jueves, 27 de agosto de 2015

Partido de Florencio Varela - Parte 3




Plaza Central 
La Plaza Central fue inaugurada en 1874 frente al edificio municipal, era la típica plaza de campo rodeada por cadenas y molinetes en las cuatro esquinas. En 1941 fue remodelada y se plantaron especies características de la zona, incluyendo el Tarumá o “Espino de Bañado”, árbol símbolo de Florencio Varela que la municipalidad adoptó como especie patrono el 11 de septiembre de 1944. 

La iglesia San Juan Bautista
En 1873 el señor Contreras decidió hacer construir una capilla en las inmediaciones de su propiedad. La iglesia se inauguró en 1880, frente a la Plaza Central y al lado del palacio municipal, con un estilo árabe romano y diversas esculturas. Las imágenes de la Virgen y del Sagrado Corazón de mayólicas la entrada principal fueron traídas desde Francia. 
En este momento se está reparando el viejo edificio municipal de 1905 para ser sede del museo, con el objetivo fundamental de rescatar, preservar y difundir la historia, las tradiciones y el patrimonio cultural de nuestro distrito. Está ubicado en la calle 25 de Mayo esquina Maipú.

Migración y producción
Las dos etapas de mayor expansión poblacional del Distrito estuvieron vinculadas con el movimiento migratorio producido por la llegada de europeos en los años inmediatos a la creación del Partido y provincianos a partir de la década del ’30. Al cumplir su primer medio siglo de vida Florencio Varela rondaba los 9.000 habitantes. En junio de 1948 el Poder Ejecutivo Provincial inició la compra de campos propiedad de los Davidson, en la zona de la Capilla, determinando la población de un sector hasta entonces casi deshabitado y volcándose hacia la producción hortícola y floral. La cría de bovinos empezó a decaer. Paralelamente comenzaron a radicarse industrias de tipo liviano que abrieron nuevas posibilidades de trabajo. La superficie total abarcó más de 1.500 hectáreas habitadas por colonos italianos, portugueses y japoneses. 
Entre 1947 y 1970 Florencio Varela cuadruplicó su población, pues pasó de unos 10.000 a casi 99.000 habitantes.

Florencio Varela ciudad
Ante el enorme progreso y desarrollo económico: ya tenía 14 escuelas con 3.000 alumnos, actividades en el Centro Cultural Sarmiento, Hospital Municipal, clubes, sociedades de fomento, agricultura., ganadería, granjas, horticultura, tambos, y numerosas vías de comunicación; el 22 de junio de 1953 el gobernador Carlos Aloe firmó el decreto N° 5731/53 por el que se proclamaba la Ley 5719 que declaraba ciudad a Florencio Actualmente Varela.



http://www.florenciovarela.gov.ar

Partido de Florencio Varela - Parte 2



Pueblo de San Juan 
Juan de la Cruz Contreras, heredero de parte de las tierras, fue uno de los propulsores del movimiento que culminó con el reconocimiento del pueblo de San Juan el 11 de febrero de 1873, dependiente del municipio de Quilmes.
Los vecinos nucleados en una comisión elevaron el petitorio al gobernador Mariano Acosta, quien firmó el decreto de creación del pueblo.
En plena expansión el pueblo de San Juan reclamó el nombramiento de un capellán para quedar a cargo de la capilla en la que se veneraba una imagen de San Juan Bautista. En 1876 comenzó el proyecto de construcción del templo. Al año siguiente se realizaron las primeras fiestas patronales en honor de San Juan Bautista y en 1878 se colocó y bendijo la piedra fundamental de la iglesia. En febrero de 1880 se inauguró el templo con un altar principal.

Los dos San Juan
En aquel entonces, los vecinos profesaron devoción a San Juan. En la zona rural San Juan era Saint John. El otro San Juan, el bautista, fue el santo elegido para recibir la devoción de los vecinos del pueblo.

El nombre de Florencio Varela
En 1833, casi simultáneamente con los trabajos de trazado del ferrocarril, la comisión de vecinos inició gestiones para cambiar el nombre de la población. En octubre de 1886 el Poder Ejecutivo resolvió llamar Florencio Varela a la estación San Juan. El 30 de enero de 1891 se promulgó la ley 2397 por la cual se le impuso definitivamente al nuevo partido el nombre de la estación.

Patrimonio cultural

Florencio Varela posee un vastísimo patrimonio histórico que fue originado por los primeros habitantes. Sus edificios históricos son el documento más valioso que tenemos. Entre ellos encontramos: el Banco Comercial, Casa de Dessy, Casa Bassagaisteguy, Casa de la Familia Rodríguez, Casa de Pleteiro, Instituto Biológico, Caserón Rosado, Convento de Santo Domingo, Monumento a la Bandera, Capilla de los Escoceses, Santuario Schoënsttat, Museo Participativo Aborigen, Parque Ecológico Guillermo Enrique Hudson, etc.Además existen lugares recreativos como el Establecimiento Dos Molinos, zoológico, Complejo Ecológico Naturaleza Viva, Granja Educativa San Isidro Labrador, entre otros.
Florencio Varela posee un centro comercial frente a la estación de ferrocarril, que se extiende sobre calle Monteagudo y Pte. Perón, ex Juan Vázquez.
El Monumento a la Bandera, inaugurado el 2 de julio de 1938, conocido como “Bicho canasto”, rinde homenaje simbólico a los generales José de San Martín y Manuel Belgrano y simboliza la llegada a las altas cumbres del ser nacional. Su interior es hueco. Tiene un mástil en el que antiguamente se izaba el pabellón. El diseñador fue Godofredo Coca y fue construido por Simón Sperandío en Avenida San Martín y 9 de Julio.




Partido de Florencio Varela - Parte 1



El día 30 de enero de 1891 fue creado el partido, por ley de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires N° 2397. Lleva el nombre del Dr. Florencio Varela, periodista y escritor que muriera trágicamente. 

Historia



A principios del siglo XVIII estas tierras pertenecían a los pagos de Magdalena. Se extendían desde la Banda del Riachuelo y el río La Matanza hacia el Sur, hasta Ensenada, y desde el Río de la Plata hasta el Samborombón. En esa época las jurisdicciones no contaban con límites ni gobernantes. A fines de ese siglo, en función de la administración eclesiástica, se dividió en tres curatos: el de la Laguna de la Reducción (actualmente San Vicente); el de la Isla (hoy Magdalena); y el de la Exaltación de la Cruz de los Indios Quilmes (actual partido de Quilmes), de donde se desprendió nuestro distrito. 

El primer nombre de la zona fue Orqueta Curá (1772), tomado de una vieja estancia, propiedad de Juan de la Cruz Contreras, luego conocida como “Casa de Tejas”. En la zona se instalaron los primeros pobladores, que se dedicaron a la agricultura y la ganadería. Recién en 1871 se envió un documento al Gobernador solicitando la creación de un pueblo que se llamaría San Juan.

Población

En 1820 comenzó a poblarse el paraje Los Tronquitos. Vivían allí numerosos enfiteutas, puesteros, propietarios y ocupantes; también había pobladores en la “horquetadura” y en la margen izquierda del arroyo Las Conchitas. También habitaban en la región muchos otros colonos, puesteros y ovejeros británicos y norteamericanos, uruguayos, italianos y españoles. En 1871, escapando de la epidemia de fiebre amarilla existente en la ciudad de Buenos Aires, nuevos pobladores se afincaron en esta zona.


miércoles, 26 de agosto de 2015

Cómo logró Belgrano la adhesión de todo un pueblo - parte 2


Es así como el ejército realista inició su marcha desde el Alto Perú debiendo soportar en el trayecto algunos conatos subversivos en Cochabamba obligándolo a distraer su atención sobre el objetivo trazado. Aquí encomendó a operar en toda la zona al general Pío Tristán.

Ante el eminente peligro que los españoles de recuperaran estas tierras el Triunvirato decidió trasladar la fábrica de armas instalada Tucumán hacia Córdoba Belgrano no lo juzgó conveniente y el taller continúo funcionando en su lugar de origen y, posteriormente, en un colegio religioso de Los Lules.

A los efectos de buscar un impedimento para que las fuerzas invasoras avanzaran hacia el sur de la actual Bolivia le ordenó a Antonio González Balcarce, en su calidad de jefe de vanguardia, se trasladase hasta Humahuaca y estudiar las posibilidades de apoyar a los patriotas de Cochabamba. En su marcha Balcarce no perdió tiempo en reclutar milicianos formando una caballería gaucha.

Mientras tanto Belgrano en Jujuy hizo bendecir, en la Catedral, una bandera con el propósito de contagiar el sentido de patria entre los vecinos del lugar. No obstante las medidas adoptadas para contener a los realistas dispusieron que los jujeños abandonaran la ciudad sin dejar nada que pudieran aprovechar sus enemigos. El ejército español venía aplastando todo foco de resistencia patriótica desde Cochabamba y decidió que los jujeños abandonaran la ciudad llevando consigo todo tipo de armas, ganado vacuno, caballares, mulares y lanares; levantar la cosecha de las plantaciones y los comerciantes embalar su mercadería y remitirla a Tucumán. Nada debía quedar para los invasores.

Este hombre de gran talento también dictó severas sanciones, imponiendo una férrea disciplina llegando al fusilamiento, para todos aquellos que "por sus conversaciones o por hechos, atentara contra la causa sagrada de la Patria, sea de la clase, estado o condición que fuese; a los que imperasen desaliento.
Nada detuvo a Manuel Belgrano en su objetivo, episodio que enorgullece al país con el histórico: "Éxodo Jujeño".

Manuel Belgrano fue el último en ausentarse la ciudad deshabitada. Para acosar a las tropas de Pío Tristán quedó en la retaguardia patriota Eustaquio Díaz Vélez. 

El combate de Las Piedras


En Cobos el hostigamiento adquirió mayor violencia. Los hombres estaban cansados por el duro trajín hasta llegar a desmoralizarlos. Allí el temple de del creador de la Bandera se hizo notar con energía. Mandó a fusilar a dos soldados y aplicarles severos castigos a algunos oficiales. Los realistas envalentonados ante este ejército que se retiraba, el 3 de setiembre de 1812, decidieron cargar sobre la retaguardia.
Inmediatamente Belgrano cambió de posición y atacó a Tristán derrotándolo completamente, dejando en el campo de batalla dos oficiales y cincuenta y ocho soldados muertos, varios heridos, cuarenta prisioneros y ciento cincuenta fusiles. Este combate se lo conoce como el de Las Piedras.

Con esta acción facilitó a Tucumán prepararse para recibir al ejército invasor el 23 del mismo mes en una batalla confusa. Pero las fuerzas del general Belgrano derrotaron completamente al enemigo.

Los españoles reconocieron la derrota, más no admitieron rendirse, y se retiraron hacia Salta.
El Éxodo Jujeño debe figurar en los frisos más altos de la veneración popular por la actitud heroica, donde el aporte de cada uno de los jujeños es el sacrificio que pone el sello excepcional de una acción.

* Por Andrés Mendieta *

martes, 25 de agosto de 2015

Cómo logró Belgrano la adhesión de todo un pueblo - parte 1



"El Héroe del Éxodo, el general Manuel Belgrano, poseído de un alma blanca y sentimientos magnánimos era un trasunto de la belleza espiritual ática, cuya inteligencia había sido alimentada por la continua y meditada lectura de la filosofía antigua y el clasicismo de Homero o Virgilio, Plutarco o Suetonio." 

En 1920 el profesor Teodoro Saravia así lo definió al creador de la Bandera durante una conferencia que pronunció en el Colegio Nacional de Jujuy conmemorando un nuevo aniversario de la orden impartida por el jefe militar para que los jujeños abandonaran la ciudad sin dejar nada que pudieran aprovechar los realistas que venían avanzando triunfante desde el Alto Perú. A este patriótico episodio se registró el 23 de agosto de 1812.


Al renunciar Pueyrredón a conducir el Ejército de Norte y retornar Juan José Castelli a la ex capital del virreinato, El gobierno de Buenos Aires designó a Manuel Belgrano para reorganizar la fuerza y marchar hacia el norte. No fue fácil su tarea. Estableció el campamento general en Campo Santo y posteriormente lo traslada a Jujuy donde reorganizó las tropas; atendió los asuntos políticos; levantó el nivel moral y patriótico de los pobladores; esfuerzo que no fue acompañado por el gobierno de Buenos Aires.


Corría el año 1812. Los realistas estimaban que había llegado el momento adecuado para recobrar lentamente el virreinato del Río de la Plata después del grito de Mayo de 1810. El desastre de Huaqui (río Desaguadero) considerado por los historiadores como producto de un ejército desmoralizado, indisciplinado, sufriendo la falta de recursos, armamentos y diezmado por el paludismo; sin valor combativo regresó a Salta al frente de Juan José Viamonte para luego continuar hacia el sur bajo las órdenes de Juan Martín de Pueyrredón ante la asechanzas de ser atacado y destruido por Goyeneche, jefe realista, nacido en Arequipa (Perú), al frente de cuatro mil se aprestaba a avanzar sobre Buenos Aires en conocimiento que el segundo triunvirato prevalecía serias desavenencias entre sus componentes.

El éxodo jujeño – parte 4



”No espero que haya uno solo que me dé lugar para poner en ejecución las referidas penas, pues los verdaderos hijos de la patria me prometo que se empeñarán en ayudarme, como amantes de tan digna madre, y los desnaturalizados obedecerán ciegamente y ocultarán sus inicuas intensiones. Más, si así no fuese, sabed que se acabaron las consideraciones de cualquier especie que sean, y que nada será bastante para que deje de cumplir cuanto dejo dispuesto.
”Cuartel general de Jujuy 29 de julio de 1812”.

Manuel Belgrano

Apenas se lee sereno aquella orden tremenda lanzada contra todo habitante, que sin distinción alguna, debía obedecerla o perecer. El terror del bando hizo su efecto, y como el general se prometía; no encontró resistencias para ser cumplido. (…)

El patriotismo y decisión hizo llevaderas las penurias de la emigración próxima; y “hasta las mujeres se ocupaban de construir cartuchos y animar a los hombres”, como dice también el historiador Mitre.

No se emprendió la marcha sino cuando se había preparado todo y el enemigo se encontraba próximo, adelantando sus partidas sobre las últimas guardias de las fuerzas que habían estado en Humahuaca. Estas sin perder formación, sufrieron la picada que las orgullosas partidas realistas les hacían y atravesaron por las inmediaciones de la ciudad sin que ni se les permitiese a los oficiales detenerse con cualquier objeto un solo momento en las casas de la población. 

El grueso de la columna había marchado el 23 y la vanguardia, convertida en retaguardia, pasaba en la tarde de ese día. Belgrano fue el último que abandonó la ciudad en la noche, incorporándose a las fuerzas antes del día siguiente. 
El enemigo se posesionó de aquella solitaria ciudad en medio de su total abandono. Estaba desierta y desmantelada, y espantado del aspecto tristísimo de aquellos hogares desamparados y de aquellas calles mudas y tristes, después de la agradable animación de otros tiempos, escribía el jefe Tristán a Goyeneche: “Belgrano es imperdonable por el bando del 29 de julio”. Cuando pasó sus ojos sobre aquel ultimátum le calificó de “bando impío”.



El nuevo intendente



Decreto Nº2 de la Junta Militar designando Intendente municipal de la Ciudad de Buenos Aires , 24 de marzo de 1976.
Documentos Escritos. Decretos.

Archivo General de la Nación

lunes, 24 de agosto de 2015

El éxodo jujeño – parte 3

”Llegó pues la época en que manifestéis vuestro heroísmo y de que vengáis a reunirnos al Ejército de mi mando, si como aseguráis queréis ser libres, trayéndonos las armas de chispa, blanca y municiones que tengáis o podáis adquirir, y dando parte a la Justicia de los que las tuvieron y permanecieren indiferentes a vista del riesgo que os amenaza de perder no sólo vuestros derechos, sino las propiedades que tenéis.

”Hacendados: apresuraos a sacar vuestro ganado vacuno, caballares, mulares y lanares que haya en vuestras estancias, y al mismo tiempo vuestros charquis hacia el Tucumán, sin darme lugar a que tome providencias que os sean dolorosas, declarandóos además si no lo hicieseis traidores a la patria.

”Labradores: asegurad vuestras cosechas extrayéndolas para dicho punto, en la inteligencia de que no haciéndolo incurriréis en igual desgracia que aquellos.

”Comerciantes: no perdáis un momento en enfardelar vuestros efectos y remitirlos, e igualmente cuantos hubiere en vuestro poder de ajena pertenencia, pues no ejecutándolo sufriréis las penas que aquellos, y además serán quemados los efectos que se hallaren, sean en poder de quien fuere, y a quien pertenezcan.

”Entended todos que al que se encontrare fuera de las guardias avanzadas del ejército en todos los puntos en que las hay, o que intente pasar sin mi pasaporte será pasado por las armas inmediatamente, sin forma alguna de proceso. Que igual pena sufrirá aquel que por sus conversaciones o por hechos atentase contra la causa sagrada de la Patria, sea de la clase, estado o condición que fuese. Que los que inspirasen desaliento estén revestidos del carácter que estuviesen serán igualmente pasados por las armas con sólo lo deposición de dos testigos.

”Que serán tenidos por traidores a la patria todos los que a mi primera orden no estuvieran prontos a marchar y no lo efectúen con la mayor escrupulosidad, sean de la clase y condición que fuesen.

El éxodo jujeño – parte 2


Aquel pueblo, que así se estremecía de júbilo, que por la multitud agrupada dejaba escapar las aclamaciones generales, y que por sus autoridades y Cabildo transmitía al jefe su incontrastable resolución de arrostrar el conjunto de los sacrificios que la causa imponía, aquel pueblo llenaba las cuadras designadas a sus bisoños soldados ciudadanos, con que se organizaba el Regimiento Nº 6, y cuya bandera, bendecida el 25, fue también mandada ocultar por el Gobierno. Belgrano la guardó con cariño para legarla al pueblo de Jujuy el día en que fuese coronada por los laureles de la victoria.
Cochabamba caía, cuando en Jujuy se enarbolaba y bendecía la bandera argentina, y se rehacía un tanto aquel ejército, aumentado por el número 6 de jujeños.

Manifiesto era que el itinerario de Goyeneche sería el día después de su triunfo sobre el pueblo de Cochabamba, el que lo condujese hasta los fogones del campamento de Belgrano, o a los tesoros abandonados de las provincias del valle argentino. Terminaba julio, y las avanzadas enemigas eran seriamente reforzadas. A los patriotas les vinieron también algunos fusiles, con los que prepararon a hacer algo, siguiendo a su jefe, que prefirió una retirada, como lo ordenaba el gobierno, y el abandono al enemigo de las poblaciones y ciudades de Jujuy y Salta. Pero no fue tan solo una retirada militar; ordenó un abandono del país a todos sus habitantes; un levantamiento de todo objeto de recursos, o su destrucción, si no era fácil su transporte.
El bando con que precedió su marcha retrógrada fue terrífico e hizo estremecer de ansiedad y amargura a la sociedad de Jujuy. Lo insertamos íntegro por su originalidad, y efectos que produjo.

Bando de Belgrano


“Don Manuel Belgrano, general en jefe…  Pueblos de la Provincia: Desde que puse el pie en vuestro suelo para hacerme cargo de vuestra defensa, en que se halla interesado el Excelentísimo Gobierno de las Provincias Unidas de la República del Río de la Plata, os he hablado con verdad. Siguiendo con ella os manifiesto que las armas de Abascal al mando de Goyeneche se acercan a Suipacha; y lo peor es que son llamados por los desnaturalizados que viven entre vosotros y que no pierden arbitrios para que nuestros sagrados derechos de libertad, propiedad y seguridad sean ultrajados y volváis a la esclavitud.

El éxodo jujeño – parte 1



El 23 de agosto de 1812 el ejército patriota a las órdenes del general Manuel Belgrano comienza el heroico éxodo del pueblo jujeño en dirección a Tucumán. Ante la inminencia del avance de un poderoso ejército español desde el norte al mando de Pío Tristán, el 29 de julio de 1812, Belgrano emite un bando disponiendo la retirada general. La orden de Belgrano era contundente. Había que dejarles a los godos la tierra arrasada: ni casas, ni alimentos, ni animales de transporte, ni objetos de hierro, ni efectos mercantiles. Para recordar este heroico episodio transcribimos a continuación el bando de Belgrano y unos fragmentos del libro Jujuy. Apuntes de su historia civil.

Fuente: Carrillo, Joaquín, Jujuy. Apuntes de su historia civil, Universidad de Jujuy, Jujuy, 1989, pág. 142-149.

Los días fastos en que el pueblo conmemoraba los sucesos nacionales habían ya sido cambiados. (…) En vez del natalicio de los reyes, comenzaba a marcarse en el calendario popular la festividad nacional del 25 de mayo, día de libertad y de esperanzas. Jujuy debía celebrarlo con pompa y solemnizarlo con una ceremonia memorable, que cumplió con entusiasmo sin igual en los períodos de sus glorias y sus trabajos. El 25 de Mayo era ocasión de reanimar con formalidades tocantes el espíritu que había comenzado a levantarse con la marcha del ejército sobre los territorios antes abandonados. El sentimiento patriótico de Belgrano tuvo fecundidad en la invención de una ritualidad patriótica para herir el corazón de los pueblos y retemplarlos en la fatiga, sublimándolos para el sacrificio en el ardor de las más rudas batallas.


Aquel día (25 de mayo de 1812) el ejército apareció de pie, en formación, cuando el horizonte, tiñéndose del albor esparcido por los rayos del sol naciente, parece abrirse como inmensa cortina, para que desperado el orbe eleve sus cánticos: en aquel momento resonó en la plaza municipal de Jujuy un himno enfático al Dios de la Libertad de América. Lo entonaba aquel pueblo cuyas masas alternaban con las compañías en organizaciones del ejército de Belgrano, y de cuya fraternización en el culto patriótico de aquel día, debía nacer la común resolución de mantener el juramento de ser libres. (…)

domingo, 23 de agosto de 2015

El heroico Exodo Jujeño.



El 23 de agosto de 1812 el ejército patriota a las órdenes del general Manuel Belgrano comienza el heroico éxodo del pueblo jujeño en dirección a Tucumán. Ante la inminencia del avance de un poderoso ejército español desde el norte al mando de Pío Tristán, el 29 de julio de 1812, Belgrano emite un bando disponiendo la retirada general. La orden de Belgrano era contundente. Había que dejarles a los godos la tierra arrasada: ni casas, ni alimentos, ni animales de transporte, ni objetos de hierro, ni efectos mercantiles.

http://www.turismo.jujuy.gov.ar/

viernes, 21 de agosto de 2015

Antiguos cuarteles de Buenos Aires – Parte 8

En 1851 se instaló allí un Manicomio de Mujeres, llamado de “las Mercedes” desde 1873 y que actualmente es el Hospital Neuropsiquiátrico Braulio A. Moyano en la calle Brandsen.

Cuartel de los Restauradores

Ocupaba un edificio en la esquina Sudeste de México y Defensa, el cual hasta 1767 había pertenecido a los Padres Bethlemitas.  En 1835 estaba alojado en él, el famoso Regimiento “del Restaurador”, favorito de Rosas.

Por ley Nº 911 del 15 de octubre de 1877, el presidente Nicolás Avellaneda inauguraba en este viejo cuartel, en julio de 1880, el Palacio destinado a la primera casa de la Moneda, aún existente y que es sede del Servicio Histórico del Ejército, y Archivo General del Ejército.

Cuartel del Parque de Artillería

El cuartel del Parque o Arsenal de Artillería del Ejército, estaba situado en la manzana comprendida por las calles Lavalle, Talcahuano, Uruguay y Tucumán; donde hoy se levanta el Palacio de Justicia frente a la plaza Lavalle.  Por lo pesado de su aspecto se parecía mucho a la vieja Cárcel de la calle Caseros.  Fue escenario principal de la Revolución de 1890 contra el presidente Juárez Celman.

En estas líneas hemos tratado de rescatar del tiempo algunos edificios célebres, ligados al pasado de nuestra ciudad y también a nuestra historia.

Fuente
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
Bottini Caride, Atilio – Antiguos cuarteles de Buenos Aires
Todo es Historia – Año V, Nº 51, Julio de 1971




Antiguos cuarteles de Buenos Aires – Parte 7

En tiempos de Juan Manuel de Rosas, y más tarde, alojó a varios Regimientos; siendo el último el de “Guardias Provinciales”.  Luego de varias explosiones, fue demolido en 1894 dando espacio para la Plaza San Martín.

Cuartel de la Convalecencia

Pero si bien nos hemos referido a dos cuarteles famosos e importantes, ampliamente conocidos, nos ocuparemos ahora de otro cuartel llamado de “la Convalecencia”, totalmente desconocido y que ha permanecido en el olvido.

Cuando los Escuadrones 3º y 4º del Regimiento de Granaderos a Caballo volvieron de la Campaña de la Banda Oriental (Uruguay), la que había comenzado en 1811 y terminado en 1815, fueron alojados en el Fuerte de Buenos Aires, lugar totalmente inadecuado para alojar tropas de Caballería, puesto que no tenía ninguna clase de comodidades y tampoco caballerizas.  A pedido del Comandante del Regimiento coronel José Matías Zapiola, que reemplazaba al general San Martín, quien se encontraba en ese momento en el Norte; los Escuadrones fueron trasladados a los cuarteles del Campamento de la Convalecencia, el que ocuparon hasta fines de 1815 y que había alojado antes al Regimiento 10 de Infantería.  Los granaderos dejarían ese cuartel a principios de 1816, cuando fueron a incorporarse en el Ejército de los Andes.  (Tcnl Camilo Anschutz – Historia del Regimiento de Granaderos a Caballo.  Tomo I, página 200).  Respecto a los antecedentes de este cuartel de la Convalecencia, sabemos lo siguiente: desde 1734 hasta 1767 estos terrenos habían pertenecido a los Padres Jesuitas, llamándose “Chacra de Belén” por depender de la Residencia del mismo nombre; luego fue Cárcel de Mujeres e Iglesia de San Telmo en la calle Humberto 1º 340.


Expulsados los Jesuitas en 1767, fueron reemplazados por los Padres Bethlemitas, a quienes por la larga barba que usaban se los llamaba “barbones” y que instalaron el Hospital de Hombres en la Chacra de Belén.  Al lado de la mencionada chacra, y en la de ellos propia, que tenían desde 1748, hicieron algunas construcciones destinándolas a los convalecientes del Hospital.  De allí entonces, viene el nombre de la “Convalecencia”.  Años más tarde, este edificio fue destinado a cuartel, y en calidad de tal subsistió hasta la época de Rosas.

Antiguos cuarteles de Buenos Aires – Parte 6

Dependiente primero del Estado y luego de la Universidad, es ahora el Colegio Nacional “Buenos Aires”.  Aún hoy entre sus muros, podemos ver algunos viejos claustros de la época colonial.

Cuartel de Misiones

Detrás de la iglesia de San Ignacio y a espaldas del cuartel de “Patricios”, existía un amplio local llamado “Proveeduría o Depósito de Misiones”, donde los Padres Jesuitas guardaban justamente, los productos procedentes de sus Misiones o Reducciones que poseían en el litoral argentino-paraguayo.

Pues bien, en ese lugar se alojó el Batallón de “Pardos y Morenos”, por lo que vino a ser conocido como cuartel de “Misiones o de Pardos y Morenos”.

Durante la época de Rivadavia, funcionó en el mencionado edificio el Museo de Ciencias Naturales.  Más tarde fue ocupado por la Universidad Nacional; funcionando luego allí parte de la Facultad de Ciencias Exactas, en la calle Perú 22. 

Cuartel del Retiro

En el mes de mayo de 1812, después de haber ocupado por espacio de dos meses el Cuartel de la Ranchería, el Regimiento de Granaderos a Caballo se trasladó al cuartel “del Retiro”.  Podemos situarlo aproximadamente en el cruce de las actuales calles Arenales y Maipú, frente a la estatua del Libertador y dando sus espaldas al río, el cual, en aquella época llegaba hasta allí.  Hallábase en una zona alejada de la ciudad, donde había quintas y que precisamente se llamaba el “Retiro”.

Lo rodeaba un gran espacio abierto, muy apropiado para los ejercicios militares y que después de 1807 fue conocido como “Campo de la Gloria” en honor de los héroes de las Invasiones Inglesas.  Más tarde se lo conoció como “Campo de Marte” y es actualmente la plaza San Martín.


El cuartel era un edificio grande y cuadrado, rodeado de galerías y con amplios patios en su interior.  Desde 1802 había pertenecido a la Plaza de Toros del Retiro; así llamada esta última porque había otra en el barrio de Monserrat.  Esta dependencia fue transformada en cuartel a consecuencia de las invasiones inglesas y de la guerra de la Independencia comenzada en 1810.

jueves, 20 de agosto de 2015

ALSOGARAY CONTRA LUDER Y ALFONSIN EL LAS PRESIDENCIALES DE 1983.mp4

La erradicación de villas en la gestión de Cacciatore

Mapa de la República y detalles curiosos


Mapa de la República Argentina: Limitación territorial de las provincias y demarcación de los territorrios nacionales presentado al Congreso por el senador Nicasio Oroño. Año 1869.
Mapoteca II - 8.
Archivo General de la Nación

Antiguos cuarteles de Buenos Aires – Parte 5


También entre los muros de este viejo cuartel, se protagonizó la famosa “revolución de las trenzas”; que trajo como consecuencia la supresión del famoso Regimiento de Patricios, el cual sería reincorporado de vuelta en el Ejército en 1812.

En 1811, el Gobierno ordenó a los “Patricios” que se cortaran la trenza con que peinaban sus largos cabellos.  Esta trenza o coleta, era el orgullo de estos soldados; los únicos que tenían el privilegio de seguir usándola.

Al conocer esta disposición del Gobierno, el Regimiento de Patricios se sublevó.  Por supuesto, detrás de todo esto, había motivos de carácter político; la cuestión de las coletas, fue solamente un petexto.

Varios días duró el asedio al Cuartel de las Temporalidades, dentro del cual, los “Patricios” se habían atrincherado. Finalmente, luego de ser vencidos, se les cortó la trenza y el Regimiento fue suprimido.

En las posteriores exploraciones que se hicieron de las galerías subterráneas que cruzan la manzana en varias direcciones y que día a día van apareciendo, se dice que encontraron varias bayonetas oxidadas y algunas trenzas, episodio que tuvo gran repercusión en el Buenos Aires de principio del siglo XX.

Cuando el Regimiento de Patricios partió para la 2ª Campaña del Alto Perú en 1812, el edificio del cuartel quedó nuevamente vacío hasta que en 1818 fue ocupado por el Colegio de la Unión del Sur, fundado por Pueyrredón en 1818.

Diversos colegios ocuparon posteriormente el edificio, el cual devolvió a los Jesuitas el Brigadier Juan Manuel de Rosas, durante su gobierno.  Se llamó luego Colegio de Ciencias Morales y desde 1862, Colegio Nacional de Buenos Aires.


Antiguos cuarteles de Buenos Aires – Parte 4

Durante las heroicas jornadas de 1807, desde las ventanas del célebre cuartel, se combatió con denuedo al enemigo inglés; protagonizándose acciones de temerario valor, tanto por parte del enemigo como por los “Patricios”.

También en este cuartel se festejó el triunfo de la batalla de Suipacha, en un banquete realizado en noviembre de 1810; hecho este último, que tendría gran repercusión en el aspecto político de los primeros momentos de la revolución de Mayo.

El hecho ocurrió de la siguiente manera, un oficial llamado Atanasio Duarte, que posiblemente se hallaba algo bebido, hizo un brindis en honor del Brigadier Cornelio Saavedra y de su señora, llamándolos al parecer “futuros emperadores de América”.  Después parece ser, que colocó en forma simbólica dos coronas de papel dorado sobre la cabeza de Saavedra y de su señora.

El hecho ha trascendido de la forma dicha, pero no se tienen conocimientos concretos del mismo.

Enterado al día siguiente del asunto ocurrido en el banquete, el Secretario de la Primera Junta Mariano Moreno, quien no había concurrido al mismo, en un momento, quizá de enojo, redactó el famoso “Decreto de Honores”.  En dicho documento se condenaba al oficial Duarte, diciendo que “ningún argentino ni ebrio ni dormido, debía atentar contra la Libertad de su país”.  También se suprimía todo tipo de honores para los integrantes de la Junta.

La consecuencia de este documento fue la posterior división entre Saavedra y Moreno y el futuro alejamiento de este último de la función de Secretario de la Junta de Gobierno.


Antiguos cuarteles de Buenos Aires – Parte 3

El 18 de febrero de 1807, se comisiona al Alcalde de 1er Voto, autoridad máxima de la Ciudad, para que disponga y prepare cuarteles.

Por esta disposición, en el Cabildo (así se llamaban las reuniones del mismo) del 25 de febrero de 1807, se dio lectura al ofrecimiento del Obispo de Buenos Aires cediendo la casa del Seminario para alojar el Cuerpo de Catalanes, integrado éste por gente nativa de aquella provincia española.  Este ofrecimiento fue aceptado en la asamblea del 30 de abril, teniendo en cuenta la comodidad y situación del Seminario; el que estaba al lado del Cabildo, donde hoy comienza la Avenida de Mayo.

Este edificio de dos pisos, nunca desempeñó en realidad funciones de Seminario.  Más tarde, funcionó en él, el Departamento Central de Policía; hasta que fue demolido en 1884.

Como resultado de todas estas disposiciones (actas del Extinguido Cabildo de Buenos Aires.  Archivo General de la Nación), poco a poco los Batallones fueron ubicados en edificios amplios y adecuados para la nueva función que cumplirían.  Así tenemos entonces, al Cuerpo de “Arribeños”, formado por soldados provenientes de las provincias del Norte, alojado en el convento de La Merced; a los “Catalanes” en el Seminario; a los “Patricios” en el Cuartel de las Temporalidades; a los negros del Cuerpo de “Pardos y Morenos” en el cuartel “de Misiones”, etc.

El cuartel de “las Temporalidades”, así llamado por pertenecer a la Junta que desde 1767 administraba los bienes temporales o sea materiales, de los Jesuitas, expulsados por Carlos III de todos los dominios españoles en América, ocupaba el edificio del antiguo Colegio Máximo de San Ignacio, al lado del Templo del mismo nombre y situado en el lugar donde se encuentra el Colegio Nacional “Buenos Aires”.


Antiguos cuarteles de Buenos Aires – Parte 2

El cuartel de la Ranchería ocupaba un amplio terreno en la esquina Sudeste de las actuales calles Perú y Moreno, llamadas en aquella época del Correo y San Francisco, respectivamente; y debía su nombre al barrio donde estaba situado.  Aunque no se sabe en realidad de dónde proviene el nombre de la “ranchería”.

Posiblemente dicho paraje tomó ese nombre a consecuencia de que los indios amansados por los Padres Jesuitas, habían construido allí sus ranchos.  Los padres tenían el Colegio enfrente de esa manzana de la “ranchería”, donde en tiempos del Virrey Vértiz, existió el primer teatro que hubo en Buenos Aires.

En 1812, al crear el general José de San Martín el famoso Escuadrón de “Granaderos a Caballo”, recibió como alojamiento el cuartel de la Ranchería; el cual ocuparon los Granaderos, desde marzo hasta mayo de ese año, época en que se trasladaron al Cuartel del Retiro.  (Documentos de su traslado.  Archivo General de la Nación).

Respecto a este cuartel, diremos que desde fines del siglo XIX hasta principios del siglo XX, la manzana de la “ranchería”, delimitada por las calles: Alsina, Perú, Moreno y Chacabuco, estuvo ocupada por el famoso Mercado del Centro o “Mercado Viejo”.


La primera invasión inglesa en 1806, trajo la urgente necesidad de buscar alojamiento para los Batallones Cívicos, es decir, formados por ciudadanos civiles; recientemente creados y que defenderían la ciudad durante las gloriosas jornadas de 1807.  De esta tarea se encargó el Cabildo, autoridad semejante a la municipalidad de nuestros días.  Dicha asamblea decidió entonces dar solución al problema alquilando algunas casas particulares.  En la reunión del 22 de setiembre de 1806 se decide terminar con el alquiler de la casa del Brigadier Miguel de Azcuénaga, situada en el barrio de Monserrat (donde ahora está el Ministerio de Desarrollo Social); la que un tiempo antes se había tenido en cuenta para cuartel, pero no se había usado nunca como tal.

Antiguos cuarteles de Buenos Aires – Parte 1



Hablar de los antiguos cuarteles de Buenos Aires, es quizás algo atrevido, ya que hubo muchos en diferentes épocas y que prestaron distintos servicios de acuerdo a las necesidades político-militares que se iban presentando en el Virreinato y luego en las Provincias Unidas del Río de la Plata; como por ejemplo las invasiones inglesas y posteriormente la guerra de la independencia.

No fue Buenos Aires, durante la época de los Gobernadores o sea entre 1617 y 1776, una ciudad con gran cantidad de fuerzas militares, porque las tropas que la defendían no constituían un número elevado.  La custodiaban el Regimiento “Fijo”, así llamado por estar permanentemente en la ciudad la “Guardia Provincial” o de la provincia del Río de la Plata; el escuadrón de “Dragones de Buenos Aires” y el de “Blandengues de la Frontera”; tropas de Caballería estos dos últimos.

Los “Blandengues de la Frontera”, llamados así porque habían “blandido” o agitado sus lanzas en señal de homenaje, el día de presentación ante las autoridades; tenía su acuartelamiento fuera de los límites de la Unión, como en aquella época se llamaba a la ciudad.  Estaban distribuidos en diferentes “guardias” o puestos avanzados, como por ejemplo Luján.

De acuerdo con los planos más antiguos de Buenos Aires (Alfredo Taullard, Ediciones Peuser, Bs. As. 1940), hemos podido ubicar un par de cuarteles en el entonces indefinido damero que formaba por aquella época la ciudad.  Son ellos: el Cuartel de “Dragones” y el Cuartel de la “Ranchería”.

El cuartel del Escuadrón de “Dragones”, estaba situado frente a la Iglesia de Santa Catalina, en el antiguo barrio de La Merced o de Catedral al Norte, más o menos donde se encuentra el edificio de las Galerías Pacífico, en la esquina de las calles Viamonte y San Martín.


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martes, 18 de agosto de 2015

Carta de Bartolomé Mitre a la Convención Constituyente




Carta de Bartolomé Mitre a la Convención Constituyente anunciando que renuncia a su cargo en la misma. Buenos Aires, 30 de abril de 1872.
Documentos Escritos. Sala VII, legajo 2291. 

Transcripción:

Buenos Aires, Abril 30 de 1872.
A la honorable Convención Constituyente:
No obstante multiplicadas y notorias atenciones del servicio público, acepté el cargo de convencional con que el pueblo se digno a honrarme, y he procurado corresponder a su confianza ejecutando con puntualidad los diversos trabajos que se me han encomendado en las comisiones y concurriendo a la elaboración del proyecto de elaboración del proyecto de constitución de que la comisión se ocupa.
Discutida y aprobada la sesión de ese proyecto en que me ha tocado tener parte más directa, hallándose próximo a abrirse el Congreso Nacional del que soy miembro, y teniendo que desempeñar otros caminos del servicio público que reclaman mi más asidua contracción, no me es posible concurrir con regularidad a las reuniones de la convención ni prestar a los importantes motivos que en ella se tratan toda la atención y estudio que demandan por lo cual vengo ante VM hacer personal renuncia del cargo de convencional, rogándole se sirva aceptarla.
Dios Guarde a VM.
Bartolomé Mitre.