrían llegar a Bs.As., se limitó a enviar sólo 300 milicianos a Montevideo, sin proteger adecuadamente la ciudad de Bs.As. Santiago de Liniers no pudo defender la ciudad, y Beresford la toma sin grandes esfuerzos. Ante la gravedad de la situación el virrey Sobremonte y otros funcionarios huyen hacia Córdoba. 

Los ingleses se instalaron en el fuerte local, enarbolando la bandera inglesa. Más tarde Liniers,(un oficial francés al servicio de la corona española) organiza la reconquista, con la ayuda de Martín de Pueyrredón. Luego de vencidos los ingleses, Liniers es proclamado como nuevo virrey, pidiendo que Sobremonte no regrese a la ciudad, ya que se había resuelto privarlo de todo mando militar y administrativo.

1807 Segunda Invasión Inglesa: La Defensa

Los ingleses a fines de 1806 recibieron un importante refuerzo y atacaron Montevideo, al mando del general Whitelocke, dominando a los españoles. En junio 1807 entraron a la ciudad, pero el pueblo al mando del alcalde Martín de Alzaga, junto a la milicia (que había sido vencida dos veces pocos días antes), se prepararon para ofrecer una enconada resistencia, porque no estaban dispuestos a ser avasallados. Dos meses después los ingleses debieron abandonar el Río de la Plata. Estos triunfos abrieron el camino a los criollos para comenzar a pensar seriamente en la emancipación de España.
Consecuencias:

· Dejó a las claras que las tropas metropolitanas eran incapaces de defender las colonias.

· Hubo un resentimiento popular en repudio a la actitud de los funcionarios de gobierno que habían escapado del ataque inglés.

· Creció un espíritu guerrero en la gente (criollos) que habían colaborado en la defensa de la ciudad. Como así también crecieron ideas de unión y fraternidad entre los ciudadanos porteños.

· Se gestaron ideas revolucionarias de independencia de España.

· Se creó una nutrido ejército formado por criollos para la defensa local.

· El gobierno seguía en manos de los peninsulares, que eran los grandes comerciantes monopolistas y los criollos seguían sin poder acceder a estos cargos.



Reformas Borbónicas en el Virreinato - Parte 5


Otros Movimientos Importantes Simultáneos:
Existieron varios conflictos dentro y fuera de Europa que crearon una visión mas clara de las formas tradicionales de gobierno, poniendo en duda la legitimidad de las monarquías.

1776 Las colonias de América del Norte se emancipan de Inglaterra, mostrándole a otras colonias que la gran potencia inglesa también tenía fisuras y debilidades para controlar y someter sus otros asentamientos.

1780 En Perú los indígenas y mestizos se sublevan contra la Corona, comandados por Tupac Amaruc. Reclamaron contra la total explotación en los régimen de mita y encomienda. Este conflicto ganó total adhesión de miles de indígenas de no soportaban el sistema. La rebelión fue sofocada y el cuerpo de Tupac Amaruc fue descuartizado y sus partes diseminadas por varias plazas de la región.

1789 Estalla en Francia la Revolución Francesa, el gran triunfo de la burguesía sobre un sistema opresor y totalitario como era la monarquía de Luis XVI. Se difunden nuevas ideas sobre lalibertad, igualdad y fraternidad de los pueblos, cuyos promotores habían sido los hombres de la ilustración francesa.

1791 Se sublevan los esclavos negros de la colonia francesa de Santo Domingo. Luego de años de lucha en 1804 se independizan formando el estado de Haití, el primer país negro en América.

1808 La monarquía de Carlos IV de España permite el paso de los ejércitos de Napoleón por su territorio para atacar a Portugal. Esta actitud hace que el pueblo español se rebele contra la Corona y obligue a abdicar al rey colocando a su hijo Fernando VII en el trono de España.

1809 En Chuquisaca estalló un movimiento revolucionario, que más tarde se extendió hasta La Paz, y adquirió matices netamente antipeninsulares, antimonárquicos e independentistas. Esta oposición fue revertida por la acción en conjunto de Cisneros y el virrey del Perú.


Reformas Borbónicas en el Virreinato - Parte 4


Para contrarrestar estos conflictos España trata de dominar la situación por medio de la fuerza a través de sus ejército, con la intención de someter a todas las instituciones que ofrecen resistencia a la reforma imperial, y una de ellas fue la iglesia. Como muestra de esta medida, se tiene la expulsión de las misiones jesuíticas de toda la América española en 1767.
Contexto Internacional:

· Desde la instalación de los Borbones en el trono español, España estuvo aliada a Francia por lazos familiares.

· Ambos países se unieron para competir con Inglaterra.

· Napoleón inicia una lucha territorial en todo Europa tratando de conseguir el control comercial del continente y de sus colonias.

· Inglaterra también tenía las mismas intenciones monopólicas.

· Ambas potencias se encuentran en 1805 en la batalla de Trafalgar, donde los ingleses tiene una importante victoria frente a los españoles, quedando dueños únicos de los mares.

· Inglaterra bloquea todos los puertos de Europa que quieran comerciar con Francia.

· Napoleón responde con un bloqueo a la isla anglosajona, quedando ésta aislada.

· Portugal, antigua aliada de Inglaterra trata de auxiliar a los ingleses. Napoleón pide a la corona de España para pasar por su país y poder atacar a los portugueses.

· En 1808, estando las fuerzas de Francia dentro de España, estas se vuelven contra la corona española y toma cautivo al rey Carlos IV. Aquí comienza la crisis colonial y el movimiento de independencia de los territorios del Río de la Plata.


Reformas Borbónicas en el Virreinato - Parte 3

Resultados y Consecuencias de la Reforma:

· Descontento de una gran parte de la población como los criollos y mestizos debido a la gran presión tributaria.

· Conflictos internos en las colonias porque los criollos seguían sin poder acceder a cargos administrativos y de gobierno.

· Las colonias seguían desabastecidas porque las potencias extranjeras dominaban los mares y asaltaban los barcos españoles.

· España consiente de la imposibilidad de abastecer las colonias permite el ingreso de mercadería desde otra procedencia distinta de la metrópolis. Esto mostraba cierto grado de debilidad de la potencia española sobre sus colonias.

· Aumento importante de los ingresos fiscales para la colonia.

· Mejoramiento del ejército español. Se recuperó la Colonia de Sacramento en manos de los portugueses.(otro centro de contrabando comercial).

· Había evidencias del debilitamiento en el control metrópolis - colonias, por lo tanto las potencias veían una buena oportunidad para ampliar su comercio ultramarino.


Reformas Borbónicas en el Virreinato - Parte 2

La principal preocupación del grupo de ministros encargados de la recuperación del país, fue el progreso económico de las colonias y el país.

· Se promovió y protegió la industria manufacturera dentro de España.

· Se desarrolló la marina de guerra, con nuevos barcos y armas.

· Se aprovisionó y reorganizó el ejército.

· Se fomentó la agricultura, producto de las nuevas ideas francesa sobre la fisiocracia. También se incentivó la actividad ganadera.

· Se crearon nuevos monopolios, como por ejemplo el del tabaco.(se fijaba una zona de plantación de tabaco, y se obligaba a los cultivadores a venderlos solamente a España).

· Se aumentó la presión sobre los tributos exigidos a los indígenas.

· Se aumentó la explotación y exportación de productos coloniales tales como el azúcar de Cuba, el cacao de Venezuela , la plata extraída del Potosí y el cuero del Río de la Plata.

· Se separaron dos territorios dentro del virreinato del Perú llamado virreinato uno, Río de la Plata, con 8 intendencias internas con capital en Buenos Aires; y otro llamado virreinato de Nueva Granada. La intensión de esta medida era la de asegurar un mejor dominio y defensa de esta zona austral, contra las potencias extranjeras, como Inglaterra y Portugal, que amenazaban con el contrabando de diversas mercancías. Se creó el primer consulado para el fomento del comercio colonial. El primer cónsul fue el abogado Manuel Belgrano.

· Se ampliaron a 24 la cantidad de puertos abiertos al comercio con la metrópoli que hasta ese entonces eras sólo dos. La intensión era conseguir una relación comercial más fluida con las colonias, de tal manera que el comercio ilegal disminuyera.

domingo, 19 de marzo de 2017

Presidencia de Alfonsin – Parte 15


En esa ocasión el ministro de Relaciones Exteriores de Alfonsín expuso la propuesta argentina:

La democracia argentina no acepta la trampa en la que el sistema financiero internacional y las minorías a él asociadas la han colocado al generar esta agobiante deuda externa. Los estados nacionales han sido usados para apañar a estos grupos especuladores. 

El destino del continente está en salir fuera de esta trampa. (…) La crisis que sufrimos quizás tenga como contrapartida la creación de una oportunidad invalorable para convertir finalmente en realidad la integración de América Latina y del Caribe.

Dante Caputo, ministro de Relaciones Exteriores

Los días 21 y 22 de junio de 1984 los cancilleres y ministros de Economía de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela se reunieron en la ciudad colombiana de Cartagena para formar el Grupo de Cartagena en la que no prosperó la posición máxima impulsada por Argentina de crear un mecanismo práctico del más alto nivel para la actuación conjunta en las negociaciones de la deuda externa,[38] pero que emitió un documento denominado Consenso de Cartagena que creó un mecanismo de consulta y seguimiento regional. En 1985, el Grupo de Cartagena consideró insuficiente el Plan Brady.

El Grupo Contadora y el Grupo de Apoyo a Contadora (Grupo de los Ocho)

Con un espíritu similar al que inspiraba el Grupo de Cartagena, el gobierno de Alfonsín impulsó una acción multilateral conjunta de las democracias latinoamericanas para garantizar la paz y la democracia en la región.


Con ese objetivo el gobierno argentino impulsó el apoyo al Grupo Contadora, una iniciativa de acción conjunta para promover la paz en Centroamérica que habían establecido Colombia, México, Panamá y Venezuela en enero de 1983.

La locura del Coronel Estomba - Parte 10



La Comisión Pro Centenario colocó la pintura en el salón Blanco de la municipalidad, para presentarlo a la ciudadanía el 11 de abril. Pero la satisfacción duró muy poco. Ocurrió que el pintor platense publicó el retrato en el diario “El Día” y un periodista de “La Prensa” reconoció en aquel rostro a otro personaje.

De inmediato publicó la reproducción de los óleos. Y resulta que nuestro Estomba era, en realidad (rasgos, pose y estilo incluidos), el mariscal de Francia y duque de Treviso, José Alejandro Casimiro Portier.
Conocido (y asumido) el engaño, la apenada comisión descolgó la pintura y la mandó, sin miramiento alguno, al sótano de la municipalidad.

Tras el frustrado intento del centenario, con los años, aparecieron nuevos retratos. Uno de ellos del pintor Fortuna que, al decir de los entendidos “no respondía a la información que se tiene de su físico”; otro de autor desconocido y, finalmente, el que se dio a conocer el 11 de abril de 1965 el artista Juan Lamela, quien se inspiró en los rasgos que le trasmitió su abuelo, compañero de armas del fundador.

Ninguno de esos retratos mereció la confianza necesaria.

Se llegó así a 1980, cuando la Comisión de Reafirmación Histórica, presidida por el capitán de navío (R) Carlos Migliore, elevó a las autoridades de la Policía Federal Argentina los antecedentes históricos del prócer, para que evaluaran la posibilidad de realizar su gráfica.
La Policía derivó los datos disponibles a la división Planimetría y Reconstrucciones, donde el pintor y retratista, comisario (R) Jorge Aníbal Muñoz, recreó el rostro del coronel.

El 11 de diciembre de 1980, el intendente Víctor J. Puente recibió la obra. El comisario Muñoz le explicó, los pasos seguidos: “Tuve en cuenta su vida interior – dijo – su vida de sacrificio desde la adolescencia. Esa lucha configuró la expresión del rostro. También usé antecedentes familiares y datos de historiadores. Con todo ello, confeccioné el retrato”
El arquitecto Enrique Cabré Moré hizo entrega de copias, de lo que él llamó “retrato literario”, a todas las escuelas del distrito.




La locura del Coronel Estomba - Parte 9


La búsqueda fue ardua y por momentos desalentadora, hasta que el investigador encontró, en un archivo porteño, un calcado de tela que reproducía el original realizado en 1822 por el ingeniero Próspero Catelín, por orden de Bernardino Rivadavia, donde figuraba la primitiva nomenclatura de ese cementerio. A partir de allí, determinó con exactitud dónde se ubicaba la tumba, sin lápida ni cruz alguna que diera cuenta de su existencia. A poco de concretado el hallazgo, Cabré compró claveles blancos y los desparramó sobre esa tierra. 

En 1980, comenzaron las tareas para trasladar los restos a Bahia Blanca, lo cual demandó un delicado trabajo. Se pudo obtener tierra del lugar, donde se hallaban resumidos los restos del fundador, y se la colocó en la urna hoy ubicada en el atrio de la catedral local.

Un Prócer sin rostro

En 1928, la ciudad cumplía 100 años de su fundación y los festejos merecían un recordatoriode su fundador, pero no había certezas claras de como era su efigie, y esto generaba un problema serio, dado que en la época, las efigies conmemorativas eran necesasia para cualquier festejo histórico.

Se sabía que el coronel era primo hermano de Bartolomé y Emilio Mitre, y, a partir de ello se podía aceptar un parecido físico
Mientras los miembros de la comisión Pro Centenario pensaban como resolver la cuestión, ocurrió lo impensado, el reconocido pintor y retratista José Fonrouge se interesó en el tema y viajó a Montevideo, donde entrevistó Irma Santurio Estomba, sobrina nieta de Estomba.

Al poco tiempo anunció la buena nueva: había hallado una miniatura del prócer que le era suficiente para pintar un retrato fidedigno del fundador. Fonrouge llegó a Bahía Blanca, con el retrato bajo en brazo.

sábado, 18 de marzo de 2017

La locura del Coronel Estomba - Parte 8

En estas condiciones fue destituido de su cargo e internado en el Hospicio General de Hombres, cerca del convento de los Recoletos (Hoy Cementerio de la Recoleta). En sus delirios terminales, y quizá –creyéndo que estaba presode nuevo en las pavorosas casamtas del Callao, huyo del hospital, cayendo muerto a unas cuadras, donde una partida policial lo encontró semidesnudo y sucio el 27 de mayo de 1829.

Según algunos autores, el acto de llamarse Demóstenes era un signo de megalomanía producida por la sífilis cuaternaria, (la última fase de la enfermedad), enfermedad que acosaba a uno de cada cuatro hombres en aquella época en el Río de la Plata.


Una tumba sin nombre


En mayo de 1978, el arquitecto Enrique Cabré Moré comunicó al intendente municipal, Víctor Julio Mario Puente, el hallazgo de la tumba donde fueran inhumados, en 1829, los restos del coronel Ramón Estomba, fundador de Bahía Blanca.

Apenas despuntaba la década del 70 cuando un grupo de vecinos bahienses encomendó a Cabré Moré una búsqueda que parecía poco menos que imposible: determinar con precisión dónde había sido enterrado el fundador, casi 150 años antes, que falleciera en un estado de completa demencia, sin descendientes directos conocidos y apenas acompañado por la policía, que recogió su cadáver del Hospital de Hombres, donde se encontraba internado.

Cabré sabía, por un muy modesto certificado de defunción, que Estomba había sido enterrado en el Cementerio del Norte (actual Recoleta), en un área que no podía precisar, destinada a las "personas beneméritas".

viernes, 17 de marzo de 2017

La locura del Coronel Estomba - Parte 7


Estomba, al conocer estos sucesos, cayo en una depresión tal que durante lo que le quedó de vida se sintió culpable por la muerte de estos dos héroes, alguno sugieren que la depresión fue el primer paso a su desequilibrio emocional y luego mental.

Después de muchas penurias, Estomba pudo reincorporarse al Ejercito que ahora conducía Bolívar, peleando en los llanos de Junín. Al parecer no se llevaba muy bien con Bolívar, por la preferencia de este a privilegiar por sobre el rango a sus entenados, aunque el Libertador lo nombró Prefecto de Ayacucho, y éste lo puso preso a Estomba en dos oportunidades. La última vez lo implicaron en un complot del que no tenía nada que ver. Aunque absuelto, quedó muy sentido por la injusticia y decidió volver al río de la Plata, donde al poco tiempo le fue reconocido el grado. 


Las autoridades le indicaron al coronel la formación de un contingente destinado a guerrear en el Brasil. Poco después el ministro Balcarce, antiguo camarada de armas de los días de Suipacha, le encomendó el cuidado de la frontera al sur de la Bahía Blanca. Allí, Estomba, partiendo del recientemente levantado fortín Independencia, hoy Tandil, al mando del regimiento 7 de Caballería y construyó un fuerte que se llamó “La Esperanza” y un fortincito titulado “ Fortaleza Protectora Argentina”, que se convirtió con el tiempo, en el punto estratégico de la soberanía Argentina en la Pampa y la Patagonia. El gobernador Dorrego la llamó “Nueva Buenos Aires”, pero quiso la tradición que se impusiese el nombre por el que hoy la conocemos: Bahía Blanca.

El loco Demóstenes

Cuando en febrero de 1829, luego del levantamiento decembrino y el fusilamiento del Gobernados Dorrego, y el fuego de la guerra civil y los desencuentros políticos marcaran el inicio de la vida argentina, Estomba tomo partido por el Unitarismo y se unió a Lavalle para pelear contra Rosas, comenzaron a percibirse los primeros signos inéquívocos de deterioro mental, con ordenes contradictorias, marchas y contramarchas y un despliegue de rigurosidad excesiva, lo que comenzó a dar sospechas a sus subalternos, que se vieron obligados a degüellos y matanzas sin sentido, en la campaña de persecución sobre los federales. Hasta que un día colocó un cartel en la plaza principal de San Antonio de Areco que decía “Desde ahora para siempre y hasta la muerte y más allá de la muerte dejo el insignificante nombre de Ramón y me llamaré Demóstenes Estomba” . 



jueves, 16 de marzo de 2017

La locura del Coronel Estomba - Parte 6

Dos horas les dieron para encomendar su alma a Dios. El cura de Matucana los confesó y fue el que los asistió hasta los últimos momentos. Habiendo cumplido con los deberes religiosos del cristiano, Prudán y Millán no cesaron de apostrofar a sus verdugos, y cuando se acercaba la hora del suplicio, dijo Millán al capitán Capilla: 
-Espero que me hará usted el último favor que le voy a pedir: voy a morir por la patria, y quiero que me traigan mi uniforme que tengo en mi maleta. 

Habiéndole traído la casaca y vistiéndose con ella, sacó de entre su xxxx las medallas con que había sido condecorado y, colgándolas al pecho, dijo a sus llorosos compañeros: 
-He combatido por la Independencia desde mi juventud; me he hallado en ocho batallas, he caído prisionero en Ayohuma; he estado siete años encerrado en casamatas y habría estado setenta antes de transigir con la tiranía española, que va a dar una nueva prueba de su ferocidad. Mis compañeros de armas, testigos de este asesinato, algún día lo vengarán, y si ellos no lo pueden hacer, lo hará la posteridad. 


Pocos momentos después se oyó el sordo redoble del tambor. La custodia de los prisioneros se puso sobre las armas, la guardia de capilla los condujo al lugar del suplicio, sobre la ribera del río. Los demás fueron formados de a dos en dos dando frente al río, y Millán y Prudán dando la espalda al pelotón y él frente a sus compañeros. Los ejecutores quisieron vendarles los ojos, pero se resistieron, permaneciendo de pie, con la cabeza erguida en actitud valerosa, prontos a dar su vida por su religión política. 

La escolta del suplicio-preparó sus armas, que traía cargadas, y al tiempo de echárselas a la cara, Millán, que con pelo echado hacia atrás y con el rostro encendido de nobles iras, apostrofaba enérgicamente a sus asesinos, gritó con voz estentórea: “¡¬Compañeros, la venganza les encargo!”

Y abriéndose con furor la casaca, añadió: “¬Al pecho, al pecho. ¬Viva la patria” 
Al sonar la fatal descarga, cayó bañado en su sangre generosa, repitiendo el valiente grito de -¡Viva la patria! Prudán, menos ardiente que su compañero de suplicio, guardaba silencio, ostentando la apacible serenidad y la mansa resignación de un mártir, y murió exclamando también: “¡¬Viva la patria!”


Los verdugos de Prudán y de Millán, no satisfechos con aquel bárbaro crimen, hicieron desfilar a todos los prisioneros por delante de los cadáveres sangrientos de aquellas dos nobles víctimas. 

La locura del Coronel Estomba - Parte 5


El primero de éstos, joven todavía, se llamaba don Juan Antonio Prudán y era natural de Buenos Aires. 
El segundo, de mayor edad, con la frente calva y con una orla de cabellos negros que le circundaban el cráneo, dándole un aspecto imponente, era el capitán don Alejo Millán, hijo de Tucumán. 
Ambos habían hecho casi todas las campañas de la Independencia, especialmente Millán, quien había estado presente en todas las guerras del Alto Perú. Prudán, prisionero en Vilcapugio, había permanecido siete años preso en las casamatas de El Callao, hasta que la expedición del general San Martín a Lima puso fin a su largo cautiverio. 


A pesar de la tranquila resolución de Prudán y Millán, todos exigían que se continuase el sorteo. 

-¡Es inútil! -volvió a repetir Millán-. En prueba de que soy yo el que debe morir, aquí está una carta del coronel Estomba. 
-En el equipaje que viene en mi maleta se encontrará la casaca de Luna -dijo Prudán. 
-No les crean -gritaron los prisioneros. 
-Es cierto -contestaba Prudán. 
-No hay que afligirse -añadía Millán con entereza. ¬Verán morir dos valientes. 
-Es inútil seguir la suerte -dijo entonces con frialdad García Gamba-; habiéndose presentado los dos culpables, serán fusilados. 
Millán, prisionero de los españoles en la batalla de Ayohuma, y que había estado encerrado en las casamatas de El Callao cerca de siete años, dijo entonces: 

-Prefiero la muerte, de cualquier modo que sea, a los tormentos de ser presidiario de los españoles. 
Las dos víctimas predestinadas fueron puestas en capilla, y por una de aquellas coincidencias burlescas que siempre aparecen en las catástrofes, el capitán encargado de custodiarlos llevaba el apellido de Capilla. 

miércoles, 15 de marzo de 2017

La locura del Coronel Estomba - Parte 4

García Gamba, que en aquel momento escribía las cedulillas del sorteo a muerte sobre una caja de guerra que le tenía su tambor de órdenes, no oyó, o acaso aparentó no oír, las sentidas palabras del generoso anciano. 
Escritas las cedulillas, eran dobladas por el tambor y arrojadas en el morrión cónico de un sargento del Regimiento de Cantabria, que daba ese día la guardia. Acto continuo se procedió a pasar lista a los prisioneros, que para algunos de ellos iba a ser la última lista de la vida. 

El primero que metió la mano en el morrión que contenía la ciega sentencia de muerte que pesaba sobre aquellas nobles cabezas fue el coronel don José Videla Castillo. Tomó su cédula sin que se le notase agitación en el pulso, la abrió y vio que era blanca, y ningún síntoma de alegría se dibujó en su semblante austero y reposado. 

El coronel Ortega, el mayor Magan, los capitanes Reaño, López y don Pedro José Díaz, tomaron sus cédulas con igual serenidad, imitando el bello ejemplo que les daba su jefe. A todos ellos les tocó blanca. 
Parecía imposible que entre tantas almas tan bien templadas pudiese haber un cobarde, y sin embargo lo hubo. El nombre de ese infame debe elevarse en la picota de la historia para eterno baldón suyo. 

Cuando llegó su turno al mayor Tenorio, su rostro se demudó, y retiró instintivamente la mano, que iba a meter en el morrión fatal, que contenía la vida o la muerte. 


-Yo no tomo cédula -exclamó al fin, después de algunos momentos de vacilación en que no vio por todas partes sino semblantes adustos. 
-Tome usted su suerte como los demás -le ordenó con imperio García Gamba. 
-Que declare primero el señor -dijo Tenorio, señalando a Ramón Lista que estaba a su izquierda -él sabe quiénes son los que protegieron la fuga. 

-¡Yo no sé nada! -interrumpió bruscamente Lista-.Venga la suerte 
-Usted me ha dicho que sabía quiénes eran y no deben pagar los justos por los pecadores. 
-Es usted un infame -le apostrofó Lista-. Si yo he dicho algo a usted será en el seno de la confianza. 
¬A ver, venga mi suerte -añadió metiendo la mano en el morrión fatídico del impasible sargento de Cantabria y sacando una cédula se dispuso a desdoblarla con toda sangre fría. 
En aquel momento salió un joven de entre las filas, y adelantándose cuatro pasos, exclamó con voz vibrante: 
-¡Yo soy uno! 
-¡Yo soy el otro! -dijo inmediatamente otro oficial, que imitó la acción de su compañero. 
-Venga la suerte 
¬-Venga la suerte -gritaron todos al mismo tiempo, a excepción del infame Tenorio. 
-Es inútil -les contestaban aquellos dos grandes corazones que se ofrecían al sacrificio como víctimas propiciatorias de sus compañeros de armas. 

La locura del Coronel Estomba - Parte 3

El coronel argentino Videla Castillo, que formaba, por su elevada graduación, a la cabeza de sus compañeros, quiso hacer aún un último esfuerzo por ellos, inmolándose por la salvación común. 
-Va a procederse al sorteo -dijo García Gamba en alta voz, dirigiéndose a los prisioneros. 
-¿Con qué derecho se hace esto? -le preguntó Videla Castillo. 
-¡Con el derecho del que lo puede! -repuso secamente. 
-Bien; tenga cuidado con la represalia, señor Gamba. 
-Señores, va a procederse al sorteo -volvió a repetir García Gamba. 
-Es inútil esa suerte -dijo con tranquila firmeza el noble coronel Videla Castillo-. Aquí estamos dos coroneles: elija usted cuál de los dos ha de morir, o fusílesenos a los dos juntos si se quiere, y hemos concluido. 
- ¡No! ¡¬No! ¡¬A la suerte! -gritaron casi a un mismo tiempo todos los prisioneros. 
El general Vivero, que en este intervalo había advertido lo que pasaba en el campo de los prisioneros, se dirigió hasta donde ellos estaban, y sin proferir una palabra se formó tranquilamente a la cabeza de la fila, como si fuese a cumplir con un deber ordinario del servicio. 

Era el general don Pascual Vivero un anciano de más de setenta años, de figura marcial y fisonomía simpática, a la que daban apacible majestad los blancos cabellos que coronaban su cabeza. 
García Gamba, que se hallaba en aquel momento distraído presidiendo los preparativos del sorteo, notó al general Vivero al levantar la vista. 
-Señor don Pascual -le dijo, haciéndole con la mano ademán de que se retirase-, con usted no reza la orden. 
-¡Sí, reza! -contestó sencillamente el noble anciano. 

-No, señor don Pascual, esta orden sólo reza para los prisioneros que marchaban unidos. 
-Debe rezar conmigo, porque debo participar de la suerte de mis compañeros, así en las desgracias como en la felicidad. Por mi grado me corresponde sacar la primera suerte. 

-¡Se va a proceder al sorteo! -gritó el implacable jefe del estado mayor, sin darse por enterado de la insistencia. . 
Entonces, el general Vivero, sensibilizado en presencia de tantos jóvenes que iban a jugar sus vidas, se dirigió al ejecutor de tan tiránica orden, hablándole en estos términos: 

-Soy un viejo soldado que ha sido traidor a Fernando VII; que ha entregado la plaza de Guayaquil, y he devuelto todos los honores al Rey. He perdido dos hijos en el campo de batalla y han muerto defendiendo su patria, que es también la mía, porque era mía la sangre que derramaron. De consiguiente, poco útil puedo ser ya a la patria: esos jóvenes todavía pueden darle días de gloria, por lo que pido y suplico que se sacrifique a este pobre viejo y que se salven tan preciosas vidas. 



martes, 14 de marzo de 2017

La locura del Coronel Estomba - Parte 2

El sorteo de Matucana

Desde las casamatas de El Callao, una columna del ejército español, al mando del General Monet, conducía con destino a la isla de Los Prisioneros, en el lago Titicaca a 160 patriotas tomados por sublevados en El Callao. Era el 8 de marzo de 1824. En la primera jornada pernoctaron a 30 kilómetros de Lima. 

Dos de ellos, el mayor don Juan Ramón Estomba y el capitán don Pedro José Luna, se tendieron fatigados en el suelo, uno al lado del otro, y antes de entregarse al sueño se concertaron para fugarse en la primera ocasión propicia, comunicando su proyecto al mayor don Pedro José Díaz y a los oficiales Juan Antonio Prudán y Domingo Millán. 

El 21 de marzo llegaron a una estrecha ladera. Marchaban los presos en desfiladas. Estomba y Luna iban entre Millán y Prudán. Al descender al fondo de la quebrada y pasar uno de sus puentecillos, Estomba y Luna se deslizaron a lo largo de una acequia como por un camino cubierto. Millán y Prudán cerraron el claro, renunciando a la salvación para burlar la vigilancia de la custodia. Esta abnegación debía costarles la vida. 

Informado Monet de la evasión, luego que la división llegó al pueblo de San Juan de Matucana, que dista 19 leguas de Lima, los prisioneros fueron colocados sobre la ribera del río del mismo nombre, bajo la guardia de dobles centinelas de vista. 


Inmediatamente se presentó el general García Gamba, jefe de estado mayor de la división, acompañado del coronel español Fur. El primero ordenó a los prisioneros que formasen en ala, lo que ejecutaron todos, con excepción del general don Pascual Vivero, que estaba separado de ella. 

Así que los prisioneros estuvieron formados, García Gamba les habló en términos duros, con el semblante airado que le era habitual. 


-Señores -les dijo-, tengo orden terminante del general de la división de sortear a ustedes, para que mueran dos, por los dos que se han fugado; en la inteligencia de que, de hoy en adelante, serán responsables los unos de los otros, pues si se fugan diez, serán fusilados diez; y si se fugase la mitad, morirá el resto. 


El doctor López Aldana, auditor de guerra del ejército independiente, fiel a sus compañeros de infortunio -y a los sagrados deberes de abogado, no pudo contener su indignación y levantó su voz enérgica en favor de los oprimidos, como si abogase ante el tribunal. 

-En ninguna parte se ha visto -dijo López Aldana- que la víctima sea custodia de la víctima. En las sociedades bárbaras no se recuerda un hecho tan atroz ni tan injusto. Que responda el oficial de las faltas, pero jamás ninguno de los prisioneros porque ninguno ha negado ni niega sus brazos y sus pies a las cadenas que quieran ponerles. Sobre todo, reclamo que se observe con nosotros el derecho de gentes y. . . 

-Bastante se ha observado el derecho de gentes con usted y sus compañeros -le interrumpió García Gamba-, pues tiene aún la cabeza sobre los hombros. 

Inmediatamente se dispuso lo conveniente -para proceder al sorteo, y los prisioneros, comprendiendo que se hallaban bajo el peso de una resolución implacable, guardaron silencio, salvando así su dignidad y esperando tranquilamente el misterioso fallo del destino. 


La locura del Coronel Estomba - Parte 1



En nuestra historia, una mención debe llevar la del coronel Ramón Estomba, que no por corta (sólo vivió 38 años) deja de ser interesante.

Vida particular la de este oficial, que nació en Montevideo hacia 1790. La madre de Estomba era tía de Bartolomé, Emilio y Federico Mitre (al pobre Federico, que llegó a coronel, nadie lo recuerda.) El nombre de bautismo fue Ramón Bernabé Antonio y a los 20 años comenzó su carrera militar sirviendo en el ejército del Norte, combatiendo en Suipacha, las Piedras, Tucumán y Salta, hasta los desastres de Vilcapugio y Ayohuma. Herido durante este combate, fue tomado prisionero, la vida de Estomba fue defendida por dos subalternos, que murieron defendiéndo. Cayendo prisionero, fue detenido durante siete largos años en las infames Casamatas del Callao. Terrible lugar era esta cárcel ya que los españoles no tenían misericordia por los criollos a los que consideraban traidores. 


Las condiciones de hacinamiento y salubridad convertían a esta prisión en una trampa mortal. De 1500 prisioneros patriotas, solo 500 sobrevivieron a este presidio. Entre ellos estaba Ramón Estomba, que aprovechó ese tiempo para leer y cultivarse entre el horror. Finalmente, cuando la Expedicíon Libertadora del Perú llegó, recuperó la libertad tras un cambio de prisioneros que el General San Martín concertó con el virrey del Perú. Prontamente se incorporó al Ejercito Libertador sirviendo con distinción, y el Protector le otorgó la Orden del Sol. Participó en la toma de Lima y persiguió a las tropas derrotadas de Canterac.

Cuando las tropas del Regimiento Río de la Plata, acantonados en el Callao defeccionaron, dado el estado crítico de vestimenta, alimentación y falta de pago, Estomba fue tomado prisionero y volvió a su antiguo calabozo. Allí fue cuando el negro Falucho, gracias a el relato de Mitre, ganó fama y bronces eternos, al negarse a sumarse a la rebelión.


lunes, 13 de marzo de 2017

Ramón Bernabé Estomba




En 1928, alguien contrató al retratista Juan Fonrouge para que le diera un rostro fidedignono tenía ni siquiera un mal retrato. Le dieron mil pesos de los cinco mil prometidos y el artista salió a la búsqueda de una cara. Volvió con una gran noticia: la sobrina nieta tenía una miniatura del prócer. La posteridad conocería por fin el rostro de Estomba.
El cuadro fue puesto en un salón municipal y cubierto con un lienzo a la espera de la inauguración oficial. Hasta que se publicó una foto de la obra. Un comedido de esos que nunca faltan afirmó que en París había un retrato idéntico: el de Édouard Adolphe Casimir Jospeh Mortimer, mariscal de Francia al que Napoleón concedió el título de duque de Trévise. Fonrouge había hecho una copia casi exacta no sólo del cuerpo del mariscal, sino incluso del cañón, que había hecho lo suyo en las estepas rusas y no en los Andes.
El lienzo nunca fue retirado, Fonrouge no cobró los cuatro mil pesos que le debían y Estomba se quedó sin sus rasgos para siempre. Pero no fue lo peor que le pasó.
Ramón Bernabé Estomba, primo hermano de Bartolomé Mitre, vivió 17 años de sable y caballo. Hizo la campaña del Alto Perú con Balcarce, que inventó la caballería criolla. Estuvo con Belgrano en Las Piedras, Tucumán, Salta y la desafortunada Vicapulgio. En Ayohuma, una bala aviesa le destrozó la rodilla. Fue a dar con sus huesos en el siniestro presidio de Casas Matas, en el Callao limeño.
El insigne Mariano Felipe Paz Soldán produjo un informe sobre aquella cárcel. El documento es de varios años después, pero las condiciones no eran demasiado distintas cuando Ramón estuvo allí.
En el presidio, “las necesidades naturales se satisfacen en barriles colocados al fondo de cada salón. A los 30 pasos de distancia es intolerable la fetidez de los barriles, cuyas sobras forman un fango asqueroso”.
“Las conversaciones mas obscenas, los juegos mas inmorales y otros pasatiempos aun mas nefandos son escenas de todos los días y todas las horas. ¿Qué decir de la noche? No hai luz: los presos duermen en monton: no tienen camas. Tampoco es preciso comentar…”
Estomba estuvo en Casas Matas un tiempo que siempre quiso olvidar. Algo trastornado, estuvo al mando del regimiento de caballería de línea que guarnecía el fuerte Independencia, en Tandil. De allí salió para fundar la Fortaleza Protectora (por San Martín, Protector del Perú) Argentina, que crecería hasta ser Bahía Blanca. Fue su último gesto racional.
Cuando se pasó a las huestes de Juan Galo de Lavalle, empezó a desvariar. Daba órdenes de marcha y contramarcha sin ton ni son. Las nimiedades de la tropa lo ponían furioso. La sífilis, que se le había metido dentro quién sabe en qué ocasión, le estaba devorando el seso.
La demencia fue arrasadora. El colmo fue cuando puso un cartel que decía: “Desde ahora para siempre y hasta la muerte y más allá de la muerte, dejo el insignificante nombre de Ramón y me llamaré Demóstenes Estomba”. El desgraciado que no tendría rostro para la posteridad, renunciaba a su nombre porque nada significaba para él. 



viernes, 3 de marzo de 2017

LA ASAMBLEA DEL AÑO 1813 – Parte 6


PUNTOS SOBRESALIENTES DE LA OBRA DE LA ASAMBLEA DEL AÑO XIII


En lo político:


-Crea un nuevo Poder Ejecutivo, esta vez unipersonal, bajo la denominación de Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, a quien acompañará un Consejo de Estado.
-Sanción de una amnistía general, excepto para Saavedra y Campana quienes seguirían desterrados.
-Sanciona la inviolabilidad de los diputados.
-Establece el 25 de Mayo como fecha patria, aprueba el Himno Nacional compuesto por Vicente López y Planes y Blas Parera, y crea el Escudo Nacional.


En lo social:


-Establece la libertad de vientres, esto es, la libertad de todos los hijos de esclavos nacidos desde el 31 de enero de 1813.
-Abolición de la encomienda, mita y yanaconazgo.
-Abolición de los títulos de nobleza.
-Prohibición de castigos corporales en las escuelas.


En lo económico:


-Ordena la acuñación de moneda en oro y plata (ver recuadro).
-Exención impositiva a la actividad minera.
-Autorización para la libre exportación de harinas y cereales.
-Apoyó las actividades comerciales, agropecuarias e industriales.


En lo religioso:


-Establece la subordinación de las autoridades eclesiásticas a las civiles.
-A partir de entonces, la religión católica apostólica romana sería considerada como culto oficial del Estado.
-Abolición del Tribunal de la Inquisición.

-En lo militar:
-Instituye la pena de muerte para el delito de deserción.
-Crea el Instituto Médico Militar presidido por el prestigioso médico Cosme Argerich.
-Establece como grado máximo del ejército el de brigadier.


En lo judicial:


-Abolición de los tormentos.
-Crea Cámaras de Apelaciones para reemplazar a las audiencias de Charcas y Buenos Aires, organismos provenientes de la administración de justicia española.




LA ASAMBLEA DEL AÑO 1813 – Parte 5


INSTRUCCIONES DADAS A LOS DIPUTADOS ORIENTALES PARA LA ASAMBLEA DE 1813

Artículo 1 Primeramente pedirá la declaración de la independencia absoluta de estas Colonias, que ellas estén absueltas de toda obligación de fidelidad a la Corona de España y familia de los Borbones y que toda conexión política entre ellas y el Estado de la España es y debe ser totalmente disuelta.

Articulo 2 No admitirá otro sistema que el de confederación para el pacto recíproco con las provincias que forman nuestro Estado.

Artículo 3 Promoverá la libertad civil y religiosa en toda su extensión imaginable.

Artículo 4 Como el objeto y fin del Gobierno debe ser conservar la igualdad, libertad y seguridad de los Ciudadanos y los Pueblos, cada provincia formará su gobierno bajo esas bases, a más del Gobierno Supremo de la Nación.

Artículo 5 Así éste como aquel se dividirán en poder legislativo, ejecutivo y judicial.

Artículo 6 Estos tres resortes jamás podrán estar unidos entre sí, y serán independientes en sus facultades.

Artículo 7 El Gobierno Supremo entenderá solamente en los negocios generales del Estado. El resto es peculiar al Gobierno de cada Provincia.

Artículo 8 El territorio que ocupan estos Pueblos desde la costa oriental del Uruguay hasta la fortaleza de Santa Teresa forman una sola Provincia, denominante la Provincia Oriental.

Articulo 11 Que esta Provincia retiene su soberanía, libertad e independencia, todo poder, jurisdicción y derecho que no es delegado expresamente por la confederación a las Provincias Unidas juntas en Congreso.

Artículo 16 Que esta Provincia tendrá su Constitución territorial; y que ella tiene el derecho de sancionar la general de las Provincias Unidas, que forma la Asamblea Constituyente.

Artículo 17 Que esta Provincia tiene derecho para levantar los Regimientos que necesite, nombrar los oficiales de Compañía, reglar la Milicia de ella para seguridad de su libertad por lo que no podrá violarse el derecho de los Pueblos para guardar y tener armas.

Artículo 19 Que precisa e indispensable sea fuera de Buenos Aires, donde reside el sitio del Gobierno de las Provincias Unidas.

José Gervasio Artigas, delante de Montevideo, 13 de abril de 1813.

jueves, 2 de marzo de 2017

LA ASAMBLEA DEL AÑO 1813 – Parte 4


En los primeros meses de su gestión, el Segundo Triunvirato y la Asamblea actuaron con los mejores auspicios. Por ese tiempo las armas argentinas triunfaban en Tucumán y Salta, y también habían obtenido el triunfo de Cerrito, en la Banda Oriental. A fines de 1813, en cambio, el cuadro era completamente diferente. Belgrano, con el ejército del Norte, era derrotado en Vilcapugio y Ayohuma, y la Plaza Fuerte de Montevideo resistía el ataque de las armas patriotas. La situación era grave en general. 

La Asamblea resolvió que se modificara la forma del Poder Ejecutivo, la responsabilidad del gobierno debía concentrar-se, para hacer más eficaz su gestión, en una sola persona, que llevaría el título de Supremo Director del Estado. La Asamblea aprobó la petición y creó el

Directorio, el 22 de enero de 1814.

Los problemas internos y la creación del Directorio


La Asamblea no sólo tenía que enfrentar aquellos problemas derivados de la nueva situación europea, también tenía serias dificultades locales. En efecto, su instalación había profundizado el conflicto entre las tendencias centralizadoras de Buenos Aires y las confederacionistas, que exigían el reconocimiento de las soberanías provinciales.

La Asamblea rechazó a los enviados artiguistas argumentando que los diputados no podían tener mandatos imperativos, como era el caso de estos diputados. Estas instrucciones exigían la declaración de la independencia y la organización de un estado confederal en el que cada provincia conservaba su autonomía. Esto provocó la ruptura entre el caudillo oriental y el gobierno central porteño, que lo declaró su enemigo.



LA ASAMBLEA DEL AÑO 1813 – Parte 3


El Primer Triunvirato volvió a desaprobar la actitud de Belgrano.

El 13 de febrero de 1813, después de la victoria de Tucumán, el ejército patriota que perseguía a los realistas se detuvo junto al río Pasaje, en la provincia de Salta. Belgrano enarboló nuevamente la bandera de su creación, al tiempo que tomaba a sus soldados juramento de fidelidad a la Asamblea Constituyente del año XIII. Esta vez tampoco su gesto mereció la aprobación del gobierno, desempeñado por el Segundo Triunvirato.


Cuando la Asamblea General Constituyente de 1813 suprimió en los documentos públicos el nombre del rey Fernando VII, también eliminé su efigie de los sellos y monedas de uso oficial. La imagen del rey fue sustituida por un nuevo sello distintivo de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Por otro decreto, dictado como el anterior en febrero de 1813, la Asamblea creó con dicho emblema el Escudo Nacional, que es el que hoy poseemos como símbolo patrio.


A comienzos de 1813 el poeta Vicente López y Planes (1785-1856), compuso los versos de una canción patria. Estos versos fueron presentados a la Asamblea General Constituyente, que los aprobó el 11 de mayo de 1813 como única marcha nacional. Tal es el origen de nuestro Himno Nacional, al que puso música el maestro Blas Parera (1776-1840), un español residente en Buenos Aires, director de orquesta del teatro. En 1813 contábamos, pues, con tres símbolos ya oficializados: la Escarapela, el Escudo y el Himno. La Bandera no tenía aún sanción oficial; ésta se obtuvo en 1816, como veremos más adelante.

miércoles, 1 de marzo de 2017

LA ASAMBLEA DEL AÑO 1813 – Parte 2


En uno de sus escritos, Mitre señaló que “San Martín y Alvear, auxiliados por la habilidad de Monteagudo, fueron por mucho tiempo los árbitros de la Logia; pero esta buena inteligencia no podía ser de larga duración.

Los amigos se convirtieron muy luego en dos irreconciliables enemigos. Diversas causas produjeron este rompimiento. La petulancia juvenil de Alvear no podía sobrellevar con paciencia el ademán imperioso, la palabra incisiva y la voluntad de hierro de San Martín, convencido de su superioridad militar y que apenas notaba los pueriles celos de su competidor”.

Desde la Revolución de Mayo se iban popularizando dos colores como distintivos de los patriotas del Río de la Plata; el celeste y el blanco. En febrero de 1812 el Primer Triunvirato aprobó como distintivo de nuestros soldados una escarapela compuesta con aquellos colores.

El general Belgrano, creador de la idea de distinguir su causa con el celeste y el blanco, a su vez lo combinó para formar una bandera nacional. La enarboló por primera vez junto a las baterías del Rosario, en febrero de 1812. Pero el Primer Triunvirato no aprobó el acto de Belgrano, ordenándosele guardar la enseña para usarla más adelante. Sabemos que aquella bandera tenía los colores celeste y blanco, pero no conocemos la distribución de sus franjas.

El 25 de mayo de 1812 Belgrano se hallaba en la ciudad de Salta, ocupado en reorganizar el ejército derrotado en Huaqui. Allí exhibió ese día la bandera celeste y blanca por segunda vez, y la hizo bendecir por el sacerdote don Juan Ignacio de Gorriti.