EL FRAUDE DE LOS MEDIOCRES
Muerto Vandor, la dictadura militar pierde un soporte muy
importante. Los discípulos del “Lobo”, aunque enrolados en la misma línea de
entrega y de traición a Perón, son de una mediocridad aplastante. Miguel,
Otero, Calabro… Demasiado lejos de la habilidad y la astucia de Vandor. Quizás
más ambiciosos que éste, pero sin su capacidad política. Esto lo sabe muy bien
el funesto San Sebastián. De allí que tenga que invertir sus mejores momentos
en la elaboración de un plan para dejarles libres el camino a los discípulos
del “Lobo”.
La presencia de Avelino Fernández en la secretaría de la UOM, Capital, es un
obstáculo en los planes de la dictadura. El “gallego” es un tipo duro,
enfrentado desde hace rato con ¡Miguel y sus muchachos. Seguramente, piensan
los estrategos de la dictadura, Fernández no va a aceptar entrar en el juego.
Así que deberá aliminár-selo.
¡Para marzo de 1970 están previstas las elecciones en el gremio. Estos comicios
adquieren, claro, una importancia fundamental. Miguel y sus muchachos, muy
desprestigiados, saben que la oportunidad no puede perderse. Saben, además, que
la única manera de poder acceder a la dirección de la UOM tiene un solo camino: pactar con el
gobierno, comprometerse aún más, entregarlo todo en pos del sillón burocrático.
Es así que —mediante la participación del coronel Prémoli, en ese entonces
titular de la Secretaría de Difusión y Turismo— orquestan un coordinado ataque
en contra de Avelino Fernández y su gente.
Este proceso, que dura varios meses,
tiene su culminación en enero de 1970, cuando las bandas de Miguel intentan
ocupar la sede del sindicato, ubicada en Hipólito Yrigoyen al 4200. La refriega
fue sangrienta: Carlos Alberto Pellegrino, de 36 años, fue herido en la tibis,
y Manuel Noya, 27, a
la altura de un pulmón. José Antonio Mitriani, de 21 años, que había sido el
primero en forzar la entrada, fue muerto a tiros.
El diario “Crónica”, del 30 de enero del 70, reseñaba los hechos de la
siguiente manera: “En tanto la policía continúa sus indagaciones para
determinar responsabilidades en el tiroteo que se produjo la mañana del
miércoles en la seré de la Unión Obrera Metalúrgica, con el saldo de un muerto
y dos heridos, los dirigentes gremiales prosiguen las tratativas para conciliar
posiciones.
Como lo dijéramos, la proximidad de comicios para renovar autoridades en la organización
gremial de los trabajadores metalúrgicos agudizó las posiciones que se
enfrentan en ese campo y que son un reflejo de las que dividen al Movimiento
obrero. A ese enfrentamiento, precisamente, se atribuye el desdichado episodio
del miércoles, señalándose que en esa circunstancia chocaron los seguidores de
la línea “dura”, que responde a los lineamientos marcados desde Puerta de
Hierro por Perón, y los que apoyan lo que en el mundo gremial se dio en llamar
“la línea negociadora”, con epicentro —afirman ios primeros— en la Comisión
Normalizadora de la CGT.
Según se desprende de expresiones manifestadas en los
organismos de conducción de la seccional capitalina de la UOM, esas líneas
tienen como figuras más relevantes dentro de ese campo, a los señores Avelino
Fernández, actual secretario general de la organización, calificado como
“duro”, y al tesorero de la misma, señor Lorenzo Miguel, conceptuado como
“negociador”. Las fracciones se habían mantenido en la subyacencia hasta que la
convocatoria electoral llevó las cosas al terreno de las definiciones
concretas”.
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