sábado, 28 de abril de 2018

Cartas de Belgrano -Fragmentos - Parte 3

CARTA AL GENERAL REALISTA PÍO TRISTÁN, con quién mantenía una vieja relación de amistad, en la que comenta su traslado a la Campaña del Alto Perú, donde habrán de enfrentarse. Yatasto- Salta, 27 de marzo de 1812 


(…) Siempre se divierten los que están lejos de las balas y no ven la sangre de sus hermanos, ni oyen los ayes de los infelices heridos; también son esos mismos los que critican las determinaciones de los Jefes. Por fortuna dan conmigo que me río de todo y que hago lo que me dicta la razón, la justicia y la prudencia, que no busco glorias sino la unión de los americanos y prosperidad de la patria. 


CARTA A FELICIANO CHICLANA, GOBERNADOR DE SALTA-SALTA 1º DE MARZO
 

EL RELEVO

¡Ay! Amigo mío! ¿Y qué concepto se ha formado usted de mí? Por casualidad, o mejor diré porque Dios ha querido, me hallo de General sin saber en qué esfera estoy. No ha sido esta mi carrera y ahora tengo que estudiar para medio desempeñarme y cada día veo más y más las dificultades de cumplir con esta terrible obligación. (…) Crea que jamás me quitará el tiempo y me complaceré con su correspondencia, si gusta honrarme con ella y darme alguno de sus conocimientos, para que pueda ser útil a la patria.

CARTA A SAN MARTÍN- Lagunillas –Alto Perú, 25 de septiembre de 1813


"No siempre puede uno lo que quiere, ni con las mejores medidas se alcanza lo que se desea. He sido completamente batido en las pampas de Ayohuma cuando más creía conseguir la victoria; pero hay constancia y fortaleza para sobrellevar los contrastes, y nada me arredrará para servir, aunque sea en la clase de soldado por la libertad e independencia de la patria”. 

“Mi corazón toma un nuevo aliento, cada instante que usted se me acerca, porque estoy firmemente persuadido de que con usted se salvará la patria y podrá el Ejército tomar un diferente aspecto. Soy solo, esto es hablar con claridad y confianza. No tengo ni he tenido quién me ayude, y he andado los países en los que he hecho la guerra como un descubridor, pero no con hombres que tengan iguales sentimientos que los míos, de sacrificarse antes que sucumbir a la tiranía (…) Entré a esta empresa con los ojos cerrados y pereceré en ella antes de volver la espalda. En fin, mi amigo, espero en usted un compañero que me ilustre, que me ayude y quién conozca en mí la sencillez de mi trato y la pureza de mis intenciones, que Dios sabe no se dirigen ni se han dirigido más que al bien general de la patria y asacar a nuestros paisanos de la esclavitud en que vivían”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario