martes, 10 de abril de 2012

El asesinato de Urquiza - parte 2


“Hoy no hay en Entre Ríos, un solo paisano, por sencillo que sea –escribía en 1866 don Juan Coronado- que no esté penetrado de que el general Urquiza ni es ni ha sido federal ni unitario, sino mercader de sangre humana…”. 1(…)

Urquiza…parece no advertir el creciente desapego de su pueblo.

A partir de 1864, nuevos acontecimientos contribuyen a ahondar su impopularidad.

En abril de ese año, Urquiza termina su período gubernativo y como su reelección es imposible por impedirlo una cláusula constitucional, el pueblo se apresta a nombrarle reemplazante. La candidatura de López Jordán está en el ambiente, apoyada por la juventud y por lo más conspicuo del partido federal, pero no cuenta con el apoyo de Urquiza, quien impone la de su ministro don José maría Domínguez…

Ese mismo año [1864], una encarnizada guerra civil está desangrando la vecina República Oriental. (….)… los entrerrianos quieren intervenir decididamente en el conflicto para apuntalar al gobierno amigo y contribuir, con su sangre, al sostenimiento. Urquiza les contiene aconsejándoles calma y prudencia. Esta actitud los desconcierta e indigna.
Ellos no admiten la pasividad de su caudillo y a despecho de sus advertencias, cruzan el Uruguay por centenares para incorporarse a las filas del ejército blanco.
Las cosas empeoran aún. El gobierno brasilero, para proteger a Flores y desalojar a los blancos del gobierno de Montevideo, invade el territorio oriental y ocupa el río Uruguay con una poderosa escuadra.
Urquiza, cuyo auxilio ha recabado el gobierno uruguayo, se niega a intervenir, invocando la neutralidad argentina…

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