jueves, 19 de julio de 2018

La costa original de la ciudad: informe sobre el terreno de Paseo Colón 1138-1150 - Parte 4


Es evidente que este conjunto cambió de dueño y esto debe sumarse al proceso de expropiación para la ampliación de la avenida. Con el corte de la pata oeste de la L de ese terreno quedó únicamente el lado que tenía entrada sobre Humberto Primo, el que ya describimos como teniendo sótano y dos pisos.

El terreno cambió de manos al señor Pedro Ambrosini durante la década de 1920 a 1930; pero tenemos nuevos datos referidos a cambios físicos sólo cuando duera ocupado por la fábrica de dulce de leche de la señora Heidi Sara Mohr. En ese momento se hizo algunos cambios en la construcción entre ellos la instalación de varias cámaras hechas de hormigón, en la década de 1940, para adaptarlo a la nueva fábrica. 

Lo interesante de este cambio es que el sótano desaparece en los planos. Y esto es aún más raro ya que le construyen varios cilindros de hormigón para procesar la leche que bajan varios metros al subsuelo al igual que otras estructuras anexas y nada habla del sótano. Por cierto el plano de la casa en planta baja y primer piso se mantiene casi sin cambios. Nos preguntamos ¿pudo todo eso haberse rellenado hasta borrarlo? Las dos escaleras que descendían, una desde el patio posterior, y la otra desde el sector demolido, habían desaparecido. ¿Pudo en ese momento -es decir al demolerse la parte hacia el oeste- haberse tapiado todo a tal grado de que se olvidaran de su existencia?, ¿o pudo no haber sido realmente un “sótano”, sino un espacio vacío en el subsuelo con piso de tierra? Veremos como estas hipótesis resultan muy atractivas. Pero resultaría increíble que el edificio siguiera funcionando tantos años sobre un piso hueco sin que hubiera conciencia de ello, o que se hubieran producido hundimientos y accidentes.

El otro edificio de la cuadra era el hecho para comercio por Pedro Etcheto en 1909, y era el que ocupaba la esquina de Paseo Colón y Humberto Primo, con entradas en la ochava misma y por ambas calles. Este edificio era de planta totalmente libre y en extremo moderno para su tiempo, y sí tenía un enorme sótano como su vecino. Pero en este caso parece ser una arquitectura más importante, incluso en su escalera, los techos de vidrio para iluminar y la dimensión más esbeltas de sus columnas.

Y si seguimos describiendo los edificios de ese sector, la fábrica de Incahuspe, Pelliser y Cía. ocupaba el terreno más amplio de la manzana, y una parte aún se conserva. Tenía forma de L con el lado más amplio sobre Paseo Colón, en donde estaba la casa del propietario (entrada por el 1150) y un portón para carros por el 1170. Atrás había un gran patio cuadrado alrededor del cual estaba la fábrica y oficinas con un piso más para depósito. Del  lado de Humberto Primo (entrada por el 180) había un gran galpón metálico de la fábrica con otra entrada de carros comunicada con la entrada del otro lado por un patio abierto que, en forma de L, formaba el fondo de todo el terreno. No había sótanos al menos en los planos.


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