sábado, 31 de diciembre de 2011

Manuel Ugarte – parte 5


Al poco tiempo de regresar se produjo un incidente que lo alejó definitivamente del socialismo y de sus viejos amigos, por un problema con un discípulo de Alfredo Palacios, éste y Ugarte decidieron batirse a duelo, dos que habían sido amigos se vieron enfrentados irreconciliablemente. A raíz de esto la policía lo obligó a permanecer recluido en su domicilio y el Partido Socialista aprovechó la ocasión para expulsarlo.
Luego de comprometerse a no batirse a duelo en Argentina quedó levantada la detención, pero cuando los dos duelistas se dirigían a Colonia para concretar el lance, una lancha de la Prefectura les impide continuar. Luego de esto, Palacios y Ugarte decidieron dar por terminada la cuestión.

Otra mala noticia para Ugarte fue la visita del ex-presidente norteamericano Roosevelt a Buenos Aires donde fue recibido con todos los honores, incluidos los elogios de los socialistas. El 7 de noviembre de 1913 Roosevelt habló en el Colon, el mismo teatro que el intendente Anchorena le había negado a Ugarte.
En su carta de renuncia al P.S. donde explicaba las muchas diferencias que lo separaban de esa agrupación, cuestiona su posición anti-militarista, su inclinación anti-religiosa, llamando al respeto de todas las creencias, se opone a la abolición lisa y llana de la propiedad, a la vez que se declara partidario del fraccionamiento, o sea la democratización de la propiedad, pero por sobre todas las cosas rechaza la enemistad del socialismo argentino con el concepto de patria, en tanto que él reafirmó su amor por su nación y su bandera.

A comienzos de 1914 surgió en Buenos Aires, la Asociación Latinoamericana a instancias de Ugarte, la misma se conformó luego de las manifestaciones organizadas por una nueva intervención norteamericana en México que concluyó con el golpe de estado de Huerta. Esta organización estaba formada principalmente por grupos juveniles y algunos centros obreros.
La nueva institución realizó actos públicos para denunciar la actividad del imperialismo norteamericano en Latino América y para bregar por la Unidad de esos países, contó con la indiferencia del periodismo en general y los partidos políticos.

1914 fue el año de comienzo de la Primera Guerra Mundial, la social-democracia, con algunas honrosas excepciones, se volcó al apoyo de sus respectivas burguesías en sus ansias de expansionismo imperial. El admirado por Ugarte, Jean Jaurés, fue asesinado, para silenciar unas de las voces opuestas a la guerra.
Mientras tanto la Asociación Latinomericana exigía que los yacimientos petrolíferos descubiertos en Comodoro Rivadavia quedaran en manos estatales y no fueran entregados a los monopolios extranjeros.
Cada nueva agresión norteamericana contó con la respuesta vibrante y apasionada de la Asociación, en 1915 ante un nueva amenaza a México, Ugarte reunió más de 10.000 personas en la Plaza Congreso.
Continuó en la defensa de los países de América Latina agredidos, mientras gran parte de la intelectualidad argentina, de los partidos políticos y la prensa, se sumaban a la defensa de Francia e Inglaterra en la guerra. Manuel Ugarte no se dejó engañar por la prédica imperial, y mantuvo su posición neutralista, alejada de cualquiera de los bandos que se querían repartir el mundo sin importarles la masacre que estaban provocando.

El 24 de noviembre de 1915 apareció el periódico La Patria dirigido por Manuel Ugarte sus objetivos: defender la industria nacional, combatir los monopolios, oponerse al imperialismo, bregar por una reforma cultural.
Desde las páginas de La Patria, comenzó a transitar un camino que nadie había realizado en la Argentina hasta ese momento, como fue denunciar al imperialismo británico. Argentina se había constituido producto de la dependencia económica, en una semicolonia de Inglaterra, pero nadie se había percatado de eso. La Patria comenzó de denunciar la actitudes agresivas de Inglaterra y la función lesiva para nuestro país que desempeñaba el ferrocarril en manos inglesas.
Pero el país estaba ocupado en otra cosa, conflicto mundial y las elecciones presidenciales no daban tiempo para pensar en los grandes temas que eran silenciados sistemáticamente, por la gran prensa y los partidos políticos. El 15 de febrero de 1916 aparecía el último ejemplar de La Patria.
Ese año se produjo una nueva agresión de los Estados Unidos a México y la Asociación Latinoamericana volvió a expresar su repudio, ante el silencio generalizado que no quería enemistarse con el imperio del norte.
El 12 de octubre de 1916 la democracia irrumpe en el país de la mano de Hipólito Yrigoyen, Ugarte no depositó demasiadas expectativas en el caudillo popular, nos obstante ve con simpatía la actitud internacional de Yrigoyen en el sentido de mantener la neutralidad argentina.
En abril de 1917 llegó a Méjico invitado por el gobierno de ese país por haber sido uno de los más consecuentes defensores de la soberanía mexicana contra las continuas agresiones yanquis. Más de 5.000 personas lo recibieron al llegar a la capital del país, enseguida es recibido por el presidente Carranza.
Ya de regreso visitó Panamá y con gran tristeza fue testigo de la obra imperial en ese pedazo de territorio amputado a Colombia
El 6 de abril de 1917 ingresó en la guerra Estados Unidos, poco después lo hizo Brasil, mientras en Buenos Aires los sectores sumisos a Inglaterra y los Estados Unidos desataron una campaña para el ingreso de Argentina en la carnicería mundial, tres viejos conocidos de Ugarte se sumaron mansamente al reclamo imperial: ellos eran Ricardo Rojas, Leopoldo Lugones y Alfredo Palacios. La firme actitud del gobierno de Yrigoyen, con el apoyo de un grupo reducido de intelectuales, entre los que se encontró Ugarte, defendieron el interés nacional manteniendo a la Argentina alejada de una guerra que fue un negocio para unos pocos imperios en su reparto del mundo.
Por esos años recibió los mayores ataques que no le perdonaron no sumarse al griterío de los que pedían sacrificar jóvenes vidas argentinas para la expansión de Inglaterra y los Estados Unidos, muchos de sus amigos abandonaron su compañía, los diarios lo calumniaban y hasta la relación con el estudiantado se enfrió notoriamente. Otro patriota recibió un trato similar, era el digno presidente de la Nación. Pero nunca estos dos hombres llegaron a entenderse.
1918 fue el año de la Reforma Universitaria, movimiento estudiantil que cambió el carácter oligárquico de la educación argentina, planteando la democratización de la enseñanza a la vez que levantaba banderas latinoamericanas y anti-imperialistas, muchos de los líderes de este movimiento simpatizaban con Manuel Ugarte, y él mismo intervino llevando su apoyo activo a los estudiantes.
Pero ese mismo año fue muy duro para él, muere su padre y en su país, no tenía posibilidades de expresarse, recibiendo acusaciones calumniosas de simpatizar con los alemanes, con la derrota de estos, sabía que tanto Inglaterra como los Estados Unidos se lanzarían a continuar su expoliación de América Latina. Presenció el festejo de la oligarquía y la clase media de Buenos Aires por el triunfo de los aliados, Manuel Ugarte ya había tomado una resolución a principios de 1919 se dirigió nuevamente a Europa, esta vez a Madrid.
Dos años después se trasladó a Niza por razones de salud, con dificultades económicas se vio obligado a escribir artículos periodísticos sobre temas de escaso interés para su gusto. Paralelamente aparecieron dos libros suyos con el objeto de obtener recursos para su subsistencia, sus títulos: "Poesías Completas" y "Las espontáneas".
El 19 de julio de 1922 apareció uno de sus libros más importante, "Mi campaña hispanoamericana", donde aparecieron muchos de los discursos que pronunció en su gira por Latinoamérica, al poco tiempo un diario mexicano suspendió la colaboración de Ugarte en ese medio, cada vez se le hacía más dificultoso sobrevivir, los agentes del imperialismo presionaban para su expulsión de todos los medios de difusión de ideas.
No obstante las dificultades, no se detenía y continuaba a un alto costo personal, con su prédica, poco tiempo después aparecía otro libro de gran importancia: "La Patria Grande".
Fines de 1923, momento de la aparición de otra obra fundamental, "El destino de un continente", con el relato de su campaña por América. En este trabajo profundizaba en el accionar imperial de Inglaterra en el sur del Continente. Con la aparición de este nuevo libro, Ugarte volvió a perder otras fuentes de trabajo por periódicos que cortaron su colaboración.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario