viernes, 8 de septiembre de 2017

Santa Cruz - Parte 10


PRESENCIA DE LOS SALESIANOS

“La presencia de los padres salesianos en el poblamiento de Santa Cruz data desde sus inicios, ya en 1884, junto a la designación de Carlos Moyano como primer gobernador, es encargado de acompañarlo como capellán el padre Beauvoir, unos años mas tarde, el propio Fagnano formara parte de la expedición de Ramón Lista, nuevo gobernador del Territorio Nacional de Santa Cruz. José Fagnano, de origen italiano, integra el contingente que llega a la Argentina en 1876 bajo las ordenes de Don Bosco, siguiendo la idea de este de extender la misión de los salesianos a la Patagonia, tarea que le fue revelada en un sueño. 

En 1876 ya se encuentran en San Nicolás de los Arroyos, fundando el primer colegio de la congregación en territorio argentino. A partir de 1880 se hace cargo de las parroquias de Carmen de Patagones y Viedma, creando allí los colegios de varones y mujeres.

En 1883 es designado por la Santa Sede como Prefecto Apostólico de la Patagonia Meridional, incluyendo Tierra del Fuego e Islas Malvinas, designación que incluía la Patagonia Chilena y Argentina, de Puerto Deseado al sur. 9 Recién a mediados de 1887 llega a Punta Arenas, Chile, para hacerse cargo de su Prefectura, esta ciudad en aquel entonces no superaba los 1500 habitantes pero tenia un gran desarrollo comercial gracias a su puerto por donde pasaban todos los buques que navegaban entre el Atlántico y el Pacifico.

En esta tierra tan adversa solo una personalidad como la de Fagnano, quien había combatido junto a Garibaldi en su juventud e inspirado por la visión de Don Bosco pudo realizar tan grande obra. Su perfil fue el de verdadero pionero quien en lugar de buscar la riqueza material persiguiera la salvación de las almas. Con la celeridad que lo caracterizo y las circunstancias merecían, en poco tiempo concreta su acción, a pesar de la desconfianza que inspiraba en el gobierno chileno este italiano que había vivido 12 años en Argentina. Inmediatamente a su llegada inaugura una nueva capilla y comienza a dictar clases a un grupo de veintiocho estudiantes varones.

Uno de sus mayores esfuerzos fue dedicado a los indios onas, al comprobar su condición, resuelve crear una misión en Isla Dawson (1889) y más tarde en Rio Grande, Tierra del Fuego, allí comienza la ingrata tarea en defensa de los indígenas, acosados y luego exterminados por la sociedad ganadera que veían en ellos a depredadores de sus animales y pagaban recompensas por su cacería. La protección y la encendida defensa de Fagnano a favor de los indígenas, con artículos aun en diarios de circulación nacional lo enemistan con la sociedad de la época, presionados por esta, el gobierno chileno lo acusa de “espía”.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario