martes, 8 de mayo de 2012

La Ideología del Desarrollo y el Desarrollo de la Ideología – parte 8



Quizás la mayor innovación en su pensamiento y el elemento central que incorpora en esta etapa, se vincula con la participación del capital externo y la asistencia técnica para impulsar el desarrollo económico de la Argentina. Si bien es cierto que existían observaciones aisladas sobre el capital extranjero “bueno” y el “malo”, el tema nunca había sido desarrollado sistemáticamente. Ahora Frondizi comienza a sentar las bases para la aceptación del capital externo como instrumento del desarrollo, un aspecto de su ideología que irá haciéndose más claro en sus subsecuentes acciones.

En materia de política exterior Frondizi mantiene el compromiso formal de no participar en pactos internacionales, particularmente de carácter militar, pero atempera la tradicional posición yrigoyenista. En el Programa de Chascomús se dice: “Nosotros ratificamos la tradicional política Argentina de paz y respeto a los principios de autodeterminación de los pueblos y de no intervención. La Nación participará en organizaciones que promuevan la paz, el derecho y la convivencia entre los pueblos del mundo.
La política internacional de nuestra nación debería proyectar sus objetivos nacionales para obtener la cooperación de naciones con más alto nivel de desarrollo y para asegurar la solidaridad de los pueblos de Latinoamérica en el propósito común del desarrollo”.
Se deduce de esta Declaración como de las acciones del Presidente, el propósito de impulsar acuerdos con los organismos internacionales de crédito como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el, recién creado, Banco Interamericano de Desarrollo, para incorporar el capital y la asistencia técnica que la Argentina necesitaba para modernizar y desarrollar su economía.

Desde el punto de vista de la estrategia política Frondizi es, en esta etapa, un celoso defensor de la legalidad y la estabilidad institucional. Con la UCRI bajo su control, su mayor esfuerzo apunta en dirección de conseguir el apoyo de la clase obrera para sumarla a la tradicional base de clase media con que cuenta su Partido. Al principio esta estrategia se expresa en el acuerdo con el peronismo y, posteriormente, en la política de “integración” un intento, como se dijo, de ampliar las bases de su movimiento político con la participación de la dirigencia de la clase obrera de origen peronista.

Mientras que la relación entre desarrollo y democracia no es todavía explícitamente elaborada, es probable que esa conexión se hiciera no sólo para contrabalancear el poder de la oligarquía agro-exportadora, sino para demostrar que un régimen democrático podía impulsar el desarrollo y sostener una creciente y próspera economía.

La ideología desarrollada en esta tercera etapa del pensamiento de Frondizi permaneció inalterada desde su ascenso al poder, en sus principales premisas, pero fue experimentando ajustes, adecuaciones y cambios instrumentales que la hicieron aparecer como contrastando con muchos aspectos de la etapa siguiente.

La etapa del desarrollismo militarizado (1966-1970)

A mediados de los años 60 con un escenario internacional de Guerra Fría, la política hemisférica pasa a ser dominada por el conflicto Este-Oeste y la lucha contra el comunismo. Con la emergencia de la Doctrina de la Seguridad Nacional como divisa oficial de Washington, las débiles democracias latinoamericanas son sustituidas por regímenes militares que toman el poder sin plazos, en un intento por contener el avance del comunismo en la región y consumar una reorganización total del estado, la sociedad y la economía. El golpe de Estado de los militares brasileños en 1964 sienta el precedente y, a partir de entonces, el modelo se extiende a otros países, fundamentalmente en el Cono Sur de América.

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