Disuelta
la Asamblea del año XIII, el Cabildo de Buenos Aires creó una Junta de
Observación, que dictó el Estatuto Provisional de 1815, por cuyas disposiciones
quedaba supeditada la autoridad del Director Sustituto a dicha Junta y al
Cabildo. El Cabildo envió a las provincias una circular en la cual expresaba
que Buenos Aires no se proponía establecer una dominación prepotente sobre
ellas; que respetaba sus opiniones y estaba pronto para modificar lo hecho, si
ello era conveniente, en cuanto la voz de los pueblos lo indicara. Por entonces
la división no era entre morenistas y saavedristas; empezaba a surgir una
división mucho más grave y profunda que desembocaría en unitarios y federales.
Los
primeros, reclutados entre los sectores más ilustrados en la ideología
revolucionaria liberal europea, eran partidarios de la concentración del poder,
que según su visión facilitaría la unidad política del país; no reconocían las
autonomías provinciales y consideraban que el gobierno debía ser ejercido por
los estratos más aristocráticos.
Los
segundos, con mayor arraigo en el interior (aunque Buenos Aires constituirá un
Partido Federal muy fuerte, así como el interior generara destacados unitarios)
eran defensores de la capacidad de cada provincia para autogobernarse, sin que
ello implicara desconocer su pertenencia a una misma nación, pero reconociendo
en un gobierno central (que en todo caso debía estar fuera de Buenos Aires)
solamente a un representante, en especial en el desempeño de las Relaciones
Exteriores.
La revolución contra
Alvear fue preparada por los federales. Como consecuencia, Álvarez Thomas,
Director Sustituto, cumplió las promesas del Cabildo. En abril de 1815 convocó
a un Congreso Nacional Constituyente, para resolver la situación del país. Como
la mayoría de las autoridades provinciales resistían la centralización del
gobierno en Buenos Aires, se estableció que el Congreso se reuniría en San
Miguel de Tucumán.
Ya vimos que a fines de 1815, durante el mandato de Álvarez Thomas como Director interino, el ejército del Norte, al mando de Rondeau, fue completamente destrozado en Sipe Sipe. Como principal consecuencia de este desastre, todo el Alto Perú quedó definitivamente aislado de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Ya vimos que a fines de 1815, durante el mandato de Álvarez Thomas como Director interino, el ejército del Norte, al mando de Rondeau, fue completamente destrozado en Sipe Sipe. Como principal consecuencia de este desastre, todo el Alto Perú quedó definitivamente aislado de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
La
gestión de Álvarez Thomas no fue muy afortunada en otros aspectos; por ejemplo,
persiguió con intolerancia a sus adversarios políticos. Se vio obligado a
renunciar el 16 de abril de 1816. Lo sustituyó por breve tiempo en el
Directorio el general Antonio González Balcarce, también interinamente, hasta
el 3 de mayo de 1816.
http://historiaybiografias.com/gobiernos_patrios7/
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