Ambas familias de origen español habían llegado a América en el
siglo XVIII. Los Errázuriz se establecieron en Chile: entre sus integrantes
hubo presidentes, políticos, comerciantes y profesores universitarios de gran
influencia en la sociedad chilena.
Los Alvear, afincados en la Argentina, tuvieron una destacada
actuación en el ámbito político y social desde fines del siglo XVIII. El
Brigadier General Carlos María de Alvear, abuelo de Josefina, participó en las
luchas por la Independencia (1816-1820). El Dr. Diego de Alvear, su padre, fue
anfitrión de tertulias y reuniones de gran influencia en la política argentina
de finales del siglo XIX. Torcuato de Alvear, su tío, fue el primer Intendente
de la Ciudad de Buenos Aires en 1880 y Marcelo T. de Alvear, su primo, fue
Presidente de la República en 1922.
Josefina de Alvear y el diplomático chileno Matías Errázuriz
Ortúzar, contrajeron matrimonio en la Catedral de Buenos Aires el 23 de abril
de 1897; durante varios años vivieron en la calle Chacabuco del tradicional
barrio de Monserrat en la zona sur de la ciudad, allí nacieron sus hijos Matías
y Josefina.
Después del fallecimiento de Josefina en 1935, Matías Errázuriz
y sus hijos ofrecieron al Estado Argentino la posibilidad de comprar la casa
junto con la colección de arte, con la condición de que se destinara a crear un
nuevo Museo: el actual Museo Nacional de Arte Decorativo.
El Museo Nacional de Arte Decorativo fue creado en 1937 por Ley
12351 del Gobierno Nacional que determinó la adquisición de la residencia y la
colección de arte de Josefina de Alvear y Matías Errázuriz. El edificio,
excelente ejemplo del estilo ecléctico francés de gran auge en la ciudad de
Buenos Aires a principios del siglo XX, los muebles de época, las pinturas, las
esculturas y los objetos de arte decorativo justificaron plenamente esa
inversión para brindar a la comunidad un nuevo museo.
El arquitecto francés René Sergent (1865 -1927) realizó el
proyecto de la residencia en 1911. En ese año la Sociedad Central de
Arquitectos Franceses le había otorgado la Gran Medalla de la Arquitectura
Privada destacando las cualidades de su obra sobria y elegante dentro de un
contexto ecléctico. Sergent había estudiado en la Escuela Especial de
Arquitectura de París. En 1884 entró en el estudio de Ernest Sanson considerado
el mejor arquitecto diseñador de viviendas privadas. Bajo su dirección Sergent
se apasionó por las obras de algunos arquitectos franceses de los siglos XVII y
XVIII.
Hacia 1899 estableció su propio estudio. Su arquitectura ponía
el acento en el confort y en la comodidad de la distribución y se hizo célebre
por la construcción de residencias particulares de estilo neoclásico.
En los primeros quince años del siglo XX trabajó en París,
Buenos Aires y Nueva York; en Londres realizó la ampliación y decoración de los
hoteles Claridge y Savoy. En París proyectó las mansiones del diseñador de
modas Worth, del empresario Otto Bemberg y de los anticuarios Duveen Brothers a
las que se agrega el gran hotel de pasajeros Trianon Palace en Versailles y
entre 1912 y 1914 la construcción de la residencia del Conde Moisés de Camondo,
hoy destinada a Museo de Artes Decorativas.
Para la sociedad porteña, además de la mansión de los
Errázuriz-Alvear, proyectó las residencias de la familia Atucha, de los
Bosch-Alvear, la mansión Unzué, el Palacio Sans Souci en San Fernando y el
Hogar Luis María Saavedra.
René Sergent trabajaba en equipo con un selecto grupo de
decoradores especialistas en interiores y jardines. Para la residencia
Errázuriz-Alvear los elegidos fueron H. Nelson, Georges Hoentschel, André
Carlhian y el paisajista Achille Duchêne. El Palacio Errázuriz Alvear fue
construido entre 1911 y 1917 con la dirección de obra de los arquitectos locales
Eduardo M. Lanús y Pablo Hary.
Todos los materiales, salvo la mampostería gruesa, fueron
traídos de Europa. Los revestimientos de madera, espejos, mármoles,
carpinterías, fallebas, molduras, llegaron preparados para su directa
colocación en obra y para algunas tareas específicas, como la realización de
estucos, vinieron artesanos europeos.
Los salones de la planta principal, destinados a las
recepciones, fueron decorados en diversos estilos franceses de los siglos XVII
y XVIII excepto el Gran Hall inspirado en los grandes salones característicos
de la Inglaterra del siglo XVI en la época de la dinastía Tudor.
En los departamentos privados del primer piso es evidente
también el gusto por la decoración francesa en los estilos Luis XV, Luis XVI,
Directorio e Imperio; la excepción es la sala Art Déco decorada por el artista
catalán José María Sert.
https://noticiasrecoleta.com.ar/la-familia-errazuriz-alvear/
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