miércoles, 30 de septiembre de 2015

El Libertador era hijo de una indígena y de Diego de Alvear – Parte 1



Desde hace algunos años, existe otra versión sobre la filiación del General José de San Martín.
El investigador Chumbita afirma tener documentos según los que, en realidad, el Libertador habría sido dado en adopción a Juan San Martín por Don Diego de Alvear, un prohombre español de fluidas relaciones con las jerarquías eclesiásticas, que había tenido un desliz con una indígena durante un tramo de su misión en América.

Un documento revelador

Una de las hijas de Carlos María de Alvear, llamada Joaquina, escribió en su diario personal la condición de sobrina de San Martín, por ser éste hijo de Don Diego y “una indígena correntina”. La anotación es del 23 de enero de 1877, 27 años después de la muerte del Prócer.
El General José de San Martín fue, en vida, un celoso custodio de sus secretos: sentía que todas las informaciones que pudiese dar sobre su vida privada afectarían su imagen pública que, sabía, era por entonces objeto de controversias. Varios historiadores sostienen que cuando Mitre dejó fija la historia, optó por el recurso de ignorar aquellos datos que le molestaban. Y que en algunos casos en los que tuvo acceso a documentación de primera mano, destruyó las pruebas de aquellos hechos que desentonaban con su idea de la historia de la patria.
El General San Martín era mestizo
El historiador Chumbita aclara que, en el Buenos Aires inmediatamente posterior a la Revolución de Mayo era “un secreto a voces” el carácter mestizo del futuro Libertador, que había llegado de España en 1812. Juan Bautista Alberdi trazó en 1843 el siguiente retrato, al visitar al prócer, retirado ya de la vida política en una casa de París: “Yo lo creía un indígena, como tantas veces me lo habían pintado, y no era más que un hombre de color moreno”. San Martín mismo, en un discurso ante los pehuenches, en 1816, dijo, sencillamente: “Yo también soy aborigen”. García Hamilton afirma en su libro que las familias patricias argentinas desmerecían a San Martín cuando era un recién llegado, porque estaban al tanto de su origen plebeyo. Le decían “El Cholo” y “El Tape”. Su suegra, la madre de la joven Remedios de Escalada, directamente hablaba de él como “el plebeyo” o “el soldadote”. Sin embargo, eso no tenía relación alguna con los modales de José Francisco, que era una persona culta, refinada y provenía de una educación esmerada en Europa. 

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