lunes, 7 de mayo de 2012

La Ideología del Desarrollo y el Desarrollo de la Ideología – parte 6


Otros nuevos elementos que aparecen en esta etapa tienen que ver con diversas medidas para expandir el rol del Estado en función de estimular el desarrollo económico. Uno de esos elementos tiene que ver con la protección a la industria nacional. Otro se relaciona con el planeamiento económico que Frondizi propugnaba a través de la creación Consejo Económico Nacional. Un tercer aspecto, postulaba el uso del ahorro externo para proveer a la mecanización de la agricultura.

En el terreno de la política exterior reafirma la posición de Yrigoyen en el mantenimiento de la neutralidad y el no alineamiento, que ya se había convertido en una tradición sostenida por la Intransigencia. La posición de Frondizi se expresa en un documento de 1950 sobre el Tratado de Río de Janeiro (TIAR) y contra cuya ratificación votó el bloque de la UCR, pero favorablemente por los peronistas, con muy pocas excepciones. En un extenso análisis Frondizi afirma que los compromisos de “mutua seguridad” comprometen a la soberanía argentina. Él condena cualquier medida que
pudiera automáticamente comprometer a la Argentina en un conflicto internacional entre otros países, y especialmente con los EE.UU.

Hubo también cambios ideológicos respecto de las condiciones para alcanzar el poder. Frondizi continuó trabajando por la reforma partidaria pero, a partir de 1948, con el triunfo de los Intransigentes el objetivo pasó a ser consolidar el poder antes que conseguirlo. En esta época se incorpora oficialmente la “Declaración de Avellaneda”, aprobada en 1945, como documento oficial del Partido. Frondizi había leído las obras del social demócrata inglés e ideólogo del Laborismo, Harold Lasky. Junto con Moisés Lebenshon representaban la vanguardia intelectual de la UCR y, ambos, participaron en la redacción de “Declaración de Avellaneda”.
En un documento inédito, muy posterior, de su archivo personal, Frondizi recuerda que: “La Declaración de Avellaneda fue la bandera de lucha de la Intransigencia contra los sectores Unionistas que representaban una típica mentalidad conservadora, enemiga de los cambios estructurales. El hecho es que, visto desde la distancia, el Programa de Avellaneda fue mucho más una bandera de lucha que posibilitó el triunfo de la Intransigencia que una respuesta científica a los problemas que afligían al país en la década de los años 40”.

En 1948, Frondizi ya estaba convencido que el desarrollo sería un factor decisivo para derrotar a la oligarquía, dado que el poder que detentaba la misma se basaba en el control de las exportaciones tradicionales en materia agrícola.
Dado su interés por los estudios económicos estaba familiarizado con los análisis sobre la emergencia de modernas burguesías industrializantes que reemplazaban a las viejas oligarquías agrarias. Frondizi consideraba esencial el fortalecimiento de una burguesía nacional, una poderosa élite nacional que pudiera desplazar a la oligarquía tradicional y echar las bases para expandir la economía y consolidar un sistema democrático estable.
Finalmente, debemos aclarar que hemos denominado a esta etapa “transicional” porque reconoce elementos que estaban en la etapa anterior y anticipa elementos que caracterizarán a la etapa siguiente.

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