miércoles, 2 de diciembre de 2015

El maestro y su discípulo


“Yo creo que Thays hizo el Jardín Zoológico, pero no lo puedo asegurar porque no tengo nada que lo confirme”, señala Berjman, que se guía por indicios como fotos del Zoo recién inaugurado que fueron apareciendo en el archivo Thays. También lo llevan a sospecharlo los recuerdos de los descendientes en los que Clemente Onelli (el director más notable del Zoo) sobrevive como amigo del patriarca. “Pero claro que Onelli fue mucho más amigo de Benito Carrasco, el discípulo de Thays que luego fue mentor del hijo de Thays” y también sucesor del patriarca en la Dirección de Parques y Paseos.
Tan amigos supieron ser Carrasco y Onelli que, entre 1914 y 1918, llegaron a proyectar y realizar programas notables, como las lecherías municipales. “Estaban las cabrerías y las lecherías de barrio, estaban en el Zoo, en el Parque Avellaneda... vos ibas y te servían el vaso de leche al pie de la vaca, al pie de la cabra, con las mozas vestidas de holandesas. Había también una fábrica de aceite de oliva, que con las aceitunas de todos los olivos de la ciudad hacían el aceite para todos los hospitales. En Parque Avellaneda, Carrasco había organizado el taller de textil autóctono, donde se enseñaba a tejer en telar como el norte. Y también existían las ‘pupponiers’. ¿Viste que ahora se hacen los jardines rodantes para los chicos chiquitos? Bueno, la municipalidad tenía en todas las plazas, sobre todo en las de barrios obreros, señoras que cuidaban a los chicos en las plazas durante el día mientras la mamá se iba a trabajar. Eran guarderías municipales al aire libre, que también se complementaban con el teatro infantil, que era un teatro hermoso que se desarmaba y se armaba cada domingo en otra plaza”. ¿Por qué desapareció todo ese mundo? Porque Carrasco, socialista utópico, era concuñado de Lisandro de la Torre y cayó en desgracia en 1918.


http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/subnotas/134476-43382-2009-11-01.html

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