ETAPA ABORIGEN:
Según los
estudios arqueológicos se ha determinado la ocupación más antigua hasta ahora
comprobada del territorio, la que se remonta a mas de 12.600 años. Las
investigaciones científicas en la cuenca del Rio Pinturas y las pruebas de laboratorio,
han permitido reconocer algunos aspectos de esa cultura. (ref.1) Los
artefactos pertenecientes a estos paleoindios son gran tamaño, justifican la
presunción de haber sido utilizados para la caza y procesamiento de elementos
de la megafauna pleistocenita. Se han encontrado asimismo otras etapas
posteriores: (Toldense) con hallazgo de puntas de flechas y restos óseos de
fauna actual ( 10600 años) y Casapedrense ,otro complejo con elementos que
datan de 7200 a
4850 años. Otros estudios realizados han determinado restos de 4500 años hasta
tiempos inmediatamente pretehuelches.
El tehuelche meridional habitaba
estas tierras desde el Rio Chubut hasta el Rio Santa Cruz, su hábitat natural
era la meseta patagónica y su ruta nómada el delineado de los ríos. Los
recorría a pie, recién hacia 1740/50 incorpora el caballo que cambiara algunas
de sus costumbres y comportamiento social. Sus limites eran, al este el océano
Atlántico y al este la cordillera de Los Andes, barrera infranqueable para el
tehuelche.
En este clima seco y templado, una tierra pobre en recursos
vegetales, el indio recurre a los pocos elementos que están a su disposición,
del guanaco y el ñandú obtiene alimento, abrigo, huesos, piel, plumas, cuero y
tendones. Las escasas matas ( calafate, molle, mata negra, etc.) le sirven para
alimentar el fuego.
Para construir su hábitat utiliza
los mismos elementos: 3 “ Se entierran en el suelo, en posición ligeramente
inclinada, una fila de postes ahorquillados, de unos tres pies de altura. Y se
coloca sobre ellos un palo como caballete; frente a estos postes, a una
distancia de unos siete pies se planta otra fila de ocho pies de altura todos
inclinados pero con el mismo ángulo. Se estira sobre ellos desde la cubierta
trasera, una cubierta hecha con cuarenta o cincuenta pieles de guanaco adulto,
untada con una mezcla de grasas ocre y rojo, y la gran extensión de la capota
endereza los postes... se la asegura entonces con correas a los palos
delanteros, se atan cortinas de cuero entre los postes interiores para separar
los dormitorios..”.(Musters, George Ch. Vida entre los Patagones).
El hombre tehuelche es el que
encontró Magallanes, el que acompaño a Viedma, Piedrabuena, Moyano, Lista y
Moreno, ellos nos informan sobre este excepcional personaje a través de la
convivencia con esta cultura. Este hombre, en este paisaje, construye una
cultura completa, demostrando tener aptitudes físicas excepcionales, capacidad
intelectual y profundo contenido moral. Cuando el tiempo lo confronta con los
intereses diversos del blanco, ponen en crisis la razón esencial de esta etnia.
Quizás porque el Tehuelche no tiene internalizado el concepto de enemigo,
porque su existir es un permanente desafío por convivir con el paisaje, no
comprende los afanes del blanco ni de su necesidad de poseer a cualquier costo.
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