domingo, 4 de mayo de 2014

Licio Gelli revela cómo inició a Perón en la masonería – Parte 3




Los llamados se repiten desde la Argentina, pero siempre surge una nueva postergación.

En diciembre de 2007, en vísperas de la última Navidad, el Gran Maestre de la P2 vuelve a pedir que se lo llame más adelante para contestar las preguntas y se despide con auspicios: “Felicidad y paz”. El hombre de los buenos deseos es el mismo que, por ejemplo, fue acusado de entorpocer la investigación por la bomba que estalló en la estación de trenes de Bologna el 2 de agosto de 1980, la cual mató a 82 personas e hirió a otras 200.

Aunque la entrevista formal no se concreta, Gelli ofrece en sus respuestas telefónicas retazos de recuerdos sobre sus años de poder, que permiten delinear la magnitud de la influencia que la Logia P2 tuvo en la Argentina, tanto en el gobierno de Perón como en la dictadura.

En otra breve conversación, Gelli corrobora la firma de un documento de tres páginas, rubricado en una reunión secreta con el dictador Roberto Viola, donde se acordó la colaboración entre la P2 y el gobierno militar, tal como se lo había revelado con anterioridad al periodista italiano Sandro Neri.

“Me acuerdo completamente de todo –agrega–. Del tiempo en que estaba Lanusse, de cómo trabajó para hacer una especie de referéndum, de la llegada de Héctor Cámpora, después del doctor Lastiri. Luego de Perón e Isabelita. Todo”, afirma.

—¿Usted habla todavía con Isabelita?

—Sí. Se encuentra en Madrid. Se casó.

—¿Se casó nuevamente?

—Sí. Pero no por Iglesia. Se casó con un señor de muchos años.

—¿Cuál es el nombre?

—No. Lo que le dije es que es un señor de muchos años.

Así Gelli abrevia el diálogo y vuele a pedir que se lo llame más adelante.

En su reducto de la Toscana, entre colinas apacibles y edificios renacentistas teñidos de los tonos del atardecer, Gelli se mantiene al tanto de las noticias internacionales. De pronto, antes de saludar y de despedirse hasta el próximo llamado, pregunta por la nueva presidenta de la Argentina. Cristina Fernández de Kirchner acaba de asumir. Ahora, mientras corre enero en el calendario, pide que se le envíe el cuestionario por correo. Y al llamado siguiente ya no se encuentra. Cuando Licio Gelli vuelve a atender en los últimos días del verano revela el motivo de su ausencia.

“No, no estuve de vacaciones. Estuve en un hospital. Regresé el sábado. Estoy mejor. Necesito de una decena de días de convalecencia. Le respondo sus preguntas con gusto. Pero tras los diez días de reposo. Luego lo arreglamos.”

No hay comentarios.:

Publicar un comentario