jueves, 25 de enero de 2018

Había una vez un cine - Parte 3

Luego de las funciones se organizaban debates entre el público y como panelistas participaron críticos muy respetados, como Roberto Bonamino, Jaime Potenze y Horacio Carballal, que llegó a la reunión junto a su esposa directamente del lugar donde estaba pasando su luna de miel. Los periodistas eran considerados como los máximos especialistas en esta actividad cultural. Películas como Nido de ratas, Antesala del infierno yEl tercer hombre despertaron comentarios y charlas interesantes entre los oyentes. En los años 70, cuando el cine ya no funcionaba, actuó Alberto Olmedo con su personaje de El Capitán Piluso junto a Coquito.

Rodolfo Caballero (89), ex presidente de la comisión del microcine, recuerda cuando estaba levantando ladrillos en la parroquia. “Le dije a un compañero que fuera a comprar chorizos para almorzar. Fue hasta Avenida del Tejar y trajo unos chorizos sensacionales y los pusimos a la parrilla. Cuando el almuerzo estaba listo lo fuimos a invitar al padre Alfonso, que estaba rezando el rosario con algunos feligreses. Le empezamos a hacer señas para que viniese y no nos entendía hasta que comprendió que se enfriaban los chorizos. Apuró la oración y cuando vino nos preguntó: ‘¿de dónde viene ese humito celestial que me da apetito?’”, relata Rodolfo.

Sin fines de lucro

Caballero dice que todo el trabajo que se hacía no ocultaba ningún fin comercial y que cada monedita que se juntaba se destinaba para las obras de la iglesia. Su esposaEugenia asiente conforme. “Yo cobraba la publicidad de la hoja parroquial, que traía los avisos de los comercios de la zona, y todo lo que se recaudaba se lo daba al padre Alfonso”.María Lidia Porta, que era presidente del Círculo de Señoritas de la Acción Católica, describe aspectos de un famoso desfile de modelos que se hizo para recaudar fondos: “Tuvo la conducción del modisto Le Blond, que tenía su boutique en Olazábal y Cabildo. El diseñador facilitaba sus prendas y también la actriz Malvina Pastorino prestó alguno de los vestidos que usaba en el teatro”.

Juan Carlos Goin (76) era un joven de pantalones cortos cuando manejaba el proyector en la función de los domingos a la noche. “Cuidábamos mucho los rollos con las películas y siempre las devolvíamos en perfectas condiciones. En la distribuidora nos querían mucho y nos daban copias en muy buen estado de títulos muy buscados. Nosotros éramos muchachos que jugábamos a la pelota en la calle y después íbamos a la parroquia porque nos sentíamos como en casa. Hoy dudo que un adolescente se comprometa a participar en algo así. Lo tomábamos con mucha responsabilidad”, asegura. Tras la voz de Goin se escucha a Venancio Weinberger (65), que integró el grupo de niños exploradores y terminó colaborando en el cine. “Yo entré al grupo cuando era un pibe y fui creciendo con ellos. Era muy lindo porque los más grandes te daban una responsabilidad y uno se sentía orgulloso de poder cumplirla”, reconoce.


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