jueves, 15 de marzo de 2018

Cadícamo - «Al tango hay que dejarlo como está» - Parte 1


Extractos de una conversación con Enrique Cadícamo: «No estoy de acuerdo para nada con la llamada vanguardia del tango. Vanguardia es lo primero que cae en la línea de fuego. En un combate la vanguardia es la que va adelante. En el tango hay algo parecido. La vanguardia del tango es lo primero que cae ante la indiferencia de todos los que conocen lo que es el tango.

«El tango es una raíz popular, como otros ritmos en otras partes del mundo que no han cambiado ni han desvirtuado, que no le han puesto otro ropaje. ¿Se puede modernizar el cante jondo? Sería un disparate. ¿Por qué? Porque es de raíz popular, mora, española. Todo lo que sea progreso me encanta pero en algunas cosas no tiene sentido. Que lo hagan en las máquinas, en las computadoras, que lo hagan en los espectáculos. En esto no.

«El tango es una cosa muy humilde, muy sencilla. Lo tocaban tipos que no tenían preparación académica musical comoÁngel VilloldoEduardo ArolasEnrique Delfino. Era un sentimiento que valía más que toda la parte ortodoxa que pudiera tener la partitura. Al tango hay que dejarlo como está. Es una cosa nuestra, es un paisaje que quedó de antes. El tango ya quedó. Es imposible hablar de un tango que venga.

«Yo estaba en París cuando el tango empezó a caminar en el año 28. El tango llega a lo que llega porque es una música sencillísima que venía de la ultrapampa, decía en un lenguaje.

«Hoy no se pueden escribir letras de tangos porque el tango es una cuestión de clima, de época. Celedonio Flores, por ejemplo, le da un clima de época, un paisaje. ¿Por qué? Porque tiene palabras que se ajustan a lo que era Buenos Aires. Ahora habrá otras palabras que las busquen ellos. Donde muere el autor, muere la época. Para mí ya murió la época del tango.

«Hoy pueden haber compositores y autores de música, pero no de tangos. El tango sería entonces otra cosa, otra manifestación actual. Sería canción de Buenos Aires, o qué se yo. Otro título que le dieran.

«¿Cuándo termina la época de ese tango? Con los tangos conocidos, tradicionales y de antología. Ahí terminó la época. Yo puedo hacer un tango en 20 minutos o en 15. Si es media hora no vale. Lo hago todavía con el sabor y con el estilo que supe conocer en Buenos Aires en el año 20, en el 25 o en el 30.

«La gente quiere escuchar lo antológico, lo que quedó, lo que hizo una época. Las cosas nuevas, las de ahora, no son lo mismo. Gardel grabó 23 tangos míos. Es un récord honroso, quiere decir que algo sé de tangos.


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