lunes, 31 de enero de 2011

Pinkullo



Héctor Luis Goyena en "Música Tradicional Argentina" nos lo describe como una típica flauta de pico que se hace con caña, con 6 orificios de digitación equidistantes en la mitad distal de la pared anterior y a veces un séptimo en la opuesta y una longitud promedio de 40 cm. Su empleo en la región noroeste disminuye gradualmente, aunque aún suele oírsela en niños y adolescentes.




domingo, 30 de enero de 2011

Fusilamiento de Martín de Alzaga - parte 2

Volvieron a capturarlo y esta vez no tuvieron piedad

Alzaga y el Grupo Peninsular se enfrentaron con dos enemigos esenciales: los criollos y los ingleses. Esa fue la nueva conjunción, la red de los nuevos intereses creados para el financiamiento de los agitados días de mayo de 1810 y de la guerra revolucionaria posterior. La debacle del paradigma imperial español, atacado en su corazón metropolitano por los ejércitos napoleónicos, se conjugó con los inmensos apetitos comerciales sajones y —a la vez— con el ansia libertaria de los nativos. Tras las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807 se produjo un creciente contrabando de productos de manufactura británica y un simétrico descenso de los ingresos fiscales y aduaneros. Faltaba dinero y las transacciones comerciales se realizaban con bonos, letras de tesorería y vales varios con los que el quebrado Estado virreinal les pagaba a sus proveedores. Los ingresos aduaneros entre 1810 y 1820 fueron, en moneda constante, un 47 por ciento más bajos que los ingresos por la misma vía entre 1800 y 1810. Según una investigación del historiador Samuel Amaral, en 1810 los ingresos estatales fueron de 2.491 millones de pesos, y los gastos, de 3.036 millones. La brecha deficitaria se cubría con la emisión de deuda pública bajo la reiterada fórmula de los bonos.
Sin dinero, el Estado debía financiar una guerra. Como sugiere Tulio Halperín Donghi, los cuerpos militares, sobre todo los de artillería, infantería montada y caballería, se crean por iniciativa de personas privadas como, por ejemplo, Juan Martín de Pueyrredón, fundador, precisamente, de los Húsares de Pueyrredón y de larga trayectoria posterior en las batallas revolucionarias, o Juan José Terrada, masón, anglófilo e integrante activo de la Logia Lautaro, de la que formaría parte también José de San Martín. La perspectiva de la supuesta prosperidad que traería el libre comercio (en detrimento del pacto colonial que obligaba a los vínculos monopólicos con España) parece haber incentivado la inversión de algunos prósperos hombres de negocios en la organización de regimientos varios. Invirtieron en el ejército, comprando armas y pagando sueldos a los oficiales, en función de un nuevo orden económico.
Pueyrredón, como cuenta Rodolfo Terragno en su Maitland y San Martín, tenía un vínculo cercano y activo con James Paroissien, un británico que había llegado al Río de la Plata en 1807 durante las Invasiones Inglesas. Juntos emprendieron una larga marcha en busca de dinero fuerte. Atravesaron la Puna y las montañas (con el ejército criollo cubriendo las espaldas) hasta llegar a Potosí, donde funcionaba la Casa de Moneda virreinal. Allí se alzaron con 44 alforjas llenas de plata, que eran los últimos restos del Tesoro de la colonia. Más tarde, en 1810, Pueyrredón levantó una fábrica de pólvora en Córdoba y en 1812 nombró a Paroissien como director. En abril de 1815 esa fábrica explotó y Paroissien regresó a Buenos Aires para unirse luego al Ejército de los Andes, donde fue uno de los más estrechos colaboradores de San Martín, quien lo nombró consejero de Estado y brigadier general de Perú en 1821. A la vez, una colosal confiscación de los bienes del Grupo Peninsular en su conjunto habría de beneficiar a los primeros “filántropos” de las nacientes milicias coloniales.
Según el investigador Hugo Raúl Galmarini, “durante los años de mayor incertidumbre bélica (…) se concentró la presión fiscal en la disposición de bienes de la propiedad enemiga (…) que rindió, entre 1811 y 1815, 1.270.368,3 pesos…” Pero algunos lograron eludir las confiscaciones. Como recuerda el propio Galmarini, se dispensó un trato más benévolo a José A. Martínez de Hoz, a quien se le concedió una moratoria. Sobre los 38.617 pesos que debía al Fisco, se diseñó un plan de pagos diferidos, debiendo abonar 8.000 pesos al contado y 3.000 por mes por el resto. El servicio fue justificado porque las autoridades consideraron a Martínez de Hoz “Hermano Mayor de la Caridad”.
Pese a algunas dádivas excepcionales, el Grupo Peninsular fue desplazado por lo que podría denominarse el Grupo Sajón. Ex invasores de 1806 o 1807 que se quedaron en el Plata y otros mercaderes o aventureros de distinta laya se capitalizaron raudamente tras la Revolución de Mayo.
Durante 1810 y 1811 el principal proveedor de armas fue Inglaterra, y desde l811 en adelante pasó a ser Estados Unidos. ¿Cómo se pagó la guerra? Abriendo los mercados criollos a los unos y a los otros.
La azarosa vida del norteamericano David de Forest es un ejemplo interesante. Audaz, viajero impenitente, traficante de esclavos, había navegado desde China hasta Cabo Verde y desde allí hasta la Patagonia buscando negocios.
Nombrado cónsul norteamericano en Buenos Aires, ofició como consignatario de mercadería del norte en este país y operó contra los españoles hasta que el virrey Cisneros lo deportó. Volvió a Buenos Aires en 1812, y en 1813 su amigo Juan Larrea lo acercó al corazón del poder durante la época del Directorio encabezado por Gervasio Antonio Posadas. Su tarea, entre otras, era confiscar mercancía del grupo hispano peninsular. De lo confiscado recibía una comisión del 2,5%. Con eso financiaba las tropelías de corsarios ingleses que asaltaban otras embarcaciones. Los navíos británicos o norteamericanos cambiaron sus nombres sajones por otros criollos, como “El Tucumán”, “El Mangoré”, “El Congreso” o “El Túpac Amaru”. Lo capturado era comercializado y De Forest se quedaba con un 10 por ciento, y con parte de esa cifra financiaba a la vez la formación de una escuadra naval de guerra del Río de la Plata.
Los negocios y la guerra se articulaban para expandir los negocios anglonorteamericanos en el Plata. Ya en 1818 operaban en Buenos Aires 55 firmas mercantiles británicas. Como apunta Galmarini, la ruta Cádiz-Buenos Aires había sido sustituida por la ruta Liverpool-Buenos Aires.
Sin embargo, otra ruta esencial no fue reemplazada jamás. Aquella que vuelve sobre sí misma, reiterando el cauce del tiempo. Aquella que repite una y otra vez las mismas travesías argentinas. Aquella ruta circular que enrosca el sendero del tiempo. Como si fuera una serpiente que se muerde la cola. Una serpiente que hipnotiza como el pasado que vuelve.

Wiñazki, Muguel – Revolución Financiada – Diario Clarín, 20 de Mayo de 2002.

Fidel Pintos y la "masoquista"

Fragmento de la película "El Bulín" de 1969

sábado, 29 de enero de 2011

Fusilamiento de Martín de Alzaga - parte 1


La Revolución de Mayo fue financiada. Quienes lo hicieron eran prósperos hombres de negocios. Criollos e ingleses conformaron la red de nuevos intereses para respaldar económicamente los agitados días de Mayo.
El 25 de Mayo de 1810 Martín de Alzaga suponía ya que lo iban a matar. Pero no se dio por vencido ni aun vencido. Cuando ascendió al patíbulo, los verdugos arrojaban dinero al pueblo, que celebraba como en el circo romano. Alzaga fue ahorcado en la fría mañana del 6 de julio de 1812, en Buenos Aires. Lo acusaban de avariento y codicioso, y de amar los botines más que ninguna otra cosa. Más aún que la vida misma.
El muerto, secundado por su amigo José Martínez de Hoz, por Gaspar de Santa Coloma y por Gastón Elorriaga, entre otros, había sido el líder del llamado Grupo Peninsular. Los empresarios españoles que más dinero habían hecho durante los últimos años de la administración imperial. Eran ricos y poderosos.
Obviamente, ellos no querían la revolución, ni las nuevas reglas de juego antimonopólicas que los obligaban a perder sus copiosos botines. En la primera semana de julio de 1812 fueron ejecutados 40 “conspiradores” peninsulares.
Alzaga sostenía una red de negocios extendida desde Potosí a Lima y desde Chile hasta Buenos Aires. Había sido el empresario español más importante del Virreinato. Y, tal vez, el más lúcido y valiente. Junto con el francés Santiago de Liniers habían comandado la resistencia contra el invasor inglés. Pero más tarde, en enero de 1809, anticipando eventuales movimientos contra el pacto colonial, se había levantado en armas contra el propio Liniers, a quien consideraba napoleónico y antiespañol. “El Vasco”, tal como lo llamaban sus amigos, tenía lacayos, dinero y propia tropa como para intentar un golpe de Estado. Pero fue vencido.
Cornelio Saavedra, quien un año después presidiría la Junta revolucionaria de Mayo, enfrentó a Alzaga poniéndose al mando del Regimiento de Patricios y de los criollos que ya no querían ni ver a los peninsulares. Lo capturó y lo envió a la cárcel de Carmen de Patagones. Pero Alzaga, que tenía amigos poderosos en las esferas tribunalicias virreinales, fue absuelto y liberado con sus cómplices, los españoles Miguel de Ezquiaga y Felipe Sentenach.
Rápidamente volvió a conspirar tras la Revolución de Mayo. Fue el financista de la contrarrevolución, junto con los peninsulares y el superior de la orden de los católicos betlemitas, Fray José de las Animas. Alzaga apostaba al todo o nada, a la victoria de los ejércitos realistas, a los que destinaba información, logística y dinero.
Wiñazki, Muguel – Revolución Financiada – Diario Clarín, 20 de Mayo de 2002.

Subterráneos de Buenos Aires

jueves, 27 de enero de 2011

El Crimen Contra José Luis Cabezas - parte 6

Lo macabro de la sospecha haría suponer que en su tumba hay un cadáver de alguien asesinado especialmente, y apunta a la complicidad de jueces, peritos, policías, familiares y políticos que se habrían confabulado, de ser así, para cerrar este capítulo.
Pero lo cierto es que son muchas las sombras que se ciñen sobre la investigación del supuesto suicidio. Entre otras cosas la desaparición de un teléfono satelital que podría haber revelado los últimos contactos del principal sospechoso de ser el autor intelectual del crimen.
Además, las propias características misteriosas del personaje en cuestión hicieron que el escepticismo y la desconfianza reinen en toda la sociedad. Y abonan esta hipótesis con los nutridos vínculos entre Yabrán y lo más alto de la clase política y el Gobierno argentino. Estos lazos fueron puestos al desnudo a través de los cruzamientos telefónicos del sistema Excalibur. Incluso esto le costó el puesto al entonces ministro de Justicia, Elías Jassán, quien había negado conocer al empresario. Luego se descubrió que Jassán llamaba más a Yabrán que a su esposa.
Luego de la desaparición de Yabrán, el propio Prellezo declaró que en aquella reunión que mantuvo con el empresario un mes antes del crimen, este le había dicho que ese verano –el de 1997 –quería pasarlo tranquilo, sin fotos, y sin el acoso de periodistas. Esto fue clave para el juzgado porque ya se había comprobado que Prellezo había hecho trabajos para Yabrán, estableciéndose una relación laboral previa.

Zona liberada

Pero no fue el único vínculo que se encontró entre Yabrán y la policía local. También mantenía relaciones con otros miembros de la Policía de Pinamar. Esta delegación quedó muy complicada con el crimen –sobre todo su ex comisario Alberto Pedro Gómez –ya que con el avance de la investigación se descubrió que en la madrugada del crimen existió virtualmente una "zona liberada ".
Las "zonas liberadas" datan de la época de la dictadura militar. Las fuerzas paramilitares cuando iban a secuestrar a los supuestos opositores al régimen le ordenaban a la policía no intervenir en caso de recibir un llamado de alarma en la zona del operativo. Y así lo hacían, cuando no participaban activamente en el mismo. Una gran parte de esos golpes comandos fue lo que originó la desaparición de miles de personas y las detenciones en los centros clandestinos del terrorismo de Estado.

En el crimen de José Luis Cabezas aún quedan grandes sospechas de que hubo una "zona liberada" y que por eso la policía no intervino ante un llamado telefónico de una vecina de la fiesta en donde fue visto por última vez el fotógrafo. La vecina había alertado a la comisaría local sobre la presencia de personajes sospechosos en las inmediaciones del predio.
Además, a pesar de haberse comprobado los contactos de la custodia de Yabrán con la policía local poco antes y después del crimen, esto no fue investigado en profundidad. Y hay varios sospechosos que aún pululan por las calles gozando de una libertad muy peligrosa.
La búsqueda de la justicia
Así, el crimen de José Luis Cabezas se convirtió en una bisagra entre un país corrupto y asesino al que se pretende desterrar definitivamente y otro en el que la Justicia se imponga como algo más que una simple palabra. La familia de José Luis Cabezas merece eso y mucho más.
Sus hijos deben saber quienes y por qué mataron a su padre. Y quienes y por qué quisieron encubrirlos. La sociedad ha entendido que este asesinato es un atentado contra todos y por eso convirtió a José Luis en un símbolo.
Si este compromiso con la búsqueda de la verdad se mantiene entonces este crimen será el último. Sino, por desgracia, será apenas el primero. El sueño es simple: que algún día José Luis, a través de los que recibimos su legado, pueda sacar la foto de sus asesinos presos. La foto de la Justicia. La foto de la verdad. En definitiva, la foto del periodismo libre.

ASÍ SIGUE LA HISTORIA: TODOS LIBRES

Horacio Braga, el último de los horneros que continuaba en prisión por el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas, recuperaró la libertad esta tarde, a raíz de haber cumplido con el requisito de pagar una fianza de 20.000 pesos.

Los integrantes de la banda que participantes del crimen del reportero gráfico, en prisión, quedaron libres por la decisión de La Cámara Penal de la ciudad de Dolores .

La Camara había dispuesto que Braga dejara la celda que ocupa en la Unidad Penitenciaria número 9 previo pago de esa caución.

El hornero Braga habló con los periodistas dijo "quiero vivir tranquilo estudiando y trabajando. Ya pagué la deuda que tenía con la sociedad, así que a partir de ahora espero vivir tranquilo y nada más . A la familia Cabezas no, no hay nada para decir".

Beneficiado por una decisión de la Cámara dolorense.

Los jueces Susana Miriam Darling Yaltone, Jorge Luis Dupuy y Fernando Sotelo se basaron en informes de buena conducta del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). El abogado Cerolini explicó que Braga fue excarcelado ya que resultaron positivos los informes psiquiátricos y penitenciarios. Además, por la aplicación de la ley del 2 x 1 —que beneficia a las personas presas sin condena— y por haber cumplido las dos terceras partes de su condena.

El Crimen Contra José Luis Cabezas - parte 5

Cruces peligrosos

En la investigación judicial se produjo un importante punto de inflexión cuando se empezó a utilizar el sistema informático Excalibur para entrecruzar los llamados telefónicos de los sospechosos. Cuando fue detenido el policía Prellezo se sometió a sus teléfonos a este proceso y allí, para estupor de muchos, apareció una gran cantidad de llamados con el jefe de seguridad de Yabrán, un ex sargento del Ejército llamado Gregorio Ríos. Ríos permanece detenido como presunto instigador del homicidio, aunque bajo la sospecha de que no sería él quien habría dado la orden original. Estos llamados entre Prellezo y Ríos se multiplicaron durante los días anteriores al crimen y se cortaron abruptamente justo después del 25 de enero de 1997.

También se comprobó que Prellezo –un policía de muy bajo rango –había mantenido contactos con el propio Yabrán, tenía una tarjeta personal entregada por el megaempresario y que se había reunido con él. El encuentro –reconocido por Yabrán y por Prellezo –se concretó en las oficinas del magnate, un mes antes del crimen de José Luis Cabezas.
Luego en la causa aparecieron más testimonios que complicaron la situación de Yabrán y su jefe de custodia (incluso un testigo declaró haber visto reunido a Ríos y Prellezo poco después del crimen). Por eso, en su estrategia judicial, la hueste yabranista intentó derribar los testimonios que más la comprometían, atacando a sus portavoces. También intentó iniciar causas a diestra y siniestra contra los testigos, incluyéndome a mi.

Sin embargo, se fueron acumulando indicios hasta que finalmente, cuando la sospecha sobre Yabrán ya estaba extendida sobre gran parte de la sociedad, la mujer de Prellezo "se quebró" y dijo que su marido –supuesto asesino de José Luis –le había confesado que detrás del crimen estaba Yabrán. Era el 15 de mayo de 1998 y el juez José Luis Macchi dispuso su detención. Yabrán se dio a la fuga y el magistrado pidió su captura internacional.

Cinco días después –el 20 de mayo –cuando una comitiva policial ingresó al casco de su estancia San Ignacio, en la provincia de Entre Ríos, Alfredo Yabrán se habría pegado un tiro con una escopeta en la boca. A pesar de las pericias, muchas dudas persisten sobre su supuesto suicidio. La mayoría de la gente (las últimas encuestas se refieren al 70 %)no cree que Yabrán esté muerto.
El resto se reparte entre quien cree que se suicidó y quien considera que lo mataron para encubrir a alguien más "pesado" que él. La mitología popular lo imagina disfrutando en alguna playa del Caribe o en Siria –de donde son sus antepasados –luego de haber modificado su rostro con una cirugía estética.

miércoles, 26 de enero de 2011

El Crimen Contra José Luis Cabezas - parte 4

Lo cierto es que el imperio Yabrán, al que se le adjudican empresas postales, aéreas, depósitos fiscales, free shops, compañías de impresión de documentos y padrones electorales, transportadoras de caudales, inmobiliarias, empresas turísticas, de seguridad y de cargas, entre otras, cobró muchísimo poder haciendo negocios con el Estado, en situaciones donde muchas veces este último no salía beneficiado. Hubo quienes caratularon a este imperio como un "Estado dentro del Estado", sobre todo porque sus negocios tenían un directo interés en el estratégico manejo de las áreas sensibles.

Además se denunciaron un sinnúmero de metodologías poco ortodoxas y violentas que buscaban correr del medio a los competidores de Yabrán. Cuando su nombre comenzó a sonar con más fuerza, el periodismo buscó indagar sobre quién era este enigmático empresario y varios hombres de prensa fueron agredidos y/o amenazados durante esta misión. Hubo balazos, persecuciones y todo tipo de intimidaciones hacia quienes osaron acercarse a los muros de silencio que encerraban al enigma Yabrán.

La foto del magnate caminando plácidamente junto a su mujer por las playas de Pinamar se tomó el 16 de febrero de 1996. En este balneario el empresario tomaba sus vacaciones desde mucho tiempo atrás y además invertía en multimillonarios negocios. Esa fotografía, de amplia repercusión, tomada por José Luis Cabezas, ilustró la portada de Noticias del 3 de marzo de 1996 bajo el título de "Yabrán ataca de nuevo". Allí se detallaba la estrategia del misterioso hombre para defenderse de las acusaciones de Cavallo ante el gobierno y el empresariado norteamericano, nota en la que desnudábamos algunas de sus últimas operaciones en Pinamar.

Al año siguiente –1997 –con José Luis seguimos en Pinamar con la investigación sobre los negocios de Yabrán y descubrimos los alcances de un proyecto para realizar un puerto deportivo en el balneario. Un negocio de dudosa rentabilidad y destino.
Esa temporada teníamos como objetivo máximo poder conseguir una entrevista con el enigmático empresario. Durante esa búsqueda tuvimos varios episodios al menos sospechosos :una fuente le advirtió a José Luis que la gente de Yabrán había intentado averiguar su domicilio en Buenos Aires; recibió comentarios sobre su beba de parte de gente cercana al empresario; a él y a mi nos cortaron el neumático del vehículo cuando montábamos una guardia periodística frente a la playa donde había estacionado el magnate; y, entre otras cosas, su custodia me obligó a retirarme de las afueras de un restaurante donde festejaban el cumpleaños de su esposa. Pocos días después vendría el asesinato de José Luis.

Si bien crecían las sospechas sobre Yabrán y su entorno –siempre se denunció que en su numerosa custodia personal y la de sus compañías se alistan exrepresores y torturadores de la dictadura militar –varios miembros del oficialismo y hasta el propio presidente Carlos Menem se empecinaron en tratar de alejar las sospechas sobre el empresario, aún cuando empezaron a aparecer indicios contundentes que lo comprometían. En el momento donde se descubrieron los vínculos entre Prellezo y Yabrán desde la Presidencia de la Nación decidieron recibir al empresario en la Casa de Gobierno, a pesar de la protesta de toda una sociedad que por sentirse abofeteada se congregó frente a ella para repudiar el encuentro. Incluso el presidente Carlos Menem llegó a decir "atacan a Yabrán porque quieren atacar al gobierno ".

El Crimen Contra José Luis Cabezas - parte 3

Dos líneas en contacto

Con la aparición de elementos en la causa se fueron generando dos líneas investigativas preponderantes :la que apuntaba a la Policía de la Provincia de Buenos Aires (conocida como Policía Bonaerense) y la que señalaba a uno de los empresarios más poderosos y misteriosos del país, Alfredo Yabrán. Y la posibilidad de una combinación de ambas.

La hipótesis que colocaba a la Policía Bonaerense en el centro de las sospechas partía del hecho que, varios meses antes del crimen, la revista Noticias publicó una investigación en su tapa bajo el título de "Maldita Policía".
En este artículo, escrito por el fallecido periodista Carlos Dutil, junto a un equipo de investigación donde trabajamos siete personas, se denunciaron las formas y los personajes que "vestían" a esta fuerza como la más corrupta y violenta del país. Prostitución, narcotráfico, juego clandestino, crímenes de "gatillo fácil", participación en atentados antisemitas, enriquecimiento ilícito, entre otras, fueron sólo algunas de las características de ese cuerpo policial.

En eso se basó la investigación de Noticias ilustrada en su tapa con una fotografía tomada por el mismo José Luis Cabezas al entonces jefe de la fuerza, comisario mayor Pedro Klodzyck. La nota catapultó una intespestiva reestructuración policial que hizo rodar las cabezas de varios de esos jerarcas sospechados. Poco tiempo después debió renunciar el propio mandamás de la fuerza.
La otra hipótesis apuntó al empresario Alfredo Yabrán y tenía muchos sustentos. Pero ¿quién era Yabrán? En principio hay que decir que era un enigmático empresario al que nadie le conocía su cara y que se jactaba de que ni los servicios de inteligencia tenían una foto suya. Incluso en una entrevista realizada por Noticias varios años antes del asesinato de José Luis Cabezas, Yabrán había dicho:"sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la cabeza".

El hecho es que, luego de una investigación de varios días que hicimos con José Luis en Pinamar, lo encontramos. José Luis logró fotografiarlo y esa toma le puso la cara a uno de los enigmas que más intrigas causaba en la sociedad argentina. Y es que el propio ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, había sindicado a Yabrán como "el jefe de la mafia ". Una mafia que –según sus palabras –estaba "enquistada en el poder" y que merced a "negocios sucios "había logrado sumar una fortuna "de más de 4.000 millones de dólares en veinte años ". Yabrán sólo reconocía 400 millones.

martes, 25 de enero de 2011

El Crimen Contra José Luis Cabezas - parte 2

La investigación

En la primera etapa de la investigación por el crimen de José Luis Cabezas, las autoridades echaron mano a una vieja tradición policíaca-represiva de mucho uso durante la última dictadura militar que gobernó con sangre la Argentina entre 1976 y 1983. La siniestra estrategia es la de colocar a la víctima como sospechoso. Entonces, ante la imposibilidad de dar respuestas verdaderas, se lanzaron espúreas sombras sobre la imagen de José Luis Cabezas.
Con el tiempo quedaron destruidas con el peso de las evidencias, aunque por momentos sentimos que con esta maniobra se estaba cometiendo el segundo asesinato de nuestro compañero. Por eso, protestamos por cómo se manipulaba la información por parte de las autoridades, pero nuestros reclamos no eran oídos.
Cuando aún no había pasado un mes del asesinato se detuvo a una banda de cinco prostibularios de la ciudad balnearia de Mar del Plata, en cuyo poder se encontró la supuesta arma homicida. El mismo día en que se produjeron las detenciones, el ministro del Interior de la Nación, Carlos Corach, y el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, viajaron a la ciudad de Dolores, donde se llevaba adelante la investigación judicial.
Allí anunciaron, con bombos y platillos –aunque no se había hecho ninguna pericia –que se había encontrado el arma homicida y que prácticamente el crimen estaba resuelto. A esta banda de prostibularios marplatenses conocida como "los Pepitos", se había llegado a través de un misterioso informante policial (Carlos Redruello). Este finalmente terminó detenido, implicado como participe del
homicidio. La sociedad no creyó esta historia tan apuntalada desde las trincheras oficiales y sintió que estaban tratando de colocar chivos expiatorios para encubrir a los verdaderos asesinos. Todo hace entender que las sospechas tenían razón de ser.

Un mes y medio después detuvieron a un policía de la provincia de Buenos Aires –Gustavo Prellezo –y a cuatro ladrones de poca monta. Fueron denominados popularmente como "los horneros", por ser oriundos de la localidad de Los Hornos. Ellos eran Horacio Braga, Sergio Gustavo González, José Luis Auge y Miguel Retana. Este último se había "quebrado" y confesó a un empresario su participación en el crimen. A través de este intermediario, el dato había llegado a oídos del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde. Según cuenta la historia oficial, Duhalde convenció al joven para que declarara en la causa.

Luego, sus tres socios también confesaron su participación en el asesinato de José Luis Cabezas pero siempre se defendieron diciendo que el policía Prellezo los había contratado para "apretar" (amenazar con violencia) a una persona y no para matarla. Los "horneros" mantuvieron firme en su declaración que fue Prellezo quien disparó contra Cabezas. Sin embargo, por la forma en que se produjeron los impactos, hay sospechas de que uno de ellos –Horacio Braga –también pudo haber actuado como ejecutor.
Prellezo era un oficial inspector de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que había cumplido funciones de subcomisario en Pinamar pero que poco tiempo antes del asesinato había sido trasladado a otro balneario. Sin embargo, mantenía aceitados contactos con la policía local. Poco tiempo después también eran detenidos otros dos policías de la zona –Sergio Cammarata y Anibal Luna –que habrían preparado la "inteligencia" previa al asesinato. Y se fue cerrando el círculo sobre la esposa de Prellezo, la policía Silvia Belawsky, de quien se descubrió que pidió los antecedentes de José Luis Cabezas apenas un mes y medio antes del crimen.


El Crimen Contra José Luis Cabezas - 1


Fue el día en el que la barbarie volvió a nuestras vidas.

Los fantasmas del pasado más oscuro asolaron nuevamente la Argentina. El 25 de enero de 1997 asesinaron en Pinamar, el más exclusivo balneario del país, al reportero gráfico José Luis Cabezas. Era fotógrafo de la revista Noticias, principal semanario político del país. Juntos estábamos cubriendo la temporada veraniega en aquellas playas atlánticas donde suelen disfrutar sus vacaciones políticos, empresarios, actores, deportistas y distintas personalidades de primera línea.
A José Luis Cabezas lo secuestraron al salir de la fiesta de cumpleaños del empresario telepostal Oscar Andreani. Fue golpeado, esposado, torturado y conducido a una cava ubicada en pleno campo a 11 kilómetros de Pinamar. Allí lo ejecutaron con dos tiros en la cabeza y luego quemaron su cuerpo dentro del vehículo que la revista Noticias nos había alquilado para cubrir esa temporada. Por una razón fortuita, yo me había retirado apenas unos minutos antes de aquella fiesta,donde estuvimos con José Luis por última vez, y eso salvó milagrosamente mi vida.
Las características del crimen hicieron pensar desde un primer momento en que detrás del mismo había un mensaje mafioso. Hoy la instrucción judicial está cerrada en 228 tomos (más de 50.000 fojas), hay diez detenidos y aún se espera la llegada del juicio oral que quiz ás se concrete a fines de 1999. La esperanza es que allí se despejen algunas de las dudas e interrogantes que aún persisten en el caso.El móvil del mismo, la posible participación de más personas, la ruta del arma asesina y el Encubrimiento policial son sólo algunas de esas preguntas.

El crimen y la sociedad argentina

El asesinato llegó en un momento donde la prensa en el país era la institución con mejor imagen para la sociedad.Gozaba de la mayor credibilidad por parte de la gente que vertía en ella un rol fiscalizador.
El periodismo independiente se erguía –tal como sigue ocurriendo hasta la actualidad –como el último antídoto ante una enfermedad que ha lacerado todo el cuerpo social: la corrupción estructural.
La revista Noticias puso al desnudo,con sus investigaciones,algunos de esos paradigmas de corrupción estructural que reinaban en la Argentina.Algo también compartido por otros referentes del periodismo independiente que se han convertido en un contrapeso del poder mal ejercido. Quiz ás esto –sumado a las características siniestras del crimen –pudo haber sido el detonante para que la sociedad se movilice de la manera que lo hizo. Miles de personas participaron de marchas, caravanas en vehículos y trenes, actos, homenajes de todo tipo, exposiciones fotográficas, todo ello en recuerdo de José Luis Cabezas y,sobre todo, en reclamo de justicia. Las muestras de adhesión se multiplicaron en todo el país y aún en el exterior.
La indignación fue tal que su asesinato trazó una línea divisoria entre dos países: uno en el que la impunidad llevó a que un crimen tapase a otro, sin que hubiera justicia;y otro que sobrevendría como consecuencia de la actitud activa de la sociedad que enarboló este reclamo porque entendió que con este crimen se estaba matando la libertad de todos. Por eso, la sociedad se alistó detrás de la simbólica frase "no se olviden de Cabezas ". Esta consigna condujo la lucha en un país que quería desterrar la falta de memoria,principal cómplice de la impunidad.

Y entonces se empezó a hablar de un antes y un después del crimen de José Luis Cabezas. El compromiso fue de todos. Los medios de comunicación que mantuvieron equipos periodísticos siguiendo el caso durante meses y lo conviertieron en uno de los temas excluyentes de la agenda del país. Los periodistas, a pesar de las más de 150 agresiones o intimidaciones sufridas después del asesinato, muchos aún llevan esquelas negras en sus solapas, en señal de luto y del no al olvido. Y la sociedad civil en su conjunto que, saturada de los crímenes impunes, no cesó en su reclamo de justicia.
Esto obligó a las autoridades a buscar el camino de la verdad y no los atajos tramposos que se quisieron tomar para desviar las miradas sobre los verdaderos responsables del crimen. Aún hoy, cuando ya han pasado dos años y medio de aquel asesinato, cada día 25 son convocados actos de homenaje en distintos puntos del país para mantener viva la memoria.

lunes, 24 de enero de 2011

La Unión Cívica Radical frente a la crisis de Diciembre de 2001 - parte 2

8. En síntesis: la UCR debería aferrarse a la bandera de que su gobierno cumplió la plataforma y no devaluó. Que con sentido de responsabilidad evitó el default. Que impulsó con éxito el canje de la deuda. Que el FMI había prometido el desembolso de 1200 millones apenas se aprobara el presupuesto.

9. La UCR debería rechazar también la posición del Presidente del Comité Nacional de pedir perdón y no defender a su gobierno absteniéndose de denunciar la maniobra organizada para provocar su caída, desde luego sin excluir la autocrítica por haber pensado ser más fácil una recuperación post Menem. Y rechazar también la posición del Gobernador Rozas de estar de acuerdo con la devaluación, por ser contraria a los intereses del país y violatoria de la plataforma de la Alianza.

10. Por otra parte, el Comité Nacional ha guardado silencio sobre la honestidad del Gobierno de la Alianza y sobre la persecución judicial que retiene preso a Enrique Mathov y que afecta a otros radicales. Siendo que nuestro Gobierno respetó la independencia judicial, no se explica el silencio de la UCR ante la reunión del SIDE Soria con los jueces para influir sus decisiones.

11. Todas estas actitudes llevaron a la UCR a perder identidad y hacerse cómplice del desastre causado por Duhalde y sus políticas.

12. Al obrar por resentimiento y oportunismo se equivocó el sentir de la opinión pública y faltó visión de futuro. Hoy una encuesta dice que 65% prefiere que De la Rúa no hubiera renunciado. Y en lo económico se dieron todos los presagios que expusieron Machinea y economistas de la Alianza: con default y devaluación caen brutalmente los salarios, la salud, el PBI, las reservas, la inversión.

13. Otro grave argumento se agrega a los anteriores. El 20 de diciembre hubo una grave crisis institucional, que produjo una ruptura del sistema. El Presidente De la Rúa la atenuó al renunciar para facilitar una transición institucional, pero las consecuencias fueron igualmente graves. La quiebra del sistema, la interrupción del mandato votado por el pueblo, fue altamente perjudicial para la República. La UCR siempre defendió las instituciones pero en este caso debe hacer una profunda autocrítica porque no las defendió, como no defendió a su Gobierno. Al contrario, empujó a la renuncia y a la crisis. Los presidentes de los bloques parlamentarios pidieron y anunciaron la renuncia. El Comité Nacional nada dijo, al contrario, se mostró complacido. Lo mismo las autoridades del Partido incluidos quienes promovieron expulsar al Presidente. Si la UCR hubiese actuado con sentido de unidad eso no habría ocurrido y la institucionalidad se hubiera preservado. En toda la historia de la UCR no hay un sólo precedente en que la UCR se sume a una actitud desestabilizadora y golpista como ésta, para sumarse alegremente a la maniobra del PJ para tomar el poder.

14. Al obrar así se transformó en el instrumento de quienes vinieron a producir la devaluación y a través de ella la más feroz redistribución del ingreso, licuando los pasivos empresarios y los ahorros de la comunidad. Ello tuvo una magnitud inédita, nunca antes vista en toda la vida del país. Esto justifica una enérgica y profunda autocrítica, y señalar las responsabilidades del caso.

Texto inédito y exclusivo para 'Ricardo Balbín Web Site', enviado por el Dr. Fernando De la Rúa.

sábado, 22 de enero de 2011

Polemica en el bar

Programa grabado y emitido el miércoles 23 de mayo de 1973. Juan Carlos Altavista, Javier Portales, Fidel Pintos, Adolfo García Grau, Luis Tasca, Alberto Irizar y Vicente La Russa. Con dirección y libro de los hermanos Gerardo y Hugo Sofovich. Se emitió por el Canal 11 de Buenos Aires, cuando pertenecía a Héctor Ricardo García.



viernes, 21 de enero de 2011

REQUERIMIENTO


(Texto leído por los conquistadores españoles en América a las culturas autóctonas. Si no aceptaban lo que les decían, entonces los someterían por la fuerza. El texto era leído en castellano.)

De parte de S. M. Don N. Rey de Castilla, etc., yo N., su criado, mensajero y capitán, vos notifico y hago saber como mejor puedo que Dios Nuestro Señor, uno y eterno, creó el cielo y la tierra, y un hombre y una mujer, de quién nosotros y vosotros y todos los hombres del mundo fueron y son descendientes procreados y todos los que después de nosotros vinieren; más por la muchedumbre de generación que de éstos nos ha procedido desde cinco mil y más años que ha que el mundo fue creado, fue necesario que los unos hombres fuesen por una parte y los otros por otra, y se dividiesen por muchos reinos y provincias, que en una
sola no se podían sustentar e conservar.

De todas estas gentes Dios Nuestro Señor dio cargo a uno que fue llamado San Pedro, para que de todos los hombres del mundo fuese señor y superior, a quien todos obedeciesen, y fuese cabeza de todo el linaje humano, dondequiera que los hombres viviesen y estuviesen, y en cualquier ley, secta o creencia, y diole a todo el mundo por su señorío y jurisdicción. Y como quiera que le mandó que pusiese su silla en Roma, como en lugar más aparejado para regir el mundo, mas también le permitió que pudiese estar y poner su silla en cualquier otra parte del mundo y juzgar y gobernar todas las gentes: cristianos, moros, judíos, gentiles y de cualquier otra secta o creencia que fuesen.

A éste llamaron Papa, que quiere decir admirable mayor padre y guardador, porque es padre y gobernador de todos los hombres. A este San Pedro obedecieron, y tomaron posesión Rey y superior del universo [sic] los que en aquel tiempo vivían; y asimismo han tenido a todos los otros que después de él fueron al Pontificado elegidos; así se ha continuado hasta ahora y se continuará hasta que el mundo se acabe. Uno de los Pontífices pasados que en lugar de éste sucedió en aquella silla e dignidad que he dicho, como señor del mundo, hizo donación de estas islas y tierra firme del mar Océano a los católicos Reyes de España, que entonces eran Don Fernando y Doña Isabel, de
gloriosa memoria, y sus sucesores en estos reinos, nuestros señores, con todo lo que en ellos hay, según se contiene en ciertas escrituras que sobre ello pasaron, según dicho es, que podéis ver si quisiereis. Así que su majestad es rey y señor de estas islas y tierra firme por virtud de la dicha donación, y como a tal rey y señor, algunas islas más y casi todas a quienes esto ha sido notificado, han recibido a Su Majestad y le han obedecido y servido, y sirven, como súbditos lo deben hacer. Y con buena voluntad y sin ninguna resistencia, luego sin ninguna dilación, como fueron informados de lo susodicho, obedecieron y recibieron los
varones religiosos que les enviaba para que les predicasen y enseñasen nuestra Fe; y todos ellos, de su libre y agradable voluntad, sin premio ni condición alguna, se tornaron cristianos y lo son; y Su Majestad los recibió alegre y benignamente, y así los mandó tratar como a los otros súbditos y vasallos: y vosotros sois tenidos y obligados a hacer lo mismo.

Por ende, como mejor puedo, vos ruego y requiero que entendáis bien esto que os he dicho, y toméis para entenderlo y deliberar sobre ello el tiempo que fuese justo, y reconozcáis a la Iglesia por señora y superiora del universo mundo, y al sumo pontífice llamado papa en su nombre, y a Su Majestad en su lugar, como superior y señor y rey de las islas y tierra firme, por virtud de
la dicha donación, y consintáis que estos padres religiosos os declaren y prediquen lo susodicho. Si así lo hiciereis, haréis bien, y aquello que sois tenidos y obligados, y Su Majestad, y yo en su nombre, vos recibirán con todo amor y caridad, y vos dejarán vuestras mujeres e hijos libres sin servidumbre, para que de ellas y de vosotros hagáis libremente todo lo que quisiereis y por bien tuviereis; y no vos compelerá a que os tornéis cristianos, salvo si vosotros, informados de la verdad os quisiereis convertir a la santa fe católica, como lo han hecho casi todos los vecinos de las otras islas; y a más de esto Su Majestad vos dará muchos
privilegios y excepciones y os hará muchas mercedes.

Si no lo hiciereis, o en ello dilación maliciosamente pusiereis, certifícoos que con la ayuda de Dios yo entraré poderosamente contra vosotros y vos haré guerra por todas las partes y manera que yo pudiere, y os sujetaré al yugo y obediencia de la Iglesia y de Su Majestad, y tomaré vuestras mujeres e hijos y los haré esclavos, y como tales los venderé y dispondré de ellos como Su Majestad mandare, y os tomaré vuestros bienes y os haré todos los males y daños que pudiere, como a vasallo que no obedece ni quieren recibir a su señor y le resisten y contradicen; y protesto que las muertes y daños que de ella se recrecieren sea a vuestra culpa, y no de Su Majestad, ni mía, ni de estos caballeros que conmigo vinieron y de cómo os lo digo y requiero, pido al presente escribano que me lo dé por testimonio signado. 

Fuente: Lewis Hanke, La lucha por la justicia en la conquista de América

miércoles, 19 de enero de 2011

La Unión Cívica Radical frente a la crisis de Diciembre de 2001 - parte 1


1. La UCR atraviesa un momento de crisis. Las causas principales son: las divisiones en el Gobierno de la Alianza, la actitud y declaraciones de la autoridad partidaria al producirse el recambio de gobierno y la adhesión incondicional al Gobierno Duhalde impuesta por la provincia de Buenos Aires.

2. Al producirse la renuncia del Presidente De la Rúa, el Presidente del Comité Nacional Angel Rozas incurrió en el más grave error histórico, al afirmar que la UCR debía pedir disculpas y que apoyaba la devaluación.

3. En vez de eso debió denunciar la conspiración organizada para provocar la caída del gobierno, rescatar que la lucha de ese gobierno fue evitar la devaluación y el default, y oponerse a las dos actitudes irresponsables de los que llegaban, el default entre aplausos del Congreso y una devaluación que hoy todos señalan como causa de la dramática crisis actual.

4. La UCR debe insistir en que luchó para evitar la devaluación. El voto en el Congreso a la derogación de la convertibilidad debe ser explicado como un apoyo inevitable a un gobierno recién llegado y como consecuencia del discurso efectista de los aliados radicales de Duhalde. A esto se suma la actitud de muchos miembros de la Alianza que con ligereza venían convenciéndose que la devaluación era el único camino, respondiendo a la presión de sectores empresarios y sindicales (De Mendiguren, Moyano p.ej.).

5. Evitar la devaluación era cumplir con la plataforma electoral de la Alianza, donde la defensa de la paridad cambiaria es un punto específico, y así fue la prédica durante la campaña electoral. Dejando atrás tesis absurdas como el no pago de la deuda, muchos recogieron la idea lanzada por el gobierno y pidieron a voz en cuello el canje de deuda. Este proceso se iba cumpliendo con éxito y el mismo día que se haría el importante canje local, comunicadores y bancos propiciaron una peligrosa corrida que obligó a dictar el decreto de bancarización, muy distinto del posterior corralito. Por aquél se podía disponer de los fondos a través de cheques, tarjetas de crédito y débito etc., por el de Duhalde se fue a una apropiación total.

6. La violencia y asaltos iniciados el lunes 17 fueron resultado de una organización golpista. Lo investiga Oyharbide. Empezó en el Congreso al derogar poderes delegados, prórroga de sesiones, coparticipación del impuesto al cheque, negativa al presupuesto. El estado de sitio fue reclamado por muchos gobernadores, conformado por estos y por lideres parlamentarios y apoyado por importantes dirigentes. Los sucesos de Plaza de Mayo fueron magnificados. No fue en la Plaza sino en la zona del Obelisco donde hubo cuatro muertes desconociéndose cómo ocurrieron: si por los mismos organizadores de los hechos para precipitar la renuncia, si policías actuantes, o policías que hacían la interna al Jefe Santos. Se quiso exagerar con el número, tomando los de todo el país por hechos a cargo de cada gobernador.

7. En cuanto a las divisiones, fueron las iniciadas por la renuncia del Vicepresidente, las renuncias cuando el Plan López Murphy, los ataques de ex ministros como el ex Jefe de Gabinete y el ex Ministro del Interior, por especulación política, declaraciones del gobernador del Chaco, y las divisiones en los bloques parlamentarios.


Texto inédito y exclusivo para 'Ricardo Balbín Web Site',
enviado por el Dr. Fernando De la Rúa.http://ricardobalbin.tripod.com

Cortina de "El teatro de Dario Vittori"

martes, 18 de enero de 2011

Con el golpe a Illia nació un nuevo tipo de dictadura - parte 2

Sin embargo, el golpe militar contó con una red de complicidades en la sociedad civil que excedía con holgura los límites de los grandes grupos de poder económico. Un informe de la CIA fechado el 3 de junio informó que el sindicalismo vandorista había establecido contactos con los militares y resuelto no oponerse al golpe. No era de extrañar.

En el terreno sindical, Illia intentó modificar la ley de asociaciones profesionales: el manejo de los fondos se repartiría, de acuerdo con esa iniciativa, entre la central, la Federación provincial y el sindicato de base. Se estipulaba, asimismo, la participación de las minorías en las direcciones gremiales. Esta iniciativa enfureció a la burocracia sindical peronista. Pero su práctica desestabilizadora hundía sus raíces en los propios inicios de la gestión presidencial.

Los dirigentes sindicales nunca dejaron de concebir las elecciones de julio de 1963 en términos de "farsa electoral". El cuestionamiento a la legitimidad de origen del gobierno nacional se realizaba en clave antiliberal: el radicalismo expresaba un orden liberal y partidocrático destinado a ser reemplazado por otro capaz de expresar a los verdaderos actores de la comunidad nacional, como los sindicatos, el Ejército y la Iglesia.

Vandor, elogiado sospechosamente por la revista Confirmado, no se sonrojaba al señalar que las Fuerzas Armadas sentían las inquietudes del pueblo y de la CGT. Con mayor precisión, Juan José Taccone, máximo dirigente de Luz y Fuerza en Capital Federal, sintetizaba: "La clase obrera debe integrarse al resto de los sectores nacionales, de los que no excluimos, por supuesto, a la Iglesia o al Ejército. No debemos perder contacto con empresarios industriales (...) estamos en la búsqueda de una síntesis nacional". El lugar de privilegio que los sectores corporativos —"factores de poder", en el lenguaje de la época— debían tener en la toma de decisiones formaba parte de un imaginario que renegaba de los partidos y el Parlamento.

El impacto de las tendencias desestabilizadoras fue potenciado por el comportamiento de los propios partidos políticos, y en especial, de la oposición parlamentaria. Los bloques legislativos vetaron el tratamiento del presupuesto nacional para el año 1966. Ante la negativa, en abril de ese año el presidente Illia envío un mensaje al Parlamento, en el que reiteraba la necesidad de su urgente tratamiento, al tiempo que el propio ministro de Defensa, Leopoldo Suárez, acusaba al Congreso de presionar al país. Como respuesta, siete bloques —PJ, UCRI, MID, PDP, PDC, PSA y Alianza Misionera— elaboraron un despacho conjunto que ratificaba la negativa y postulaba la prórroga del presupuesto del año anterior, como norma de emergencia. Al veto del proyecto de presupuesto 1966 (cuando se dio el golpe de Onganía aún no había sido aprobado) se añadió el rechazo al proyecto de reformas impositivas con las que el gobierno pretendía hacer frente a las demandas del sector educativo.

En los hechos, los partidos operaban en contra del sistema de partidos y desprestigiaban con su accionar la institución parlamentaria. Su dudosa responsabilidad cívica alimentó la convicción militar de ser protagonistas de una época cuyos dos rasgos más sobresalientes eran la decadencia nacional y la guerra interna. Al calor de esas creencias, el gobierno de Onganía reemplazó el antiperonismo por el antipartidismo generalizado e inició la era de las dictaduras soberanas y fundacionales, es decir, de un tipo de régimen militar que lejos de limitarse a reemplazar las instituciones de un modo provisorio (como fueron los anteriores golpes militares), se proponía la fundación de un nuevo ciclo histórico.


César Tcach es autor del libro "Arturo Illia, un sueño breve. El rol del peronismo y de los Estados Unidos en el golpe militar de 1966". (Edhasa, 2006). Nota publicada en CLARÍN, 26 de Junio de 2006.















Con el golpe a Illia nació un nuevo tipo de dictadura - parte 1



Por César Tcach
Politólogo, Investigador CONICET y Director Maestría en Partidos Políticos (Universidad de Córdoba)

¿Cuáles fueron las causas del golpe militar del 28 de junio de 1966 que derrocó a Arturo Illia? No fue el correlato de crisis económica alguna; el producto bruto interno crecía a un ritmo cercano al 8% anual. El propio Mariano Grondona lo reconocía el 2 de agosto en su revista Comentarios, al señalar que se trataba de una "Revolución espiritual" en medio de grandes cosechas y una relativa bonanza económica. Lejos de la mediocridad, "el más occidental y menos subdesarrollado de los países del continente" tendría una misión: conducir a América latina "fuera" del mundo subdesarrollado e incorporarla de pleno derecho al mundo occidental.

Desde esta mirada, se hacía imperativo un "cambio de estructuras" cuya clave era el "pase a retiro" de la antigua clase política. En reemplazo de esa perimida dirigencia política, irrumpiría una nueva elite compuesta por técnicos, militares y hombres de empresa. Este punto de vista era compartido por el comandante del primer cuerpo de Ejército, general Julio Alzogaray, quien —de acuerdo a un documento de la CIA fechado el 1º de junio— habría informado a la inteligencia norteamericana que el inminente nuevo gobierno se proponía disolver todos los partidos políticos y establecer regulaciones específicas para la formación de otros nuevos. Alzogaray les comunicó, además, que los objetivos eran neutralizar las actividades comunistas, hacer de la Argentina un aliado activo de los países occidentales, recuperar la confianza de los inversores extranjeros y fortalecer las relaciones con los EE.UU.

Por cierto, existía una amplia brecha entre lo que el general Alzogaray decía en privado a los funcionarios norteamericanos y lo que decía en público. Poco tiempo antes, había sostenido en Santa Rosa de La Pampa que los golpes militares eran "cosa del pasado", una "etapa cerrada" de la historia argentina. En la madrugada del golpe se ocupó personalmente de desalojar a Arturo Illia de su despacho en la Casa Rosada.

Los propósitos desestabilizadores contaron con el beneplácito de la XXII Asamblea de ACIEL (Acción Coordinadora de Instituciones Empresariales Libres), entidad que agrupaba a los grandes empresarios nacio nales y extranjeros. En la primera semana de junio expresó en una declaración que el gobierno favorecía la actividad disolvente de grupos minoritarios que incitaban a la ocupación de fábricas y universidades; abriendo las puertas a un proceso que favorecía "la propagación de ideas extremistas que propugnan, directa o indirectamente, la implantación del colectivismo". Poco tiempo después, la Sociedad Rural se referirá al Onganiato en una terminología que no dejaba lugar a dudas: "nuestro gobierno".

Sin embargo, el golpe militar contó con una red de complicidades en la sociedad civil que excedía con holgura los límites de los grandes grupos de poder económico. Un informe de la CIA fechado el 3 de junio informó que el sindicalismo vandorista había establecido contactos con los militares y resuelto no oponerse al golpe. No era de extrañar.


César Tcach es autor del libro "Arturo Illia, un sueño breve. El rol del peronismo y de los Estados Unidos en el golpe militar de 1966". (Edhasa, 2006). Nota publicada en CLARÍN, 26 de Junio de 2006.


lunes, 17 de enero de 2011

JUNIO DEL 66 Y EL PACTO MILITAR - SINDICAL - parte 2


¿Cómo pudo ocurrir todo esto tan insólito?:

1.- El Plan de Lucha contra el gobierno radical.

Trataré de explicarlo. Pocos días antes de asumir al gobierno en octubre de 1963, fui saludado a la salida del Comité de la Provincia de la UCR por un ex diputado peronista, quien me felicitó por haber alcanzado la gobernación de la provincia de Bs. As., agregandoa continuación que debía darme una mala noticia: Perón había resuelto un plan de lucha contra el gobierno del Dr. Illia, y el sindicalismo de Vandor y Alonso tenía la instrucciones del conductor máximo para pedir mejoras salariales, tomar las fábricas y lugares de trabajo, y lo mismo en la Administración nacional y de las provincias. Vale decir que a Perón le interesaba alterar el orden. Comprometer la paz social en la República, para que no se consolidara el gobierno del radicalismo en perjuicio de sus propósitos de retomar el Gobierno de la Nación.

Abreviando: el Secretario General de la CGT, Alonso, me pidió una audiencia al mes de asumir el gobierno y me pidió un sueldo mínimo de $12.000 para los empleados administrativos de Bs. As., que estaban en $ 5.000, me parece recordar. Desde luego que era imposible satisfacer semejante pretensión con los recursos del presupuesto. Como yo estaba advertido del plan de lucha, no me costó trabajo deducir que habían empezado las acciones de ese plan. El gobierno bonaerense procedió conforme a derecho, dando intervención ala Justicia en cada caso de violación de la leyes que protegen la seguridad jurídica y la paz social. La policía, cuya jefatura ejercía mi inolvidable y entrañable amigo Juan José López Aguirre, procedió en los casos en que era solicitado el auxilio de la fuerza pública, con gran corrección y evitó entrar en el desorden y la represión.

2.- La dimisión de Onganía impulsa la actividad de los golpistas.

La renuncia del General Avalos a la Secretaria de Guerra, dio origen al problema de su reemplazo. El presidente Illia consideraba que la secretaría de Guerra tenía una función administrativa, que de ningún modo podía chocar ni interferir con la exclusivamente militar del Comandante en Jefe del Ejército. Con este criterio personal, su candidato era el general de Brigada Castro Sánchez. Era necesario conocer la opinión del comandante en jefe. A tal fin el Ministro de Defensa Leopoldo Suarez citó a Onganía, quien tenía su candidato propio. Illia nombra a Castro Sánchez y Onganía presenta su dimisión. Desde esa fecha se aceleraron los intentos golpistas de Pistarini, Alzogaray, Villegas, Fonseca, etc, que culmina con el torpe golpe del 28 de junio de 1966.

3.- La verdadera causa del golpe.

El golpe de 1966 no se produjo por errores ni por tardanzas del gobierno de Illia (criticado por los medios implicados con los golpistas, que inventaron la tortuga, etc.) sino porque el Presidente se negó a dar soluciones políticas que evitasen el triunfo del peronismo en las elecciones de 1967.
Afirmo que esa es la verdad. Como gobernador de la prov. de Bs. As. era interrogado mucha veces por militares de la más alta graduación sobre qué haríamos con el peronismo y siempre contesté que el camino del sufragio estaba abierto para todos los ciudadanos. En nuestra plataforma de gobierno, entre los famosos 7 puntos, estaba la integración del cuerpo electoral de la República. Como radicales no podíamos consentir la proscripción de un importante sector cívico.

4.- El pacto sindical militar:

Era notoria la buena relación entre los dirigentes sindicales y los militares golpistas de Onganía.
Cuando los militares asumieron de facto el gobierno, los descamisados de Perón se pusieron saco y corbata, fueron a la Casa Rosada y ocuparon un palco en el Teatro Colón el 9 de julio de 1966, diez días después del asalto nocturno perpetrado para arrebatarle su cargo al presidente constitucional Arturo Illia.
Pero la historia ya ha dado su juicio.

Anselmo Marini
Ex Gobernador de la Provincia de Bs. As., durante del gobierno nacional del Dr. Illia.

JUNIO DEL 66 Y EL PACTO MILITAR - SINDICAL - parte 1


Han transcurrido 30 años, un tercio de mi existencia, desde el golpe militar del 28 de junio de 1966 hasta hoy. Faltaban menos de 5 meses para que yo cumpliera 60 años (la edad de un hombre mayor), el mismo tiempo que falta ahora para llegar, Dios mediante, al festejo familiar de mis jóvenes 90 años.

Me parece un lapso suficientemente prolongado, que habrá de permitirme estar en condiciones de emitir un juicio objetivo, sin ningún resentimiento ni reacción partidaria o personal acerca del significado del golpe de los militares de aquella época, liderados por el General Onganía. De todos los asaltos al poder llamados golpes, pronunciamientos o revoluciones que, a partir del 6 de septiembre de 1930, quebraron la normalidad constitucional de la República, éste fue el más absurdo e inexplicable, para no decir injusto.

Destituyeron a un presidente intachable, ejemplo de honradez, y de positiva eficiencia, puesto que, en su gobierno, se había elevado el producto bruto interno en más del 25 %, reducido la deuda externa (alrededor de 1800 millones de dólares de un total de 7500 millones), detenido la inflación, que en los seis meses de 1966 alcanzaba solo al 5,4 %, respetando los derechos individuales, la libertad de expresión y afirmado el federalismo, como lo pueden atestiguar los gobernadores de la oposición de aquella época: Deolindo Bittel de El Chaco, Leopoldo Bravo de San Juan, Felipe Sapag de Neuquen, Gabrielli de Mendoza, Durán de Salta y Díaz Colodrelo de Corrientes.

Los golpistas, algunos arrepentidos después, designaron para reemplazarlo a Juan Carlos Onganía, un general reaccionario, admirador del caudillo español Franco, que tenía una idea peyorativa de la política. No estaba en su conocimiento que la mediación entre la sociedad y el gobierno corresponde a los partidos políticos. Por ese motivo suprimió a los partidos políticos y se apoderó de sus bienes. Reemplazó a la Constitución Nacional por el estatuto de la Revolución Argentina, a la soberanía del pueblo por al soberanía de las Fuerzas Armadas, creando, en definitiva, un poder personal absoluto e ilimitado.


Anselmo Marini
Ex Gobernador de la Provincia de Bs. As., durante del gobierno nacional del Dr. Illia.

sábado, 15 de enero de 2011

MONÓLOGO DE TATO BORES (fragmento)


"... La cuestión es que en el año `63 le toco el turno de vuelta a un presidente constitucional y apareció Don Arturo Humberto Illia, uno de los pocos Cordobeses nacidos en Pergamino que se conocen. Don Arturo Humberto Illia nombro como Ministro de Economía a Don Eugenio Blasco que muere en el cargo y entonces mi gran amigo Juan Carlos Pugliese asume como Ministro de Economía - empieza, mejor dicho, su carrera como Ministro de Economía suplente en todos los gabinetes radicales -. Pero como las cosas buenas duran poco tiempo, antes de cumplir los tres años los muchachos de la (haciendo el signo de una insignia militar en el hombro izquierdo con los dedos índice y mayor de la mano derecha) viñeta le dan el raje a Don Arturo Humberto Illia y designan, en elecciones limpias, y por u-na-ni-mi-dad - 3 votos - a Don Juan Carlos Ongania.

El hecho de que Don Juan Carlos Ongania en la época del enfrentamiento entre azules y colorados haya sido azul - y legalista - y después se convirtió en golpista - y de hecho, colorado - es porque a veces, la gente, des-ti-ñe.

La cuestión es que a Don Arturo lo rajaron porque decían que era muy lento, que era una tortuga. Ahí tuvimos un cacho la culpa todos porque los sindicatos, la C.G.T. le tiraba tortugas en Plaza de Mayo, los medios en contra, los periodistas en contra, los humoristas le hacíamos chistes - éramos una manga de boludos que pa' que' le via' contar -; porque el problema no era que Don Illia era lento: el problema es que los que vinieron después fueron... fueron rápidos, y fuimos derecho pal' cara...melo, fuimos, pero bah, pero rápido!

Claro, no todo fue negrura en aquellos años porque en el `66 hubo avances: porque después de la "NOCHE DE LOS BASTONES LARGOS" cerraron todas las facultades y entonces todos los investigadores, científicos, matemáticos, laburantes de las neuronas avanzaron: avanzaron hacia la frontera y se las tomaron y no volvieron nunca mas. Después, apareció algún premio Nobel que volvió: a saludar a la familia y se las volvió a tomar, total...! ..."

Autor: Santiago Varela, para Tato Bores. Año 1990.


miércoles, 12 de enero de 2011

Louis Althusser

LA FILOSOFÍA, ARMA DE LA REVOLUCIÓN

(…) Una sola expresión resume la función maestra de la práctica filosófica: “trazar una línea de demarcación” entre las ideas verdaderas y las ideas falsas. Es una expresión de Lenin.

Pero la misma expresión resume una de las operaciones esenciales en la dirección de la práctica de la lucha de clases: “trazar una línea de demarcación” entre las clases antagonistas. Entre nuestros amigos de clase y nuestros enemigos.

Es la misma expresión. Una línea teórica de demarcación entre ideas verdaderas e ideas falsas. Una línea política de demarcación entre el pueblo (el proletariado y sus aliados) y los enemigos del pueblo.

La filosofía representa la lucha de clase del pueblo en la teoría. Por otra parte, ayuda al pueblo a distinguir en la teoría y en todas las ideas (políticas, éticas, estéticas, etc.) entre ideas verdaderas e ideas falsas. En principio, las ideas verdaderas siempre sirven al pueblo; las ideas falsas siempre sirven a los enemigos del pueblo.

¿Por qué la filosofía lucha por palabras? Las realidades de la lucha de clases son “representadas” por “ideas” que son a su vez “representadas” por palabras. En el razonamiento científico y filosófico, las palabras (conceptos, categorías) son “instrumentos” de conocimiento. Pero en la lucha política, ideológica y filosófica, las palabras son también armas, explosivos, tranquilizantes o venenos. Ocasionalmente, la totalidad de la lucha de clases puede ser resumida en la lucha de una palabra contra otra palabra. Ciertas palabras luchan entre sí como enemigas. Otras palabras son la sede de una ambigüedad: la que está en juego en una batalla decisiva pero aún no decidida.

Por ejemplo: los comunistas luchan por la supresión de las clases y por una sociedad comunista, en la que un día, todos los hombres serán libres y hermanos. Sin embargo, toda la tradición clásica marxista ha rechazado decir que el marxismo es un humanismo. ¿Por qué? Porque en la práctica, esto es, en los hechos, la palabra humanismo es explotada por una ideología que la usa para luchar, esto es, para matar, otra expresión verdadera y vital para el proletariado: la lucha de clases.

Por ejemplo: los revolucionarios saben que, en última instancia, todo depende no de las técnicas, armas, etc. sino de los militantes, de su conciencia de clase, su dedicación y su coraje. Sin embargo, toda la tradición marxista ha rechazado decir que es “el hombre” quien hace la historia. ¿Por qué? Porque en la práctica, esto es, en los hechos, esta expresión es explotada por la ideología burguesa para luchar, esto es, para matar otra expresión verdadera y vital para el proletariado: son las masas las que hacen la historia.

Al mismo tiempo, la filosofía, incluso en sus obras más extensas en donde es más abstracta y difícil, lucha por palabras: contra palabras mentirosas, contra palabras ambiguas; a favor de las palabras correctas: combate por “matices de opinión”.

Lenin decía: “Sólo los miopes pueden considerar irrelevantes y superfluas las luchas entre fracciones y la diferenciación entre matices en las opiniones. El destino de la socialdemocracia rusa por largos años por venir, puede depender de la consolidación de tal o cual matiz” (¿Qué hacer?)

La lucha filosófica por palabras es una parte de la lucha política. La filosofía marxista-leninista sólo puede realizar su trabajo teórico, abstracto, riguroso y sistemático a condición de que luche tanto por palabras muy “eruditas” (concepto, teoría, dialéctica, alienación, etc.) como por palabras muy simples (hombre, masas, pueblo, lucha de clases).

Febrero 1968

martes, 11 de enero de 2011

CHESTERFIELD

La leyenda del castillo, en los pagos de Castelli


En los pagos de Guerrero, sobre la Autovía 2, en el km 168, partido de Castelli, la estancia Villa La Raquel asoma con su centenario castillo color salmón entre la frondosa arboleda, a la vera del río Salado.
De camino hacia la costa, con reserva previa, constituye una parada perfecta para pasar un día de campo, almorzar o pasar unos días. Abierto al público desde 1996, el sitio fue una vez próspero centro de desarrollo industrial de la zona, con su propia estación, fábrica de leche y almacén de ramos generales.
La leyenda del establecimiento se remonta a la primera propietaria de estos campos, Felicitas Guerrero.
Su padre, José Guerrero, se vio de pronto dueño de ésta y otras tierras a causa de la trágica muerte de su hija. Ella fue la protagonista de uno de los dramas pasionales más conocidos de la sociedad porteña de mediados del siglo pasado.
Los bellos paisajes de Villa La Raquel fueron escenario de sus amores, ya que su marido, Martín de Alzaga, era propietario de las estancias La Postrera, Bella Vista y Juancho, aproximadamente 100.000 ha que alcanzaban hasta los actuales balnearios de Pinamar, Cariló y Valeria del Mar.
Ella tenía 15 años cuando se casó con Alzaga, de 65. Ya viuda y dueña de una rara belleza, según las crónicas de la época, visitaba eventualmente los establecimientos que habían sido de su consorte. Por entonces, para llegar a un lugar los carruajes debían atravesar campos por huellas difícilmente transitables cuando llovía.
En uno de esos tantos viajes, su coche se empantanó y la auxilió un vecino, que resultó ser otro rico estanciero de la comarca: Anselmo Sáenz Valiente. Tras sacar a los viajeros del apuro en que se encontraban, les brindó el amparo de su propiedad. A partir de ese encuentro, Felicitas y Anselmo se enamoraron, y poco tiempo después se casaron.

Trágico final

Pero el final, una vez más, no iba a ser feliz. Al enterarse de la noticia del enlace, uno de los anteriores pretendientes de la joven, Enrique Ocampo, prefirió verla muerta antes que de otro. Así fue como la dama resultó víctima de un crimen pasional en 1872, provocando el escándalo y las habladurías de toda la sociedad.
Posteriormente, Ocampo se suicidó en circunstancias dudosas. Sin descendencia, los herederos naturales fueron sus padres, quienes se abocaron a explotar las estancias.
Desaparecido Carlos José Guerrero a fines del siglo pasado, los campos de La Estación --así se la conocía por esa época-- pasaron a otro de sus hijos, Manuel Justo (1858-1931), que se casó con Raquel Cárdenas.
Por entonces se estilaba homenajear a las mujeres denominando los campos con su nombre.
El almacén de ramos generales fue abierto por él, que también fue responsable de la instalación de una fábrica de lácteos, primer asentamiento industrial en la cuenca del río Salado. Fue precursor de la lechería en la zona: en 1910 sus tambos obtuvieron varios premios por la fabricación de quesos.
Su hija Valeria Guerrero (1900-1992) conservó las características originales. Tanto el chalet como el parque fueron su vida. En este sentido y junto con su marido, crearon la Fundación Manuel Guerrero, Juan Pablo Russo y Valeria Guerrero Cárdenas de Russo, estos últimos actuales propietarios del lugar.

Silvina Beccar Varela