martes, 29 de septiembre de 2015

El Libertador era hijo de una indígena y de Diego de Alvear – Parte 2

Llega Diego de Alvear a Yapeyú

Don Diego de Alvear llegó a las Colonias en 1774. Era de una familia de nobles de Burgos y un militar de carrera especializado en batallas navales. Cuatro años después de su arribo, fue designado por la Corona para dirigir una división encargada de ejecutar un tratado de límites de los ríos Paraná y Uruguay. En el territorio de lo que habían sido las misiones jesuíticas, tuvo al hijo que no podía reconocer, en un cruce interétnico prohibido por las leyes reales. Alvear le encomendó entonces la crianza a su amigo y subordinado, el teniente que gobernaba Yapeyú.

En 1780, Juan de San Martín tuvo un conflicto con los indígenas y dejó la gobernación. En 1783 todos viajaron a Europa, donde, según los nuevos aportes, Don Diego costearía la carrera militar del joven José. Habría, en medio de esta relación extraña, una tragedia; Don Diego perdería a su esposa, siete de sus ocho hijos legales, un sobrino y cuatro o cinco esclavos al ser atacado por navíos ingleses un barco en el que viajaban rumbo a España, en 1804. Desde entonces, la educación y el futuro del único hijo legítimo que le quedaba, Carlos de Alvear, y de aquel que nunca pudo reconocer legalmente pero ‘blanqueó’ ante su familia, José, habrían sido sus principales desvelos. Carlos no quería nada a aquel intruso, que terminaría por odiarlo, en hechos que afectarían de lleno a la patria en pañales.


Un carácter reservado

Las investigaciones realizadas por Chumbita y otros historiadores que mantienen esa tesis, creen que los datos obtenidos por ellos explican varias lagunas existentes en torno de su carácter, el tenor de sus decisiones y su visión del mundo. La condición de mestizo, la impostura en que fue obligado a vivir y la relación con su padre biológico fueron componentes decisivos de la personalidad y el rol que desempeñó San Martín. Supo en algún momento de su juventud la verdadera historia de su origen y eso explicaría su carácter reservado, a veces hermético, su temperamento bélico, los códigos de su silencio, sus decisiones difíciles de entender . Se lanzó desafiando al mundo de su padre y transformó la humillación personal en rebeldía política. Si es cierto que la mitad de su sangre fue guaraní.



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