lunes, 19 de agosto de 2019

Escolios y falsificaciones sobre Scalabrini Ortiz. - Parte 6

No se apoyó Scalabrini en el conocimiento de doctrinas extrañas, como intenta confundir en ese trabajo, para interpretar la realidad nacional, sino que realizó esa tarea investigando la problemática argentina.

No intentó mi esposo formar un partido revolucionario de izquierda “comunista nacional o algo que se le parezca…” porque se sentía totalmente interpretado y consustanciado con la doctrina justicialista”[13].

e- Scalabrini no católico: Para presentar el “cuadro” de un pensador del “materialismo histórico” que usaba la dialéctica para desentrañar la realidad argentina, el biógrafo de Scalabrini al que se hace alusión en párrafos anteriores debía decir que para Raúl “la religión es el opio de los pueblos”. Así aparecen frases como “las ideas de los grandes pensadores (…) quienes baten rápidamente en retirada al catolicismo que procura inculcarle su madre”; o esta otra “se consideró siempre un discípulo de la Revolución Francesa, jamás fue clerical (…)”; o la más elocuente: “(…) adhiere a la república española, se define por el divorcio, rechaza al catolicismo (…)”
A pesar de esta falsa idea de un Scalabrini reacio al catolicismo y próximo al materialismo y al positivismo, es nuevamente Hernández Arregui quien desde la izquierda pone las cosas en su lugar: “Creía en Dios. Pero veía en el concepto una especie de substancia ordenadora”[14].
Más aún, Scalabrini era bautizado y por lo tanto parte de la Iglesia Católica Apostólica Romana; recibió la influencia espiritual de su Tío Juan Bautista Scalabrini quien al decir de Jauretche, “su Tío Monseñor Juan Bautista Scalabrini, cuya obra y ejemplo fueron los que proyectaron su influencia sobre el fértil espíritu de Raúl Scalabrini Ortiz”[15], y a la hora de verse cara a cara con la muerte fueron padres de la Orden Scalabrini –fundada por su Tío – quienes le suministraron a Raúl los auxilios religiosos de sus últimos días.


f- Scalabrini desarrollista: Aquellos que afirman esto confunden la táctica con la estrategia. Y no se trata de una cuestión militar. Claramente lo expresa el mismo Scalabrini en la revista Qué: “¿Permitiremos cruzados de brazos, que sea sustituída la Constitución del 49 por un texto fraudulento en que se renovarán acrecentados los privilegios del capital extranjero? Me resisto a mí mismo el derecho a permanecer indiferente en esta emergencia definitiva. No, yo no permaneceré cruzado de brazos. Si no puedo hacer otra cosa, votaré por aquel, cualesquiera sean sus opiniones, su simpatía o antipatía personal, sus propósitos confesados o las reservas con que formule sus promesas, por aquel que se comprometa a sostener la vigencia de la Constitución del 49. Será el mío un voto de emergencia que no debe engañar a nadie. No significará apoyo a ningún partido, adhesión a ninguna otra idea, ni solidaridad, ni simpatía ni disculpas por los actos censurables que hubiera cometido anteriormente. Votaré simplemente por el mantenimiento de la Constitución de 1949 o por el que ofrezca un pronunciamiento para llegar a ello”[16].

Apoyar a Frondizi era una cuestión táctica para tratar de mantener las banderas del movimiento nacional en alto, dado que su vanguardia, el peronismo, y su líder, el General Perón se encontraban proscriptos. Y Frondizi había acordado con el General una política nacional, además de levantar la proscripción del peronismo y permitir el regreso a la Patria de Perón. En pocas palabras esa era la base del acuerdo Perón-Frondizi, a través del cual el General Perón ordenaba a sus seguidores votar por el candidato a presidente de la UCRI.

De manera que la conducta de Scalabrini, estaba perfectamente ordenada con el acuerdo entre Perón y Frondizi.
Por lo demás, se ha reprochado a Raúl su participación en la revista Qué; donde más allá de las editoriales de Frigerio, Scalabrini siempre pudo expresarse con total libertad y defender el pensamiento nacional, las banderas peronistas, a la vez que atacaba sin piedad al gobierno de la “fusiladora”.

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