domingo, 28 de julio de 2019

HyDUCR: "Alfonsín y el Tercer Movimiento Histórico" (24 de febrero de 2000)



Intervención del Diputado Nacional Lorenzo Pepe (PJ) sobre el Tercer Movimiento Histórico durante el debate de la ley de flexibilizacion laboral, 24 de febrero de 2000.

sábado, 27 de julio de 2019

ONGANIA EN EL MICROSCOPIO

Lo concreto es que los radicales está ahora fuera del poder y desde allí tienen estructurada una visión —un Juicio— sobre el gobierno Onganía. Pasando por sobre lo que, al respecto, opinen Balbín, Illia u otros vetustos próceres del radicalismo, a EXTRA le interesaba la opinión de estos radicales jóvenes: "Esta no es una revolución —se apresura a desmentir De la Rúa— porque no hay revolución en sentido negativo. En la Argentina todas las revoluciones se hacen por no; porque la Constitución no funciona, porque tal cosa no contempla tales intereses, etc. Las revoluciones, para que sean verdaderas tienen que ser para que algo nuevo, un proceso, se inicie. Como la revolución Francesa y tantas otras. Pero seguir en lo mismo o retroceder no es revolución". De cualquier manera, revolución o no. Onganía está en el poder; ese es el hecho y no puede negárselo. ¿Cómo acometen esa realidad los jóvenes radicales? Si se toman en cuenta las palabras de Antonio Tróccoli, "el Gobierno tiene el legítimo derecho de subsistir mientras no se le oponga una estrategia nacional y organizada para desplazarlo. Sería una utopía creer que se va a ir sólo, porque si ¿En virtud de qué? Por otra parte creo que Onganía ha prefijado su propio término en un mandato presidencial; es decir, piensa estar seis años. Su problema es el plan político y la sucesión. La solución es o el Estatuto de los Partidos Políticos o la Ley Electoral". Para Héctor Hidalgo Solá la permanencia de Onganía es un fenómeno que se va a ir tornando perenne: "Onganía va a estar en el poder todo lo que pueda. Lo que creo es que va a tratar de institucionalizar esa prolongación formando un partido político que lo postule a él mismo como presidente y que lo lleve así constitucionalmente al poder. Hay un sector sindical que está dispuesto a convivir con él". Esta especulación puede objetarse: es difícil asegurar que los sectores populares —concretamente la masa peronista— votarían por Onganía. Pero cuando los rumores de contactos para un pacto Onganía-Perón suben en cantidad e intensidad, la proposición de Hidalgo Solá se vuelve rápidamente creíble. Mucho más corrosiva es la opinión de Emilio Fischer. casi un epitafio: "El orden político está desquiciado y Onganía cuenta con un sólo apoyo que es el del poder económico. Por lo demás a cada momento se demuestra que el Tiempo Social es una mentira".

LAS PUERTAS DEL LABERINTO

Basta un breve análisis para comprobar que si bien los radicales jóvenes no están de acuerdo con el Gobierno ni con la situación actual —por otra parte nada garantizaba que lo estuvieran—, están por lo menos más atados a la realidad que los veteranos del partido. Por lo mismo es más probable que ellos tengan un programa, una salida para el país. Importa conocerla. "No nos engañemos —enfatiza Tróccoli—: Argentina es un país guacho en el mundo. Siempre buscando la protección de alguna potencia. Cuando se acabó el Imperio Británico comenzó EE.UU. y estamos en esa etapa: en la del predominio de los sectores que quieren ser dominados por los EE.UU. Para superar ese estado es que debemos buscar la unión de todos, radicales, frondicistas y peronistas, pasando por sobre los detalles anecdóticos que nos separan". Hay una pregunta inmediata: ¿por qué no se juntaron antes?; "No sé, confiesa entonces Tróccoli. Inmediatamente sigue: "La única salida es el régimen Democrático, que da al ciudadano común participación. Este requisito es indispensable y debe ser asegurado". Eso ya se sabe, pero en el fondo no es otra cosa que una teorización; buscar la manera de llevarlo a una práctica efectiva es la manera de evitar caer nuevamente en las viejas artimañas electoralistas de la política argentina, las mismas que la alejan del país y la depositan en la inercia y la ineficacia. "Hay también un déficit de intelectuales que no dan materiales —vuelve Antonio Tróccoli—; todavía se manejan esquemas del siglo diecinueve; los intelectuales traducen libros extranjeros; no hay elaboraciones políticas, sociales y económicas autóctonas". Si el déficit es de intelectuales ¿cuál es el papel de los políticos? "Tenemos que hacer algo más que tirar los penales. Operar con el material sociológico que nos den los expertos, ser su brazo ejecutor. Hay que incluir hombres técnicos dentro del planteo político. Pero para eso hay que dotar de prestigio a los partidos políticos de manera que los intelectuales se acerquen sin temor; eso lleva 30 años dicen algunos; muy bien, pero hay que empezar, es la única manera de hacer política moderna: hay que hacer política con técnicos pero los políticos tenemos que sanear a la política como para que la misma no contamine estérilmente a los intelectuales que quieren acercarse. También hay que tratar de ir hacia un régimen de dos partidos solamente. Las diferencias son anecdóticas pero no existen en lo que se refiere a concepciones. 

Sobre un material aportado por sociólogos, es decir por expertos, yo no tendría ningún problema en trabajar junto a Antonio Cafiero y Aldo Ferrer, por hacer solamente algunos nombres. ¿Para qué un pluripartidismo, entonces?"

Quizá Antonio Tróccoli no lo sepa —quizá si—, pero su tesis es una de las más modernas, inteligentes y realistas que un político haya dicho últimamente en la Argentina. Por lo menos algo indica que ideas nuevas se están gastando para advenir sobre la política argentina. Si el receso sirve para eso, bienvenido.

 
Revista Extra
11/1968




¡TOQUE CONSTITUCION!

Sin embargo, el mea culpa es apenas el primer paso de la construcción. ¿Cómo avanzar, cómo construir desde ahí otro país?, tal el interrogante clave. Para Fernando de la Rúa no cabe menos que partir de una idea básica: "Dos ideas están perennes en la conciencia del pueblo —asegura—: un régimen federal y popular y el asentamiento jurídico del mismo". Eso, según él, es el quid de la legalidad. "Y el radicalismo ha luchado siempre por la legalidad; la ha defendido como lo demostró durante el peronismo", pontifica. 

Toda la aseveración puede discutirse; seguramente también Illía y su séquito creían en la conciencia popular federal y jurídica, pero es difícil asegurar que, entonces, también el pueblo pensara así. Además, la lucha pro-legalidad entre la UCRP y el peronismo, se desmintió con el abrazo Illía-Ongaro. 
Podría argumentarse que ni Ongaro es el peronismo ni Illía el radicalismo, pero de cualquier manera algo falló entonces en la legalidad. 

De la Rúa lo adopta de algún modo e intenta la justificación: "De acuerdo, la Constitución puede necesitar reformas a veces para adecuarse a una moderna vigencia de la legalidad. Pero la misma Constitución prevé los modos de su reforma: no hay que salirse de la legalidad para arbitrarlos". ¿No se trata con esa afirmación de usar la Constitución cuando conviene? Los observadores ya han remarcado sobradamente la constancia conque Balbín quemó la Constitución en la Cámara a lo largo de diez años. "De acuerdo, acepta De la Rúa y predice a continuación que "si lo que estamos buscando es saltar por sobre ese pasado lo que debe buscarse es refirmar la Constitución y afirmar sobre ella el progreso. Cuando yo me refiero a la Constitución o a un Gobierno federal no es porque esté varado en el pasado o porque mis ideas sean antiguas. 
Lo que pasa es que aun es ese —tomado con ideas modernas y visión de futuro —el camino para la reconstrucción nacional". También Emilio Fischer coincide en esa afirmación: "El gran interrogante actual del país es ser representado. Y solamente la Constitución, la legalidad, le pueden dar esa salida. Darle vigencia e interpretación a la Constitución no es otra cosa que interpretar cabalmente al país". 

Que el amor de los radicales por la Constitución es algo más que una muletilla es lo que trata de demostrar Antonio Tróccoli cuando hace este esquema: "Hoy la Constitución funciona en un 90 %, es decir casi en su totalidad. Es que el Gobierno no puede rechazarla, porque dentro de la inestabilidad en que se maneja, es el único elemento que le garantiza cierta estabilidad". 

Parece, entonces, que no quedan dudas en la programática radical acerca de que es inútil cualquier salida que no contemple entre sus supuestos básicos la creación de un sistema de instituciones estables y legalizadas. "Es así —confirma Tróccoli—, pero no podemos basarnos en prejuicios para decir que la Constitución no sirve. 
Después de todo, el 28 de junio no es nuevo, no inventó nada. Pero no cabe duda que algo falló para permitirlo. El Congreso es útil y necesario, pero, dentro del andamiaje constitucional, puede discutirse su validez. Fuera del mismo, no".


jueves, 25 de julio de 2019





RADICALES JOVENES
ADIOS A LOS PRÓCERES

POCOS dudaban después de junio de 1966 que un silencio total e irrompible había caído sobre los radicales para quedarse por lo menos un buen tiempo. Desalojados del Gobierno sin pena ni gloria —y con un leve consenso popular— su panorama inmediato era, si no desastroso, por lo menos bastante oscuro: desgastados, con una programática desquiciada o inexistente y corroídos por desinteligencias internas (un sector bastante importante renegaba de las tácticas desarrolladas por Illía), los radicales debían prepararse para una estadía bastante opaca en el llano. Durante dos años nadie se acordó demasiado de ellos ni los extrañó —los almuerzos frustrados del ex presidente no contribuían a ello, precisamente—, pero veintiocho meses más tarde algo parece haber cambiado en el esquema. Hasta aquí solamente las reuniones clandestinas, los contactos con dirigentes del interior, las efímeras reuniones callejeras, habían constituido el arsenal con el que el radicalismo planteó su lucha contra el Gobierno; desde fines de septiembre todo indica que el arsenal será la inteligencia en lo sucesivo. Por entonces nació en el norte la Proposición de Tucumán, un documento engendrado por la generación intermedia de la UCRP, que es una especie de declaración de guerra contra el radicalismo hasta aquí conocido. (Y, según algunos, padecido). 

La Proposición Tucumán sugiere la unión de todos los radicalismos —incluidos los desarrollistas del MID y los alendistas de la UCRI— ; marca la apertura, el afloramiento de una nueva ideología radical. A partir de ahí es que conviene poner el ojo sobre los radicales Jóvenes, adscriptos o no a la declaración de Tucumán, para advertir sus aportes a una política moderna en el país. Corría octubre cuando uno de los Jóvenes radicales se quejó ante EXTRA de la cerrazón del periodismo respecto a las posturas de los nuevos políticos. Resulta difícil negar razón a esa protesta y así es que está revista se reunió con cinco nuevos radicales para analizarlos y que ellos analizarán el país y su futuro. La charla dejó, finalmente, esta secuela:


.. .Y HUBO UN ORIGEN


Cuando vuelve hacia 1966 Antonio Tróccoli apela a una rápida frase para definir la situación del radicalismo:: "Estábamos completamente incomunicados". Y después completa: "Ninguno de los actos de gobierno tenía mala fe, pensar eso sería una aberración. Lo que ocurría es que se daba un poco por sentada la anuencia del pueblo y eso conducía a la incomunicación con él. Estábamos encerrados en nosotros mismos". No cabe duda que era así. "Sin embargo, desde 1966 para acá el volumen de comunicación ha crecido y sabemos mejor que es lo que quiere el pueblo, cómo lo quiere y, fundamentalmente, cómo se lo podemos dar", demuestra Tróccoli; pero mantiene aún una reserva: "El problema es que estamos un poco cristalizados; la gente vive una especie de conformismo que más bien parece apatía, los universitarios están desorientados y han perdido la coherencia programática". No cabe duda que a una situación así no se llega ni por osmosis ni por arte de magia, algún culpable tiene que haber. "Es cierto —descubre Tróccoli—, estamos en una varadura; a nosotros nos resulta más difícil que a nadie salir y a nosotros es quizá a quienes menos caso se hará momentáneamente: somos en gran parte los culpables de la crisis". Que sus correligionarios no se opongan a la explicación de Antonio Tróccoli significa que el reconocimiento de la culpa se ha convertido —o se está convirtiendo— en un sentimiento generalizado entre los radicales. Conque solamente la nueva camada radical ejercite esa catarsis —que ya es bastante— el terreno estará preparado para otras ideas, más acordes a la época.


lunes, 15 de julio de 2019

El Forjista - Raul Scalabrini Ortiz - Parte 7


Retornó a la política activa en julio de 1956 cuando se entrevistó con Rogelio Frigerio que le ofreció las páginas de la revista Que para difundir su ideal, desde esa tribuna siguió cuestionando la política colonial de la Revolución Libertadora.

Junto a Juaretche comenzaron a trabajar por la candidatura de quién consideraban la opción más progresista de las permitidas por la dictadura, el radicalismo intransigente que lideraba Arturo Frondizi.

En las elecciones a convencionales constituyentes, Scalabrini confrontó con el peronismo, mientras él proponía votar a los candidatos de la UCRI, el peronismo convocó al voto en blanco que fue la opción que obtuvo mayor cantidad de votos.

Pero a principios de 1958 el General Perón le envía un ejemplar de su nuevo libro Los Vendepatrias, donde se transcriben artículos de Scalabrini publicados en la revista Qué. El libro iba acompañado por una carta que decía: “A usted le cabe el honor de ser el precursor, el formador de una promoción que alimentó la Revolución Nacional...Pienso que nadie como usted sería más eficaz, para propiciar y encabezar un movimiento que tienda a aunar las inquietudes de liberación de los intelectuales que no desertan del hombre y de la tierra argentina”

Frondizi triunfó con los votos peronistas luego de un pacto con Perón, pero al poco tiempo decidió no dar cumplimiento a su compromiso y comenzó una política no muy diferente a la de la revolución libertadora, además tampoco cumplió su compromiso de legalizar al proscripto peronismo.

Pero las diferencias de Scalabrini con el frondizismo estallaron cuando se conocieron las cláusulas de los Contratos Petroleros firmados por Frondizi con participación del capital extranjero, en su último artículo en la revista Que propuso aplicar al petróleo las mismas políticas que la desarrollada por Perón con los ferrocarriles.

Scalabrini se recluye en su biblioteca, y al poco tiempo supo que tenía cáncer, el 30 de mayo de 1959 se apagó la vida de un gran patriota al que su Patria aún no ha agradecido y reconocido suficientemente.

Pero no hay mejor manera de terminar este humilde homenaje, que escuchando y leyendo las palabras de Scalabrini Ortiz, cuando dijo:

“Desalojemos de nuestra inteligencia la idea de la facilidad. No es tarea fácil la que hemos acometido, Pero no es tarea ingrata. Luchar por un alto fin es el goce mayor que se ofrece a la perspectiva del hombre. Luchar es, en cierta manera, sinónimo de vivir: Se lucha con la gleba para extraer un puñado de trigo. Se lucha con el mar para transportar de un extremo a otro del planeta mercaderías y ansiedades. Se lucha con la pluma. Se lucha con la espada. El que no lucha, se estanca, como el agua. El que se estanca se pudre.”

Fuentes:

Scalabrini Ortiz contra la dominación inglesa. Norberto Galasso
Política Británica en el Río de la Plata. Scalabrini Ortiz
Bases para la Reconstrucción Nacional. Scalabrini Ortiz




domingo, 14 de julio de 2019

El Forjista - Raul Scalabrini Ortiz - Parte 6


Scalabrini se encontró en una esquina del centro con su amigo Leopoldo Marechal, luego del golpe y le dijo: “Hay que empezar a hacer todo de nuevo. Todo otra vez...”

El regreso oligárquico

Desde el diario El líder, propiedad de la CGT, Scalabrini desplegó sus primeras críticas contra el Plan Prebisch, el plan económico de la Revolución Libertadora, tanto él como Jauretche denunciaron la nueva etapa de sometimiento y el retorno de los privilegios.

El 13 de noviembre se produjo un golpe dentro del golpe, Aramburu reemplazó a Lonardi, profundizando el revanchismo contra la clase trabajadora. El diario El Lider fue cerrado por la dictadura, Scalabrini publicó un nuevo periódico que tuvo una corta vida, El Federalista. Jauretche, en tanto, se ve obligado a exiliarse.

En enero de 1956 se quedó sin ningún medio donde expresarse, todas las publicaciones nacionales y populares fueron cerradas, los liberales lograban su objetivo cerrar la boca de cualquiera que pensara distinto.

Uno de los aportes más importante que realizó Sacalabrini Ortiz fue el de esclarecer el papel del capital extranjero en los países coloniales y semicoloniales, en el siguiente extenso párrafo se visualizará con claridad su posición al respecto:

“Hoy es ya de conocimiento público: 1°) Que el capital extranjero no ha sido promotor del progreso, sino en la estricta medida en que convenía a los países matrices. 2°) Que el capital extranjero es el mayor enemigo de un progreso auténticamente argentino, porque todo fortalecimiento, sea material, intelectual, moral o espiritual, disminuye por simple inercia la presión de la sujeción extranjera. 3°) Que el capital no es una auténtica riqueza-producto del trabajo de otros pueblos- que se agrega al cuerpo nacional. El capital original de todas las inversiones extranjeras es mínimo hasta el desprecio. Lo fundamental de su aporte es la organización de la parte de la economía argentina que cae bajo su control de tal manera que el trabajo y la riqueza produzcan, no salud, fortaleza y bienestar interior, sino más capital extranjero 4°) Que la influencia del capital extranjero trasciende los límites de su actividad e inficiona con su mefítica influencia todas las jerarquías de la sociedad de tal manera que transforma en enemigos del pueblo a quienes debían ser celosos defensores de sus derechos. Estos acontecimientos adquiridos en el transcurso de los últimos 25 años son los que han acrecentado el sentimiento de resistencia hacia el capital extranjero hasta convertirlo en voluntad de lucha defensiva”

El fracaso del levantamiento del Gral Valle y su posterior fusilamiento, causaron una terrible impresión en el espíritu y el físico de Scalabrini Ortiz.


sábado, 13 de julio de 2019

El Forjista - Raul Scalabrini Ortiz - Parte 5


Una nueva esperanza

FORJA recibió con expectativas favorables el golpe del 4 de junio de 1943, no así Scalabrini Ortiz, no obstante éste fue cambiando su posición y el 10 de junio de 1944 concurrió a una conferencia de Perón en La Plata. El coronel Perón condenó al capital extranjero y defendió el desarrollo de la industria nacional.

Luego de la exposición, Scalabrini le hizo saber a Perón de la necesidad de nacionalizar los ferrocarriles, medida que efectivamente llevó a cabo Perón en su gobierno.


Por su profesión debió recorrer el interior por los años 1944 y 1945, donde pudo apreciar el cambio social que se puso en marcha con la política desarrollada por Perón, las leyes laborales se comenzaron a cumplir y los siempre olvidados comenzaron a ser escuchados.

Presenció maravillado el 17 de octubre de 1945 al que definió: ”Era el subsuelo de la patria sublevado. Era el cimiento básico de la Nación que asomaba por primera vez en su tosca desnudez original, como asoman las épocas pretéritas de la tierra en la conmoción de terremoto” “Presentía que la historia estaba pasando junto a nosotros y nos acariciaba suavemente como la brisa fresca del río. Lo que yo había soñado e intuido durante muchos años estaba allí presente, corpóreo, tenso, multifacetado, pero único en el espíritu conjunto. Eran los hombres que están solos y esperan, que iniciaban sus tareas de reivindicación. El espíritu de la tierra estaba presente como nunca creí verlo”.

Con la asunción de Perón, Scalabrini Ortiz bregó incansablemente por la nacionalización de los ferrocarriles hasta que el 13 de febrero de 1947, el gobierno nacional implementó esa histórica medida que había contado con Scalabrini como su más entusiasta propulsor.

Pero la política del gobierno peronista además de recuperar la soberanía sobre la riqueza nacional también provocó una notoria mejoría de la situación de los más necesitados, por primera vez eran escuchados y sus problemas más acuciantes solucionados.
Scalabrini Ortiz apoyó al gobierno popular pero con su inamovible espíritu crítico, alertando que aún importantes sectores económicos continuaban en manos extranjeras y que la oligarquía ganadera se encontraba agazapada esperando el momento para reaccionar.

El gobierno de Perón no encontró ningún lugar adecuado para pensadores de la talla de Scalabrini Ortiz y Arturo Jauretche, a tal punto que en septiembre de 1955 cuando cayó el gobierno, estaban casi retirados de la actividad política, porque preferían no realizar ninguna crítica que pudiera perjudicar al gobierno,
pero una vez producida la derrota, cuando muchos burócratas que ocuparon cargos de importancia huyeron o se llamaron a silencio, Jauretche y Scalabrini efectuaron su reaparición para hacer sentir su voz contra la oligarquía, de nuevo en el poder.



El Forjista - Raul Scalabrini Ortiz - Parte 4



Endeudándose y arriesgando su patrimonio familiar publicó el diario Reconquista, firme voz de la soberanía y la neutralidad. Apareció el 15 de noviembre de 1939.


A pesar que el diario se declaró abiertamente contra el fascismo y el nazismo los sumisos partidarios del Inglaterra y los Estados Unidos lo acusaron de fascista por defender la neutralidad del país. Pero Scalabrini no pudo sostener económicamente Reconquista por más de 41 días, el diario cerró y las posiciones nacionales nuevamente quedaban sin voz.

Había comprendido, al igual que Arturo Jauretche el papel de la prensa en un país semicolonial como el nuestro: “La prensa argentina es actualmente el arma más eficaz de la dominación británica. Es un arma traidora como el estilete, que hiere sin dejar huella. Un libro permanece, está en su anaquel para que lo confrontemos y ratifiquemos o denunciemos sus afirmaciones. El diario pasa. Tienen una vida efímera. Pronto se transforma en mantel o en envoltorio, pero en el espíritu desprevenido del lector va dejando un sedimento cotidiano en que se asientan, forzosamente las opiniones. Las creencias que el diario difunde son irrebatibles, porque el testimonio desparece”

“ El silencio es un arma tan eficaz como la ley, cuando se maneja con habilidad. El silencio es mortífero para las ideas. El silencio abate toda pretensión de autonomía, coarta la inventiva, impide el análisis, sofoca la crítica, detiene el mutuo intercambio de pensamientos, en que un pensamiento colectivo puede llegar a concretarse”

En 1940 apareció su libro Política británica en el Río de la Plata, ningún diario realizó crítica alguna. Al poco tiempo apareció el primer tomo de su Historia de los ferrocarriles argentinos. 

Hacia fines del mismo año se afilió a FORJA luego que la agrupación quitara de su estatuto la obligación a estar afiliado a la Unión Cívica Radical.


Sin posibilidad de trabajar como periodista y habiendo arriesgado su patrimonio en el diario Reconquista, el 13 de enero de 1942 debió publicar un aviso clasificado donde se ofrecía para trabajar en alguna empresa argentina, a un patriota se le hacía difícil conseguir trabajo en una colonia.

Scalabrini Ortiz era un espíritu crítico, libre e independiente, al que le era difícil encuadrarse en cualquier 
organización política por eso se alejó de la actividad política diaria de FORJA en febrero de 1943, dedicándose con exclusividad a la investigación y a su labor de escritor.

En tanto las urgencias económicas lo obligaron a retornar a su profesión de agrimensor, tenía cinco hijos a los que alimentar.


viernes, 12 de julio de 2019

El Forjista - Raul Scalabrini Ortiz - Parte 3


En 1936 se alejó del periódico Señales y estableció un contacto más fluido con FORJA, participando de conferencias y redactando los famosos Cuadernos de FORJA, donde abordaba los temas centrales de la dependencia argentina: los ferrocarriles, el endeudamiento financiero y el petróleo.

En 1938 asumió la presidencia de la Nación el doctor Roberto Ortiz, abogado de las compañías inglesas, quién había sido proclamado en la Cámara de Comercio Británica.

Scalabrini perteneció a una generación que dilucidó como la historia oficial que se enseñaba en las escuelas, contenía una importante cuota de distorsión, producto de que la misma había sido escrita por los hombres de la oligarquía liberal. Decía al respecto: “La historia oficial argentina es una obra de imaginación en que los hechos han sido consciente y deliberadamente deformados, falseados y encadenados de acuerdo a un plan preconcebido que tiende a disimular la obra de intriga cumplida por la diplomacia inglesa, promotora subterránea de los principales acontecimientos ocurridos en este continente” ... “La reconstrucción de la historia argentina es, por eso, urgencia ineludible e impostergable. Esta nueva historia nos mostrará que los llamados “capitales invertidos” no son más que el producto de la riqueza y del trabajo argentinos contabilizados a favor de Gran Bretaña”

Realizó estudios históricos a los efectos de mostrar el efecto nefasto del endeudamiento externo, para eso investigó los resultados del préstamo tomado por Rivadavia con la casa inglesa Baring Brothers: “Vamos a demostrar fehacientemente que el primer empréstito argentino no fue más que un empréstito de desbloqueo, un modo de transportar en forma permanente las ganancias logradas por los comerciantes ingleses en las orillas del Río de la Plata. Es decir, que ese primer empréstito representa una riqueza que se llevó de la Argentina a Inglaterra, no una riqueza inglesa que se trajo a la Argentina”.

Cuando las potencias mundiales se aprestaban a enfrentarse en una guerra para el reparto del mundo, Scalabrini Ortiz redactó un documento oponiéndose a que Argentina tomara partido por alguna de las potencias en pugna, haciendo de la neutralidad una bandera en defensa de la soberanía nacional.


Con respecto a la Guerra Mundial pensaba que: “Ir a la guerra sería consumar la completa servidumbre de nuestro pueblo y de todos los hermanos de América. Todos los focos de resistencia quedarían de hecho suprimidos. Todos los rebeldes a la voluntad inglesa serían aniquilados: Todos los hombres de la generación que, por primera vez, ha enfrentado los problemas esenciales de la nacionalidad, serían exterminados en los puestos de mayor peligro. Las pocas fortunas que aún quedan en manos de argentinos, serían liquidadas por los inmensos impuestos de guerra”


El Forjista - Raul Scalabrini Ortiz - Parte 2



En sus estudios llegó a desentrañar con claridad la red de dominación británica que comenzaba con los ferrocarriles, continuaba con los frigoríficos y terminaba con los seguros y barcos británicos para concluir una ruta de la carne argentina en un sistema que sólo beneficiaba a unos pocos argentinos y a muchos británicos. Todo este sistema se completaba con el regreso de los barcos cargados de manufacturas inglesas que ahogaban e impedían el desarrollo de una industria nacional.

Pero no sólo se limitó al estudio, también participó en el levantamiento radical de 1933 que le valió su detención, fue conducido detenido a la Isla Martín García, luego debió optar por el obligado exilio, la otra opción que le ofrecía el Estado era la prisión de Ushuaia.

Poco antes de partir se casó con Mercedes Comaleras el 23 de enero de 1934, debió concurrir al Registro Civil esposado y en compañía de la policía.

El primer destino de su exilio fue Italia donde permaneció por corto tiempo, para luego dirigirse a Alemania. En este país publicó una serie de artículos, que luego aparecieron en Argentina en La Gaceta del Sur y luego conformaron el libro “Política británica en el Río de la Plata”.

En las primera hojas de este libro había escrito: “El imperialismo económico encontró aquí campo franco. Bajo su perniciosa influencia estamos en un marasmo que puede ser letal. Todo lo que nos rodea es falso o irreal. Es falsa la historia que nos enseñaron. Falsas las creencias económicas con que nos imbuyeron. Falsa las perspectivas mundiales que nos presentan y las disyuntivas políticas que nos ofrecen. Irreales las libertades que los textos aseguran. Este libro no es más que un ejemplo de estas falsías”

Recién hacia fines de 1934 Scalabrini y su esposa pudieron regresar al país, no pierde tiempo y se vuelve a zambullir en la investigación. 

En 1935 comenzó a colaborar con el semanario Señales, desde este medio cuestionó el sistema entreguista que dominaba el país y empobrecía a la mayoría del pueblo argentino.

En ese semanario conoció a Arturo Jauretche un joven radical yrigoyenista, con quién estableció una amistad que perdurará hasta su muerte.
A poco de fundarse comenzó la colaboración de Sacalabrini Ortiz con FORJA, de su participación en esa agrupación dijo Arturo Jauretche: “Nosotros llevamos el terreno económico y social lo que la revisión histórica iba descubriendo y percibimos el hilo conductor de los acontecimientos y la política que los dirigía. Esta fue sustancialmente la obra de Raúl Scalabrini Ortiz, cuyo talento de investigador y de escritor y su voluntad sacrificada de servir al país, le costó la pérdida de todos los triunfos materiales que tenía a su disposición, pero lo premió con el título que ya nadie podrá discutirle de ‘descubridor de la realidad argentina’”

El Forjista - Raul Scalabrini Ortiz - Parte 1

  
  

Raúl Scalabrini Ortiz nació el 14 de febrero de 1898 en la provincia de Corrientes, pero de muy niño su familia se trasladó a Buenos Aires.
De joven se sintió atraído por las ideas de izquierda y en particular por la Revolución Rusa, dichas influencias lo llevaron formar parte, por el año 1919, del grupo Insurrexit, aunque esta militancia no perduró por mucho tiempo.

Se recibió de agrimensor, pero siempre mantuvo vivo su interés por la literatura, también se mostró atraído por las actividades deportivas, particularmente por el boxeo, actividad que llegó a practicar.

Su primer libro se llamó La Manga, publicado en 1923, a la edad de 25 años, más o menos por esos años se vinculó al grupo literario Florida, donde conoció a Borges y Mallea, entre otros.

En el año 1924 visitó París, ciudad a la que admiraba como todos los intelectuales latinoamericanos de la época. Luego emprendió una serie de viajes por el interior del país, donde pudo ver en directo la explotación del trabajador por parte de las oligarquías lugareñas.
Por aquellos años tomó contacto con un grupo nacionalista que publicaba “La Nueva República”, es ahí donde conoció Ernesto Palacio y a los hermanos Irazusta. Pero esta relación no duró mucho tiempo pues no podía congeniar con ese nacionalismo elitista y sectario.
La Década Infame
Scalabrini Ortiz no tenía demasiada simpatía por el caudillo popular Hipólito Yrigoyen, pero luego del golpe de estado del 6 de septiembre de 1930 revisó su posición, al ver el carácter reaccionario de las fuerzas que se habían confabulado contra el líder radical. Renunció a la redacción del diario La Nación y comenzó a criticar con dureza a la dictadura desde Noticias Gráficas.
Empezó a trabajar en su libro “El Hombre que está sólo y espera” donde reflexionó sobre el comportamiento del porteño. Este fue un intento de investigar el alma argentina.
Con respecto a esta obra dijo: “Yo realzaba en mi libro las virtudes de la muchedumbre criolla y demostraba que su valoración no debía emprenderse de acuerdo a las reglas y cánones europeos: daba una base realista a la tesis esencial de la argentinidad y sentaba la tesis de que nuestra política no es más que la lucha entre el espíritu de la tierra, amplio, generoso, henchido de aspiraciones aún inconcretas y el capital extranjero que intenta constantemente someterla y juzgarla”.

Con la denominada “Década Infame”, Scalabrini Ortiz ingresó resueltamente en el análisis y la crítica de la realidad nacional. En el año 1932 comenzó el estudio de los problemas económicos del país, cuando más los conoció más se le hizo evidente la mentira de la oligarquía, instaurada a través del control del aparato educacional y cultural.


Luego de urgar en documentos y en libros llegó a percibir lo que nadie había visto a pesar de encontrarse frente a las narices de todos, Argentina era una colonia inglesa, los principales resortes económicos estaban en sus manos.

Scalabrini realizó un estudio detallado del pacto Roca – Runciman por el cual la oligarquía argentina se sometió vergonzosamente a los dictados ingleses, para poder seguir vendiendo la carne a Inglaterra entregando todos los recursos nacionales a los deseos británicos.

sábado, 6 de julio de 2019

Raimundo Ongaro habla de la CGT de los Argentinos 1973



Bs. As.: Reportaje a Raimundo Ongaro, en el cual se le pregunta: -¿Qué es la C.G.T. de los Argentinos? -¿Perdón Ongaro, concretamente, pero la CGT de los Argentinos existe hoy o no? -¿Ongaro, hace pocos días la Juventud Peronista dio a conocer un documento en el que públicamente reconoce que debe apoyarse el programa de la CGT de los Argentinos; esa decisión de la Juventud Peronista lo ha tomado de sorpresa? -¿Ongaro, no cree usted que el hecho de que la CGT de los Argentinos sea una pluralidad ideológica frente a una unidad política como es la otra CGT, y le quite a ustedes perspectivas con respecto al dialogo y a la integración con el gobierno que asuma el 25 de mayo? -¿Ongaro, usted esta presagiando en alguna medida un verdadero enfrentamiento que incluso puede ser cruento entre los dos sectores representativos del sindicalismo? -¿Ongaro, quienes son los señores que nos acompañan? (Responde: Son los compañeros petroleros de La Plata y Mendoza, que vinieron a protestar contra los descuentos arbitrarios de sus aumentos de convenios, aumento de las cuotas sindicales, y fueron agredidos por gente enviada por el señor Diego Sebastián Ibáñez, dirigente del Sindicato Unidos Petroleros del Estado) (Sergio Villaroel)
Fecha: 24/4/1973
Duración: 7 minutos 36 segundos
Código: D-01500

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Los discursos de Yrigoyen y Alvear sobre política exterior (1916-1930) - Parte 8


Es clara la adscripción a la afiliación británica que hasta ese momento el radicalismo había mantendido implícita, tanto en la etapa previa como durante la primer gestión. Esta situación tiene que ver con el deterioro de la posición económica británica, de allí su emergencia en el discurso.

A pesar de las diferencias en la acción, observamos -cosa que se confirma en la segunda presidencia de Yrigoyen- se comparten los marcos estructurales de análisis. Mientras que Yrigoyen tiene un accionar donde deja sentada su posición y no avanza más de allí, en Alvear existe la necesidad de actuar en los marcos internacionales.

Segundo Gobierno de Yrigoyen (1928-1930)

Yrigoyen asume nuevamente la presidencia al haber ganado la elección del 1º de Abril de 1928 con un total de 840. 000 votos y 249 electores para el Colegio Electoral20.
Para este gobierno el corpus está compuesto sólo por el mensaje de 1929, restando el de 1930 -año en que no se sesionó- y por ello utilizaremos complementariamente la parte correspondiente del Cuarto Memorial a la Corte Suprema de 193121.

En este segundo gobierno de Yrigoyen encontramos tres temas prioritarios en la política exterior, el primero es el marco de acción global, el segundo la política hacia América y por último la relación con Gran Bretaña.
Con respecto al primero, en el mensaje se sostiene que:
... La Nación avanzará rápidamente hacia sus verdaderos destinos, los que le permitirán efectivizar la plenitud de su capacidad dándole a la vez la debida preeminencia en el concierto humano. (AL, 1929, 332)

Y en el Memorial dice que su política estuvo inspirada por el hecho de que nuestro país es:
... alma noble y generosa, quiere la paz interna como externa, y yo, fiel intérprete de la humana aspiración, así he procedido en todas las fases de su vida, asumiendo las actitudes lógicas y concordantes al respecto, aplicándolas en el país sin el menor desvío en sentido alguno y llevando al Universo las sensaciones de su psicología moral y sensitiva. " (MC, 348).
Ambas expresiones son una confirmación de lo ya señalado con respecto al contenido general, idealista, que está por todas partes. 

Una alusión especial tiene la política hacia América cuando se sostiene que:
... el Poder Ejecutivo se complace en manifestaros que cada día se acentúan más los vínculos fraternales con toda la América y que donde quiera que tendamos la vista, una franca y simpática comunidad nos une con todo el universo. (AL, 1929, 333)

Aquí también se confirma la otra tendencia, ya manifestada, en los gobiernos radicales: la búsqueda de otros marcos de acción para la política exterior hacia América es uno de sus rasgos distintivos.
La relación con Gran Bretaña está focalizada con el Acuerdo con Lord D'Abernon que estuvo motivado por el "estancamiento de la intensificación del intercambio con algunas naciones que se aprestaban a hacerlo más expansivo de lo que hasta entonces se venía produciendo. " (MC, 342)
De él se esperaba que:
... Inglaterra invertiría su importe en comprar en nuestra plaza de cereales, las mismas condiciones en que se realizó el convenio con las naciones aliadas, a la vez que nuestro país podría comprar útiles y maquinarias de trabajo en esta cantidad <100 como="" de="" inicial="" millones="" pesos="" punto=""> o mayores o menos como lo prefiera en las fábricas de ese país" (MC, 342/3)

Este acuerdo - que nunca tuvo aprobación parlamentaria-, significaba la ratificación de una tendencia que ya habíamos observado en el discurso, los motivos del mismo se basan "en créditos mutuos para reactivar el comercio argentino-británico, también tenía el objetivo de neutralizar el avance estadounidense."22

El hecho de haber optado por esta alternativa se fundamentaba, no sólo por motivos económicos sino también políticos, como lo señala Paradiso:

La disposición del gobierno radical de volcarse abiertamente del lado de la carta británica no se explica solo por las rutinas de un patrón de relacionamiento económico a la poste exitoso y sólido o por la presión de las demandas corporativas; también contaban los numerosos motivos de recelo hacia los Estados Unidos que se difundían en toda Latinoamérica, amplificados ahora por el impacto que produjera la intervención de esa potencia en Nicaragua.23

Con este pacto se produce una ruptura del pensamiento radical con el pensamiento liberal del siglo XIX, al cual se había mantenido tributario en materia económica, aunque con signos propios, ya que el Pacto "dejaba el librecambio para pasar a la reciprocidad. " 24

Es necesario recalcar que si bien este pacto tiene alguna similitud con el pacto Roca-Runciman25, sobre todo en el argumento de la reciprocidad, posee claras diferencias. En primer lugar, el efecto buscado en la economía es distinto, ya que mientras el D'Abernon es un acuerdo agrícola, el otro beneficiaba sólo a una parte de los ganaderos, teniendo un impacto socio-económico más reducido. Otro dato para tener en cuenta es que aún no se habían firmado los acuerdos de Ottawa que cerraron nuestros mercados a Inglaterra fundamentalmente, lo que habría sido un convenio previsor de esa situación.

En septiembre de 1930 la crisis económica y política que vivía el país motivó que los sectores conservadores y nacionalistas utilizaran al ejército para desplazar a Yrigoyen del poder, iniciando un período de inestabilidad constitucional que duró más de cincuenta años. La crisis económica mundial, iniciada en 1929, repercutió en nuestra economía de una manera sin precedente.

Para finalizar el capítulo debemos hacer un balance. A nivel internacional podemos decir que la crisis de 1929 confirmó la tendencia que venía desarrollándose desde el fin de la Primera Guerra Mundial, será un giro más en el escenario internacional. También es necesario hacer una comparación con los cuatro puntos señalados por Puig para la política exterior tradicional26.

Existen ajustes, ya que el radicalismo hasta la crisis del 30 comparte la afinidad hacia Gran Bretaña, haciendo explícita esta posición. También con respecto al enfrentamiento con Estados Unidos sufre ajustes, reconociendo varios orígenes, uno el político por la defensa del principio de no intervención y el rechazo a la doctrina Monroe como un pacto regional, también reconoce los orígenes económicos como por ejemplo, la política petrolera de Yrigoyen27.

Aparecen importantes cambios con respecto a América, que ocupa un lugar privilegiado en el discurso, no sólo como búsqueda de una alianza política sino como el punto de partida para toda la acción exterior, reflejo de una realidad económica muy palpable. También existen cambios con respecto a la política territorial, dentro del marco de solución pacífica de las controversias.

Un rasgo novedoso lo presenta la búsqueda de nuevos mercados en Asia, Africa y la URSS28 no sólo como mero intercambio económico sino como espacio para la mutua cooperación, esbozando una política de tipo multipolar que tiene como fin ampliar los marcos autonómicos.

A pesar de las diferencias señaladas entre estos mandatarios radicales. Podemos afirmar que comparten esta misma visión del mundo fundada en un racionalismo aunque la influencia del krausismo ha sido más permanente en Yrigoyen y opera con un claro rol diferenciador de la política exterior tradicional. Esta filosofía junto a los aspectos novedosos, prefiguran un sesgo autonomista que marca al pensamiento radical de este período dotándolo de elementos que contribuyen a la formación de una idea de interés nacional, propia del pensamiento realista.



viernes, 5 de julio de 2019

Los discursos de Yrigoyen y Alvear sobre política exterior (1916-1930) - Parte 6



La posición internacional de que el país disfruta es eminente. 

Nuestra tradición, pacifista y cordial, ha inspirado la conducta de mi gobierno, y nos ha dado ocasión de ver acentuada la confianza con que nuestros adelantos se contemplan. La corriente de simpatía que nos rodea ha tenido expresiones elocuentes en la presencia de las delegaciones militares que vinieron a celebrar como propias nuestras efemérides, y cada día es más intenso el intercambio intelectual a que nos conducen las visitas de ilustres personalidades extranjeras que contribuyen al mejor conocimiento de nuestro país. (AL, 1928, 177/8)
Remarcamos que para este presidente, los aspectos protocolares son constitutivos de la política exterior, siendo una clara diferencia con el anterior mandatario.

El otro punto en consideración es el de las relaciones económicas internacionales. Aquí aparece otro signo diferencial, ya que la emancipación es parte de un proceso en el cual se mejoran:
... los saldos favorables de nuestras exportaciones y crear, así, la posibilidad de un mejoramiento real de los salarios y la implantación consecuente de un tipo medio de vida superior. (AL, 10/1922, 17)

Es claro el matiz con el concepto yrigoyeniano de "reparación" que hace hincapié en lo moral, dejando lo económico en segundo lugar, en este discurso el sentido eminentemente económico es evidente. Tal vez sea producto de la diferencia de formación entre ambos dirigentes, producto de esa corriente realista o como lo llama Acuña "eficientista"18, ya que en Alvear casi no encontramos huellas de krausismo.

Coincidiendo con la etapa de proteccionismo industrial al inicio de su gestión, Alvear señala que las condiciones de la economía nacional y su vinculación con el mundo:
... exigen que el país defina con claridad una orientación económica de modo que no quedemos rezagados en la defensa de la producción y del perfeccionamiento industrial a que están dedicados los países que progresan (AL, 1923, 8)
Esta definición es sumamente importante en cuanto hace a la necesidad de industrializar la economía nacional más allá de sus "condiciones naturales" para la agricultura.

A pesar de ello, no se descarta la búsqueda de nuevos mercados, como lo señala en varios de los mensajes, que como se dice en el de 1927:
... la capacidad casi ilimitada que tiene el país para cubrir las eventuales necesidades de mercados nuevos, ha merecido del Poder Ejecutivo la condigna atención y previsoramente se viene estudiando la adopción de aquellas medidas que, sin repugnar a nuestra liberal tradición económica, nos permitan mejorar y equilibrar el intercambio con los países que tratan injustamente a nuestras procedencias. (AL, 1927, 16)
Esta mención solapada, es un reclamo tradicional de la Argentina ante las protecciones del mercado americano. Un dato importante es que al año siguiente (1928) la Sociedad Rural acuñó la famosa frase de "comprar a quien nos compra".

De allí que más adelante se diga que:
... Hemos continuado ejerciendo la defensa de nuestro comercio exterior, manteniendo activas gestiones ante distintos gobiernos para facilitar la concurrencia argentina en los mercados de carnes, charqui, frutas, cereales, alfalfa, etcétera. (AL, 1928, 187)
Esta expresión, nos parece, una acercamiento conceptual al pacto que se firmó en 1929.

La relación con EEUU nos abre al otro tema que es la relación con América. Aquí existen dos momentos importantes que son las dos conferencias panamericanas realizadas durante este gobierno -una en Santiago de Chile y otra en La Habana. Siempre se rescata en los mensajes el "estado de espíritu recíprocamente amistoso caracteriza muy especialmente nuestras relaciones con las hermanas repúblicas de América. "(AL, 1923, 12)
Con respecto a la V Conferencia Panamericana de Santiago se señala en el mensaje de 1923 que allí:
... la República ha contribuido a los trabajos de la V Conferencia Panamericana reunida en Santiago de Chile, cuyas decisiones han de consagrar los principios de justicia y de solidaridad que orientan nuestras democracias. (AL, 1923, 13)

En la evaluación final de este acontecimiento, Alvear declara que:
... dimos una nueva prueba de lealtad y franqueza. No tuvimos reservas ni siquiera respecto del estado deficiente en que nos encontramos en cuanto al desarrollo y al perfeccionamiento de nuestras instituciones armadas en relación con el grado de cultura y progreso del país... (AL, 1924, 103)
Esta reunión, en la que "el fracaso rondó"19, marca un contrapunto con el enfoque sostenido por los radicales en la etapa previa al gobierno, donde reclamaban una política de equilibrio de poder. Es un dato significativo, ya que parece que las diferencias entre las distintas concepciones dentro de la UCR no eran tan marcadas.

Los discursos de Yrigoyen y Alvear sobre política exterior (1916-1930) - Parte 7



Para la siguiente conferencia, la de La Habana de 1927, dirá:
... Los propósitos de paz y de mutua consideración que informan la política exterior del gobierno argentino, han permitido aun mas los vínculos amistosos que nos ligan con las naciones extranjeras.
En concordancia con esos sentimientos de respeto y consideración internacional, la delegación argentina a la VI Conferencia Panamericana reunida en La Habana, interpretando las instrucciones transmitidas oportunamente, expresó en esa Asamblea que la República continúa manteniendo la sana doctrina del respeto por la soberanía de los Estados y su independencia, considerando que ese mutuo respeto es imprescindible para que las jóvenes naciones americanas pasen por las transformaciones de la experiencia del gobierno propio, y evolucionen naturalmente en los ensayos de las instituciones políticas que quieran darse sus pueblos hasta llegar, sin tutelajes ni intervenciones extrañas, a la plena madurez de la democracia que ha de regir sus destinos en la paz interior y en la concordia internacional. (AL, 1928, 185)

En este párrafo se observa claramente el principio de no intervención que generó en esa reunión un fuerte enfrentamiento con la delegación norteamericana. Sus resultados fueron evaluados globalmente al señalar que las "buenas relaciones han de afianzarse con algunas medidas que el gobierno argentino ha podido tomar en concordancia con el de varios paises amigos" aunque esta expresión no refleja el trasfondo de lo ocurrido en dicha conferencia. (AL, 1928, 186)

Un apartado merece el tema de la negativa a la reincorporación a la Liga de las Naciones. Este tema tuvo una presencia ininterrumpida desde el año 1923 hasta 1928. Es un tema en el cual el presidente tenía diferencias con Yrigoyen, quien influía sobre la mayoría de los diputados radicales e impedía su tratamiento. Es una constante en los mensajes la siguiente frase, más o menos repetida:

Las relaciones oficiales que el Poder Ejecutivo mantiene con la oficina de la Liga de las Naciones no se ha apartado de la situación ya anunciada en anteriores mensajes; y es necesario y urgente que vuestra honorabilidad estudie la solución de las mismas para regularizarlas. (AL, 1925, 43)
Así año tras año, Alvear basaba su interés en el hecho de que la información le "permitirá apreciar y resolver la situación a la cual ha adherido, en principio, en el espíritu y la concepción democrática que inspiran la política internacional argentina" (AL, 1923, 13).

A pesar de no ser ratificada por el Congreso:
... El Poder Ejecutivo, en reiterados mensajes, solicitó y urgió de Vuestra Honorabilidad un pronunciamiento que pusiera término a esa situación de hecho en un sentido u otro. Ante ella, el Poder Ejecutivo entendió que procede con el criterio circunstancial de participar en los trabajos de las organizaciones esencialmente técnicas y siempre que promediaran invitaciones o requerimientos que no podía rehusar por elementales normas de cortesía y colaboración internacional. (AL, 1928, 186)

Aquí sí existe una clara diferencia entre el pensamiento de Alvear y de Yrigoyen, con respecto a la participación en la Liga de las Naciones, que creemos tiene que ver más con la acción del país en el exterior que con una visión distinta del mundo. Prueba de ello es la posición de la delegación que allí se pronunció nuevamente contra la política norteamericana al señalar:
... el representante argentino, previamente instruido para esa eventualidad, expresó que el Gobierno Argentino no consideraba a la Doctrina Monroe como un pacto regional, según lo define, y por vía de ejemplo, el citado artículo <21 de="" la="" liga="">, sino simplemente como una declaración política unilateral de los Estados Unidos que no ha sido aprobada explícitamente por ningún otro país americano. (AL, 1928, 186)

Como observamos desde el punto de vista económico y político, Alvear tiene una posición de enfrentamiento con EEUU que es coherente con la apreciación positiva que tiene sobre Gran Bretaña. Estas expresiones las tuvo con motivo de la visita del Principe de Gales a nuestro país, su visión sobre la participación británica en la Argentina, era la siguiente:
... el gobierno argentino se esforzó por agasajar al ilustre representante de un pueblo tan íntimamente ligado al progreso y adelante del país... el incalculable caudal de energías con que la nación británica ha contribuido a nuestro desenvolvimiento moral y material y por su fe inquebrantable en el engrandecimiento de nuestro país, tantas veces demostradas. (AL, 1926, 19)


jueves, 4 de julio de 2019

Los discursos de Yrigoyen y Alvear sobre política exterior (1916-1930) - Parte 5




El Gobierno de Alvear (1922-1928)

Alvear inicia el segundo gobierno radical acompañado por Elpidio González, tras una elección donde el radicalismo se impone en 12 de los 15 distritos que conformaban el país. Durante su gobierno el radicalismo sufrirá en 1924 una división entre personalistas (o seguidores de Yrigoyen) y antipersonalistas (que era un grupo bastante heterogéneo). Esto debilitará su accionar político, ya que los yrigoyenistas conformaron la mayoría en Diputados15.
Para esta parte el corpus lo compusimos con los mensajes de apertura a las sesiones ordinarias de 1923 a 1928 y el discurso de asunción ante las cámaras de 192216.

Los temas que Alvear desarrolló en sus discursos fueron cinco: la cuestión del prestigio, las relaciones económicas internacionales, la relación con América, la situación con la Liga de las Naciones y la relación con Gran Bretaña. El prestigio es el eje sobre el cual se vertebran todos los otros temas. El análisis de las relaciones económicas internacionales está presente en casi todo el período (menos en el año 24, que coincide con la bonanza económica), la relación con América tiene tres excepciones (en los de 1922, 1926 y 1927), el problema de la Liga de las Naciones únicamente no aparece en 1922, pero después es una de las preocupaciones constantes por la oposición yrigoyenista al ingreso a dicho organismo, la relación con Gran Bretaña será tratada con la llegada del Principe de Gales, donde se aportan datos interesantes.
En su mensaje de asunción del 12 de octubre de 1922 Alvear señala que en el mismo: "no he pretendido exponer un programa de Gobierno. Indica las orientaciones generales, el criterio que regirá nuestra conducta de gobernantes" (AL, 10/1922, 18). A pesar de ello, es muy útil para explorar su pensamiento. En la anterior gestión radical existían matices diferentes en la apreciación de la acción política a seguir.
La cuestión del prestigio es constantemente remarcada a lo largo de toda la gestión, y siempre en un mismo tono. Alvear dijo, y lo tomamos sólo como ejemplo, lo siguiente:
... La República vive su propia vida, sin más relaciones de interdependencia internacional que las derivadas de sus vinculaciones comerciales e intelectuales. (AL, 1923, 7)

Observamos que las relaciones con el mundo son producto del crecimiento económico y cultural de la república, pero también de su hospitalidad. Es lo que Beatriz Alonso llama el "aspecto mundano" de la política exterior de Alvear, "construida a base de delicadeza y protocolo"17. Esta actitud marca una diferencia con Yrigoyen ya que observamos la importancia dada po éste al concepto de "personalidad moral de la Nación", producto de su krausismo; en Alvear en cambio, se notan otras presencias, productos también de esa corriente más pragmática y realista que convive dentro de la UCR. Y este presidente marca una diferencia con su antecesor en el mensaje de 1924, cuando señala que:
He procurado, también, conservar y mantener los prestigios de la nación en la órbita de sus relaciones exteriores... . Ha conquistado el privilegio de poder prescindir de eufemismos retóricos en los casos en que debe expresar sus opiniones sobre política de relación... (AL, 1924, 103)

Es clara la alusión a la expresiones utilizadas en el discurso yrigoyeniano, en este caso "eufemismo retórico". Si bien es una diferencia formal, o de estilo, marca un cambio en el accionar político, más activo tal vez, pero que no se traduce fundamentalmente en una visión distinta del mundo.
Alvear se encolumna dentro de la tradición de la política exterior inaugurada por Yrigoyen en muchos aspectos, aunque con sus matices propios:


Los discursos de Yrigoyen y Alvear sobre política exterior (1916-1930) - Parte 4


Un tema importante es la política de reconocimiento, acorde con la matriz idealista-juridicista de la gestión, de los nuevos estados europeos que surgen tras el fin de la guerra, como Finlandia, Polonia, Georgia, Checoeslovaquia, Austria, Armenia, Hungría, Estonia, Ucrania, Lituania, Yugoeslavia y Letonia. También en 1918 se menciona el reconocimiento del gobierno ruso de Kerensky.

Esta política se basaba en la creencia de que su reconocimiento como estados "libres e independientes, como consagración de los ideales democráticos de diversas nacionalidades" contribuía a generar "la igualdad de los Estados en sus funciones de entidades internacionales" (AL, 1922, 273/4). Nuevamente los presupuestos idealistas, como el de la igualdad soberana, tantas veces profesados por esa administración aunque este reconocimiento también obedece a motivos económicos, ya que se habían:
... acreditado funcionarios consulares en aquellos que, como Checoeslovaquia, Finlandia, Yugoeslavia y Polonia, nos prometen un intercambio comercial muy importante, habiéndose también enviado por primera vez cónsules generales de carrera a Bucarest, Belgrado, Sofía, Dublín, Nueva Orleans, Dantzig, Egipto y Austria. (AL, 1922,273/4)

En el mensaje de 1922 se hace una evaluación de la gestión y de cuáles fueron los marcos de acción. Allí se dijo que:
Nuestra acción internacional se ha desenvuelto dentro de dos órdenes de problemas a saber: generales de todas las naciones y continentales y limítrofes, sin que por ello estos distingos quieran significar clasificaciones, sino simplemente esferas de política.
La seguridad y bienestar de la república, como ley suprema del Estado, no radica simplemente en su tranquilidad interna, ni en el desenvolvimiento material de sus riquezas: es preciso que el nombre y el prestigio del país en su valor moral de entidad internacional, sean conocidos y respetados por los gobiernos y pueblos de la comunidad civilizada. (AL, 1922,272)

En estos dos párrafos se sintetiza el lineamiento de política exterior del primer gobierno. Esta política cuenta con dos esferas donde América es el núcleo a través del cual nos comunicamos con el mundo. El segundo es un buen ejemplo del ideal krausiano-yrigoyenista. En él está presente el estilo retórico, que para Tulchin11 "representa un dilema para el historiador", pero también es la demostración más clara de que esta doctrina "se despliega en todo su esplendor" en el ámbito internacional12.
Aquí es claro el concepto de personalidad moral, como señala Alvarez Guerrero:
... la personería de la Nación se expresa a través del Estado, no es originaria, sino derivada. La Nación es un conjunto de personerías, es un organismo constituido por varios otros, la base de todos los cuales es siempre el hombre, como individuo... Los principios de respeto y de paz, de igualdad y de no intervención son los productos de la reparación moral de la Nación, a través de la restauración del individuo como entidad soberana... Las relaciones de la Argentina con el resto del mundo, se basaron en el principio de la "personalidad" de la Nación... .13



Como vemos, muchos de los ideales expresados con respecto a las relaciones internacionales, son producto de este pensamiento. Y para relacionarlos también con la precariedad de concepto mencionada en el capítulo anterior, observamos como a partir de la idea de "reparación" se fueron constituyendo en base para el accionar de gobierno.
Esta posición, llamada principista por algunos especialistas, es atacada por los que sostienen que ésta "tenía una orientación en favor del prestigio, no del poder"14, no percibiendo el elemento económico que siempre está presente, además de buscar traducir en espacios de acción la potencialidad simbólica de lo político.


miércoles, 3 de julio de 2019

Los discursos de Yrigoyen y Alvear sobre política exterior (1916-1930) - Parte 3



La búsqueda de contactos más o menos permanentes en la región tiene como fundamento la "aspiración de armonía" que los países de América poseen, según la valoración krausiana del líder radical. (AL, 1917, 92)

Al año siguiente se señala la preocupación ante la intervención norteamericana en el conflicto: varios países de América "abandonan su posición de neutrales, ya rompiendo sus relaciones o declarando la guerra". Esta situación obligó al gobierno a generar un ámbito donde estos países aunen opiniones "pero circunstancias adversas han impedido que ellos hubieran tenido el logro deseado. " (AL, 1918, 126)

Este sentido distinto de las relaciones con América tuvo lugar en la convocatoria al Congreso de Neutrales, llamado por nuestro país y boicoteado por EEUU.

En el mensaje de 1918 se señala que las relaciones de la República Argentina con los distintos países de la región, a pesar de las distintas posiciones ante el conflicto, se han desarrollado dentro de la más amplia armonía. Se resalta la participación mejicana en el frustrado Congreso de Neutrales (AL, 1918, 126).
Una vez terminado el conflicto, en los mensajes posteriores se resalta el hecho de que con los distintos paises americanos:
... se manifiesta por actos positivos que hacen visible nuestra vida de relación cada vez más estrecha y afirma la confianza recíproca que nos une en el anhelo de prosperidad y grandeza comunes. (AL, 1919, 164)
Dentro de este marco existe un aspecto que tiene una importancia propia en el discurso, es la relación con los países vecinos y cuyo propósito era:
... propender a la conclusión de tratados de arbitraje con todas aquellas naciones amigas, a las cuales no estuviese aún ligada por esos pactos, considerando que ellos son instrumentos en alto grado beneficiosos para la solución de posibles conflictos y el estrechamiento de relaciones económicas y sociales. (AL, 1917, 92)

Al finalizar su mandato, en 1922, se dice a este respecto que:
La solución de las negociaciones pendientes sobre demarcación de los límites internacionales, ha sido una especial preocupación de este gobierno; y ha considerado y estudiado con el mayor detenimiento esos asuntos, habiendo quedado ya determinado su punto de concluir en la firma de los respectivos convenios, hacen confiar que en un futuro próximo será confirmada la feliz esperanza. (AL, 1922, 276)

Como vemos la relación con estos países sigue la tradición juridicista, también por influencia de los principios idealistas que marcan la gestión. Aunque esta no es vista sólo desde el punto de vista de los conflictos de límites sino como espacios comunes. Por eso se busca una mayor comunicación con Chile por ferrocarril por dos vías una por Salta y otra por Neuquén (AL, 1922, 312/3). O también desde la generación de emprendimientos hidroeléctricos con la cooperación de Brasil y de Uruguay, es planteada como posible.

Este tema de la búsqueda de cooperación es el que nos abre el paso hacia el otro gran tema, el de las relaciones económicas internacionales que sigue siendo importante, como señala Paradiso "las autoridades argentinas siguen poniendo el énfasis de siempre en la dimensión económica de la política exterior"10. Esta tiene un punto de apoyo en América aunque no de manera exclusiva, como se señala en 1918. Allí se dice que la política tenderá a facilitar el intercambio económico con el resto de las naciones americanas.
Existe la reivindicación de la posición argentina, ya que se cree que la reconstrucción económica de posguerra se está realizando sobre las "mismas fórmulas que nuestro país proclamará en la memorable asamblea de Ginebra. " (AL, 6/1922, 273)

Con respecto a este tema, en ese mensaje existe un punto importante, que aborda la posibilidad de acuerdo con otros países, cuando se ofrece:
... a los gobiernos extranjeros facilidades conducentes a la adquisición de carnes, cereales, lanas y demás artículos de la producción nacional que fueran necesarios para el consumo y el desarrollo de esas poblaciones.

Creemos que esta es la base para los acuerdos firmados durante la segunda presidencia de Yrigoyen, del cual el más importante fue con Gran Bretaña. Lo que moviliza esta propuesta no es la especulación económica sino que es una manera de hacer "efectiva la política de cooperación que ha sostenido en otras oportunidades". La búsqueda de nuevos mercados es entendida no sólo comercialmente sino dentro de marcos de cooperación mutuamente beneficiosos.