jueves, 30 de agosto de 2012

Publicidad Rastrojero



Texto de una proclama de Felipe Varela, hecha pública en la época de sus luchas de oposición al centralismo porteño.

Las resistencias del interior: Ángel Peñaloza y Felipe Varela
Carta de A. y. Peñaloza al presidente Mitre. 16 de abril de 1863.

“~Argentinos! El hermoso y brillante pabellón que San Martín, Alvear y Urquiza llevaron altivamente en cien combates, haciéndolo tremolar con toda gloria en las tres más grandes epopeyas que nuestra patria atravesó incólume, ha sido vilmente enlodado por el general Mitre gobernador de Buenos Aires. [...]

Compatriotas: desde que aquél usurpó el gobierno de la nación, el monopolio de los tesoros públicos y la absorción de las rentas provinciales vinieron a ser el patrimonio de los porteños, condenando al provinciano a cederles hasta el pan que reservara para sus hijos. Ser porteño es ser ciudadano exclusivista; y ser provinciano es ser mendigo sin patria, sin libertad, sin derechos. Esta es la política del gobierno de Mitre. [...]

¡Abajo los infractores de la ley! ¡Abajo los traidores de la patria! ¡Abajo los mercaderes de cruces en la Uruguayana, a precio de oro, de lágrimas y de sangre argentina y oriental!
¡Atrás los usurpadores de las rentas y derechos de las provincias en beneficio de un pueblo vano, déspota e indolente!

¡Soldados federales! Nuestro programa es la práctica estricta de la Constitución jurada, el orden común, la paz y amistad con el Paraguay, y la unión de las demás Repúblicas americanas.”



Felipe Varela. “Proclama”.
6 de diciembre de 1866.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Juan Bautista Alberdi - (29 de agosto de 1810 -19 de junio de 1884)



Alberdi fue uno de los intelectuales más importantes de la Argentina en el siglo XIX. La generación romántica de 1837 lo tuvo como uno de sus principales protagonistas. Estos...jóvenes publicaron “La Moda”, que tenía por subtítulo “Gacetilla semanaria de música, de poesía, de literatura, de costumbres, de modas, dedicada al bello mundo Federal”.

Alberdi hubo de emigrar y formó parte de la oposición intelectual y política al gobierno de Juan Manuel de Rosas. Años más tarde será el autor de las Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina, uno de los documentos en que se basaron los constituyentes de 1853 para elaborar la constitución, que con sus sucesivas reformas, continua rigiendo la organización socio económica e institucional de la Nación.

Sostuvo acaloradas polémicas con Domingo Faustino Sarmiento, otro político e intelectual del siglo XIX. Asimismo Alberdi fue un acérrimo crítico de la guerra del Paraguay (1865-1870) al sostener que el gobierno de Mitre, había asumido los intereses del Brasil en la lucha contra el Paraguay.
“No hay, en efecto, un solo interés fundamental de orden social, económico, político, geográfico para toda esta porción de América, que no esté comprometido gravemente en la cuestión que hoy se llama del Paraguay, y que no es en realidad sino la cuestión del Brasil, vista por un reverso”.

JB Alberdi: "Las disensiones de las Repúblicas del Plata y las maquinaciones del Brasil",1869.
Retrato de Juan B. Alberdi. Daguerrotipo tomado por William G. Helsby en Valparaiso entre los años 1850 y 1853. Helsby tuvo estudios en Buenos Aires, Montevideo, Santiago y Valparaíso. Colección Museo Histórico Nacional.
 
MUSEO HISTÓRICO NACIONAL (ARGENTINA)
Museo/Galería de arte
Defensa 1600, Buenos Aires, AR. (54-11) 4307-1182 / 2301

martes, 28 de agosto de 2012

Cacho Fontana - Automoviles Rambler

Roberto Verrier

“Roberto Verrier -subsecretario de Finanzas- enviado a París (en 1955, por la autodenominada ‘revolución libertadora’), informaba a su regreso: ’los representantes de siete naciones de Europa occidental están dispuestos a otorgar crédito de 50 millones de libras esterlinas en la Argentina a condición de que abandone la industrialización promovida por el régimen dictatorial (se refiere al gobierno constitucional de Perón; n. del r.) y retorne a la agricultura como base de su economía’”.


Revista “Panorama” del 25 de febrero de 1969

lunes, 27 de agosto de 2012

Capilla del Señor.


La zona en que se halla establecida la población y el municipio de Capilla del Señor fue denominada anteriormente "Cañada de la Cruz". Juan de Garay, el fundador de Buenos Aires, en el segundo repartimiento de tierras verificado el 24 de Octubre de 1580, llamó Cañada de la Cruz al territorio comprendido a ambos costados del Arroyo de la Cruz, que bordea nuestra localidad, y desde las cercanías de Luján hasta San Antonio de Areco, se llegaba al Río Paraná comprendiendo los actuales partidos de Exaltación de la Cruz, Campana y parte del de Zárate.

La tradición ininterrumpida desde los antiguos pobladores, afirma que un señor Barragán, dueño de las tierras en que se halla el pueblo, encontró a las orillas del arroyo un Crucifijo y le edificó una capilla u oratorio, dando así origen al pueblo. De allí la población se fue denominando "pueblo de la Capilla del Señor". El censo provincial del año 1881, refiere esta tradición.

Además el Sr. Cura Párroco de San Antonio de Areco (de cuya parroquia dependía la Cañada de la Cruz) escribe en el año 1741, que el Ilustrísimo Sr. Obispo de Buenos Aires, Juan de Arregui nombró, a dicha capilla, viceparroquia por "lo necesario, conveniente y preciso que era el que lo fuese por la mucha distancia que hay de la Capilla de San Antonio, parroquia principal, a todo aquel vecindario inmediato a la Capilla referida de la Ex (Exaltación) de la Cruz".

La Viceparroquia era una capilla edificada por el capitán Francisco Casco de Mendoza.

La capilla de Barragán fue sin duda un núcleo de atracción para la escasa y muy diversa población de la zona. Alrededor de ella comenzó una bastante pequeña aldehuela. Fácilmente ese pequeño núcleo se hubiera dispersado. Pero más adelante vino a consolidarlo un hecho decisivo. El capitán Francisco Casco de Mendoza, obtuvo licencia del Sr. Obispo de Buenos Aires para edificar una capilla en su estancia. Como debía conocer la devoción de la zona hacia el Señor Crucificado, dedicó la capilla al mismo Señor y se celebraba la fiesta patronal el 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Cruz.



Descendía el Capitán Casco de Mendoza, de los primeros pobladores de Buenos Aires, que habían venido de la Asunción del Paraguay; figurando en la fundación de Buenos Aires con Garay un tal Víctor Casco, y en la Asunción otro Víctor Casco de Mendoza, como Regidor en el año 1589.

Había nacido en Buenos Aires (Francisco Casco de Mendoza) en 1660, fue Alcalde de la Santa Hermandad en el Cabildo de Buenos Aires en el año 1715 y ocupó diversos puestos de responsabilidad.

La capilla del Capitán Casco, se hallaba ubicada en el mismo sitio de la actual Iglesia Parroquial.

Corría el año 1735, cuando el Obispo de Buenos Aires el franciscano Fray Juan de Arregui, se hallaba en Luján el 9 de septiembre. Sin duda que pasó enseguida a San Antonio de Areco, ya que el día 14 firma la constancia de su visita a la misma.

Según declaraciones del mismo Casco, el Sr. Obispo visitó la Capilla y la aprobó y la nombró viceparroquia o ayuda de parroquia, determinando que el Teniente Cura de Areco, Dr. Miguel González de Leyva, actuara de vicepárroco, con facultad de administrar los sacramentos y hacer entierros dentro de la misma capilla y sus contornos. Las anotaciones debían pasarse a la Parroquia.

El Pbro. Dr. Leyva pertenecía a la familia del mismo apellido, de Luján y el síndico del Cabildo de Buenos Aires, el famoso Julián de Leyva, actuante en los días de Mayo de 1810, descendía de dicha familia.

El Pbro. Leyva estuvo aquí hasta el deceso del Sr. Obispo, ocurrido el 19 de diciembre de 1736, y se dirigió a Buenos Aires. Pasó luego como Capellán de la Virgen al santuario de Luján hasta 1745; fue nombrado cura de la Iglesia matriz de Santa Fe y, años después, era Párroco de la Catedral de Buenos Aires.





domingo, 26 de agosto de 2012

Capilla del Señor - Exaltación de la Cruz


El primer cuartel del escudo, en fondo azul, simboliza la Cruz encontrada por Barragán, y que dió origen a la fundación del pueblo, según el relato de tradición oral.

El segundo cuartel en fondo blanco, refiere al acontecimiento de la detención de la carreta con la imagen de la Virgen de Luján en el año 1630, junto a la Cañada de la Cruz, a cinco leguas españolas al noroeste de la ciudad de Luján.

El tercer cuartel, en fondo blanco, simboliza la fertilidad de las tierras regionales, expuesta especialmente en la documentación oficial de la época de Rosas, quien por ello, durante la tiranía, las destinó a 'Invernada del Estado'.

El cuarto campo, en fondo rojo, simboliza las manifestaciones de cultura, la mayoría de ellas las primeras de la Provincia de Buenos Aires, producidas en Capilla del Señor, durante la tercera y octava décadas del siglo XIX, y que hicieron de este pueblo el centro de irradiación intelectual de la campaña bonaerense. Se alude a la escuela creada por Rivadavia, el 3 de Octubre de 1821 y a los brillantes sucesos del año 1871, tales como el establecimiento de la imprenta, la fundación del periódico 'El Monitor de la Campaña' y la creación de la Biblioteca Popular con su anexo Sala de Lectura en Alta Voz.

El escudo del partido tiene su origen en el Decreto del Comisionado Municipal Dr. Alberto Mario Botta, de fecha 28 de septiembre de 1940, que faculta el Secretario Municipal a proyectar el símbolo representando los episodios históricos del pueblo.

El autor del diseño, Secretario Municipal Don José Peluso; el Decreto respectivo es del día 18 de diciembre del mismo año, y en la sesión del 20 de junio de 1946, el Honorable Concejo Deliberante, bajo la presidencia de Don Eduardo Orlando, el secretario Don Luis María Migliaro, y los concejales José Matalobos, Juan P. Alonso, Pedro Badano y Martín Ponce de León, suscriben la ordenanza correspondiente.

sábado, 25 de agosto de 2012

Julio Sosa - Mano a Mano

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 El Varon del tango.


Uno de los mejores cantantes de tangos de todos los tiempos.



MANO A MANO

Letra de Celedonio Esteban Flores

Musica de Carlos Gardel

Musica de José Razzano

Compuesto en 1918



Rechiflao en mi tristeza, hoy te evoco y veo que has sido

en mi pobre vida paria sólo una buena mujer;

tu presencia de bacana puso calor en mi nido,

fuiste buena, consecuente y yo sé que me has querido

como no quisiste a nadie, como no podrás querer.



Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta,

gambeteabas la pobreza en la casa de pensión;

hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta,

los morlacos del otario los tirás a la marchanta

como juega el gato maula con el mísero ratón.



Hoy tenés el mate lleno de infelices ilusiones;

te engrupieron los otarios, los amigos, el gavión;

la milonga entre magnates con sus locas tentaciones

donde triunfan y claudican milongueras pretensiones

se te ha entrado muy adentro en el pobre corazón.



Nada debo agradecerte, mano a mano hemos quedado,

no me importa lo que has hecho, lo que hacés ni lo que harás;

los favores recibidos creo habértelos pagado

y si alguna deuda chica sin querer se me ha olvidado

en la cuenta del otario que tenés se la cargás.



Mientras tanto que tus triunfos, pobres triunfos pasajeros,

sean una larga fila de riquezas y placer;

que el bacán que te acamala tenga pesos duraderos

que te abrás en las paradas con cafishios milongueros,

y que digan los muchachos: .Es una buena mujer..



Y mañana, cuando seas descolado mueble viejo

y no tengas esperanzas en el pobre corazón,

si precisás una ayuda, si te hace falta un consejo,

acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo

p´ayudarte en lo que pueda cuando llegue la ocasión.



jueves, 23 de agosto de 2012

Huecuvu Mapu, la historia de Bahia Blanca



“Huecuvu Mapu” era la forma que los indígenas llamaban al territorio qué se encontraba entre las sierras y el mar, cuya traducción sería “La tierra del diablo” En ese territorio misterioso y hostil se fundó la ciudad de Bahia Blanca Luego de muchos años, la historia se revela para tratar de respondernos ¿Por qué seguimos aquí a pesar de todo? Música: Julio Hernández, quien recientemente ha sido precalificado para el festival de."Cosquín 2011" Locución: Omar Olea, Marcelo Levy, Juan Gutiérrez. Sonido: Nestor Iencenella Una Realización de Marco Ferraro, Denisse Murray y Silvia Pascual

martes, 21 de agosto de 2012

Bicentenario del Éxodo jujeño - parte 4

Al respecto, continúa abundando Paz, sobre algunos de estos errores de apreciación que cometía el Gral. Belgrano: "De aquí resultaba que se dejaba alucinar con mucha facilidad, y hemos visto oficiales, y aun individuos de tropa, que no eran más que charlatanes, que le merecieron un gran concepto de valientes y arrojados.
Por ejemplo, cuando quería mandar hombres intrépidos que descubriesen al enemigo, bastaba para captarse su estimación, ofrecerse a ir hasta el medio del ejército contrario, sin que después se cuidase mucho de averiguar de si había o no llenado su compromiso, y sin que le trajese mucha responsabilidad la inexactitud de sus noticias. Lo mismo sucedía con un jefe u oficial, que en teoría allanaba las dificultades de una operación, o que se ofrecía a ir a batir una fuerza enemiga, con otra de la mitad de su número. La primera impresión que esta charlatanería había producido en su ánimo era por lo común duradera".


Para concluir este aspecto de la personalidad del Gral. Belgrano, Paz remata así: "tenía también más facilidad de la que era conveniente para expresarse con respecto a un oficial en punto a valor, y principalmente cuando se acercaba el momento de una acción lo hemos visto muchas veces herir la susceptibilidad de un hombre delicado con poco motivo. Si a esto se agrega la falibilidad de sus juicios en razón de lo que acabo de exponer poco antes, se verá el peligro que había de cometer una injusticia".
Como ejemplo de ese relato, Paz recuerda que "En el año 17, cuando yo era teniente coronel, y que de consiguiente podía aproximármele más, recordando la batalla desgraciada de Ayohuma, dijo estas terminantes Palabras: `Perdí esa batalla por cinco jefes cobardes que no correspondieron al concepto que yo tenía de ellos'. No los nombró, pero sé positivamente a quienes aludía. Sin embargo, ellos habían merecido antes sus distinciones y su plena confianza".

Es decir: en ocasiones, el error de apreciación del Gral. Belgrano terminó resultando fatal en el campo de batalla. Tal vez al advertir este defecto es que, después, el ya General José María Paz se volviera tan cauto, desconfiado y distante de todo el mundo, alejado de todo y de todos. Por tal razón, Paz nunca tuvo el carisma o la amplia adhesión entre sus tropas, que supieron tener otros generales más "taquilleros", como lo fueron Juan Galo de Lavalle, Gregorio Aráoz de Lamadrid, o hasta el mismo Manuel Belgrano; jefes ampliamente queridos y respetados por sus soldados.

(*) Abogado, Ingeniero en Sistemas de Información y
Docente Universitario

lunes, 20 de agosto de 2012

Bicentenario del Éxodo jujeño - parte 3

Siendo el Barón un militar profesional con conocimientos de artillería, que sabía además los secretos de fundir cañones y montarlos, Belgrano le encargó que se pusiera rápidamente manos a la obra e instalara una fábrica de cañones en Jujuy y, que de la nada, pusiera en pie una nueva artillería para el Ejército del Norte.

Como no había oficiales profesionales de artillería, el Barón tuvo que apelar a los soldados y oficiales que le recomendaron, tomándolos "prestados" de sus distintos cuerpos de origen, para poder, con ellos, recomponer la artillería patria. No se sabe quién, cómo o por qué dio al Barón buenas referencias sobre José María Paz, joven teniente cordobés de milicias, que acababa de ingresar a la única unidad de caballería con la que contaba el ejército: los Dragones del Perú, su regimiento favorito, en lo sucesivo.

Sin que Paz supiera nada, Belgrano le ordenó incorporarse a la artillería que estaba apostada en la misma localidad de Humahuaca, junto con el resto de la vanguardia del ejército. "En consecuencia de la orden que se me había comunicado me incorporé provisoriamente a la fracción de artilleros que estaba en la vanguardia, y sólo fue cuando se emprendió la retirada que me reuní al cuerpo del ejército y conocí al Barón personalmente".

La personalidad de Belgrano

¿Cómo era el Gral. Belgrano que acababa de hacerse cargo del Ejército del Norte?. El propio José María Paz lo recuerda así: "El general Belgrano, sin embargo de su mucha aplicación, no tenía, como él mismo lo dice, grandes conocimientos militares, pero poseía un juicio recto, una honradez a toda prueba, un patriotismo el más puro y desinteresado, el más exquisito amor al orden, un entusiasmo decidido por la disciplina, y un valor moral que jamás se ha desmentido".

Como todo ser humano, Belgrano también tenía sus defectos, a los que se refiere Paz: "Mas, a estas cualidades eminentes, reunía cierta ligereza de carácter para juzgar de los hombres con quienes trataba, que le produjo equivocaciones muy notables... Las primeras impresiones tenían en él una influencia poderosa; de modo que si en sus primeras relaciones con una persona aquéllas eran favorables podía contar ésta por mucho tiempo con la benevolencia del General; y, por el contrario, cuando había formado mal concepto de alguno, por algunos actos, que aunque fuesen reprensibles no merecían una eterna reprobación, era difícil volver a obtener sus buenas gracias".

Así era Belgrano, apasionado y temperamental en esos aspectos. Se enceguecía en contra de quien no le había caído bien de entrada, o colmaba de consideraciones a aquél que le generara una buena impresión de buenas a primeras.

domingo, 19 de agosto de 2012

Bicentenario del Éxodo jujeño - parte 2

El Barón de Holmberg había sido entrenado en la dura escuela militar prusiana, y estaba embebido de esa estricta y rígida disciplina, muchas veces cruel e inhumana; la cual se dispuso a trasplantar a nuestros soldados, sin distinciones ni miramientos.

A diferencia de la mentalidad y la cultura germánicas, nuestros soldados no eran militares profesionales, ni de carrera. El origen del actual ejército argentino era totalmente miliciano. No había oficiales con estudios y carrera profesional. Precisamente, los primeros militares de carrera acababan de llegar a nuestras costas y eran José de San Martín y Carlos de Alvear. En esos momentos estaban en Buenos Aires avocados a reclutar el primer regimiento de caballería profesional que hubo en nuestro país, y que serían los famosos "Granaderos a Caballo".
Estando nuestras tropas conformadas por paisanos o gauchos, improvisados de guerreros, mal vestidos, pésimamente alimentados, y muchos de ellos sin armas; y sin paga, costaba mucho inculcarles una férrea disciplina "a los palos", como la que intentaba hacer valer el Barón. Su agrio carácter y malos tratos hacia soldados y oficiales le valió, entonces, la rápida enemistad de casi todo el mundo, en el Ejército del Norte.

Paz trasladado a la artillería

El Gral. Paz no se encontraba en el cuartel general, cuando llegó el Barón de Holmberg a Jujuy, a hacerse cargo de la artillería y maestranza del ejército. Paz prestaba servicios en su regimiento de caballería, los Dragones del Perú, en la vanguardia, situada en Humahuaca, a fin de cubrir el eventual ingreso al actual territorio argentino, de tropas invasoras realistas, procedentes del Alto Perú.

Entonces, nos cuenta "Llegado el Barón a Jujuy, e investido de esta privanza, quiso traer a la artillería algunos oficiales de otras armas, que por sus conocimientos pudiesen ser útiles a aquélla, y tomando informes, no sé quién se los daría tan favorables de mí, que le persuadieron pedirme al General. El hecho es que, sin otro antecedente, recibí en Humahuaca la orden de pasar a continuar mis servicios en la artillería, en clase de agregado, pero conservando la efectividad en mi cuerpo. Posteriormente se me propuso pasar a ser efectivo de artillería, pero jamás quise consentirlo".
Recordemos que la artillería patria había quedado notablemente reducida, después de haberlo perdido casi todo, a raíz del descalabro de Huaqui.

sábado, 18 de agosto de 2012

Bicentenario del Éxodo jujeño - parte 1

Con respecto al Barón de Holmberg, cuenta José María Paz en sus Memorias que el General Manuel Belgrano "tenía la más absoluta deferencia a cuanto decía o hacía el Barón. Además, se aconsejaba de él para las operaciones militares, y seguía sus opiniones, casi sin examen.
Yo, que (como después diré), fui ayudante del Barón en la campaña, y que lo acompañaba frecuentemente al Cuartel General, soy testigo de las consideraciones que se le dispensaban, y lo persuadido que él estaba de cuánto valía su voto en materias militares".
Siendo el Gral. Belgrano un hombre de mundo, apreciaba sensiblemente a quienes hubieran vivido en Europa, continente donde él mismo había cursado sus estudios universitarios. Apreciaba la formación, cultura y educación del Barón, y sentía alto aprecio por él y por otros que también habían estado en Europa: José de Moldes, Juan Martín de Pueyrredón y hasta Pío Tristán, su enemigo en Tucumán y Salta.

¿Por qué Belgrano le tenía tanta confianza en este aristócrata austríaco?. Paz cree que "una de las cosas que más contribuyó a captarle la confianza del General fue el empeño que manifestaba de establecer una disciplina severa (punto que no podía menos de agradar mucho al General), llegando a tanto, que quería aplicar sin discernimiento a nuestros ejércitos semi-irregulares, los rigores de la disciplina alemana. Con ésto consiguió hacerse odioso en el ejército, y despopularizar, hasta cierto punto, al General, por la ciega protección que le daba".

Lo poco que conocía Belgrano sobre las artes militares era la gran importancia del orden y la disciplina en una fuerza armada. El país que había llevado al extremo estos principios de orden marcial y de una atroz disciplina a sus soldados había sido, durante los siglos XVIII y XIX, Prusia, que, gobernado por Federico el Grande, contaba con ejércitos poco numerosos, pero rigurosamente disciplinados, y perfectamente entrenados, con los cuales llegó a imponerse sobre tumultosos cuerpos militares que lo superaban en número, en la época.

Gracias a estas nociones, Prusia surgió como una innegable potencia militar, y sería el germen de lo que hoy conocemos como Alemania.

sábado, 11 de agosto de 2012

Pepe Sánchez - parte 4

Portada del recopilatorio de Thalos con "Operación Retrueno".

Terminada la Guerra Fría, y cuando Robin Word dejó de “contarlo”, Carlos Vogt se hizo cargo también de los guiones y, como a Pepe le quedó chico el planeta Tierra, lo mandó al espacio en “El Regreso del Que Te Jedi”, donde hizo a los extraterrestres adictos al mate y a otros vicios criollos y, de paso, salvó al mundo.
Pepe Sánchez, primer agente secreto del Río de la Plata, llegó a tener fama internacional y obtuvo el título de "Espía del Año" en el Congreso Anual de Espías. Se enfrentó con inexplicable éxito a Spectrum y a Kosmos (las organizaciones mundiales del delito), a CAOS (Círculo de Asesinos, Oportunistas y Saboteadores), a la Maffia, a la Unión Corsa, a Asociated Chumbo's, a Afanum Aerian y a Asesine-Con-Una-Sonrisa-Incorporated. Cada misión le deparó un nuevo amigo y, mínimo, dos o tres mujeres. Pero siempre se mantuvo fiel a sus orígenes. No en vano es un sobreviviente de la clase media argentina.

Curiosidades.

• Dijimos que el primer episodio de las andanzas del afamado espía argentino fue publicado en El Tony Supercolor nº 1. Sin embargo, hay que remontarse cinco o seis años atrás para conocer su verdadero origen. Todo comenzó con una historieta completa de los mismos autores, titulada "España y Pepe Sánchez", protagonizada por un Pepe morocho, en vez de rubio, pero idéntico en todo lo demás al que conocemos. Ni el mismo Vogt sabe por qué Robin Wood decidió retomar el personaje, pero le pidió un cambio de color en el pelo… Un misterio que a este particular agente secreto aún le queda por resolver…

• En el segundo episodio “De Rusia con amor...tadela”, hace un breve cameo Nippur de Lagash. Robin Wood, con un simpático guiño al lector, muestra a su más famoso personaje en la serie de Pepe. Para la ocasión, el Errante se ha unido a la sociedad mundial del delito porque, como explica uno de los agentes, “es nuestro último recluta. Dice que se cansó de ser bueno”.


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viernes, 10 de agosto de 2012

Pepe Sánchez - parte 3



Pepe Sánchez, personaje típicamente “woodiano”, apareció por primera vez en diciembre de 1975, en El Tony Super Color nº 1. Y el gran acierto de estos dos genios fue poner a un “chanta argentino” en el escenario internacional de la Guerra Fría, como “espía” o “agente secreto”. Un poco típico y muy simpático agente secreto que poseía como único crédito una habilidad innata: el éxito logrado en la improvisación.

Hábil e inútil al mismo tiempo, para casi todo, la mayoría de las cosas le salen bien por casualidad. En absurdas aventuras Pepe convive luchando con la insoportable burocracia de su departamento de inteligencia y enfrenta a malvados villanos que son tan incompetentes como lo son él y sus jefes.
En constantes guiños que nos recuerdan las películas de espías de los setenta, de las que son una parodia, o un homenaje, Wood nos sorprende con historias tituladas “Operación retrueno”, “De Rusia con amor… tadela”, “El satánico Doctor Sí”, “Goldedo”, “Operación Tragón”, “Con tacto en Francia”, “Pepe el Sucio”, “El espía que me armó”, “Los diamantes son externos”, y otros no menos desopilantes. Algunos los comparan con el Superagente 86, del que tiene mucho, pero la “argentinidad” que exhala Pepe hasta por los poros lo hace único e irrepetible. En un universo de ficción en el que parecía estar todo dicho, Pepe logra ser él mismo, sin siquiera proponérselo.

En la primera historia, “Operación Retrueno”, asistimos a la transformación de un Pepe que pasa de trabajar en una playa de estacionamiento de automóviles a trabajar con James Pont (parodia de James Bond, que aparece con la cara de Sean Connery, como la tenía en los setenta, claro), a quien inicia en la costumbre de tomar mate amargo y renegar del té de las cinco. Esa primera misión de recuperar diez bombas atómicas lo obliga a hacer algo que odia con toda su alma: abandonar un picado con los muchachos del trabajo y partir a la aventura con su equipo de combate: mate, bombilla, yerba sin palito, cortapluma, pata de conejo y una gomera hecha por su tío Jacinto. En tono chistoso y con una profunda agudeza verbal, Pepe saldrá airoso de la prueba y se ganará en buena ley la admiración de James Pont, sorprendido por la capacidad tan estrafalaria del argentino para enfrentar las difíciles situaciones que se le presentan.

En las aventuras que siguen aparecerán enemigos diferentes a los que Pepe se enfrentará con recursos diferentes, pero siempre primará su “viveza criolla” a la hora de lograr la victoria. Sus triunfos y su creciente popularidad en el mundo de los espías nunca “se le subieron a la cabeza” ni hicieron que dejara de ser “un pibe de barrio”: siempre vivió en la misma zaparrastrosa pensión en la que vivía y siempre siguió junto a su estrafalaria familia: su madre italiana, Chiara Monodónogo de Sánchez; sus hermanos, la Pipa, el Cholo, el Beto, el Rúben, la Chuchi y el Caracú; su inteligente sobrino y compañero de aventuras, Tito; sus infinitos tíos: Don Fulgencio (que cultiva cardos en Paso de los Libres), Don Jacinto (que hace gomeras que cargan bodoques secados al sol), Don Remigio (ex jubilado y actual Capo de la Maffia), Doña Clotilde (la que lo mima todo el tiempo), Don Laureano (peón de la estancia "El Cimarrón" y afamado cuentero), y otros.

Pepe Sánchez - parte 2


Además de todo esto, Pepe Sánchez es un “chanta”. En sus orígenes, la palabra “chanta” (voz lunfarda) significaba “informal, tramposo”, y tenía un matiz peyorativo. De a poco se fue suavizando, dejó de lado el “tramposo”, y agregó al “informal” atributos como “simpático”, “un poco mentiroso”, “que no sabe mucho de nada y que sabe un poco de todo”. Y el chanta pasó a ser casi un buen tipo porque, en definitiva, para sobrevivir en esta sociedad perversa en la que sobrevive la clase media argentina, hay que ser un poco chanta.

Además de un típico porteño, Pepe Sánchez (y por eso estamos hablando de él) es un personaje de historietas creado por los “maestros” Robin Wood y Carlos Vogt, dupla que es sinónimo de comedia desde que se reunieron en 1968 para dar vida a “Mi Novia y Yo”, en las páginas de la legendaria Intervalo. Wood-Vogt crearon páginas y páginas de historietas donde las costumbres argentinas se ven reflejadas en una observación aguda y desopilante, mediante guiños satíricos, en los que el humor es protagonista y el lector es siempre cómplice de grandes fantochadas.




 

jueves, 9 de agosto de 2012

Pepe Sánchez - parte 1

UN AGENTE SECRETO A “LA ARGENTINA”
Pepe Sánchez es un típico porteño de la clase media, lo que equivale a decir que es un “típico argentino” (más allá de ser de la ciudad o del interior) ya que, por lo menos por ahora (y esperemos que por siempre), la clase media argentina sigue siendo la que mejor representa a nuestro amado y castigado país.

Pepe Sánchez, como todo ciudadano argentino de clase media, está olvidado por los gobiernos de izquierda (que se ocupan –enhorabuena- de ayudar a los que más lo necesitan) y por los de derecha (que se ocupan de favorecer a los más ricos y poderosos) y, por lo tanto, necesita de ciertos atributos que ha desarrollado nuestra clase media para poder sobrevivir.
 

Pepe Sánchez es el típico porteño que no ha tenido estudios superiores, ni ha aprendido una profesión, que se arregla como puede para llegar a fin de mes, trabajando en lo que puede, sin hacer mal a nadie; “rebuscándoselas”, como decimos nosotros.

Es hincha de un club de fútbol que no es de los que más se destacan (Chacarita Juniors), toma mate todo el tiempo, se prende en “picaditos” (juegos improvisados de pelota) cada vez que puede, y le cae bien a todo el mundo, porque, fundamentalmente, es un buen tipo.

sábado, 4 de agosto de 2012

Reglamento redactado por Manuel Belgrano para las escuelas de Tarija – parte 3


11º Los que escriban harán solo dos planas al día y ninguna pasará de una llana de cuartilla. El tiempo sobrante después de la plana, se destinara a que lean en libro o carta, aprendan la doctrina Cristiana, la aritmética, la gramática castellana.

12º Tendrán asueto general el día 31 de Enero, 20 de Febrero, 25 de Mayo, 24 de Setiembre, cuidando el Maestro de darles una idea de nuestra grata memoria, también lo tendrán de el día del Maestro, el 1° de Enero, el de su Fundador, y los Jueves por la tarde.

13º Las mañanas de los jueves y tarde de los sábados se destinarán al estudio de memoria del Catecismo de Astete que se usa en nuestras Escuelas y a explicarles la doctrina por el Pouget.

14º Los sábados por la mañana se concluirán las bandas semanales que deberán promoverse hasta que haya premios, con que estimular la juventud al mayor adelantamiento, pero sin que se saquen, ni aun se designen porros, como ha sido antes de ahora de costumbre.

15º Solo se podrá dar de penitencia a los Jóvenes el que se hinquen de rodillas; pero por ningún motivo se le expondrá á la vergüenza pública haciendo que se pongan en cuatro pies, ni de otro cualquier modo impropio.

16º A ninguno se le podrán dar arriba de seis azotes por defectos graves; y solo por un hecho que pruebe mucha malicia, o se de muy malas consecuencias en la Juventud, se le podrán dar hasta doce, haciéndolo esto siempre separado de la vista de los demás Jóvenes.

17º Si hubiese algún joven de tan mala índole o de costumbres tan corrompidas que se manifieste incorregible, podrá ser despedido secretamente de la Escuela con intervención del Alcalde de Primer voto, del Regidor más antiguo y del vicario de la Ciudad, quienes se reunirán a deliberar en vista de lo que previa y privada les informe el Preceptor.

18º El Maestro procurará con su conducta y en toda sus expresiones y modos inspirar á sus Alumnos, amor al orden, respeto á la Religión, moderación y dulzura en el trato, sentimientos de honor, amor a la verdad y á las Ciencias, horror al vicio, inclinación al trabajo, despego del interés, desprecio de todo lo que diga a profusión, y luxo en el comer, vestir y demás necesidades de la vida, y un espíritu nacional, que les haga preferir el bien publico al privado, y estimar en mas la calidad de Americano, que la de Extranjero.

19º Tendrá gran cuidado en que todos se presenten con aseo en su persona y vestido, pero no permitirá que nadie use luxo aunque sus Padres puedan y quieran costearlo.

20º Se fijarán a la Puerta de la Escuela las Armas de la Soberana Asamblea Gral. Constituyente.

21º Los Ayuntamientos cuidarán de la puntual observancia de este Reglamento y de todo lo relativo al buen orden y adelantamiento de estas Escuelas, a cuyo efecto los Regidores se turnarán por semana para visitarlas, y reprender al Maestro de los defectos que adviertan. Cada uno en el Cabildo siguiente a la semana, que le haya correspondido por turno, darán parte al cuerpo por escrito de lo que hubiere notado en la visita, y se archivará dicho parte para que sirva de constancia de la conducta del Maestro para lo que pueda convenir.

22º Me será facultativo nombrar cuando lo tenga por conveniente un sujeto que haga una visita Extraordinaria, de estas Escuelas. Me reservo asimismo la facultad de hacer las mejoras que el tiempo y la experiencia indiquen para perfeccionar este Reglamento.

Jujuy. Mayo 25 de 1813."

viernes, 3 de agosto de 2012

Reglamento redactado por Manuel Belgrano para las escuelas de Tarija – parte 2



3° La provisión de estas Escuelas se hará por oposición. El cabildo publicará un aviso convocatorio, que se hará saber en las ciudades mas inmediatas; admitirá los memoriales de los opositores con los documentos que califiquen su idoneidad y costumbres oirá a cerca de ellos al síndico Procurador; y cumplido el termino de la convocación que nunca será menor de veinte y cinco días nombrará dos sujetos de los mas capaces, e instruidos del Pueblo, para que ante ellos, el vicario Eclesiástico y el Procurador de la Ciudad se verifique la oposición públicamente, en el día o días señalados.
Los vocales y el Procurador informarán juntos ó separadamente al Ayuntamiento a cerca del mérito de la oposición y circunstancias de los pretendientes, y con el informe que este tenga por conveniente, me dará cuenta de todo para hacer el nombramiento, debiendo los mismos vocales informarse también en derechura cuanto juzguen conducente al acierto de la elección. Después de mis días será esta del resorte del cabildo, procediendo siempre la oposición pública en los términos indicados.

4° Cada tres años podrá el Ayuntamiento abrir nueva oposición, y convocar opositores, si los hubiere por conveniente ó hubiese proporción de mejorar de Maestro. El que ha servido o desempeñado la Escuela en igualdad de merito y circunstancias deberá ser preferido.

5° Se enseñará en estas Escuelas á leer, escribir y contar; la gramática castellana; los fundamentos de nuestra sagrada Religión y Doctrina Cristiana por el catecismo de Astete, Fleuri, y el compendio de Pouget: los primeros rudimentos sobre el origen y objeto de la sociedad, los derechos del hombre en ésta, y sus obligaciones hacia ella, y al Gobierno que la rige.

6° Cada seis meses habrían exámenes públicos a presencia de los mismos individuos, ante quienes se verifica la oposición. A los Jóvenes que sobresalgan, se les daré asiento de preferencia, algún premio, distinción de honor, procediéndose en esto con justicia.

7° En los Domingos de renovación, y en los días de rogaciones publicas, asistirán todos los Jóvenes á la Iglesia presididos de su Maestro: oirán la misa Parroquial, tomarán asiento en la banca que se les destine, y acompañarán en la procesión de Nuestro amo, Todos los Domingos de Cuaresma concurrirán en la misma forma a oír la Misa Parroquial y las exhortaciones o platicas doctrinales de su Pastor.

8° En las Funciones del Patrono de la Ciudad, del aniversario de nuestra regeneración política, y otras de celebridad, se le dará asiento al Maestro en Cuerpo de Cabildo, reputándosele por un Padre de la .Patria.

9° Todos los días asistirán los Jóvenes a Misa conducidos por su Maestro; al concluirse la Escuela por la tarde rezarán las letanías a la Virgen, teniendo por Patrona a nuestra Señora de Mercedes. El sábado a la tarde le rezarán un tercio de rosario.

10º Se entrará en la Escuela desde el mes de octubre hasta el de marzo a las siete por la mañana para salir a las diez; y a las tres de la tarde para salir a las seis; y desde el mes de Abril hasta, el de Setiembre a las ocho de la mañana para salir a las once, y a las dos de la tarde para salir a las cinco.

Reglamento redactado por Manuel Belgrano para las escuelas de Tarija – parte 1





 
Reglamento redactado por Manuel Belgrano para las escuelas de Tarija, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero. Jujuy, 25 de mayo de 1813.

Archivo General de la Nación. Documentos Escritos. Sala X-5-10-1

Transcripción completa:
"Reglamento que deberá regir el establecimiento de las cuatro Escuelas de Tarija, Jujuy, Tucumán, y Santiago del Estero que he resuelto dotar con los cuarenta mil pesos de premio que me señaló la Soberana Asamblea General Consti¬tuyente, mientras que el Supremo Poder Ejecutivo quien se remite para su aprobación, se sirve con mejores luces enmendarlo y perfeccionarlo según estime más conveniente al interés la educación de la Juventud de los Pueblos.

Articulo 1°. Habiendo destinado con aprobación del Supremo Poder Ejecutivo, el fondo de los cuarenta mil pesos que me concedió en premio la Asamblea Constituyente por su soberano Decreto de ocho de Marzo de este año, para que sus réditos se do¬ten cuatro Escuelas, una, en Tarija, otra en esta Ciudad, y las dos restantes en Tucumán y Santiago del Estero, de a cada una de ellas el capital de diez mil pesos para que el rédito anual de quinientos se le paguen cuatrocientos pesos de sueldo al Maestro, y los cientos restantes se destinen para papel, pluma, tinta, libros y catecismo para los Niños de Padres pobres que no tengan como costearlo. Si hubiere algún ahorro se empleará el sobrante en premios, con que se estimule el adelantamiento de los Jóvenes.

2° Estableciéndose estas Escuelas bajo la protección., inmediata inspección y vigilancia de los Ayuntamientos, el pago del sueldo se hará por mitad en cada seis meses por conducto del Gobernador del Pueblo, del Alcalde de primer voto, y del Regidor más antiguo, con intervención del síndico, quién solo tendrá la facultad de presentar; u oponerse a él, cuando el Maestro no haya cumplido sus deberes. Los mismos individuos entenderán en la inversión de los cien pesos destinados para auxilio de los Niños pobres: en la distribución que se haga de los útiles que se compren con ellos; y en el repartimiento de los premios.

jueves, 2 de agosto de 2012

Los calabozos de la calle Potosí – parte 2


Lucio Norberto, al que decían Luchito, cinco años menor que Lucio V. y de rostro idéntico al de su hermano pero de un temperamento extremadamente impulsivo, después de la caída de Rosas fue enviado a un colegio jesuita en Inglaterra. “Papá, no quiero estar aquí”, escribió en su primera carta a la familia. “Pues has de estar, que quiero que aprendas inglés”. “Si no me sacas, me voy a tirar del balcón a la calle”. “Tírate”. La siguiente carta, remitida por los jesuitas, decía: “El joven Lucio se ha arrojado del balcón del segundo piso y se ha roto un brazo”.

De inmediato Luchito fue enviado a París, pero de allí huyó a Cádiz, donde se enamoró de una joven española. Una noche bastante clara de luna creciente la citó en la plaza de la Palma, donde le otorgó cinco minutos para le dijera “te amo”. En su mano izquierda sostenía un reloj. Al cumplirse el plazo, se pegó un tiro.

Eduardita era, de los niños, la que sobrellevaba con más bravura las historias de terror que les contaban los sirvientes. “Dormite, dormite, hijita, mirá que si no ahí viene Lavalle a comerte”, le decía la morena María, simulando con la lengua un tropel de caballos. “¿No oyes, niño, esos gritos? Son las almas de los que están en los calabozos bajo tierra” le decía a Lucio el moreno Tomás. El niño creía oír los ruidos de cadenas del “presidio viejo” que había funcionado en su casa de la calle Potosí (Alsina) en tiempos de los españoles.

Cuando los servidores apagaban la vela, Lucio le susurraba a su hermana desde su cama: “Callate… no hablés, que tengo miedo y me ahogo, que me tiran de las piernas!”. “¡Zonzo, flojonazo!”.

Su padre regañaba a los morenos: “Son ustedes los que han de tener la culpa; ya he dicho que a este niño no lo asusten con las ánimas. La madre protestaba: “No, Mansilla; si es que es muy canguiña . Ya ves cómo Eduardita no tiene miedo”.

Los rezos, en la casa Mansilla, estaban regulados por un reloj Empire con bomba ubicado en la sala de costura de la señora. A las ocho los niños iban a pedir su bendición a los mayores, y en invierno a las siete. Madre y niños rezaban a una imagen de Nuestra Señora del Rosario custodiada por velas de sebo de molde, marca de las familias patricias.

Laura Ramos

miércoles, 1 de agosto de 2012

Los calabozos de la calle Potosí – parte 1




La vida infantil de la Buenos Aires del siglo diecinueve se inclinaba, por así decirlo, ante tres prescripciones: rezos, remedios y castigos. La medicina doméstica aplicada a los niños se restringía a las sangrías, las ventosas, los vomitivos y los purgantes. La niña Eduardita Mansilla había consumido unos ochocientos vomitivos y purgantes antes de los doce años.
Su hermano Lucio, que acumuló un récord semejante a los quince, sentía una profunda aversión a los brebajes; su madre, la señora Agustina de Rosas, mandó hacer una cuchara de plata especial para él, modelada por el orfebre de manera que facilitaba la ingestión. Dos o tres sirvientes forzudos debían tapar sus narices y sujetarlo para que las convulsiones y puntapiés no impidieran que la dosis reglamentaria llegara a su destino.

Las golpizas no solían ser tan severas como las que obtenían los mulatos, los unitarios o los gauchos federales. Un día en que el mozo Lucio V. Mansilla salió de su casa sin dar explicaciones su padre lo aguardó en la puerta: “¿De dónde vienes?” le preguntó. “De confesarme”, contestó el niño (“Se me ocurrió esta excusa de muchacho medio zonzo”, explicó en sus Memorias ).
Airado, su padre comenzó a azotarlo con rabia, “para que otra vez no juegues con eso, y has de saber que los niños no se confiesan sin permiso de los padres”. Lucio precipitó aún más su caída al argumentar que la iglesia de San Juan estaba cerrada. “Pues toma, por la mentira que me acabas de echar”, concluyó el padre con otra lluvia de golpizas.

Entre los jovencitos había calado hondo la gran mentira de Tomasito Guido, que había conseguido engañar a su padre una noche en que se lo topó en la calle a deshoras. “¿De dónde vienes, Tomás?”, le había interrogado el general, a la sazón ministro de Rosas. “Papá, de comprarme una divisa”. El éxito del embuste había alentado a sus colegas.

El sistema de Agustina de Rosas para cascar a sus hijos era diferente al de su esposo. Citaba la máxima bíblica “No le escasees al muchacho los azotes que la vara no ha de matarlo” hasta el punto de emplearla con frecuencia metódica, sin irritarse. Sus destinatarios eran los varones, ya que la vara no alcanzaba a Eduardita, favorita de su padre, demasiado lista y donosa como para merecer azotes.