domingo, 21 de diciembre de 2014

Joaquín Campana, una garantía – Parte 2




Pero resulta realmente extraño que José Artigas, siendo el causante y principal responsable de todo el movimiento, se había ido a Buenos Aires y no vuelve sino hasta el 9 de abril, ¡más de un mes después del Grito de Asencio! 

La historia dice que Artigas y Rondeau fueron a Buenos Aires solamente a presentarse y buscar sus respectivas designaciones oficiales para los cargos y rangos militares que se les asignaron. El decreto de la Junta que establece la designación de Artigas como Teniente Coronel y Jefe de Milicias de la Banda Oriental, data del 9 de marzo de 1811, fecha en la cual ya se conoce en Buenos Aires el inicio del movimiento ocurrido en Mercedes. Aun así Artigas se demora un mes entero en llegar junto a su Pueblo que, para entonces ya había sufrido un primer ataque de las fuerzas “regentistas” de Michelena el 4 de abril. 

Resulta increíble que un hombre como demostró ser Artigas en su actuación anterior y posterior, estuviera ausente en una circunstancia tan importante para el país, solamente por una cuestión formal, una presentación en sociedad, donde, dicho sea de paso, no era un desconocido. 

Los nombres de Artigas y Rondeau aparecen mencionados como los eventuales caudillos de la insurrección Oriental en el “Plan de Operaciones”, cuya redacción se atribuye a Mariano Moreno y a Manuel Belgrano, nada menos. Resulta increíble que, en pleno comienzo del levantamiento popular revolucionario en la Banda Oriental, Artigas se tomara un mes entero para ir hasta Buenos Aires de a caballo paseando por Nogoyá, Santa Fé y Rosario, y otro mes entero para retornar del mismo modo y por el mismo camino. ¿No había ningún bote disponible? ¿No tenía ningún apuro? Entonces, corresponde preguntarse también cuál fue la verdadera motivación que tuvo Artigas para concurrir a Buenos Aires a principios de febrero de 1811, y cual fue la verdadera razón que lo mantuvo retenido allí durante dos meses, hasta su desembarco en alguna zona cercana a Mercedes el 9 de abril.

¿Por qué Artigas no va solo a Buenos Aires, por qué necesita el acompañamiento del cura Enríquez de la Peña y el teniente Rafael Hortiguera? 

El sacerdote de la Peña era un hombre muy ilustrado y muy persuasivo, que mantuvo varias conversaciones con Artigas en Colonia. Es razonable suponer que Artigas le pidió que lo acompañara porque necesitaba sus dotes como convincente argumentador, y no es fácil sacar a un cura de su parroquia durante tanto tiempo, el motivo también para él debió ser muy importante.


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