martes, 26 de marzo de 2019

La herencia de la guerra: Salta (Argentina) 1821-1831 - Parte 3


9  Nombre que dió a los integrantes de las milicias de la Provincia de Salta el General José de San M (...)
10  Güemes, Luis,Güemes..., Tomo 11, p. 467-468, “Oficio de Agustín Dávila a Eustaquio Medina, Jujuy(...)
11El 25 de Mayo de 1821 el Cabildo de Salta, aprovechando su ausencia y la derrota sufrida en la campaña contra Tucumán, intenta deponerlo con el apoyo de jefes militares de los Cuerpos de Línea y de las milicias urbanas. El intento de la elite por destituirlo fracasó y Güemes no logró evitar, o permitió, el saqueo a las tiendas y viviendas pertenecientes a los más encumbrados comerciantes y hacendados de la provincia, quienes habían conspirado contra su autoridad. La suerte estaba echada. La autoridad de Güemes estaba seriamente erosionada frente a la imposibilidad de mantener movilizada las milicias y los cuerpos de línea para enfrentar a la oposición que operaba en sintonía con el gobernador de Tucumán y con el ejército realista. La muerte de Güemes en manos de una partida realista que logró sorprenderle el 7 de Junio en la ciudad, gracias a la complicidad de la elite y la defección de algunos de sus jefes militares, la firma del Armisticio en agosto de ese año con los realistas, y la designación de José Antonino Fernández Cornejo, antiguo adversario de Güemes, como Gobernador de la provincia, atizó aún más los enfrentamientos con las milicias rurales, que un mes después de la designación de Cornejo ingresaron nuevamente a la ciudad asaltando las propiedades de los principales referentes del gobierno provincial. Uno de los detonantes para esta nueva asonada, además de las rivalidades existentes tanto entre las jefaturas militares como entre algunos referentes importantes de la elite, fue sin duda el rumor que se extendía entre los milicianos de que el nuevo gobierno intentaba “... poner bajo tributo a los beneméritos y distinguidos gauchos9, al mismo tiempo que privarlos de regalías que antes disfrutaban sobre terrenos reputados baldíos, induciéndolos a la costumbre de pago de arriendos...”.10

11  La Honorable Junta de Representantes se instituyó luego de la muerte de Güemes con carácter consti (...)
12 Consecuencia inmediata de este nuevo levantamiento militar fue el reemplazo del cuestionado Gobernador Cornejo por alguien con mayores apoyos entre los Jefes militares alzados. Asumió así, interinamente el gobierno de la Provincia, José Ignacio Gorriti, colaborador político y militar de Güemes, quien a comienzos de 1822 logró ser designado Gobernador Propietario por la Junta de Representantes,11 cargo que ejercería por el término de dos años ¿Cómo logró Gorriti el consenso necesario para ejercer el poder durante dos años, en el transcurso de los cuales debería enfrentar un nuevo levantamiento militar? No es sencillo responder a esta pregunta. La historiografía local atribuye este consenso a su condición de Jefe Militar de confianza de Güemes y por ende respetado por los jefes adictos al extinto gobernador. Contribuyó también, sin lugar a dudas, la influencia política y militar ejercida por sus hermanos, Juan Ignacio integrante de la Junta de Representantes y José Francisco Jefe de Milicias en la Frontera del Rosario y estrechamente vinculado con Pablo Latorre, Comandante de las Milicias de la Frontera del Rosario, quien lideró junto con Apolinario Saravia el levantamiento que precipitó la caída de Cornejo.

12  Cornejo adhería a la facción denominada “porteña” que proponía un gobierno centralizado y unitario (...)

13  Frías, Bernardo,Historia del General Martín Miguel de Güemes y de la Provincia de Salta, o sea de(...)

14  En el valle de Lerma, al sur de la ciudad de Salta se concentraba el mayor número de escuadrones g (...)

15  “Y aunque Gorriti no quiera/ La Patria Vieja ha y reinar/ Comerciantes sarracenos/ Vosotros la has (...)

13Los nombres de José Francisco Gorriti y de Pablo Latorre adquirirán a partir de 1821 mayor significación política. ¿Cuál fue la base de su poder? Indudablemente el mismo residía en el mando ejercido sobre las milicias de la frontera chaqueña, dónde también ejercía poder militar Juan Antonino Fernández Cornejo, con quien se encontraban enfrentados.12 El lema de José Ignacio Gorriti durante su gobierno fue “unir lo desunido” y a pesar de las presiones que ejercieron los miembros de la Junta de Representantes para que castigara severamente a los responsables del levantamiento y saqueo de la ciudad en setiembre de 1821, no sancionó a Pablo Latorre, con quien se habría visto obligado a negociar mientras que sí castigó, incluso con la muerte, a otros cabecillas del movimiento de menor jerarquía y poder, entre ellos algunos mestizos y mulatos. Las primeras medidas adoptadas por Gorriti en 1821 estuvieron destinadas a recortar el poder de los cuerpos de Líneas y de las Milicias. Para lograrlo licenció a los Cuerpos de Infernales y de Dragones y también a varios escuadrones gauchos13 y con el apoyo de Latorre y de otros Jefes de Milicias desactivó, en Diciembre de 1821, una conspiración que se tramaba en el valle de Lerma, en el paraje de Chicoana precisamente dónde se concentraba el mayor número de milicianos gauchos “intrusos” en las estancias y haciendas de la región.14 Amenazantes versos anónimos coreados por mulatos, indios y mestizos alertaban sobre el malestar que reinaba particularmente en el ámbito rural, así como la existencia de un proyecto político, el de la Patria Vieja, que los sectores dirigentes de la elite identificaron con Güemes pero que es plausible suponer que, para quienes acusaban a José Ignacio Gorriti de traidor, representaba la aspiración de conservar las prerrogativas sociales y económicas obtenidas durante el gobierno de Güemes, fuertemente vulneradas por las sanciones y castigos proporcionados a aquellas jefaturas intermedias de las milicias después del levantamiento de setiembre de 1821.15 Pablo Latorre, Apolinario Saravia, Francisco Gorriti líderes de la asonada del 22 de setiembre de 1821 eran todos ellos propietarios de tierras y si bien enfrentados políticamente con José Antonio Fernández Cornejo y otros miembros destacados de la elite de clara tendencia liberal y centralista, coincidían con sus opositores políticos en la urgente necesidad de desactivar a los grupos milicianos, especialmente del valle de Lerma y de Jujuy que defendían los beneficios logrados por arrenderos y peones durante la guerra contra las fuerzas realistas que invadían la provincia.
16  Archivo y Biblioteca Históricos de Salta (en adelante ABHS), “Arrendamiento de gauchos”, Armario G (...)

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