lunes, 27 de febrero de 2012

27 de febrero de 1812 - parte 2


Ese día lanzó también una proclama que contiene este hermoso párrafo:

«Soldados, hijos dignos de la patria, camaradas míos: dos años ha que por primera vez resonó en estas regiones el eco de la libertad y él continúa propagándose hasta por las cavernas más recónditas de los Andes; pues que no es obra de los hombres, sino del Dios Omnipotente, que permitió a los americanos que se nos presentase la ocasión de entrar al goce de nuestros derechos: el 25 de mayo será para siempre memorable en los anales de nuestra historia, y vosotros tendréis un motivo más para recordarlo, cuando en él, por primera vez, veáis la bandera nacional en mis manos, que ya os distingue de las demás naciones del globo, sin embargo de los esfuerzos que han hecho los enemigos de la sagrada causa que defendemos, para echarnos cadenas, aun más pesadas que las que cargabais.»

El Gobierno creyó que el general Belgrano, insistía en un acto de indisciplina, y lo llamó seriamente al orden, recordándole su terminante prohibición.

La contestación, que en parte transcribiremos, fue digna de aquel patriota. «Vengo a estos puntos -decía-, los encuentro fríos, indiferentes y tal vez enemigos; tengo la ocasión del 25 de mayo y dispongo de la bandera para acalorarlos y entusiasmarlos y, ¿habré por esto cometido un delito?
Lo sería, Excmo. Señor, si a pesar de aquella orden yo hubiese querido hacer frente a las disposiciones de V. E. ; no así, estando enteramente ignorante de ella, la que remitiría al comandante del Rosario y la obedecería, como yo lo hubiese hecho, si la hubiera recibido.»

«La bandera la he recogido, y la desharé para que no haya ni siquiera memoria de ella; y se harán las banderas del regimiento sin necesidad de que aquélla se note por persona alguna; pues si acaso me preguntaren por ella, responderé que se reserva para el día de una gran victoria por el ejército, y como ésta está lejos, todos la habrán olvidado y se contentarán con la que les presente.»

«En esta parte V. E. tendrá su sistema; pero diré también con verdad, que como hasta los indios sufren por el rey Fernando VII, y les hacen padecer con los mismos aparatos con que nosotros proclamamos la libertad, ni gustan oír nombre de rey, ni se complacen con las mismas insignias con que los tiranizan...»


No hay comentarios.:

Publicar un comentario