miércoles, 14 de marzo de 2018

La ley de Inmigración y Colonización del presidente Nicolás Avellaneda - Parte 3


Promover la inmigración

La Ley de Inmigración pretendía eso: captar gran cantidad de trabajadores para ocupar y desarrollar el campo argentino. Significó equiparar los derechos civiles de argentinos y extranjeros. Fue la primera ley nacional que trató temas migratorios. Avellaneda tomó como base una anterior ley de la provincia de Entre Ríos. La Ley Avellaneda se dividía en dos partes: la primera sobre Inmigración y la segunda sobre Colonización. La parte “De la inmigración”, tenía sesenta artículos, ordenados en diez capítulos. Creaba el Departamento de Inmigración (predecesor de la Dirección Nacional de Migraciones). Distinguía a los inmigrantes de los “viajeros” (los actuales “turistas”).

Concedía estos beneficios al inmigrante: alojamiento, manutención y traslados dentro del país. Consagraba el Art. 14 de la ley: “Todo inmigrante que acreditase suficientemente su buena conducta y su actitud para cualquier industria, arte u oficio útil, tendrá derecho a gozar, a su entrada al territorio, de las siguientes ventajas especiales:

1) Ser alojado y mantenido a expensas de la Nación, durante el tiempo fijado...

2) Ser colocado en el trabajo o industria existente en el país, a que prefiriese dedicarse.

3) Ser trasladado a costa de la Nación, al punto de la República donde quisiese fijar su domicilio.

4) Introducir libres de derecho prendas de uso, vestidos, muebles de servicio domésticos, instrumentos de agricultura, herramientas”.

La ley creó oficinas de empleo, para buscarles trabajo y defenderlos de los abusos laborales de los empleadores locales. Regulaba las condiciones que debían reunir los barcos para transportar a los inmigrantes. Establecía el procedimiento de desembarco, los documentos y recaudos sanitarios que se les iba a exigir. Creó una red de agentes y comisiones de inmigración en Europa, para promover a la Argentina como destino. El último capítulo indica cómo se financiarían las distintas actividades y organismos.

De este modo, el Estado argentino concedía a los inmigrantes europeos anticipos para pasajes, alojamiento en hoteles y asilos, trabajo y tierras. Se buscaba convertir al inmigrante en colono, propietario pequeño o mediano de tierras en el campo. Se creó el legendario Hotel de Inmigrantes en Buenos Aires para proveer alojamiento y comida a la llegada al puerto de los extranjeros. Luego se previó su traslado a su lugar de asiento definitivo. Estos beneficios se concedieron no sólo a los inmigrantes traídos por empresas o agentes de colonización, sino también a los que arribaran por su cuenta.


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