jueves, 31 de julio de 2014

Manuel Belgrano y Bernardino Rivadavia



Archivo General de la Nación
Orden del Gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata para que sus enviados en las cortes europeas, Manuel Belgrano y Bernardino Rivadavia, regresen a Buenos Aires debido al retorno a Francia de Napoleón Bonaparte. Buenos Aires. 10 de julio de 1815. 
Documentos escritos. Sala X 1-4-5.
Transcripción:
Después del regreso de Napoleón al Imperio en la Francia y conocidos los principios antiliberales del Señor Don Fernando 7º han cesado las causas que dieron mérito a la misión de Ud. cerca de la Corte de España: en esta virtud he resuelto revocar los poderes que les fueron conferidos al expresado fin, debiendo en su consecuencia restituirse a estas provincias para dar cuenta de lo que en ejercicio de su representación hubiesen obrado hasta la fecha: y les anticipo las gracias a nombre de la Patria por el celo que han acreditado en su servicio.
Dios guíe a Ud. muchos años. Buenos Aires. Julio 30 de 1815.

Ignacio Álvarez
Gregorio Tagle

Señores Don Manuel Belgrano y Don Bernardino Rivadavia.



miércoles, 30 de julio de 2014

Inca Andaluz - Parte 2


Bohórquez se instaló en el pueblo de Tolombón, las tierras del gran rebelde Juan Calchaquí, y logró su sueño de ser aceptado como Inca. Tuvo que tomar algunas medidas favorables a sus “súbditos”, como la suspensión de los trabajos forzados, lo que provocó una interesante fuga de mitayos y esclavos.
Estas medidas preocuparon seriamente a las autoridades españolas que ya habían tenido tiempo de recibir el prontuario del “Inca” Bohórquez. El virrey del Perú, don Luis Enríquez de Guzmán, conde de Alba de Lister, escribió al gobernador del Tucumán:

La turbación que ha causado don Pedro Bohórquez en Calchaquí, ha llegado a esta ciudad [...] y han venido relaciones del modo como vuestra merced lo trató y lo nombró por su teniente, cosa que, juzgo, obró como quien no conocía al sujeto porque sus procedimientos y la mala cuenta que ha dado de lo poco que ha sido a su cargo, obligó a desterrarlo a Valdivia de donde fue, fugitivo, a parar a esas provincias. [...] Y así se ha resuelto que luego que vuestra merced reciba ésta, procure prender a este hombre y, preso, lo remitirá al señor presidente de [la Audiencia de] Charcas para que le envíe desde allí a Lima. 2


Al verse acorralado, el andaluz lanzó a sus seguidores a la ofensiva, saqueando conventos, pueblos y haciendas. Sin embargo, fue capturado, condenado a prisión por siete años y finalmente ejecutado con el “humanitario” método del garrote vil.

Los españoles, que habían padecido más de cien años de guerra continua en aquellos hermosos y heroicos valles Calchaquíes, en enero de 1667 decidieron “extrañar” a los veinte mil derrotados de los pueblos quilmes y acalianes: los “reubicaron” en diversas zonas de lo que todavía era el virreinato del Perú. Los más heroicos guerreros y sus familias, que habían resistido a los Incas y a los españoles, fueron obligados a caminar encadenados desde Tucumán hasta un poblado bonaerense. Los pocos que llegaron vivieron en un sitio que nombraron Quilmes.

Referencias:
2 Carta del virrey conde de Alba de Lister al gobernador Alonso de Mercado y Villacorta, del 1º de diciembre de 1657, en Piossek Prebisch, op. cit., pág. 157-183.


Inca Andaluz - Parte 1


Allá por 1655 en los Valles Calchaquíes,  un novelesco personaje nacido en Andalucía, llamado Pedro Bohórquez o Pedro Chamizo, quien se hacía llamar Hualpa Inca, jurando ser descendiente directo de los Incas, se ganó el favor y la confianza de los diaguitas y se ofreció a liderarlos para combatir contra los españoles y reinstaurar el imperio incaico.

Bohórquez trabajaba a dos puntas y había establecido contacto con el gobernador español, al que le prometió llevar adelante un fino trabajo de espionaje para dar con los tesoros ocultos en la zona y lograr la definitiva derrota de aquellos pueblos tan guerreros. Los españoles también le creyeron y el 11 de agosto de 1657 lo nombraron lugarteniente de gobernador, justicia mayor y capitán de guerra de los valles Calchaquíes, otorgándole además una autorización escrita para portar el título de Inca.

También logró el apoyo para nada desinteresado de dos misioneros, los padres Eugenio de Sancho y Juan de León. El padre León, por ejemplo, escribía: 


Señor capitán Hernando de Pedraza: [...] si la tercia parte de las noticias [de riquezas] de Calchaquí se descubre, no habrá en el mundo [...] provincia más rica que la nuestra. [...] Le pondré una memoria de lo que ha llegado a mi noticia, de riquezas [...]. ¡Jesús de mi alma! Dejemos ya la tierra caduca y miserable. Subámonos un poco al cielo [...] donde tendrá a colmo [...] cuantos gustos y deleites honestos puede percibir el entendimiento humano [...]. Minas del Pular: fundición de plata. En el pueblo de Cachi: minas de plata [...] y de oro [...]. En Calchaquí: [...] la Casa Blanca y una muy nombrada huaca. En Guampalán: minas de plata. En Quilmes: dos huacas grandiosas. En Encamana: de plata. 1

Wak’a, en quechua, significa “lo sagrado”, “lo sobrenatural”, y se aplica tanto a una divinidad como a un objeto de culto, como es el caso de las ofrendas hechas a los dioses. La práctica de enterrar ofrendas de objetos de oro, plata y piedras (muy extendida en la zona andina, por el culto a los cerros, a la Madre Tierra y a los antepasados) llevó a que el término se volviera sinónimo, para los españoles, de “tesoro enterrado”, por lo que todo sitio sagrado andino fue objeto preferencial de su codicioso saqueo.

1 Carta del P. Juan de León a Hernando de Pedraza, citada por Teresa Piossek Prebisch, La rebelión de Pedro Bohórquez: el Inca del Tucumán, 1656-1659, Buenos Aires, s/e, 1976, págs. 101-102.

Llegada de colectivos y camiones importados,1959

martes, 29 de julio de 2014

La fuga de un alumno



Archivo General de la Nación

Informe del Rector del Colegio de Ciencias Morales, Miguel Belgrano, al ministro Bernardino Rivadavia, sobre la fuga de un alumno. Buenos Aires, 25 de julio de 1823.
Documentos escritos. Sala X 6-1-4.

Transcripción:

Excelentísimo Señor

El alumno militar Don José Ordóñez fugó de este colegio ayer al anochecer, sin que se le haya dado la más leve causa para tamaño atentado en escándalo de esta juventud, ni se pueda concebir otra que la de su inaplicación constante, y carácter rudo conforme al orden de este establecimiento. Lo que tengo el honor de poner en noticia de V.E. para su conocimiento y superior determinación.
Dios guarde a V.E. muchos años. Buenos Aires. Julio 25 de 1823.

Excelentísimo Señor

El Rector en Comisión
Miguel de Belgrano

Excelentísimo Señor Gobernador Delegado de la Provincia Don Bernardino Rivadavia

Por el delito de que instruye el Rector en la presente nota cometido por el joven Don José Ordóñez queda expelido del Colegio, y a más se le condena a que sufra en la Cárcel de Policía quince días de arresto. Líbrense las órdenes que demanda esta resolución.

Rivadavia

sábado, 26 de julio de 2014

Visita del presidente Raúl Alfonsín a Cuba



No solo fue el primer presidente argentino que visito Cuba en toda la historia.Tambien fue el primer presidente latinoamericano en hacerlo desde que Cuba fue el expulsada de la OEA en los sesenta.Esto es autonomia de decision de un gobierno y una nacion.Esta es la latinoamercia que soñamos: plural, independiente y liberada del tutelaje de Estados Unidos.

viernes, 25 de julio de 2014

Apodos - Motes Norteños - Parte 2

Chui-chui: es un apodo que se le suele poner a las personas enjutas con los hombros encogidos. Viene el mote de la expresión quichua chuy que significa "qué frío".

Bosta i' cojudo: se usa mucho en nuestra zona el dicho "amontonados como bosta i' cojudo". Esto viene de que el cojudo, macho de las yeguas, cuando éstas están en celo, hacen sus necesidades y el padrillo empieza a estirar su labio superior oliendo el aire, comienza a bostear y esta bosta se amontona en grandes cantidades. De allí el dicho.

Pila quisquido: los perros pila son esos perros con el cuero como elefante, sin pelos, y apenas un flequillo ralo. Se los usó mucho en una época a la forma de bolsa de agua caliente para ponerlos en los pies, por la alta temperatura de sus cuerpos. El dicho es para personas medio peladas y con los ojos saltones. Quisquido es aquel que no puede ir de vientre.

Chancho ensillao: se dice de las personas gordas que tienen joroba... esta joroba parece una montura. Es un apodo cruel pero de gran difusión

Lámpara sin querosene: se utilizaba en una época lámparas a querosene en los lugares donde no había electricidad... actualmente se utilizan en el campo. El término lámpara sin querosene viene de cuando estas lámparas se estaban quedando sin combustible comenzaban a flaquear y a dar luz intermitente. Se le dice a las personas nerviosas que parpadean constantemente.

Mosquito: a los borrachines se les puso este mote, porque hay que matarlos para que dejen de "chupar".
Cemento: a las mismas personas que en el anterior, nada más que estas chupan hasta quedar duros, al igual que el cemento.

Culo con hipo: se le dice a aquellas personas que tienen renguera y mueven sus nalgas desacompasadamente. Culo es el trasero.

Pájaro lleno: a las personas flacas y con panza grande. Es sabido que los pájaros comen hasta el hartazgo y se les llena el buche quedando con una forma muy graciosa.




Apodos - Motes Norteños - Parte 1



- Acierta el mote (quizá la tarea más dificil, que el mote sea exacto para la víctima)
- Aprobación popular del mote (comienza la transición a Folklórico)


En un minucioso trabajo realizado por el ingeniero Julio S. Storni: "Motes del Tucumán", se desarrollan los motes oapodos que se utilizaban previo a 1950 en la zona del Noroeste Argentino.

El ing. Storni fue pionero en este tipo de investigación, dándole a los motes y su uso una orientación e investigación científica. 

En "Motes del Tucumán" nos hace la observación que se necesitan tres etapas para que un apodo pueda tener características de folklórico:
- Surge el mote (totalmente atribuido al ingenio popular)
Para muestra, dicen, sobra un botón, así que pondremos algunos ejemplos de "Motes del Tucumán" y algunos otros apodos de gran difusión en la zona del norte.

Sapo e' bronce: se le llama generalmente a las personas con gesto duro, de boca grande, con piel y gestos acordes al batracio de este telúrico juego.

Huncaca: Nos recuerda Storni que las huncacas son "esas lombrices o viboritas que abundan en tierras húmedas y pantanosas", usados mucho como carnada de aficionados a la pesca. Es por ello que se le dice así a las personas de silueta larga, negra y con la piel brillosa.

Cuchi parao: El cuchi es lo que en el norte se llama chancho, o bien puerco, cerdo, etc. En este caso se usa a los que tienen los ojos siempre en busca de algo, y que además son gorditos y fáciles de agitar.

Carrasca yuta: la carrasca o charrasca es un pajarito pequeño muy inquieto que suele anidar en las viviendas y gritar muy fuerte. Se suele usar este apodo a la gente con esa característica y al no tener cola, se le dice yuto.


jueves, 24 de julio de 2014

Belgrano, desde su esquina símbolo – Parte 2


En tiempos más actuales, Cabildo y Juramento tuvo también otros sitios que la hicieron cita obligada: la famosa Confitería "Mignón", el cine que también tenía ese nombre y la Galería "Juramento", punto de encuentro hasta la década de 1980. La confitería era famosa por servir en bandeja de plata las masas que acompañaban el té. En la ochava que ocupaba ahora hay pequeños comercios de distintos rubros.

Donde estaba el cine "Mignón" (sobre Juramento, a unos metros de Cabildo en dirección a Ciudad de la Paz), ya casi nadie recuerda su decorado edificio y su gran sala con las tradicionales butacas forradas en gamuza. Después de haber albergado a un restaurante de "tenedor libre", en la actualidad el lugar es sede de una iglesia evangélica. Al lado estaba el local de la heladería "Venecia", que también pasó a la historia.

En cuanto a la Galería "Juramento", muchos la evocan como Churba. Tenía tres pisos y dos subsuelos y a los locales se llegaba caminando por una amplia rampa que dejaba un gran hueco central que proveía aire y luz. Fue un lugar de moda y diseño y albergó comercios que quedaron en la memoria de muchos: la disquería "Downtown Records", las casas que vendían jeans y remeras exclusivas y, en el tercer piso, la famosa "Toldería de la Griega", donde los hippies conseguían la ropa que los distinguía.

Hoy, en esa esquina, hay una pizzería y un gran local de ropa deportiva. También se ve un mural que recuerda a John Lennon pidiendo una oportunidad para la paz. Los árboles escasean, la boca de la estación del subte se sumó al paisaje y ningún dato alude a don Policarpo Mom, un personaje que fue clave en el desarrollo de Belgrano. Pero esa es otra historia.
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Imagen: Cruce de Cabildo y Juramento: Confitería "Mignon" en la esquina sudeste (Foto circa década del 40).


http://serdebuenosayres.blogspot.com.ar

Belgrano, desde su esquina símbolo – Parte 1


En cada barrio de Buenos Aires hay una esquina que oficia de punto central, convirtiéndose no sólo en referencia obligada, sino también en símbolo del lugar. En Belgrano, ese lugar es el cruce de las avenidas Cabildo y Juramento. Y aunque en la zona hay otros sectores que pueden resultar representativos (como las Barrancas, las estaciones de tren o la iglesia de la Inmaculada Concepción, a la que todos conocen como “la Redonda”), lo cierto es que Cabildo y Juramento tiene mucho para erigirse como corazón del Belgrano actual.

Como comienzo se debe considerar que si uno despliega un mapa del barrio, Cabildo y Juramento queda casi en el centro de ese lugar que en 1855 era un pueblo, en 1883 pasó a ser ciudad y que en 1887, tras ser anexado a Buenos Aires, quedaría como un barrio más de la gran metrópolis. Los nombres actuales de las dos avenidas recién fueron impuestos el 27 de noviembre de 1893. Antes, Cabildo era 25 de Mayo y Juramento, Lavalle.

Y aún en los tiempos en que Cabildo era el Camino Real del Norte, un ancho sendero de tierra que usaban los troperos (vale recordar que en el cruce con la actual calle La Pampa estaba la pulpería "La Blanqueada", antigua parada de carretas), la esquina con Juramento ya empezaba a figurar como lugar importante. Es que a unos metros vivía Juan Callaba, dueño de las diligencias que llegaban desde el Centro hasta Belgrano. La más famosa era una llamada "La Golondrina". Hoy, por Cabildo y Juramento circulan unas quince líneas de colectivos.


Y si de transportes se trata, aquella esquina también vio pasar muchas veces al famoso tranguaicito, un tranvía tirado por tres caballos que iba desde la estación del tren, en el Bajo, hasta la actual calle Vidal. Era un servicio especial que circuló hasta noviembre de 1915. Durante muchos años, la concesión de ese servicio estuvo a cargo de Luis Cevasco, un antiguo vecino del barrio quien también era famoso por ser el dueño de "Toro", un caballo percherón que ganó muchas cinchadas. La historia dice que, con "Toro", don Cevasco ganó e hizo ganar mucha plata a muchos apostadores que le tenían fe a la fuerza de su caballo.

domingo, 20 de julio de 2014

SARRASQUETA



Siguiendo con la controversia de quién fue el primer personaje de historieta de nustras tierras, el candidato a seguir en la lista es este personaje, aparecido poco tiempo después que Viruta y Chicharrón en las paginas del número 743 de Caras y Caretas, en 1913.
Don Goyo Sarrasqueta y Obes (ese es su nombre completo) es -según su propio creador- un socialista convencido, un entusiasta demócrata, antiguo radical, conservador de lo suyo y defensor de los derechos del hombre y de los deberes de las mujeres.
Inmigrante, español, Sarrasqueta siempre estaba dispuesto a figurar y a intentar ganar prestigio o dinero de forma rápida y fácil, cosa que en la mayoría de las veces le era esquivo. Crítico social de la realidad que lo circunda, incorpora como dato a la historieta (si bien el recurso del globo es escaso a lo largo del tiempo en este personaje) la visión de aquella Argentina de los “años dorados”, pero sin perder de vista los acontecimientos internacionales, no sólo polìticos si no también artísticos.
Algunas de las planchas publicadas son verdaderas obras de arte y se las debemos al maestro Manuel Redondo. Sin embargo, Redondo no creó al personaje, sino que convirtió en protagonista de una historieta a un Sarrasqueta que ya desde 1912 aparecía en las viñetas humorísticas de Alonso, otro dibujante de aquella época.
De enorme éxito y gran repercusión popular (quizás la historieta más reconocida de la era pre-Patoruzú), Sarrasqueta apareció aproximadamente por espacio de 15 años en las páginas de Caras y Caretas.

 por Hernán Ostuni
http://www.comiqueando.com.ar

viernes, 18 de julio de 2014

Sangre en el Riachuelo




En las letras de muchos tangos, el Puente Alsina y sus alrededores suelen aparecer como paisaje ambiental de duelos entre guapos que, cuchillo en mano, disputaban el amor de una mujer o bien el predominio territorial. Pero hace 134 años aquella zona del barrio de Pompeya fue el escenario de un enfrentamiento entre argentinos, donde los muertos y heridos se contaron de a miles. Ocurrió en junio de 1880, cuando fuerzas que respondían al presidente Nicolás Avellaneda pelearon contra las lideradas por el gobernador bonaerense Carlos Tejedor, una verdadera tragedia.
En la superficie, la disputa se centraba en que Avellaneda quería que la ciudad de Buenos Aires fuera declarada como Capital Federal, algo a lo que se oponían los bonaerenses, ya que la ciudad era la capital provincial. Pero había otro trasfondo: la pelea por quién sería el nuevo Presidente. Las elecciones fueron en abril y Julio Argentino Roca (entonces ministro de Guerra y Marina del presidente) derrotó a Tejedor. Desde ese momento, el enfrentamiento resultó inevitable.

Ya hacía un tiempo que Tejedor había promovido la creación de milicias organizadas en batallones que tenían nombres como “Rifleros”, “Tiradores voluntarios de San Telmo” o “Ciudadanos armados”. Esos grupos civiles se entrenaban en el Tiro Nacional, que estaba en Palermo. Tras el resultado electoral adverso, Tejedor los movilizó y los hizo desfilar por la ciudad. Ante eso, Avellaneda acusó a Buenos Aires de sedición, dejó la ciudad e instaló la sede del gobierno en el vecino pueblo de Belgrano. El primer combate ocurrió en Olivera, cerca de Mercedes. Pero el 21 de junio de 1880, los dos ejércitos se enfrentaron en Puente Alsina.

Al mando de los nacionales estuvo el coronel Eduardo Racedo; por los provinciales, el coronel José Inocencio Arias. Fue una batalla brutal que empezó a las 4 de la mañana. Y no sólo se intercambiaron balas (había fusiles Mauser y Remington) sino que también hubo cargas de caballería y lucha cuerpo a cuerpo a sable y bayoneta. La disputa por el dominio del puente fue a sangre y fuego. Hasta se dispararon con cañones Krupp, una de las piezas de artillería más modernas de la época, que se fabricaban en la ciudad alemana de Essen. Tras varias horas de lucha los provinciales resistieron el embate desde un lugar al que se conocía como “la casa del palomar”. Dicen que en ese choque hubo 1.200 muertos. Y que a media mañana de ese día trágico, el puente estaba cubierto de cadáveres de soldados y de caballos, que después fueron arrojados al Riachuelo.

Como no le enviaron refuerzos, al mediodía Arias ordenó el repliegue hacia la zona de los Corrales Viejos (el actual Parque Patricios), donde hubo un nuevo combate, tanto o más violento que el anterior. El lugar clave fue el actual cruce de Caseros y La Rioja, donde estaba la sede de la Comisaría de los Corrales. Cuentan que también allí hubo más de mil muertos, además de cientos de heridos.

Ante esta situación, el 23 de junio Tejedor designó al general Bartolomé Mitre para negociar con Avellaneda. Así se logró una amplia amnistía para los sublevados. Tejedor renunció y la gobernación quedó a cargo del vice José María Moreno. El 20 de septiembre se sancionó la ley que declaraba a Buenos Aires como Capital Federal de la República. Y menos de un mes más tarde Roca asumía como Presidente. Mientras tanto, Dardo Rocha (el nuevo gobernador bonaerense) elegía a la ciudad de Ensenada como capital provisoria de la provincia y convocaba al ingeniero Pedro Benoit para diseñar la nueva ciudad que pasaría a ser la capital del distrito. Aquella ciudad se llamaría La Plata y su fundación oficial quedaría registrada el 19 de noviembre de 1882. Pero esa es otra historia.

por Eduardo Parise
Fuente: 
SECRETA BUENOS AIRES

jueves, 17 de julio de 2014

Juan Moreira, la historieta, el libro.wmv




La historieta dibujada en 1983-84 por José Massaroli para el diario la Voz, ha sido recopilada y llevada al libro por La Duendes, prestigiosa editora patagónica. Fue presentada al público el 3 de agosto de 2010, en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires

Juan Moreira, legendario personaje gauchesco inmortalizado por Eduardo Gutiérrez en el folletín que apareció originalmente en el diario La Patria Argentina en 1879, fue llevado a la historieta por el dibujante argentino José Massaroli para el diario La Voz en 1983-84. Después de largo tiempo, es redescubierta y difundida en internet durante 2009 por el grupo editor La Duendes en su blog Historieta Patagónica. En vista del interés suscitado en los numerosos visitantes de dicho blog, se decidió imprimir y publicar el libro en 2010.

La obra, con un total de 116 páginas, incluye una presentación escrita por el escritor y dibujante Alejandro Aguado, líder de La Duendes, y un prólogo del periodista Ariel Avilez, creador del sitio web Blancas Murallas, con el diseño gráfico a cargo de Keki.

https://www.youtube.com/watch?v=O1TdrprZtB4

miércoles, 16 de julio de 2014

Alas Argentinas - Extracto n° 3

Alas Argentinas reflejo de un país - Extracto n° 2

Alas Argentinas - Extracto n° 1




Para mayor información ingresar a: www.alasdeargentina.com.arEl documental de Ezequiel Comesaña narra la historia de la primera fábrica militar de aviones en Sudamérica, ubicada en la ciudad de Córdoba, Argentina. Sus logros llegaron a competir de igual a igual con otros de Estados Unidos y Europa.
Con un minucioso trabajo de investigación, se da a conocer:
-La verdadera relación que existió entre el peronismo y la aeronáutica.
-El controversial arribo de ingenieros alemanes protagonistas del alto desarrollo aeronáutico en el estado nazi, durante la segunda guerra mundial.
-Las causas de la destrucción total del desarrollo aeronáutico en 1955 tras la caída del régimen peronista en manos de un golpe militar.
-Y la irónica intención de reflotar esta industria durante la última dictadura militar, que marco el periodo más oscuro del país.
El documental arroja una luz sobre esta historia, que encuentra un correlato perfecto con los mismos de un país en estado permanente de ciclos descontinuados.
El trabajo es inédito, y no hay otro material existente que aborde el desarrollo de esta rica historia.
Cuenta con la entrevista exclusiva a Diego Horten, hijo del prestigioso ingeniero alemán Reinar Horten, reconocido mundialmente como uno de los precursores en el diseño aeronáutico, quien arribo al país en 1948. Es la primera vez que su hijo accedió a dar una entrevista filmada y a su vez colaboró con una gran cantidad de archivo fotográfico.
El marco histórico lo proporcionan el politólogo y periodista Claudio Fantini, el historiador aeronáutico Ricardo Burzaco, cuyo libro principal se titula Las Alas de Perón, consultor para Discovery Channel en materia de aeronáutica argentina y la Doctora en historia Sara Luperi, cuya tesis doctoral fue La fábrica militar de aviones de Argentina, 1946-1955.
También cuenta con la presencia de los protagonistas directos, ingenieros aeronáuticos y mecánicos históricos de la aviación argentina:
-Raúl Magallanes, encargado de fabricar el primer motor aeronáutico del país.
-Norberto Morchio, encargado del primer avión a reacción construido en Sudamérica.
-Eduardo Abril, jefe de fabricaciones.
-Higinio Monserrat, primer director de la fábrica de automóviles.
-Francisco San Martín, hijo del Brigadier San Martín, director de la fábrica en 1944.
-Enrique Corti, desde su ingreso en 1950, participó en la mayoría de los desarrollos, desde el PULQUI II hasta el avión PAMPA (1984). Es yerno del creador de la fábrica, Francisco de Arteaga, el primer ingeniero aeronáutico de Argentina.
En 1994, la fábrica militar de aviones de Argentina fue cedida en concesión a la firma norteamericana Lockheed Martin Aircraft, abandonando la acción fabril, dedicándose al mantenimiento de aviones. Su principal cliente es la propia fuerza área argentina. En la actualidad constituye el único reducto que puede reflotar la industria aeronáutica de argentina.

sábado, 12 de julio de 2014

Entrevista a Astor Piazzola y Aníbal Troilo - Parte 2






Aníbal Troilo, Astor Piazzolla, dos dimensiones de Buenos Aires contrapuestas a través de un reportaje paralelo. Dos maneras distintas de sentir y vivir a Buenos Aires, dos versiones igualmente apasionadas de la ciudad-país.

1. ¿Cómo vive a Buenos Aires?

2. ¿Cómo ve nuestro tiempo?

3. ¿Cómo vive el éxito?

4. ¿Qué opina de Perón?

5. ¿Qué opina de las mujeres?

6. ¿Y de su mujer, en particular?

7. ¿Qué es la soledad?

8. ¿Qué es lo popular?

9. ¿Cómo será el año 2000?

10. ¿Cómo vive la noche?

11. ¿Qué oficio tenía su padre?

12. ¿Qué opina del dinero?

13. ¿Le interesa el jazz?

14. ¿Qué opina de Troilo? ¿Qué opina de Piazzolla?


Astor Piazzolla

1. No sólo siento, sino que sé a Buenos Aires una ciudad melancólica, poblada por melancólicos. Siento de alguna forma que esta melancolía es un rasgo diferencial, un distintivo de los argentinos. Debe ser la única melancolía positiva que hay en el mundo.

2. En 1965 nadie puede ignorar que nuestro mundo es contradictorio y fascinante. Las dos cosas. Yo vivo este tiempo constantemente asombrado por lo que el hombre descubre fuera, pero sobre todo, dentro de sí mismo.

3. Mientras no se tiene, se desea, y cuando se lo tiene, se añora la lucha que uno llevó a cabo para obtenerlo. Yo, que sigo peleando para obtenerlo, puedo decirle que durante muchos años me pasé temiendo que alguna vez el éxito me hiciera bajar la guardia, ablandarme, frustrarme.

4. La primera presidencia de Perón pasará a la historia, creo, como una etapa decisiva en el desarrollo histórico, económico del país. La segunda presidencia, en cambio, será juzgada en el futuro –como lo es ya ahora- como un verdadero caos. Yo odio el caos.

5. La mujer es todo en la vida del hombre: creo que el tango tiene contraída con la mujer argentina una deuda de honor.

6. Todo lo bueno que he podido conseguir en mi vida se lo debo a mi esposa. Si se pudiera volver atrás volvería a casarme con ella.

7. En primer lugar, tengo que reconocer que la conozco a fondo a la soledad. Aveces, como negación, como incomprensión. A veces, como la simple soledad física. De cualquier manera es algo aterrador, espantoso.

8. No siempre la popularidad es la contrapartida de la soledad. A veces suelen ser sinónimos. En mi propio caso, creo que con la popularidad que he buscado francamente, sin ocultamientos, ya la he conseguido. No soy de esos que dicen “Qué me importa la publicidad”, y después recurren a todo tipo de argucias para que alguna revista les publique una fotografía.

9. Me imagino esa época como una hermandad entre todos los pueblos. Ojalá llegue a verlo.

10. Mientras trabajo, me hace feliz. Pero -ya le dije que odio el caos- componer, estudiar, es algo que prefiero hacer de día.

11. Mi padre fue bicicletero, peluquero y algunos otros oficios.

12. Algo que viene y va, no demasiado difícil de conseguir y de perder.

13. A mí me interesa toda la buena música.

14. Troilo está detenido. Pero sigue siendo la esencia más depurada, y a la vez más rica, del tango. Van a pasar muchos años hasta que aparezca un artista de su grandeza.


Bernardo Neustadt
REVISTA EXTRA - AÑO L - Nº 5 - NOVIEMBRE 1965
DOS BUENOS AIRES

viernes, 11 de julio de 2014

Entrevista a Astor Piazzola y Aníbal Troilo - Parte 1




Aníbal Troilo, Astor Piazzolla, dos dimensiones de Buenos Aires contrapuestas a través de un reportaje paralelo. Dos maneras distintas de sentir y vivir a Buenos Aires, dos versiones igualmente apasionadas de la ciudad-país.

1. ¿Cómo vive a Buenos Aires?

2. ¿Cómo ve nuestro tiempo?

3. ¿Cómo vive el éxito?

4. ¿Qué opina de Perón?

5. ¿Qué opina de las mujeres?

6. ¿Y de su mujer, en particular?

7. ¿Qué es la soledad?

8. ¿Qué es lo popular?

9. ¿Cómo será el año 2000?

10. ¿Cómo vive la noche?

11. ¿Qué oficio tenía su padre?

12. ¿Qué opina del dinero?

13. ¿Le interesa el jazz?

14. ¿Qué opina de Troilo? ¿Qué opina de Piazzolla?


Aníbal Troilo

1. Como algo muy íntimo, muy mío. Como una de las cosas que más quiero.

2. Incluso cuando cosas que yo quería mucho estaban en baja, sentí que tenía adentro mí era la alegría de vivir.

3. Creo que he tenido éxito en mi vida. Ahora me doy cuenta de que lo he soportado con alegría, con humildad y con respeto por los otros, por los que no tenían éxito.

4. A mí me hablan mal de Perón y no entiendo nada. Para mí, fue una de las cosas más importantes que han ocurrido en el país. Después de él, todo cambió. Pero lo que se escribe con la mano no se puede borrar con el codo.

5. Tal vez es la cosa más linda que tiene la vida.

6. La mía es una gran mujer. Porque para aguantarme a mí veintisiete años tiene que ser muy buena.

7. Como si de repente me quedara sin amigos. Es algo terrible.

8. Todo lo que tiene repercusión en el pueblo. El pueblo es sabio.

9. A este caso, yo creo que todos vamos a andar por las nubes... de a pie. Va a haber menos miseria. Me gustaría saber cómo va a ser el tango en esa época.

10. Antes vivía de noche; ahora empecé a buscar el día, nuevamente. Pero sigo viviendo intensamente la noche, la madrugada.

11. Carnicero.

12. Lo necesito para vivir, pero ya, a esta altura, francamente me parece algo que importa poco. Aunque hace treinta o cuarenta años me desesperaba la plata que me faltaba.

13. Sí, me interesa. Sobre todo el jazz negro, pero también, a veces, un Glenn Miller.

14. Creo que es un gran músico; sobre todo, un compositor inspirado. Lo único que me molesta en él es que a veces quiere asustar a la gente con arreglos extraños. Me río de los que creen que Piazzolla debería dejar el tango y hacer música sinfónica. Para el tango, un músico como Piazzolla es impagable.


sábado, 5 de julio de 2014

Recuperan valiosas piezas del cine mudo argentino



El Museo del Cine del gobierno porteño, con el aporte del Incaa, presentó Mosaico Criollo, primera antología del cine mudo argentino; aquí, un fragmento de La vuelta al bulín (1926)

viernes, 4 de julio de 2014

Armas durante la época virreinal – Parte 3



Esto no debe haber dado mucho resultado, y puede atribuirse a dos razones: la primera, a que no eran demasiadas las armas existentes, y la segunda, a que los españoles eran propietarios indiscutidos de las armas hasta ese momento, y no tenían ningún interés en entregárselas a quienes iban a ser sus opositores en venideros conflictos guerreros.  De ahí que, poco tiempo después, el 14 de junio, por un nuevo bando se ordena que toda arma que no se halle en manos de autoridad militar sea entregada sin que se tenga en cuenta fuero, excusa ni privilegio alguno, y esta vez en el perentorio término de 24 horas de publicado.  Además, se agrega la pena del destierro para quienes ocultaran las armas y se gratificaba con 25 pesos al que denunciare a quien las retuviera.  La mitad se le entregaba al denunciante, y el resto pasaba al en ese entonces Real Fisco.
En cuanto a las pistolas, las recompensas se ofrecían, ya fueran éstas de charpa o de arzón.  Las primeras eran las que se portaban en un tahalí, que hacia la cintura llevaba unido un pedazo de cuero con ganchos para colgar pistolas regulares de chispa.  Las segundas correspondían a pistolas, también de chispa, pero de mayor tamaño y longitud de cañón, y que se llevaban en unas pistoleras colocadas en el fuste delantero de la silla de montar.

Acuciante era la necesidad de armamento, heredada por nuestros patriotas de la época del virreinato, los cuales, para aumentar las fuerzas que se necesitaban y suplir la falta de armas de fuego, ordenaron por medio de la Junta a Miguel de Azcuénaga, el 10 de agosto de 1810, que con maderas buenas hiciera enastar las alabardas que usaban las tropas españolas, y formara con estas armas blancas dos compañías de alabarderos de cien hombres cada una, en la provincia de Tucumán, considerando que ésta era una excelente “caballería” para las tropas destinadas al Perú, aumentando así las fuerzas para reemplazar la falta de armas de fuego.  Simultáneamente, la Junta acuerda que todos los sargentos del Ejército usen alabarda, para que los fusiles puedan ser usados por otros tantos soldados.

La penuria por obtener armas debe haber sido muy grande para nuestros hombres de Mayo, porque casi dos años después de los bandos a que se hizo referencia, un decreto firmado por Chiclana, Sarratea y Paso, sigue solicitando la entrega de toda arma de chispa o blanca que se halle en manos de particulares, sean éstas de propiedad privada o del Estado (desde luego del Rey) y aplicando esta vez hasta la pena de muerte a quien las ocultare.  Nuevamente el fisco vuelve a quedarse con la mayor parte de los quinientos pesos de gratificación que se otorgaba a quien descubriese al que tenía armas, pues esta vez el denunciante sólo se llevaba un tercio de dicha suma y el resto quedaba para el Estado.

Como se ve el virreinato no contaba con armamentos suficientes para empeñarse en acciones de guerra de alguna importancia.  Fundamentalmente, esto se debió a dos razones; primero, conflictos de importancia no existieron, fuera del de Colonia de Sacramento, al que ya se hizo referencia, y luego no interesaba al poder real el dar armas a los más ilustrados hijos de España, como eran los criollos que vivían en Buenos Aires y sus zonas de influencia.
La metrópoli mantenía el centro de gravedad del poder militar en el Perú; por lo tanto, las armas que arribaban al Río de la Plata en los buques, o iban hacia el norte, o regresaban a Europa en esos mismos buques.

La verdadera arma que logra la grandeza de un país es la fuerza empeñada en el esfuerzo común por el corazón de sus habitantes, hacia un objetivo también común que le haga alcanzar la grandeza que ellos pretendan darle.

Fuente
Fontanarossa, José – Armas blancas y de fuego durante la época virreinal – Bol. Del Centro Naval – Buenos Aires (1976).
www.revisionistas.com.ar
Se permite la reproducción citando la fuente: www.revisionistas.com.ar


Armas durante la época virreinal – Parte 2



Pero, producida la derrota de los ingleses, y rendidos sus jefes y hechas prisioneras sus unidades militares, nuestros hombres capturaron un excelente botín de guerra, lo cual dio origen a que en el virreinato, los criollos, y fundamentalmente la Legión de Patricios, pudieran contar con las primeras armas de fuego realmente efectivas.  Entre las capturadas, se encuentra nuestro primer fusil de uso militar en mano de unidades formadas por hijos del país.  Este es el fusil de chispa Brown-Bess.  Aquí conviene aclarar el error popular que hace que a esta arma se la denomine “Tower”, porque en su platina derecha se hallan grabadas una corona y la palabra Tower.  Pero aquí radica el error de la denominación, porque en Inglaterra todas las armas militares eran propiedad del rey, de ahí la corona, e ingresaban al arsenal real, que era la Torre de Londres, cualesquiera fueran su marca o el origen de su fabricación.

Este fusil Brown-Bess tuvo para nosotros el inconveniente de que no poseíamos el elemento más importante que necesitaba su sistema de fuego, y que consistía en una piedra que se colocaba en lo que hoy se llamaría “percutor”, que se denomina pedernal.

Esta dificultad subsistió a través del tiempo, y es la que, alcanzada nuestra libertad, y en las luchas empeñadas para consolidarla, hace decir a Belgrano en Tucumán, en documento dirigido al Primer Triunvirato, que los fusiles allí fabricados se le doblaban al primer disparo y además, carecían de su elemento más valioso, el pedernal, sin el cual estas armas eran prácticamente inservibles, reclamando a Buenos Aires su pronto envío.
En resumen, el arma más importante que pudimos utilizar, y con la cual enfrentamos a los bien pertrechados y disciplinados soldados invasores, fue el coraje.  El coraje hizo que ofreciéramos resistencia a sus modernas armas, pues el 95% de los “riflemen” utilizaban el “Baker”, modernísimo rifle para la época, puesto que era de ánima rayada.
Pocas eran las armas de combate que poseíamos en la época del virreinato, y ello se debía a que los españoles no les interesaba mucho que las poseyéramos.
El almirante Destéfani, al referirse a este tema en su obra ya citada, contabiliza, en la época posterior a la primera invasión inglesa y los preparativos para la Defensa, sólo “3.661 fusiles entre los españoles y los tomados a los ingleses”.

Saavedra, que pasa a ser el comandante de la Legión de Patricios, criollos veteranos de las invasiones, es el receptor para su unidad, de la potencia de fuego que nos habían dejado los ingleses, decidiendo por ello a nuestro favor la Revolución de Mayo.

Para corroborar la escasez de armas existente, basta con tomar en cuenta el bando militar número 2, firmado por Cornelio Saavedra, Mariano Moreno, y todos los integrantes de la Primera Junta el 28 de mayo de 1810, en el que, para poder armar a los nuevos regimientos criollos, se manda requisar a todos los vecinos propietarios de armas, sean éstas blancas o de fuego.  Como la mayoría de aquéllas se encontraban en manos de españoles, por pertenecer las mismas al Rey, la Junta ordena y manda que todo particular que tenga uno o más fusiles, pistolas, sables o espadas, los entregue a la Comandancia de Armas, dentro de un muy perentorio plazo de cuatro días, pasados los cuales se castigaría a quienes así no lo hicieran.  También ofrece una gratificación del orden de cuatro pesos por fusil, dos por pistola y uno por arma blanca, sea ésta sable o espada.

jueves, 3 de julio de 2014

Armas durante la época virreinal – Parte 1


En la época del virreinato, los criollos prácticamente no tenían armas.  El virreinato del Río de la Plata no nace, desde el punto de vista militar, desde el Océano Atlántico, sino que nace y se extiende desde el Cuzco.  Los conquistadores utilizaban mayormente las armas blancas y en combate cuerpo a cuerpo, porque los sistemas de armas de fuego eran muy escasos y poco útiles.  Estas, simplemente sirven para asustar a los indígenas, pues no llegan al Río de la Plata en la cantidad y calidad necesarias.  Tan es así que, en la época pre-invasiones inglesas, todavía se seguía utilizando el arcabuz, que así se llamaba al mosquete más pesado, apoyado en una horquilla.

Los hombres que habitaban nuestro territorio en la época colonial, no tenían grandes conflictos ni se empeñaron en grandes guerras.  Por lo tanto, no necesitaban armamento muy sofisticado para la época.  Si se observa en nuestros museos, y se busca en nuestros archivos o se leen nuestros historiadores, se hallará especialmente en la pictografía, las armas de la época, que son simples estoques, o espadas de complemento.

Nuestro país no tiene armas en la época virreinal, hasta el momento en que Pedro de Cevallos, cuando surge un conflicto con Portugal por la Colonia del Sacramento, se ocupa de conseguirlas.  Entonces sí, empiezan a venir algunas armas de fuego para combatir a los portugueses, pero quedan en poder del gobierno colonial y así son devueltas a España.  A nosotros sólo nos quedan alabardas, picas y algunas espadas, porque el sable, que es un arma de origen oriental, no existía todavía en forma masiva en el Río de la Plata.
Son los ingleses los que nos proveen de armas para la Revolución de Mayo.  En la época colonial, en la Armería Real, existían muy pocas armas, y estaban controladas y en poder de los regimientos fijos de Buenos Aires. 

Cuando los criollos enfrentaron a los invasores ingleses, que habían planeado muy bien el contexto geopolítico en el cual iban a desarrollar sus acciones, tal como lo describe el almirante Destéfani en su libro “Los marinos en las invasiones inglesas”, tuvieron que defenderse de la táctica empleada que les llegaba desde el agua.  Pero éstos, que habían preparado prolijamente su estrategia, previamente hicieron contacto con algunos criollos y pulsaron la situación, interpretando el fermento de libertad que anidaba en la mayoría.  Los patriotas, que no tenían armas ni posibilidades de adquirirlas, pensaron que los ingleses les iban a entregar las mismas para lograr la tan ansiada independencia.  

Entre quienes así opinaban se contaba Pueyrredón, por lo que se entrevistó con Beresford cuando éste desembarcó, esperando recibir de él las armas necesarias para equipar a los hombres con los que había conseguido formar una tropa pobremente armada.  El jefe inglés, como es de imaginar, le negó la entrega de armas, haciendo que Pueyrredón comprendiera que sin éstas, los criollos solamente cambiarían de amo, puesto que los ingleses no venían como aliados sino como conquistadores.  Pese a la precariedad de los medios de que disponía, Pueyrredón enfrentó a los invasores con los Húsares en la Chacra de Perdriel, y fue fácilmente derrotado por la superioridad en armamento del enemigo.

miércoles, 2 de julio de 2014

PELOPINCHO Y CACHIRULA




Cualquier niño que creció en Argentina entre 1949 y 1999 probablemente conozca a Pelopincho y Cachirula. Iniciada en Billiken en algún momento de los años ´40 (probablemente entre 1947 y 1949) y luego migrada a Anteojito hacia finales de los ´60, la tira de Fola es una cosa tan hermética, tan prototípica, tan perfectamente cómica, que es inevitable que uno en su infancia haya corrido las páginas hasta llegar a la tira vertical de cómo mucho dos cuadritos por línea.


Creada por Fola, nombre de pluma de Geoffrey E. Foladori, inglés de padre uruguayo que se mudó a Montevideo a los 11 años para adoptarlo para siempre, Pelopincho y Cachirula reproduce uno de las dinámicas más antiguas del humor: la del tonto y el inteligente. Pelopincho es un gordito cachetón (todos los personajes de Fola son gorditos y cachetones, en realidad, y con la boca perpetuamente abierta en una sonrisa expectante) que siempre comete errores bobos o interpreta todo de la manera más literal posible. Cachirula (¿su hermana?, ¿amiga?, ¿pareja?, ¿madre?) es una niña que se inscribe en la ilustrada línea de Nancy y La Pequeña Lulú, siempre con un retruécano, un plan bajo su manga o una manera de aprovecharse de la tontera de Pelopincho. Las tiras en general se resuelven de dos maneras: Pelopincho burlado por Cachirula o Cachirula descubriendo la brutalidad que se mandó Pelopincho. En cualquier caso, es un juego de suma cero: en ningún caso ambos son felices.
Pero, al mismo tiempo, viven en un mundo terriblemente amable: muchas veces los arboles, los tranvías, las paredes tienen sonrisas en los dibujos de Fola, como si todos en cualquier momento se pusiese a cantar y bailar. Y los dos protagonistas son, en definitiva, niños, compañeros y amigos. La violencia no tiene mucho lugar en el mundo de Pelopincho y Cachirula, donde las consecuencias del chasco en general permanecen ocultas. La última viñeta, siempre, es solo una revelación que se hace deliciosa con las perpetuas caras de sorpresa que dibuja Fola. Si la violencia aparece, es en la forma de cuerpos que vuelan por los aires y nunca chocan con nada, mientras un montón de gotitas de sudor nervioso flotan suspendidas.

El autor murió en 1999 y Pelopincho y Cachirula dejaron de aparecer en Anteojito, en una especie de anuncio del deceso de la revista, que cerró en el 2001. Es triste pensar que los niños actuales, probablemente, sólo los conocerán a través de los trasnochados y nostálgicos relatos de un ejército de viejos que todavía sueñan con ese mundo siempre sonriente.
por Amadeo Gandolfo
http://www.comiqueando.com.ar