sábado, 27 de noviembre de 2021

La noche que murió el varón del tango


A 57 años del accidente automovilístico de Julio María Sosa Venturini, más conocido como “El varón del tango” su historia y la teoría del segundo auto.

domingo 04 de julio de 2021

 

Por Néstor Vidal*.

El Varón del Tango o Julio Sosa, nació con el nombre de Julio María Sosa Venturini en Las Piedras, Departamento de Canelones, Uruguay, el 2 de febrero de 1926 en el seno de una familia humilde, hijo de Luciano Sosa, peón de campo y Ana María Venturini, lavandera. Cursa sus estudios primarios en la Escuela Artigas Nº 106,con calificaciones aceptables y luego entró en la escuela experimental de artesanías, ideada por Sabas Olaizola, donde cursó 3° y 4° año.

Sus primeros trabajos para ayudar a la economía del hogar paterno fueron: repartidor de una farmacia, lustra botas, vendedor de diarios, rifas y boletero en un transporte.Cuando contaba con solo 16 años decide casarse con una vecina de su pueblo (Aída Acosta).Tal vez por la inmadurez de sus años deciden separarse al año, sin haber tenido hijos.Enrolado en la marina por consejo de su tío materno (Venturini Ángel), cumple allí unos meses de servicio, pero Julio no estaba hecho para cumplir órdenes sino para cantar, así que decide pedir la baja. Para esto, su padre estaba grave y fallece al poco tiempo, esto impulsa al Varón a tomar la decisión de cruzar el Rio de la Plata a probar suerte.

Sus incondicionales amigos le reunieron dinero para los gastos del viaje y un hospedaje barato. Así, un 15 de junio de 1949 se embarca hacia Buenos Aires a probar suerte. A los 14 años consiguió que lo dejaran entrar en el café Parodi donde demostró a los parroquianos la forma interpretativa que ya se hacía notar. Pero se frustró su intento al llegar la policía y devolverlo a sus padres. No obstante, consigue un lugar en la orquesta de Gilardoni Carlos donde recorrían clubes y festivales de barrio, pero a su vez necesitaba trabajar como “guarda” para sobrevivir. Esto le sirvió para conocer otros lugares, como el café Ateneo de Plaza Libertad, donde cantó con Di Carlo Hugo, Caruso Luis (Carusito) y a pesar de su pequeña orquesta, Sosa se da el gusto de “grabar sus primeros temas”. En total fueron 5 con el sello grabador uruguayo “Sondor”, corría el año 48’.

Ya consolidado profesional y económicamente, su segundo matrimonio fallido le da su única hija, Ana María, ha quedado atrás la casa de Banfield adquiriendo en Capital Federal un departamento tipo casa de dos plantas en el barrio de Villa del Parque, en las calles Helguera y Santo Tome, también adquirió la casa en donde vivían su madre y hermana en su natal Las Piedras, remodelándola por completo.

Sabido es por los que lo conocieron, la pasión que Julio tenía por sus automóviles y el cuidado con que los trataba, pero esto no significaba que anduviera despacio, le gustaba la velocidad, pero no era imprudente.

Su primer vehículo fue una moto “Vespa” con la que recorría sus lugares habituales donde actuaba y le permitía estar a horario en todos lados. Cuando fue mejorando su situación económica, adquirió un “BMW Isetta” un automóvil pequeño con puerta en el frente por donde emergía julio con su gran corporeidad, y que le valió no pocas “cachadas de sus amigos” que le bautizaron el móvil como “el huevo”.

Lamentablemente con este vehículo se incrusta en la parte trasera de un camión, quedando con heridas de consideración que lo llevaron al hospital con una pierna quebrada y varios golpes.
Luego de salir de la clínica y por recomendación del médico, consigue comprar un “Decarlo 700”, según Julio una “joya mecánica”. Aunasí, sufre un accidente menor que lo tuvo un par de días en reposo. Por último, llega la estrella dorada de sus sueños, un “DKW
Fissore”,una maravilla mecánica para la época y de una cilindrada importante. Comenta Julio que ese auto estaba destinado a una locutora de radio famosa, pero él, insistió tanto al concesionario que dinero en mano lo compro por $750000m/n. Una fortuna para esa época.

Aunque pocos lo sabían, no solo el tango era su profesión y pasión, también era amante de los autos, así fue como compró el DKW Fissore año 1964, en la concesionaria oficial DKW de la Av. Santa Fe. Como de este modelo se hicieron solamente 700 unidades, Sosa quedó en lista de espera detrás de la locutora Nélida Colomba, llegado el momento, a la esposa de Enrique Dumas no le gustó el color del vehículo que la concesionaria le ofrecía, por lo que se lo ofrecieron a Sosa, al cual el rojo lo impresionó. Desde ese momento Sosa y la Fissore patente 1.077.778 fueron inseparables, cuando la orquesta se dirigía en micro a las presentaciones, Sosa se movilizaba con su auto que había hecho bendecir en la Basílica de Luján.

La noche del 24 de Noviembre de 1964 lo encuentra actuando en Radio Splendid, de allí se trasladó a bordo de su coupé al barrio del Abasto a la cantina El Varón del Tango, nombre puesto en su honor, donde se festejaba la despedida de soltero del presentador de la orquesta.
Al retirarse de la cantina lo hace acompañado por el hijo de su representante, un empresario cinematográfico chileno y una amiga, los cuatro abordan el auto con Sosa al volante, dejando a los dos hombres en el barrio de Once y a la dama en Congreso. Con la intención de llegar a saludar a unos amigos del carrito 7 de la Costanera, tomó por Av. Pueyrredon, al llegar a Av. Figueroa Alcorta giró a la izquierda para luego tomar Jerónimo Salguero rumbo al Río de la Plata en un trayecto frustrado.

Las crónicas policiales de la época dirían que Julio Sosa a bordo de su DKW Fissore circulaba por Av. Figueroa Alcorta de doble mano en esa época y al llegar a la intersección de Mariscal Castilla chocó en forma violenta contra un monolito de hormigón que se encontraba inexplicablemente en medio de la avenida y protegía al semáforo allí ubicado. La coupe colisionó de frente con la parte más fuerte de su estructura, el chasis, era la madrugada del 25 a las 3.20 hs… casi dos horas antes del alba.

Una ambulancia lo socorre y traslada al Hospital Fernández. A las 10 de la mañana es derivado al Sanatorio Anchorena donde lo revisa el neurocirujano Dr. Raúl Matera que no abriga ninguna esperanza. A las 9.30 hs. del día 26 a la edad de 38 años, se convierte en leyenda sin haber recobrado el conocimiento desde el momento del accidente.

La congoja popular fue de tal magnitud, que el velatorio se realizó al día siguiente en el Luna Park, el trayecto hasta el Cementerio de la Chacarita se hizo a pie por Av. Corrientes, comenzando a las 16 hs. y arribando luego de seis horas y media. En la actualidad sus restos se encuentran en el cementerio de Las Piedras.

Hasta aquí la historia oficial de su accidente, sorprendentemente la causa judicial llevada adelante por el Juez Jorge Quiroga, asesinado años más tarde, contó con muchas anomalías y fue cerrada con demasiada premura, sin las pericias técnicas necesarias sobre la Fissore como tampoco sobre las huellas de neumáticos en el asfalto, lo que hubiera demostrado la participación de un segundo vehículo en la colisión.

Durante la noche y madrugada del accidente, Sosa tuvo una agitada agenda desarrollada por completo a bordo de su Fissore, estuvo reunido con muchísima gente, muchos de los cuales se acercaron a ver el flamante auto del cantante, transportó allegados en el vehículo, y todos coincidieron hasta la última persona que estuvo con él esa madrugada, el estado sobrio del cantante y que el auto se encontraba impecable, sin raspones o marcas de pintura pertenecientes a otro vehículo y teniendo en cuenta que el impacto solo afectó la parte delantera del auto, las fotografías posteriores al accidente y acompañadas en este informe demostrarían que el golpe y marcas de pintura en la parte trasera derecha del DKW fueron hechas por otro auto en la colisión.
Este segundo vehículo golpeó a la Fissore en el guardabarros trasero derecho, lo cual desacomodó su andar, lo sacó de su carril y de su mano, pasando a la mano de circulación contraria, en el afán de volver a su carril y evitar un choque frontal con otro vehículo ya que la Av. Figueroa Alcorta era doble mano, Sosa volantea a la derecha y no puede evitar sobre un vehículo inestable en esa maniobra, impactar contra el monolito que se encontraba en medio de la avenida.

Luego de los trámites judiciales la Fissore fue llevada al taller de un amigo de Sosa en la Av. Juan B. Justo, pasado un año fue despiezada y el dinero recaudado por la venta entregado a su familia. Al igual que su dueño ya no volvió a rodar. 


Este perito a través de la Fotometría de la época, puede establecer un impacto directo sobre el sector posterior derecho parte trasera entre la línea de cintura y el suelo del vehículo. El impacto es de forma descentrada formando un Ángulo del tipo rozadura de afuera hacia adentro y una dirección de adelante hacia atrás.


martes, 23 de noviembre de 2021

"No era una tarea fácil encadenar el rio de punta a punta por lo que pesaban esas cadenas"

Hablamos con Roberto Colimodio, historiador y miembro de la Academia Argentina de la Historia, sobre el Día de la Soberanía Nacional y la Batalla de Vuelta de Obligado. 

 

“En lo que era la Confederación Argentina, Juan Manuel de Rosas era quien gobernaba Buenos Aires y era el encargado de las Relaciones Exteriores”

"Hubo un conflicto con las dos potencias europeas, Francia e Inglaterra, que querían la libre navegación de los ríos para comerciar con el Paraguay”

“Venían casi 100 barcos, más de 20 barcos militares, con mercadería para comerciar con Paraguay y Corrientes. Hubo una resistencia cercano a San Pedro, donde el río se angosta y pega una curva y que era una posición estratégica para defender el paso, en una lucha desigual"

“Rosas es quien decide y manda la defensa del rio a su cuñado, el general Lucio Roberto Mansilla, que ya tenía muchísima experiencia, había cruzado Los Andes con San Martín y de valor probado en las luchas. Él es quien dispone la instalación de cuatro baterías y manda a encadenar el rio de costa a costa, con unas gruesas cadenas"

“No era una tarea fácil encadenar el rio de punta a punta por lo que pesaban esas cadenas"

“Las crónicas de la época decían ‘Se vienen los barcos’. Venían más de 20 buques de guerra, con 400 cañones y mil soldados"

"La resistencia fue difícil. Se trató también de impedir el desembarco para que las lanchas no tomaran las baterías. Después de unas horas tuvieron la suerte de poder cortar las cadenas con un yunque y un martillo, a pesar del fuego que recibían. No les resultó barato, quedaron los buques destruidos e inclusive la nave madre quedó varada"

“A pesar de ser una derrota táctica, fue una victoria diplomática. Años después se firmaron los tratados de paz y con el reconocimiento de la soberanía de ambas potencias sobre los ríos interiores"

“La mujer fue anonimizada en la mayoría de los episodios históricos, como también mucha gente que quedaron opacados por los grandes héroes"

"Es un hecho que tuvo repercusión internacional. Salió en los periódicos más importantes de Europa. Tanto es así que el General San Martín es consultado por el Parlamento inglés sobre el punto de bloqueo. Él es determinante para que se firmen los tratados de paz, algo que no es muy conocido"

https://fmdelta903.com/blogs/lamaquina/49750-roberto-colimodio-no-era-una-tarea-facil-encadenar-el-rio-de-punta-a-punta-por-lo-que-pesaban-esas-cadenas

 

miércoles, 17 de noviembre de 2021

Entrevista a Leonardo Favio - Parte 2

 Seguís siendo un intérprete taquillero, pero el boom ha pasado, ¿por qué?

Yo no necesito ser un boom. Ahora soy una institución. Si no fuera así, los empresarios, que conocen muy bien el negocio, no me cotizarían tan alto.

Sorbe pausadamente su quinto o sexto mate, mira por la ventana hacia la calle Paraguay y anuncia su próxima mudanza a un dúplex bastante más amplio, un poco más suntuoso. Un signo exterior de aburguesamiento que no parece haberlo modificado profundamente. Lo concreto es que alcanzó la popularidad y está decidido a instalarse definitivamente en ella. Diez, veinte canciones lo ayudarán a lanzarse «con todo» en los próximos meses. Para eso están la guitarra, el grabador y los amigos, y Jorge López Ruiz, su arreglador y director de orquesta. También están los bocetos para su soñado Juan Moreira: un Rodolfo Bebán barbudo y severo, apuntes, dibujos de vestuarios.

¿Qué pasa con Moreira?

Que ya se viene. 

¿Qué significa esta película para vos?

Pienso que Moreira tendrá que ser un gran fresco sobre la vida y el hombre argentino, como esos murales de los pintores mexicanos. Un vistazo hacia el pasado pero, al mismo tiempo, de gran contemporaneidad. Algo así como la vida y la muerte de una pasión argentina.

Días de mate y rosas

Los primeros éxitos discográficos reemplazaron la imagen del rebelde director de cine por la del cantante. Pero aun en momentos en que parecía transitar otras emociones, Favio encontró la manera de conciliarse consigo mismo y resucitó su propósito de filmar la vida de Juan Moreira. Un proyecto que ciertos intereses más concretos fueron postergando, pero que «ni loco ni enfermo» pensó en abandonar. Ahora está próximo a concretarlo con la producción de Alejandro Romay. “Y yo pondré el talento”, exclama sin pruritos.

En este momento, sin embargo, estás filmando películas comerciales, ¿por qué?

Porque me las pagan bien. Por ésta cobré diez millones de pesos y por la próxima catorce.

¿Y con Juan Moreira también pensás ganar mucho dinero?

También, pero en este caso el dinero es secundario. Lo importante, para mí, será dirigirla. Lo demás es riesgo del productor.

¿Cuándo se estrena Simplemente una rosa?

En la primera semana de agosto. Todavía falta filmar algunas escenas que haremos en Chile.

¿Por qué en Chile?

Porque necesitamos grandes masas de público en la calle. Algo imposible de conseguir en la Argentina, donde las vedettes de mayor cartel apenas colman un teatro. “De allí las dificultades para que surjan nuevas figuras”, explica con el mate siempre en la mano y Carola a su lado. Quedaron atrás, al parecer, las estruendosas rupturas que periódicamente nutrían la crónica del periodismo de comidillas.

¿Hay estabilidad en tu vida afectiva?

Sí, creo que la hay. Pero a eso se llega, ¿sabés?

¿Sos disciplinado para trabajar?

No. Pero te recuerdo una frase de Prevert: “Busca la disciplina dentro de la libertad”.

¿Y para vivir?

Menos. Vivir no es una disciplina. Es una aventura.

¿Sos un tipo loco?

¿Un tipo loco? Dios quiera, si es como yo me lo imagino.

¿Sos intuitivo o intelectual?

Mirá, creo que las cosas tienen que venir bien batidas. La inteligencia que no alienta en el fondo una llamada de pasión, se marchita. Y la intuición tiene una lógica interna bien definida, aunque muchas veces no nos demos cuenta.

¿Te preocupan la gente, los problemas del país?

Me preocupan, me duelen. Escuchá: yo soy esa gente, yo también soy parte de este país.

¿Por qué no militás en política?

Porque no necesito militar. Yo estoy metido en mi país con sólo decir lo que pienso.

En un reciente reportaje publicado por la revista portorriqueña Teveguía, te manifestaste admirador del Che Guevara.

Eso es una infamia. Jamás hablé para esa revista. Además, yo soy un demócrata de corazón.

¿Estás de acuerdo con el enfoque del cine actual?

Yo conozco, por lo menos, veintisiete realizadores que tienen otros tantos enfoques. Y, aparte de que algunos me interesan más que otros, Tom y Jerry me siguen divirtiendo.

¿Te gustaría dirigir televisión?

Desde luego, pero el tiempo no me alcanza.

¿Temés los altibajos de la fortuna?

Como dijo un Kennedy: “Para el hombre no se hicieron los refugios seguros”.

¿Quién es Leonardo Favio, para vos?

Knov Smov Ka Pop.

https://www.elhistoriador.com.ar/entrevista-a-leonardo-favio/

 

 

 

Entrevista a Leonardo Favio - Parte 1

 

Fuente: Revista Siete Días Ilustrados, 31 de mayo de 1971.

Parapetado tras sus habituales tics, el efervescente cantautor y cineasta habla para Siete Días sobre sus últimas experiencias: Simplemente una rosa, film que le redituará diez millones de pesos, y Juan Moreira, “que será un gran fresco sobre la vida y la muerte de una pasión argentina”.

Alguna vez dijo: “Si tuviera un millón de pesos no sería como soy”. Fue hace cuatro años, claro, cuando hacía sus primeras armas como cantante en un sofisticado reducto de San Telmo y ni soñaba con que una sola de sus canciones acabaría por arrimarle sumas estrepitosamente mayores, por poner a prueba la sinceridad del arranque. Al menos en eso, Fuad Jorge Jury (33, dos hijos), nom de guerre Leonardo Favio, se ha mantenido fiel a sí mismo: sigue exhibiendo ese carácter exaltado y difícil que le acarreó no pocos problemas. Ya antes de haber cosechado el ruidoso suceso discográfico de 1969 su labor cinematográfica, sus irreverentes declaraciones y, en cierto modo, su azarosa vida privada, lo habían señalado como un personaje díscolo en torno a cuyas actitudes y realizaciones, público y crítica no acababan de ponerse de acuerdo. Actor consagrado en El secuestrador y La mano en la trampa, bajo la batuta de Leopoldo Torre Nilsson, no tardó en dejarse tentar por la dirección. 

Crónica de un niño solo, Romance del Aniceto y la Francisca y El dependiente probaron que se estaba frente a un hombre de intuición y talento poco frecuentes. 

Luego de un intento fracasado de convertirse en cantante popular –su primer tema, Quiero la libertad, vendió 500 copias– y cuando los directivos del sello grabador estaban dispuestos a rescindirle el contrato, Fuiste mía un verano lo instaló en pocas semanas en la codiciada categoría de ídolo máximo de la canción. 

En su carrera no sólo dejó atrás a Sandro y Palito Ortega, sino también los días difíciles que conoció junto a María Vaner, con quien se había casado en 1960. Del brazo de Carola, su segunda esposa, transitó un éxito fácil que no le exigía, al parecer, más que algunos renunciamientos.

 

Ahora, toda esa efervescencia parece evaporarse y Leonardo Favio ostenta, en cambio, un envidiable profesionalismo. Lo enorgullece levantarse todas las mañanas poco después de las siete y cumplir estrictamente sus horarios de trabajo, incluso las ocho horas diarias de filmación que demanda su última película, Simplemente una rosa. Una redituable experiencia, bastante alejada de su postergado Juan Moreira pero que, sin duda alguna, lo compensará de tantos desvelos. 

Entretanto, desayuna con mate, almuerza frugalmente y se somete con paciencia a un tratamiento de acupuntura que lo deslumbra, pese a los mil doscientos dólares de costo. Exultante todavía aunque con una serenidad desconocida, casi formal, Favio conversó con Siete Días la semana pasada. Una conversación de la que no estuvieron ausentes su mate inseparable, sus arbitrariedades, sus gestos, su avasallante simpatía.

La gente habla de un nuevo Favio. ¿Es cierto que has cambiado?

Es lógico y necesario. El cambio es vida. Si no te renovás estás listo. Lo que no significa que no haya cosas perdurables: el amor a la gente y a la tierra de uno, la amistad. Son valores perdurables aunque con el tiempo también se trasforman.

¿Es madurez eso?

Sí. Siempre y cuando no sea la madurez de la fruta que se pudre y cae.

Leonardo Favio parece estar seguro de no caer. Su último viaje a Chile –donde cantó ante una enfervorizada multitud de 25 mil personas– no aporta, precisamente, elementos para desmentirlo. Como tampoco su rotunda seguridad de ser el cantante latino que más vende en España y Estados Unidos o el hecho de que su pase del Canal 13 al 9 haya costado cinco millones de pesos y que cada actuación le signifique un millón de ingreso. Confirmación de una importante audiencia que, sin embargo, no logra encubrir otra realidad: la demanda popular del producto Favio ha disminuido. Aquel oleaje incontenible que lo llevó a la cresta de la fama parece haberse convertido en una serena marejada.


miércoles, 6 de octubre de 2021

Av. Triunvirato y Monroe, Villa Urquiza - Año 1980


Destacan: Banco de la Nación e Iglesia Del Carmen
Foto tomada desde la terraza de edificio ubicado el Olazábal y Triunvirato que ilustra el libro • “Geografía Intima de Villa Urquiza”. de Luis Alposta – Ed. Aldea, Buenos Aires, 1981.

 

Foto tomada desde la terraza de edificio ubicado el Olazábal y Triunvirato
que ilustra el libro • “Geografía Intima de Villa Urquiza”. de Luis Alposta – Ed. Aldea, Buenos Aires, 1981.


https://buenosaireshistoria.org/fotografias/av-triunvirato-y-monroe/


 

martes, 5 de octubre de 2021

Santiago del Estero - La Madre - Parte 2

 Para Brizuela, "estamos hablando del documento redactado por el escribano del Cabildo santiagueño don Gerónimo Vallejo en 1590, y posteriormente enviado a la Audiencia de Charcas (Bolivia), el cual resulta hasta ahora el único documento oficial donde se "da fe y verdad" sobre lo expresado en el acta fundacional de la Ciudad del Barco en junio de 1550".


"Ese documento había sido encontrado en Bolivia por el investigador Gastón Doucet en la década del 80", comentó y añadió que "ese hallazgo fue dado a conocer por Luis Alén Lascano en su libro "Historia de Santiago del Estero" de 1992".

"Por si quedaban dudas, el director del Archivo Histórico, Juan Viaña, logró que en 2017 se enviara desde la Biblioteca Nacional de Bolivia una copia de este importante documento", indicó.

Tras 138 años de extravío, fue hallada el acta de la autonomía provincial


Este nuevo aniversario tiene un color distinto ya que, después de 138 años de creerls extraviada, fue hallada el acta de la autonomía provincial, lo que "marca un antes y un después" porque "es tener la palabra en vivo".

"Se sabía el contenido de lo que decía el acta de autonomía, pero no se tenía el original de la misma", comentó Brizuela, quien agregó que "después de una larga búsqueda por parte del director del Archivo Histórico de Santiago del Estero, Juan Viaña, finalmente se encontraron los originales".

En diálogo con Télam, Viaña sostuvo que esas actas "son el documento más importante que tenemos hoy en el archivo de la provincia" porque marca "su nacimiento" como jurisdicción "autónoma e independiente".

El valor documental va más allá de los actuales límites santiagueños debido a que, según Viaña, de la decisión política expresada en el acta "se derivaron todas las autonomías del resto de las provincias".

Viaña detalló que "el acta de la autonomía santiagueña fue firmada el 27 abril de 1820 por todos los cabildantes que representaban cada una de las provincias y la idea era separarse de Tucumán".

Agregó que "en 1814 Gervasio Posadas y Ávila –fue director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata entre ese año y 1815- dividió el noroeste argentino, al formar la provincia Del Tucumán con reunía las actuales Catamarca, Santiago del Estero y Tucumán; y la provincia Del Salta, conformada por Salta y Jujuy".

"Santiago del Estero nunca estuvo de acuerdo con esa decisión, por lo que llevo que en el año 1820 declarase la autonomía", comentó.

Las actas formaron parte de los libros del Cabildo hasta que en 1869 el escritor e historiador Vicente Quesada la transcribió y la publicó en llamada Revista de Buenos Aires.

"El acta luego desapareció y entonces los posteriores historiadores se remitían a esa publicación" al dar cuenta de la autonomía santiagueña, explicó el director del Archivo Provincial.

Al ser consultado sobre cómo fue la desaparición del acta, Viaña señaló que "una conjetura" indica que "en 1882 Ángel Carranza, un diputado por Buenos Aires de origen santiagueño, solicitó al Gobierno provincial el envío de todos los libros de las actas para ser publicados".

"Santiago del Estero le otorgó los libros y se llegó a publicar apenas el Tomo I, ya que Carranza murió al poco tiempo", dijo y es así que "a partir de su fallecimiento se "pierde" el conocimiento y noción de dónde habían quedado estas actas".

Más tarde en 1942, explicó Viaña, la Academia Nacional e Historia conjuntamente con el Archivo General de la Nación publicaron las actas capitulares de Santiago del Estero y al "poco tiempo Santiago reclama los tomos originales y fueron devueltos a la provincia y quedaron depositados en el Archivo de la provincia".

De esta forma, Viaña cuando asumió al frente del Archivo de la Provincia, tenía como misión tratar de encontrar las actas, por lo que "hablé con uno de los descendientes de Quesada y me dijeron que cuando falleció su abuelo, el hijo había donado toda la biblioteca a una universidad de Alemania, me comunique con ellos y me dijeron que no tenían ninguna documentación de ese estilo".

Por lo que "volví a buscar en Santiago del Estero, me puse a leer nuevamente los nueve tomos de los libros originales de las actas, hasta que en el libro 8, el cual abarcaba los años 1817 y 1823, en las hojas de 1823 cerca de abril o mayo me llamó la atención un acta de 1820 que estaba metida ahí, me pareció raro, seguí leyendo, pasando las hojas, y más adelante encontré otra acta capitular de mayo de 1820 y me di cuenta que las hojas estaban entremezcladas".

"Seguí hojeando y ahí aparecieron las actas del 27 de Abril, una acta y manifiesto de la Autonomía y ahí estaban, mezcladas dentro de las actas de 1823", relató Viaña.

"Fue una sorpresa, ya que evidentemente siempre han estado en estos libros, pero mezcladas", consideró y en estimó que "en algún momento, no sé si en el año 1872 cuando publicaron el primer tomo, o en 1842 se debe haber desarmado al libro y vuelto a coser y ahí se entremezclaron las hojas, creemos que es lo más probable que haya sucedido".


Las actas de la Autonomía, como así también los demás documentos históricos ya son expuestos en forma digitalizados en el Archivo Histórico de la Provincia, el cual después del 25 de julio se reinaugurará en otro edificio que fue totalmente renovado para poder tener estas documentaciones de Santiago del Estero, según dijo Viaña.

El Archivo funcionará en el edificio de la Casa de Andrés Chazarreta, emblemático folclorista santiagueño, que contará con una sala de depósito aislada, otra sala para que asistan investigadores, alumnos y público en general, como también tendrá un espacio en donde se expondrá la vida y objetos de Chazarreta.

 

https://www.telam.com.ar/notas/202107/562442-santiago-del-estero-madre-de-ciudades-aniversario-fundacion.html

 


lunes, 4 de octubre de 2021

Santiago del Estero - La Madre - Parte 1


Santiago del Estero, la "Madre de ciudades" argentinas, celebra 468 años de su fundación

Este 25 de julio se celebra un nuevo aniversario de la provincia desde la cual partieron las expediciones que fundaron las ciudades de Tucumán, Córdoba, Catamarca, La Rioja, Salta y Jujuy. 


Los santiagueños prometen que la celebración que harán el domingo del 468º de la fundación de Santiago del Estero, su ciudad capital pero sobre todo la "Madre de Ciudades" de la Argentina, no perderá la raíz popular que la ha caracterizado en tiempos prepandémicos pese a que no habrá intervenciones teatrales en las calles ni la marcha de los bombos, tampoco serenatas a los santos patronos, chacareras ni cantos de cumpleaños en la plaza principal.

Así pues, este 25 de julio y a pesar del coronavirus, los santiagueños celebrarán los 468 años de la "Madre de Ciudades", denominación que Santiago del Estero se ganó porque, conforme a historiadores consultados, desde la actual capital provincial partieron las expediciones que fundaron las ciudades de Tucumán, Córdoba, Catamarca, La Rioja, Salta y Jujuy.

Además desde la ciudad de Santiago del Estero se erigió la primera Diócesis con su primera Catedral, el primer instituto de Estudios Superiores que marcó el inicio de los estudios universitarios en el país y la primera industria en exportar.

"Fue el lugar desde donde salieron expediciones que fundaron muchas otras ciudades de lo que luego fue la Argentina", remarcó a Télam el historiador e investigador santiagueño, Esteban Brizuela, para quien además esa cabecera norteña "fue un punto estratégico de donde salieron conquistadores españoles a cumplir con esa tarea que se proponían que era fundar ciudades como modo de ocupar espacios y avanzar en la colonización".

Al hablar de la fundación, Brizuela aclaró que "tenemos que distinguir lo que es la fundación de la ciudad de Santiago del Estero de nuestro nacimiento como Provincia".

"La fundación de la ciudad se produce a mediados del siglo XVI, unos 60 años después de que los españoles pisaran suelo americano", indicó, y agregó que "en cambio, nuestro nacimiento como provincia autónoma sucedió en 1820".

"De lo que no tenemos dudas es que ambas constituyen las fechas más importantes entre las efemérides de los santiagueños", remarcó.

Pradistas y Aguirristas


Siempre hubo versiones encontradas sobre la fundación de Santiago del Estero, al respecto, Brizuela sostiene que "desde el punto de vista jurídico, sin duda la ciudad fue fundada por Juan Núñez de Prado en junio de 1550".

"Hay una sola fundación, no tenemos dos actas de fundación; sin embargo, se entienden los argumentos de Alfredo Gargaro, quien fue uno de los historiadores que allá por la década del 50 defendió a la figura de Francisco de Aguirre como fundador".

"Claro que más adelante algunos hallazgos documentales reforzaron los argumentos de los Pradistas", manifestó.

Aunque señaló "dos cosas como para matizar o complejizar el debate; en primer lugar, muchas veces detrás de las discusiones historiográficas se cuelan otras cuestiones. "No es casual que historiadores con arraigo en la tradición católica como Eudoxio de Jesús Palacio, Orestes Di Lullo o José Achával hayan postulado a Núñez de Prado como el verdadero fundador, frente a historiadores más cercanos a una tradición liberal como Gargaro y Bernardo Canal Feijóo que defendieron con ahínco a la figura de Aguirre", explicó Brizuela.

Y ahondó: "Recordemos que uno de los gestos de Aguirre al llegar a estos territorios fue expulsar a los sacerdotes que habían venido con Nuñez de Prado; me refiero a Carvajal y Trueno, a quienes Aguirre los mandó de nuevo al Perú. Un gesto que para muchos resultó una afrenta".

Con todo, el historiador señaló que ese debate "no tiene mucho sentido. Es decir, si miramos el asunto desde el punto de vista de los pueblos indígenas que vivían en el territorio de lo que luego fue Santiago del Estero, ¿qué importa si fue Núñez de Prado o Aguirre? Al fin y al cabo, se trataría de establecer cuál "ocupa" llegó primero, lo cual no tendría razón de ser".

"Digo esto como para sumar elementos que amplíen las perspectivas del debate", puntualizó.

Además sostuvo que "hace por lo menos 70 años estamos discutiendo lo mismo en Santiago del Estero".

"En ese sentido los santiagueños somos bien argentinos en la forma de encarar el debate, porque en el país tenemos una larga historia de debates que se plantean en términos binarios: unitarios y federales, radicales y conservadores, peronistas y radicales, azules y colorados, y bueno, aquí en Santiago, Pradistas y Aguirristas", consideró.

Para finalizar sostuvo que "una curiosidad es que metafóricamente tenemos una avenida en la ciudad que se llama Núñez de Prado, y esa avenida desemboca en el lugar donde se encuentra la estatua de Francisco de Aguirre".

La recuperación del Acta de Fundación


Por otro lado, se debe mencionar que en 2017 recién se pudo recuperar los documentos originales del Acta de la Fundación de la ciudad de Santiago del Estero.

"Hemos vivido toda la vida sin tener el acta de la fundación de nuestra ciudad, de la primera ciudad del país", sostuvo a Télam el director del Archivo Histórico de la Provincia, Juan Viaña.


sábado, 2 de octubre de 2021

Barracas - Parte 2

 


La presencia del maestro y compositor Alberto Ginastera, que nació y vivió hasta la década de los años 40 en Barracas, prestigió al barrio con su talento. Asimismo las cantantes líricas Isabel Marengo, Elsa Venturino, Elena Arizmendi y en la actualidad la soprano Adelaida Negri constituyen un significativo grado de excelencia en la música universal.

Este patrimonio, se acrecienta con los artistas plásticos de valiosa trayectoria tales como Pío Collivadino, Justo Lynch, Vicente Forte, Osear Vaz, Aurelio Canessa, César Carugo, Marino Pérsico ,y actualmente los destacados Maestros Carlos Cañas, Leo Vinci, Eduardo Mc Entyre, Marino Santa María entre tantos otros.

En abril de 1940, la gran inundación que afectó a los barrios de sur, marcó en la memoria colectiva, uno de los momentos más dramáticos en la población barraqúense.

Los hechos políticos y sociales marcan en el puente Pueyrredón sucesivos acontecimientos, a lo largo de los años. En octubre de 1945 masivas caravanas de trabajadores de los frigoríficos de Avellaneda junto a los obreros de las industrias de Barracas, se dirigieron a la Plaza de Mayo.

El contexto de insalubridad dado por los saladeros, los elementos contaminantes del Riachuelo, el Matadero del Sud, las fundiciones de cebo, unidos a las precarias condiciones de higiene, favorecían aún más la propagación de tal enfermedad.

El 9 de noviembre de 1871 se reinaugura el nuevo puente de Barracas. Su principal proyectista y concesionario Ing. Prilidiano Pueyrredón, no pudo ver concluida la obra, pues fallece con anterioridad a la inauguración.

El nuevo puente construido de hierro dulce y fundido, presentaba en su parte central un espacio de diez varas, para dar paso a la navegación.

Unida a una política de inmigración e industrialización del país, Barracas, sintetiza la concreción de este proyecto.
Hacia fines del siglo XIX y principios del XX, la ribera barraquense va adquiriendo un perfil de fábricas, ferrocarriles, talleres, barracas de lanas, cueros y depósitos que lo asimila al quehacer cotidiano.

En 1904, la población del barrio ascendía a 84.792 habitantes, de los cuales, casi 40.000, eran extranjeros provenientes de Europa, siendo el segundo barrio más poblado de la ciudad. Las condiciones de vida de muchos inmigrantes, no eran las óptimas. La desocupación, los bajos salarios, las reiteradas huelgas y encuentros masivos inquietaban al gobierno. En 1907, se produce en el conventillo de la calle Ituzaingo 279 la primer “Huelga de Inquilinos”, dado que les era imposible pagar lo que se le pedía. La huelga se extendió a los demás barrios. Lucharon durante dos meses. Muchos inmigrantes fueron expulsados del país, atento a la Ley “de residencia”, sancionada en 1902, que permitía deportar a los extranjeros que consideraban “peligrosos”. Otros fueron víctimas de la represión que se implemento para neutralizar la huelga.

El patrimonio arquitectónico, se acrecienta con la construcción del Banco de Londres (1906), Banco Nación (1908-11), Asociación Fraga (1905), Iglesia del Sagrado Corazón (1980), Pasaje Europa (1923), incorporándose a las ya conocidas -y relevantes- Iglesia de Santa Felicitas (1876), Iglesia de Santa Lucia (1887), Casa Cuna (1874), Hospital Rawson (1868), Hospital Nacional de Alienadas (1854), Establecimiento Noel (1858), Talleres Gráficos Peuser (1867), Establecimiento Metalúrgico Fontana (1865) ,Fábrica Argentina de Alpargatas (1895), Águila Saint hermanos (1880) entre el centenar de establecimientos registrados.

La educación pública abarca desde fines del siglo XIX, hasta nuestros días una amplia y diversa gama de modalidades y niveles.
En 1962, el enfrentamiento de distintas corrientes en el ejército -“azules” y “colorados”-, vuelven a producir en las calles situaciones riesgosas y preocupantes entre el vecindario.

El trágico derrumbe del edificio de la Av. Montes de Oca 680, en junio de 1970, donde numerosas personas perdieron su vida, conmovió a toda la ciudadanía.

Comienzan así los años del terror. En 1974, perseguido por la Triple A, es asesinado en la calle Coronel Rico, Julio Troxler, quien fuera subjefe de Policía de la pcia. de Buenos Aires en la presidencia del Dr. Cámpora. Los distintos allanamientos y secuestros de vecinos registrados en distintas casas del barrio, volvieron a marcar huellas imborrables en la memoria de la población.

La demolición de 22 manzanas, para realizar la Autopista 9 de julio, durante el período 1977-80 produjo una fractura en la traza del barrio con las marcadas consecuencias de desarraigo de los vecinos y desaparición de viviendas, bibliotecas, comercios, industrias, escuelas que afectaron a la identidad y pertenencia de los barraquenses.

Las recurrentes crisis económicas y su correlato en lo social y cultural, fueron modificando el perfil pujante qué poseía el barrio.
Barracas es hoy, a principios del siglo XXI, esa cultura heredada: los modos de vida, las costumbres, pero también las industrias cerradas, los cartoneros, las casas tomadas, los nuevos vecinos, inmigrantes -muchos de ellos de provincias nuestras y países hermanos- con sus dolores y desgarros. También llegan los que descubrieron que Barracas está a 25 cuadras del centro y es negocio invertir… Pero Barracas es grande y resiste con firmes argumentos, a la destrucción de parte de su historia y patrimonio, para que se levanten edificios torres.

El compromiso de muchos vecinos sensibles ante la injusticia y desigualdad, genera herramientas para construir una transformación social y cultural, tomando como principal objetivo la elaboración de un pensamiento reflexivo y crítico, legado que nos dejó el historiador y maestro Don Enrique Horacio Puccia. 

https://buenosaireshistoria.org/juntas/junta-barracas/

 

viernes, 1 de octubre de 2021

Barracas - Parte 1

La ciudad de Buenos Aires, a partir de su traza fundacional a fines del siglo XVI, evoluciona principalmente hacia el sur, en función de las actividades relevantes, ligadas al puerto que se encontraba en el Riachuelo. Este “Río Pequeño” tal como lo bautizara el cronista Ulrico Schmidel ofrecía ya en ese siglo un refugio seguro a las embarcaciones.

Hacia fines del siglo XVII, y a lo largo del XVIII, comenzaron a levantarse sobre su margen unas construcciones precarias denominadas “barracas” que posibilitaban el almacenamiento de productos, frutos, cueros para el depósito y tráfico de la actividad comercial que allí se desarrollaba.
Es así, que el nombre de Barracas, va adquiriendo identidad y se apropia de esta zona, conociéndose progresivamente como Barracas del Riachuelo, y también Barracas al Norte en el siglo XIX.
En 1785, se leyó en el Cabildo el informe del Procurador General, en el que manifestaba la necesidad y utilidad de construirse un puente, en el lugar que llaman “de las barracas”.
Las obras estuvieron a cargo de Juan Gutiérrez Gálvez, que poseía una quinta en la margen derecha, y era propietario de una de las canoas que efectuaba el cruce del río.
El Puente de Gálvez, inaugurado el 1° de diciembre de 1799, marcó el precedente del Puente de Barracas, luego llamado de Restauración de las Leyes, y del ahora denominado Puente Pueyrredón.
Su enlace con lo “pagos del sur” o también denominado “pago de la Magdalena” y la importancia como paraje, determinaron con el correr del tiempo la agrupación de vecinos con quintas que habitaban el lugar.
Ya desde 1789, los cabildantes procedieron a convocar a “los quinteros del Riachuelo” y a los “carretilleros” a fin de resolver qué contribución debían pagar para formar un fondo que permitiera nivelar los pantanos que había en los “caminos de barracas”.
Fue necesario desmontar la abrupta barranca de la Calle Larga (hoy Av. Montes de Oca) y suavizar su pendiente para facilitar el tránsito desde la Plaza Mayor al Riachuelo.
En 1806 el Puente de Barracas se transformó en escenario estratégico de la Invasión Británica (nota 1), incendiado ex profeso para evitar el avance de los soldados británicos. El puente fue reparado nuevamente y el 23 de diciembre de ese mismo año, se lo consideró apto para su tránsito.
Nuevamente en 1807, la Calle Larga y el Puente de Barracas vuelven a ser escenarios de la heroica defensa posibilitando el paso de Liniers hacia los Corrales de Miserere para impedir el avance de las fuerzas británicas. En los prolegómenos de 1810, una quinta de Barracas, cuya propiedad pertenecía a Francisco M. Orna, adquiere relevancia al transformarse en punto de encuentro de los patriotas que gestaban la tan ansiada Revolución de Mayo.
En 1812, otra propiedad vuelve a ser sitio de conspiraciones. La quinta de Álzaga en Barracas se transforma en “Cuartel General de los Conjurados”. La Capilla de Santa Lucía se convierte así en refugio de Martín de Álzaga ante las persecuciones del cual era objeto, siendo finalmente ajusticiado en la Plaza de la Victoria.
Ese mismo año, se afinca en el barrio el Almirante Guillermo Brown, en la hoy denominada Av. Martín García. Dos de sus hijos, Guillermo y Eduardo, asisten a la escuela de Vicente Sánchez, quien en 1825 instala la misma en la Calle Larga. En 1841, este maestro oriundo de Castilla recibe a José Hernández y sus hermanos como alumnos, quienes vivían junto a su abuelo en una quinta ubicada en la actual esquina de la Av. Montes de Oca y Osvaldo Cruz.
En 1853, otro acontecimiento transcurre de manera relevante en la zona de Barracas. El denominado “sitio de Buenos Aires” opera con sus diversas fuerzas en distintos puntos de la zona sur. En los potreros de Langdon ubicados en las alturas barraqueñas, el coronel Bartolomé Mitre recibe una herida en la frente provocada por un disparo. El 11 de julio, finaliza la lucha cuyas acciones tuvieron lugar en los sectores correspondientes al barrio y sus alrededores.
El 30 de agosto de ese mismo año, se crea el primer Juzgado de Paz de Barracas al Norte, designándose para ocupar dicho cargo a don Juan Mildberg. Barracas se separa del Juzgado de Paz de San Telmo, comprendiendo también a La Boca, cuyo Juzgado se crea recién en 1870.
La llegada del ferrocarril en 1865, provoca cierta fractura entre las quintas, dando lugar a durmientes, vías y acero para la habilitación de los trenes del F.F.C.C. Sud. Desde Constitución, la primera estación más cercana fue Barracas, la segunda Lomas de Zamora, finalizando el trayecto en la localidad de Jeppener.
En 1871, la terrible epidemia de fiebre amarilla, azota también el barrio. La cantidad de enfermos asciende a 426, y los fallecidos 144. Los doctores Federico de la Serna e Iriarte fueron designados, en la zona para la atención de los enfermos.
En 1901, la educadora Antonia Capurro, crea la primera escuela nocturna para mujeres obreras. Se incorpora así, otro nivel a los ya conocidos en Barracas: Escuela Manuel de Sarratea (1865) fray Justo Santa María de Oro (1866), Escuela Normal de Maestras Nro. 1 (1874), Esc. Bernardo de Irígoyen (1875), Escuela Superior de Comercio Joaquín Víctor González (1905), Escuela Normal Nro .5 (1909) Escuela de Artes Gráficas (1940), Escuela Industrial Nro. 3 (1940).

La vigencia de ciertas instituciones de bien público, que trascendieron a través del tiempo, le otorga a Barracas otra condición relevante. Aún se encuentran en el barrio la Asociación Española de Socorros Mutuos de Barracas y Buenos Aires fundada en 1862, la Asociación Fratelanza Artesana (1891), Sociedad Luz (1899) Club Social de Santa Lucía (1901), Club Barracas Central (1904), Asociación Fraga (1905), Club Barracas Juniors (1912), Club Sportivo Barracas (1913), Club Sportsman (1920).

La expresión más genuina de la música porteña el tango, tuvo en este barrio a los más destacados representantes. Por sus calles cafés, pulperías y esquinas se pudieron ver y escuchar a diferentes figuras como el legendario Pedro Chiappe, allá por 1890 y, desde principios del siglo XX, a creadores de la talla de Eduardo Arolas, Agustín Bardi, los Bernstein, Carlos Marcucci, Eduardo del Piano, Rodolfo Sciamarella, Teófilo Ibañez, Armando Posada, Ignacio Riverol, Ángel Condercuri, Juan Velich, Alfredo Bigeschi, Normando lazara, y Carlos Piccione, y Fulvio Salamanca entre otros.

jueves, 30 de septiembre de 2021

¿POR QUÉ BENAVIDEZ?

 

Muchas veces nos preguntamos el porqué de los nombres de los lugares donde vivimos o por donde pasamos. Todo nombre tiene su historia y Benavídez también.

Para entender los cambios que existieron en la denominación del lugar hay que recorrer su larga historia.




El primer propietario blanco de estas tierras habría sido un "fulano Bermudez", que aparentemente era Antonio Bermúdez, hombre que había llegado al Río de la Plata con Juan de Garay y en premio a sus servicios recibió la suerte de estancia que se extendía entre las cañadas de Las Tunas y la de Escobar, incluyendo parte de las actuales localidades de General Pacheco, Ricardo Rojas, Benavídez, Dique Luján, Garín e Ingeniero Maschwitz. Además de estas tierras Bermúdez era propietario de una chacra donde hoy encontramos parte de los porteños barrios de Palermo, Colegiales y Chacarita.

Bermúdez le vendió la estancia a Isabel de Frías. Luego la propiedad fue pasando a otros sucesivos dueños como Isabel Pazzo, Luís del Águila, María del Águila y Luís de Abalos y Mendoza, quien el 12 de mayo de 1703 se la vendió a Juan de Benavídes.


Y aquí, con s y sin z, aparece por primera vez nuestro nombre estudiado.

Juan de Benavídes era capitán de milicias, había sido bautizado en la iglesia de La Merced de Buenos Aires el 3 de abril de 1657. Tuvo una intensa vida política y contrajo matrimonio con Francisca de Villarreal del Peso, con quien criaron dieciséis hijos. El prestigio de su figura y la importancia de su estancia fueron dándole nombre al lugar. Así aparece en los mapas y documentos de principios del siglo XVIII como Rincón de Benavídes, Barrancas de Benavídes o Punta de Benavídes. Cruzando el bañado hacia el este, a orillas del río Luján estaba el llamado Puerto de Benavídes, lugar ideal para practicar el contrabando de tabaco traído del Paraguay, amparándose en la frondosa vegetación del Delta.

Ustedes se preguntaran como podía ser que se contrabandeara en las tierras de un capitán de milicias. Está probada la complicidad de las autoridades porteñas con la práctica del comercio ilícito. Nada nos tiene que extrañar.

Juan de Benavídes falleció el 9 de abril de 1718 y en su testamento encontramos una interesante descripción de la estancia, donde había "mil yeguas, quinientas mulas, treinta o cuarenta lechones, tres mil ovejas, tres esclavas mulatas, una carreta usada con doce bueyes y cincuenta o cuarenta caballos mansos". Como verán, las pobres esclavas mulatas figuran entre los lechones, ovejas, carretas y bueyes.

Luego de la muerte de Juan de Benavídes las tierras de la estancia se repartieron entre tres de sus hijos. Miguel se quedó con las situadas entre Las Tunas y el arroyo Claro, Lázaro las que van hasta el arroyo Garín y José hasta el Escobar. La permanencia del apellido en toda la región durante el siglo XVIII afianzaría el nombre del lugar. Recién el 3 de junio de 1806 María Lucrecia Benavídes le vende su parcela a Francisco Maderna, perdiéndose el apellido de los títulos de propiedad de la zona, pero quedando en la gente la antigua denominación del paraje.

El 5 de noviembre de 1850 el General Ángel Pacheco compró estas tierras, ampliando de a poco su estancia El Talar hasta Escobar. Luego de la muerte del General, este sector sería de su hija Dolores Pacheco Reynoso.

El 22 de abril de 1876 el Ferrocarril Buenos Aires y Campana pasó por estas tierras y al poco tiempo surgió la estación Alvear, a la que el 21 de diciembre de 1885 le cambiaron el nombre por el de Benavídez, queriendo utilizar el nombre por el cual los vecinos conocían el lugar, pero cambiando erróneamente la "s" por la "z".

El pueblo de Benavídez recién nació tras los loteos efectuados en 1929, pero esa es otra historia que contaremos en otra oportunidad.

Hoy sólo quería contarles el... ¿porqué Benavídez?

http://www.eldistrito.com.ar/ed/edicion171/cultura1.htm

 

jueves, 23 de septiembre de 2021

El partido de San José de Flores

 

El área geográfica que hoy constituyen los barrios de Villa Lugano, Villa Riachuelo y Villa Soldati formaron parte durante la mayor parte del siglo XIX del entonces Partido de San José de Flores -que a su vez formaba parte de la provincia de Buenos Aires-, y la zona se conocía con el nombre de "bañado". Al respecto, citamos a A. J. Cunietti - Ferrando, autor de "San José de Flores", editado por el H. Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires en 1997:

De propiedad pública, el bañado se extendía desde la orilla del Riachuelo hasta la barranca alta del actual Cementerio de Flores y en la zona sudoeste se prolongaba hasta el Puente de la Noria, que era el deslinde del partido con Matanza. El bañado estaba ocupado en parte por familias pobres que lo encontraron despoblado y no pagaban arrendamiento alguno, donde arrastraban una vida miserable entre los basurales y las inundaciones.

Hubo crecidas del Riachuelo verdaderamente memorables: la del invierno de 1877 hizo desaparecer a muchos habitantes del bañado, además de ahogarse tres mil cerdos, doscientos perros y quince mil gallinas. Aunque las aguas no llegaban al pueblo, muchas calles de Flores con sus sube y baja se convertían con las lluvias en verdaderos torrentes. El bañado, denominado en toda su extensión de "Flores", ocupaba según una mensura de 1880 alrededor de 320 cuadras cuadradas de terreno.

También solían crecer en forma amenazadora los dos arroyos que atravesaban con sus cursos sinuosos el partido: el Maldonado y el Cildañez. Curiosamente, este último perpetúa el nombre de un oscuro chacarero, tan popular como misterioso, llamado Fortunato Cildañez, que un día desapareció de la zona sin dejar rastros.

En las riberas del Riachuelo, de esta o de la otra banda y en el sur de Almagro, se concentraban las industrias más polémicas: saladeros, chancherías, mataderos y graserías, que con sus emanaciones infectaban gran parte de la zona urbana, aunque producían notables ingresos a la municipalidad local.

Saliendo del pueblo de Flores por Rivadavia hacia el campo se atravesaba la chacra de Norberto Quirno Echeandía, recordada por sus tambos, cuyo límite oeste eran las avenidas Mariano Acosta-Segurola. Desde aquí hasta el límite oeste del partido se podían observar grandes extensiones indivisas de terreno con rodeos de ganado bastantes considerables. En 1865 aún se criaban en el partido 4.200 caballos, 2.500 vacas, 5.300 ovejas y 1.500 cerdos.

Muy extensa era la Chacarita de los Remedios o de las Huérfanas, de la familia Olivera, unas 400 cuadras de cultivo limitadas por las calles Lacarra-Carrasco y por el oeste Larrazábal. Allí se había establecido una cabaña famosa con 200 carneros y ovejas importadas de Silesia y Mecklemburgo: su casco es hoy el Parque Avellaneda.

De Larrazábal hacia el oeste atravesábamos la chacra de Francisco Antonio de Letamendi, llamada de "Las Angustias" y dedicada en una época casi con exclusividad a la fabricación de ladrillos. Había pertenecido a la Compañía de Jesús y su casco con su correspondiente capilla, conocido como la "casa vieja", se erigía aunque bastante disminuido, todavía en la década de 1940 en Battle y Ordóñez (ex Strangford) y Escalada, donde hoy se ubica la Escuela Federal de Policía. Hacia el oeste seguía una pequeña fracción de la familia Rivadavia y la extensa propiedad indivisa del presbítero José Francisco de la Lastra.

El fraccionamiento de esta última, daría nacimiento con los años a los actuales barrios de Liniers, Mataderos, Villa Riachuelo y Villa Lugano. Limitaba al oeste con la chacra de los Ramos Mejía en el partido de Matanza y en su extremo hacia el noroeste, frente a la actual estación Ciudadela, se encontraba la posta de Aguilera. Era ésta la última población del partido de Flores, donde los viajeros hacían el primer alto para cambiar cabalgaduras en su tránsito hacia el interior del país.

En 1888 el partido de Flores pasa a formar parte de la Capital Federal, siendo su límite sur el Riachuelo desde puente Uriburu hasta el Puente de la Noria antiguo y desde allí una línea hasta la estación Ciudadela, incluyendo por ende los "bañados del sur" donde se erigieron nuestros barrios.


Referencias:

"San José de Flores"
Lic. A. J. Cunietti - Ferrando
Honorable Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires - 1997