jueves, 30 de septiembre de 2021

¿POR QUÉ BENAVIDEZ?

 

Muchas veces nos preguntamos el porqué de los nombres de los lugares donde vivimos o por donde pasamos. Todo nombre tiene su historia y Benavídez también.

Para entender los cambios que existieron en la denominación del lugar hay que recorrer su larga historia.




El primer propietario blanco de estas tierras habría sido un "fulano Bermudez", que aparentemente era Antonio Bermúdez, hombre que había llegado al Río de la Plata con Juan de Garay y en premio a sus servicios recibió la suerte de estancia que se extendía entre las cañadas de Las Tunas y la de Escobar, incluyendo parte de las actuales localidades de General Pacheco, Ricardo Rojas, Benavídez, Dique Luján, Garín e Ingeniero Maschwitz. Además de estas tierras Bermúdez era propietario de una chacra donde hoy encontramos parte de los porteños barrios de Palermo, Colegiales y Chacarita.

Bermúdez le vendió la estancia a Isabel de Frías. Luego la propiedad fue pasando a otros sucesivos dueños como Isabel Pazzo, Luís del Águila, María del Águila y Luís de Abalos y Mendoza, quien el 12 de mayo de 1703 se la vendió a Juan de Benavídes.


Y aquí, con s y sin z, aparece por primera vez nuestro nombre estudiado.

Juan de Benavídes era capitán de milicias, había sido bautizado en la iglesia de La Merced de Buenos Aires el 3 de abril de 1657. Tuvo una intensa vida política y contrajo matrimonio con Francisca de Villarreal del Peso, con quien criaron dieciséis hijos. El prestigio de su figura y la importancia de su estancia fueron dándole nombre al lugar. Así aparece en los mapas y documentos de principios del siglo XVIII como Rincón de Benavídes, Barrancas de Benavídes o Punta de Benavídes. Cruzando el bañado hacia el este, a orillas del río Luján estaba el llamado Puerto de Benavídes, lugar ideal para practicar el contrabando de tabaco traído del Paraguay, amparándose en la frondosa vegetación del Delta.

Ustedes se preguntaran como podía ser que se contrabandeara en las tierras de un capitán de milicias. Está probada la complicidad de las autoridades porteñas con la práctica del comercio ilícito. Nada nos tiene que extrañar.

Juan de Benavídes falleció el 9 de abril de 1718 y en su testamento encontramos una interesante descripción de la estancia, donde había "mil yeguas, quinientas mulas, treinta o cuarenta lechones, tres mil ovejas, tres esclavas mulatas, una carreta usada con doce bueyes y cincuenta o cuarenta caballos mansos". Como verán, las pobres esclavas mulatas figuran entre los lechones, ovejas, carretas y bueyes.

Luego de la muerte de Juan de Benavídes las tierras de la estancia se repartieron entre tres de sus hijos. Miguel se quedó con las situadas entre Las Tunas y el arroyo Claro, Lázaro las que van hasta el arroyo Garín y José hasta el Escobar. La permanencia del apellido en toda la región durante el siglo XVIII afianzaría el nombre del lugar. Recién el 3 de junio de 1806 María Lucrecia Benavídes le vende su parcela a Francisco Maderna, perdiéndose el apellido de los títulos de propiedad de la zona, pero quedando en la gente la antigua denominación del paraje.

El 5 de noviembre de 1850 el General Ángel Pacheco compró estas tierras, ampliando de a poco su estancia El Talar hasta Escobar. Luego de la muerte del General, este sector sería de su hija Dolores Pacheco Reynoso.

El 22 de abril de 1876 el Ferrocarril Buenos Aires y Campana pasó por estas tierras y al poco tiempo surgió la estación Alvear, a la que el 21 de diciembre de 1885 le cambiaron el nombre por el de Benavídez, queriendo utilizar el nombre por el cual los vecinos conocían el lugar, pero cambiando erróneamente la "s" por la "z".

El pueblo de Benavídez recién nació tras los loteos efectuados en 1929, pero esa es otra historia que contaremos en otra oportunidad.

Hoy sólo quería contarles el... ¿porqué Benavídez?

http://www.eldistrito.com.ar/ed/edicion171/cultura1.htm

 

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