Victorino de la Plaza - Apertura de sesiones 1914 - Parte 12

La Ley 6546 ha dado los primeros beneficios de su aplicación, pues conocido el régimen hidráulico de la mayor parte de nuestros ríos y las condiciones especiales de cada una de sus respectivas cuencas, los esfuerzos de la Nación pueden dirigirse allí donde la necesidad es más apremiante. Este primer período de estudio, forzoso para la ejecución de un plan razonado de riego, ha permitido confeccionar los proyectos de las obras a ejecutar en todas las provincias y territorios.

Es digno de puntualizarse el esfuerzo considerable que importa la prosecución en todo el país de las obras de regadío, con un éxito uniforme, no alcanzado en los años anteriores. Se construyen actualmente 14 obras de riego, algunas de las cuales de suma importancia como el Dique Neuquén, Canal Río Negro Superior y Río Tercero. Se explotan tres actualmente, habiéndose terminado dos en el año transcurrido.

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La mayor autonomía acordada al directorio de las Obras Sanitarias, por la nueva organización, le ha permitido más eficacia a SUR trabajos. En el último ejercicio se han proseguido con actividad las obras de saneamiento del nuevo radio de la Capital Federal, habilitándose las instalaciones a medida que se terminaban, en lo que a la provisión de aguas se refiere. En tales condiciones ha sido posible habilitar la nueva torre de toma y el túnel subfluvial, los depósitos de decantación, filtros, bombas y cañerías de impulsión. Se construyen las cañerías correspondientes a 2504 hectáreas más y la cloaca máxima del nuevo sistema, esperándose quede terminada en su primera sección antes del 30 de Abril de 1915. En las provincias y territorios nacionales se han librado al servicio en 1913 las obras de Tucumán, Santiago del Estero, Corrientes y Mar del Plata, y comenzado la construcción de obras de ampliación del servicio de cloacas en la ciudad de Córdoba, de provisión de agua y cloacas en Santa Fe y Salta, y de provisión de agua en Formosa.

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Durante el último ejercicio, el P. E. dedicó especial empeño a la construcción de edificios y a la conservación o ensanche de los actualmente en uso, para que las respectivas reparticiones ocupen locales propios con todas las comodidades que requieren su funcionamiento y destino. Se terminaron 29 establecimientos, continuándose con regularidad la construcción de 23 ya contratados, algunos como el de Correos y Telégrafos, el Instituto Nacional de Bacteriología y el Colegio Nacional Central, obras de verdadera magnitud. Por Administración se ejecutaron 39 reparaciones de edificios fiscales, en términos sumamente ventajosos. De los monumentos, fueron terminados los erigidos al Ejército de los Andes y a Necochea, prosiguiéndose los demás. Es digno de señalarse con aplauso y con estímulo, el estudio realizado por la División de Arquitectura en las condiciones en que fueron contratadas y certificadas las obras del Palacio de Justicia.

La construcción y conservación de los puentes y caminos nacionales, se han proseguido dentro de la medida permitida por los recursos autorizados, habiéndose terminado, cuatro puentes carreteros y una balsa transbordadora sobre el Río Míriñay. En construcción, también, se encuentran dieciséis puentes metálicos, cuyas luces totales alcanzan a 2210 metros y su acceso a nueve kilómetros. Proyectados y en estudio se hallan treinta y un puentes carreteros y se han conservado ochenta y ocho. Por lo que respecta a los caminos, se han construido o conservado 117 en una extensión total de 6000 kilómetros, continuándose asimismo la ejecución del afirmado de las calles de acceso y circulación del Puerto de la Capital, pavimentándose con adoquín de granito una superficie de 15.808 metros cuadrados.

SITUACIÓN ECONÓMICA

Estabais, señores Senadores y Diputados, en el curso de vuestras sesiones, el año pasado, cuando empezaron a presentarse con caracteres alarmantes las primeras manifestaciones de una depresión económica en el mercado de los negocios, que se particularizaba principalmente por la restricción en los descuentos bancarios y las dificultades consiguientes en el uso del crédito.

Casi simultáneamente con los entorpecimientos para conseguir los capitales que hacen marchar los negocios, prodújose la baja en los cambios sobre el exterior y empezó la extracción de oro de la Caja de Conversión en cantidades abundantes y continuas, que empeoraban cada vez más la situación, porque el retiro de ese metal importaba el de las sumas equivalentes en moneda nacional, que quedaban encerradas en las arcas de la Caja, reduciendo el volumen del medio circulante con inevitable menoscabo para las transacciones.

Los hombres de negocios se preguntaban con ansiedad, cual era la causa real de tanta perturbación, en un mercado que se encontraba ostensiblemente en condiciones favorables, tanto por el buen estado de las industrias y del comercio, como por sus reservas de oro en la Caja de Conversión, en el Banco de la Nación y en los Bancos particulares. Mediaba, además, la circunstancia de estar anunciada una próxima e importante cosecha.

La guerra en los Estados Balcánicos, creó una situación delicada. La política europea parecía rodeada de incertidumbres y esto sembró la alarma que trajo la restricción mundial de los capitales, y la perturbación en todo el orden de las operaciones bursátiles.

Se encontró, pues, confrontado este país con un estado de cosas en extremo anormal y contra el que no podía luchar con éxito, porque los efectos resultantes de causas tan complejas y ajenas a su contralor, escapaban a su poder de acción y a sus naturales medios de defensa.

Entretanto, las extracciones de oro disminuían el fondo de conversión, sin poder remediarlo, porque al crear la leyese establecimiento destinado a recibir en sus arcas todo el oro que afluya al país, sea como saldo del comercio de exportación, o en busca de colocaciones lucrativas, no lo ha dotado con medios adecuados para contrarrestar los embates que se dirijan contra sus caudales, y evitar que, con el retiro del metálico, se produzca el de las sumas equivalentes en moneda nacional, justamente en los momentos en que más se las necesita.

Sucedió, pues, que como el crédito se restringía a medida que se operaba el retiro de la moneda, la marcha de los negocios era más premiosa, porque coincidían con ella las exigencias de mayor suma de recursos para poder levantar las cosechas. Me es grato recordar, con este motivo, los muy buenos servicios que ha prestado el Banco de la Nación, facilitando sus recursos allí donde eran más urgentemente reclamados, haciéndose acreedor, su Directorio, a merecido encomio por su acertado desempeño.

Conviene, sin embargo, en medio de ese conflicto de circunstancias adversas, darse cuenta de la situación económica del país, para desvirtuar apreciaciones desfavorables.