miércoles, 27 de marzo de 2019

La herencia de la guerra: Salta (Argentina) 1821-1831 - Parte 6


30  Juan Antonio Moldes, padre de Eustaquio, Juan Antonio y José Antonio, poseía a fines de la colonia (...)
31  AGN, Buenos Aires “Sumario criminal contra Eustaquio Moldes, Blanco y cómplices, Salta, mayo de 18 (...)
24La dificultosa reelección de Arenales en el gobierno de Salta en 1826 aumentó la resistencia de algunos jefes milicianos. A mediados de 1826 fue asesinado en su quinta Eustaquio Moldes, uno de los tres hermanos Moldes que se destacaron por su militancia en la causa de la independencia perteneciente asimismo a la facción “federal” en Salta.30 Eustaquio fue acusado de intentar una conspiración para destituir a Arenales y ultimado por la partida que debía tomarlo prisionero. Las actuaciones judiciales labradas luego de su muerte revelan su influjo entre la población rural del valle de Lerma y su intensa actividad política en el espacio regional y aún “nacional”. Revelan también el rechazo por parte de la población del valle de Lerma para enrolarse en una guerra distante como la que Buenos Aires sostenía con el Brasil y en la cual Arenales estaba comprometido a enviar hombres. Esta movilización, ajena a sus intereses, y la resistencia aún presente de pagar arriendos y tributos, fueron las razones dadas por los testigos que declararon en las actuaciones que siguieron al asesinato de Moldes.31

32  Tarija había sido incorporada a la jurisdicción eclesiástica del Obispado de Salta al crearse éste (...)

33  AGN, Buenos Aires, “Correspondencia de Juan Antonio Álvarez de Arenales”, Sala VII. Fondo General (...)

34  Juan Antonio Álvarez de Arenales carecía de liderazgo sobre las milicias de Salta. Su prestigio mi (...)

35  AGN, Buenos Aires, “Juan Antonio Álvarez de Arenales al Sr. Comandante General de las Fronteras de (...)

25Antes de finalizar 1826, precisamente cuando la anexión de la jurisdicción de Tarija32 al reciente estado de Bolivia complicaba las relaciones entre Salta y Chuquisaca, el ingreso en territorio salteño de un regimiento de granaderos colombianos insurreccionados en Cochabamba y conducidos por el Capitán Domingo López Matute, tensionó aún más las conflictivas relaciones con Bolivia. El asilo que les brindó el gobierno de Arenales generó conflictos diplomáticos con el Mariscal Sucre en Bolivia, que reclamaba la devolución de los colombianos para someterlos a la justicia militar.33Una de las razones por las cuales Álvarez de Arenales acogió con beneplácito a los colombianos fue la de contar con tropas experimentadas que con fidelidad enfrentasen a sus opositores políticos que contaban con mejores y más estrechas relaciones con los grupos milicianos, en especial los liderados por Pablo Latorre y Francisco Gorriti, que simpatizaban con los sectores federales y en particular con Facundo Quiroga y con Juan Felipe Ibarra líderes federales de las provincias del noroeste argentino de La Rioja y de Santiago del Estero.34 Es por ello que le ofreció a López Matute Cuartel y lo enroló con su Compañía a las fuerzas militares de la Provincia argumentando que el derecho de asilo era sagrado y que intentar desarmarlos podría acarrear inconvenientes “... y que aún conseguido no sería fácil darles destino en que pudieran consultar a su subsistencia [...] por estas consideraciones ha tenido a bien darles cuartel y dispensarles los derechos de hospitalidad con resolución de que sean en alguna manera útiles al territorio a que son tan gravosos, prestando sus servicios en sostén del orden y de las autoridades nacionales que lo constituyen...”.35
36  Sucre escribe a Bolívar en Julio de 1827 que “... Arenales me ha pedido tropas para ir a restablec (...)
37  AGN, Buenos Aires, “Carta de José Francisco Gorriti al Exmo. Señor Ministro Secretario de Gobierno (...)
26A pesar del amparo brindado por Arenales a estas fuerzas militares, que en carácter de mercenarias puso a su servicio, López Matute se unió rápidamente a los enemigos de Arenales. Efectivamente en enero de 1827, y en ocasión de ser enviado por el Gobernador de Salta en apoyo del Gobernador de Tucumán enfrentado militarmente con Ibarra, López Matute mantuvo reunión con Pablo Latorre y Francisco Gorriti en Rosario de la Frontera sumando sus hombres a las milicias de esos parajes.  El 8 de febrero de 1827, Escuadrones Gauchos del valle de Lerma junto con las fuerzas colombianas sorprendieron en Chicoana a las fuerzas leales al gobernador Arenales. La batalla fue cruenta y el resultado de la misma favorable a los sublevados quienes al día siguiente ocuparon la plaza de Salta. Arenales renunció y se exilió en Bolivia donde intentó vanamente solicitar auxilio para retomar el poder en Salta.36 José Francisco Gorriti asumió el gobierno de la Provincia de Salta apoyado por las fuerzas militares participantes en el levantamiento.37

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