Formas de asentamiento: toldos
La continua movilidad de las tribus que habitaba el Desierto, determinó que sus
viviendas fuesen fácilmente transportables y consistían en “ una gran cubierta
de cueros tendidos sobre un armazón de 2, 3 o 4 caballetes paralelos puestos en
orden de altura decreciente desde el que constituye la entrada, que es el más
alto, hasta el más bajo que queda al fondo ... Una cortina de cuero cubre la
entrada, interiormente esta vivienda se dividía en compartimentos con cueros
que servían de habitación a cada matrimonio. Las camas eran de pieles, pero los
mayores, y los niños pequeños descansaban en cunas suspendidas.
Al penetrar los araucanos a la zona del Desierto
asimilaron las características de aquellos primitivos "cazadores de
guanacos”, como lo afirman los estudios realizados por L. Palavicino en
"Áreas y capas culturales", ejemplificados con la descripción que
transcribimos del libro "Una excursión a los indios ranqueles",
de L.V. Mansilla, cuando éste visitara las viviendas: “ ...un toldo es un
galpón de madera y cuero. Las cumbreras son de madera; el techo y las paredes
de cuero de potro cosido con vena de avestruz. El
mojinete tiene una abertura; por allí sale el humo y entra la ventilación. Todo
el toldo está dividido en dos secciones de nichos de derecha a izquierda, como
camarotes de un buque. En cada nicho hay un catre de madera, con colchones de
pieles de potro colgados en los pilares de la cama. En ellos los indios guardan
sus cosas. En cada nicho pernocta una persona ...” (13)
El grupo de varios toldos, más a menos alineados pertenecían
a una o dos familias constituidas por el jefe o cacique y sus mujeres e hijos.
3.- Géneros de vida
c.- Organización social, política, militar indígena
Las tribus que habitaban la zona que estudiamos. reconocían la autoridad de un cacique
general, "opogul man" hombre valiente, de la nación o agrupación
de varias tribus de la misma sangre, como la de los ranqueles o de los
voroganos.
La tribu reunía a los pertenecientes a determinada
rama de la organización precedida de un cacique común, y la familia consistía
en la reunión de diversos integrantes bajo la autoridad de un capitanejo,
jefe o “quenoken”. En consecuencia existían tres autoridades: el cacique
general de la nación; los caciques comunes y los capitanejos. Todos estos
cargos eran producto de una elección directa y de carácter
vitalicio, en la que intervenía los indígenas mayores de edad.
El cacique estaba encargado de los negocios de interés
del grupo, como por ejemplo, las relaciones con otra tribus vecinas o con los
blancos. Esto "implicaba cierta capacidad de gobierno y noción clara de
aprovechamiento de las energías individuales y colectivas, para mantener su
independencia ...” (14) Se ocupaba, también, del mantenimiento del lugar de la
residencia o de la necesidad de variar el sitio, delimitaba la zona de
influencia de su toldería. “ La autoridad, si bien lo habilitaba hasta para
disponer de la vida de sus súbditos, dependía del aciertos de sus iniciativas o
de la gestión por el bienestar de la comunidad...” (15).
En época de guerra se aliaban las tribus y
elegían un general en jefe que dirigía las operaciones, llamado
“elemen” o “apu”. Era elegido entre los caciques mayores o que mejor conociera
la región, o al enemigo, y finalizada la guerra cesaba en sus funciones. Esta
costumbre se mantuvo especialmente en el período de resistencia al avance
blanco.
El pueblo lo constituía la totalidad de la
raza, pero existían dos categorías de individuos: la gente de “pelea” y
la “chusma”. Indio de pelea era el “kona”, varón desde los 14 a los 50
años, lancero, soldado, que agrupado de a diez o a treinta constituía la
“unidad de mando”, de un capitanejo a quien le debían fidelidad. Todos
dependían de un jefe que era “cacique” de la agrupación tribal o “gul man”.
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