viernes, 16 de marzo de 2018

Cadícamo - «Al tango hay que dejarlo como está» - Parte 2

«El tango no ha muerto porque lo están tocando en Nueva York con un éxito tremendo. Lo están tocando en Francia, en Finlandia.

«Hay que aconsejar a la gente joven de que el tango no necesita de ninguna manera el cambio de ropa. Es una cosa que quedó, que hay que tocarla tal cual es.

«El tango no debe apartarse de los cánones establecidos. Que no se haga un tango 1986 (fecha de esta entrevista). Que hablen de la calle Florida, de la esquina del Obelisco. No sé dónde hay lugares de tango. ¿En una cancha de fútbol, con la cachiporra? Hay, cómo no va a haber. Vamos a sacarlo con la intuición.

«No he dicho que se esté poniendo un dique a todo lo que quiera desarrollarse dentro de la música del tango. Al contrario. Me gustaría ver una larga lista de autores nuevos que hagan éxitos o que hayan hecho éxitos. Me encantaría porque entonces uno piensa que algo ha hecho durante tantos años, que uno ha servido para que después se sigan haciendo.

«Pueden cambiar las circunstancias, pero el hombre es el mismo. Pero ya no tendría la esencia del tango. Esencia era aquella, aunque usted no lo pueda creer. Era la época, era el tranvía, era el mostrador de la calle Maipú y Corrientes... se llamaba de esa forma. Eran todas esas cosas que conformaban una unión, un escenario. Ahora, habría que hacer un esfuerzo casi físico para poder hacer un tango con una cancha de fútbol o con una pizzería.

«Hoy hay tangos que son muy lindos, pero son canciones en tiempo de tango. No es el tango de barrio, el baqueano. No es el tango aquel que traía un sentimiento, una emoción al bailarlo como los tangos de Arolas. Es tango de ahora, pero no es el tango tradicional. Es una canción que aparece, que puede estar muy bien hecha y caminar como canción, pero no como un tango auténtico. Porque si este tango usted lo canta en Dinamarca, la gente no sabe de dónde apareció esta música.

«Hay una situación bastante parecida al apocalipsis en el tango. Empezando porque desaparecieron las orquestas que son fuentes de trabajo y nada de difusión.

«Los cantores de tango actuales se defienden. Hay buenos cantantes, pero Gardel los empolvará a todos. Porque él descubrió una manera de cantar que no ofende. Tenía una voz maravillosa, una voz clásica. Podría haber sido un gran cantante de ópera.

«¿Cómo nació “Muñeca brava”? Esos tangos eran caricaturas, tomándole un poquito el pelo a alguien. Era el ambiente social para ese tipo de tango. Eran pequeñas críticas a las muchachas del ambiente nocturno de los cabarets de Buenos Aires en el que andabamos. Las letras tenían autenticidad, eran hechas para algo. “Muñeca brava” lo hice cuando entró el General José Félix Uriburu en la revolución (septiembre de 1930), que fue el primer escalón para hacer cien revoluciones. Después salió un tango mío que se llamaba “Al mundo le falta un tornillo”. El autor tiene que pintar el momento que está viviendo el país. Debe aportar con algo a la historia de la ciudad en tal época. El aporte del artista, del músico, del compositor, es el resultado de un cuadro hecho de Buenos Aires.

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