¿Sabías que… en el siglo XIX fue declarada la República del
Tucumán y hasta tenía su propia moneda federal?
Con la independencia, la situación monetaria empeoró, en
especial para las provincias del interior. Bernabé Aráoz lanzó la primera
moneda federal.
A partir de la Revolución de Mayo la situación nacional
mostraba los altibajos de cualquier país que busca constituirse. Buenos Aires
mantenía su poder por poseer el puerto.
El interior estaba muy relegado, los
gastos y pérdidas por las guerras eran cada vez mayores. Potosí estaba
generalmente ocupado por realistas, y las provincias del norte no podían
comerciar allí.
Una de las cuestiones que más preocupaba por aquel entonces,
era la falta grave de circulante: las importaciones eran mayores que las
exportaciones, lo que generaba una balanza comercial negativa. Había que pagar
la diferencia con oro y plata.
Este último punto, hace darnos cuenta que hay situaciones
que parecen una constante en nuestra historia: la falta de monedas.
Ya en épocas del Virreinato se notaba la escasez de
circulante.
Las monedas de oro solían subir a los barcos que las llevaban a
Europa o ser atesoradas por los que querían mantener un ahorro, sin casi tener
la oportunidad de pasar de mano en mano. Las de plata, nunca resultaban suficientes
para las crecientes transacciones comerciales de mercado en crecimiento como
eran Mendoza, Tucumán o Buenos Aires.
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