domingo, 21 de diciembre de 2014

Joaquín Campana, una garantía – Parte 1





"Todo extremo envuelve fatalidad; por eso una desconfianza desmedida sofocaría los mejores planes, ¿pero es acaso menos terrible un exceso de confianza? Toda clase de precaución debe prodigarse cuando se trata de fijar nuestro destino. Es muy veleidosa la probidad de los hombres, sólo el freno de la Constitución puede afirmarla. Mientras ella no exista, es preciso adoptar las medidas que equivalgan a la garantía preciosa que ella ofrece" (José Artigas, 4 de abril de 1813, Oración inaugural al Congreso de Tres Cruces, frente a las murallas de Montevideo sitiada, convocado con motivo de designar diputados de la Provincia Oriental a la Asamblea General Constituyente de las Provincias Unidas del Año XIII).

En algún momento de febrero de 1811 el entonces Ayudante Mayor de Blandengues José Artigas, ya en aquel momento uno de los principales referentes populares en la Banda Oriental del Paraná y más allá de ella, decide abandonar su puesto en la guarnición de Colonia donde prestaba servicios a órdenes del Brigadier Muesas, para dirigirse a Buenos Aires. A su paso desde Colonia hasta Paysandú, va dejando la señal de insurrección general contra el gobierno “regentista” de Montevideo. En su viaje iba acompañado por su amigo el cura párroco de Colonia José María Enríquez de la Peña y el teniente de Blandengues Rafael Hortiguera. Más o menos en la misma fecha también el capitán de Blandengues José Rondeau se dirige a Buenos Aires desde Paysandú.

Muchos autores afirman que el motivo que tuvo Artigas para tomar esa determinación tardía de ponerse a las órdenes de la Junta Gubernativa de Buenos Aires, fue una ocasional pelea que tuvo con su comandante el Brigadier Muesas… cabe preguntarse entonces si también el sacerdote Peña y el teniente Hortiguera se pelearon con Muesas por alguna zoncera o ellos tenían otros motivos más profundos. Otro tanto cabe preguntarse sobre la actitud que adopta por esas mismas fechas el capitán Rondeau, ¿se habrá peleado con Michelena que era entonces su comandante? Gran casualidad. Evidentemente hay otro motivo que seguramente se puede encontrar en los sucesos políticos inmediatamente anteriores y en la propia evolución histórica de la Junta Gubernativa de Buenos Aires. 

De manera que conviene analizar un poco más porqué Artigas, Rondeau, Hortiguera y Peña, aun siendo convencidos y apasionados patriotas americanistas, postergan su adhesión a la Junta hasta febrero de 1811, y porqué deciden afiliarse a la causa Juntista justamente en ese preciso momento. Dice el relato histórico por todos sabido, que la defección de José Artigas era la señal para la insurrección general en la Banda Oriental, y efectivamente lo fue, porque el 27 de febrero de 1811 se produce el Grito de Asencio y de inmediato la toma de Mercedes. Pero desde antes ya se venían verificando diversas formas de organización conspirativa tanto en Montevideo como en el resto del territorio Oriental, como surge del intento de motín de las guarniciones de milicias de Montevideo en julio de 1810 orquestado por Pedro Feliciano Cavia, el arresto y remisión a Cuba de Lucas Obes en enero de 1811, la conspiración de la Casa Blanca en Paysandú el 11 de febrero de este mismo año. 

El rápido proceso de movilización general que Artigas llamó la “Admirable Alarma”, convocó a grupos de gente precariamente armada y de a caballo, que fueron llegando desde todo el país. 

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