miércoles, 21 de diciembre de 2011

Argentina, diciembre 2001: el pueblo puso fin a un modelo económico y a un sistema político - parte 5



Es de hacer notar que el uso del golpeteo machacante de cacerolas y demás enseres de cocina -ollas, sartenes, cucharas, etc.- como instrumentos de convocatoria, es una metodología original que va a marcar el inicio de una nueva forma de expresarse la protesta popular.

b) El terror político y económico:

Para antes de finalizar la primera quincena de su mandato, De la Rúa quebró parte de su discurso preelectoral, estableciendo un impuesto de emergencia sobre los productos de consumo masivo. Esto produjo el primer síntoma de malestar en la población toda, tanto los que lo votaron como los que lo hicieron en contra. A la medida se la conoció como el "impuestazo" e irritó especialmente a los sectores medios y medio alto de la población, ya que redujo la base no imponible del impuesto a las ganancias. Con tales "ajustes", la ya alicaída economía se vio afectada por la salida del mercado de dinero en poder de los consumidores, fruto de aquel "impuestazo". Esto comenzó a desatar una suerte de horror económico ante lo que podrían ser medidas más drásticas para equilibrar el déficit fiscal.
Para mediados de julio del año siguiente estalla un escándalo de proporciones inigualadas con la denuncia de un Senador Nacional de que por ese recoleto ámbito circulaban "coimas" (Rodriguez Kauth, 2001). Una semana después cae estrepitosamente la propuesta de reactivación laboral hecha por el gobierno, ya que se conoce el índice de desocupación que alcanza al 15,4% de la población económicamente activa y el de una cifra unas décimas menor de la subocupación; en total, más de 4 millones de personas viviendo precariamente.
El 5 de octubre se produce la primer crisis de gabinete al renunciar masivamente los ministros y, curiosamente, aparecen en el nuevo gabinete dos figuras sin peso político propio: Patricia Bullrich en el Ministerio de Trabajo, cuyos antecedentes partidarios estaban puestos en el peronismo, aunque sin representatividad alguna en aquél. Solo se explica su presencia en el mismo por una relación de amistad con un hijo del Presidente, que es quien maneja los piolines políticos tras bambalinas; el otro nombre es el de Jorge De la Rúa, cuya única explicación en una cartera ministerial, como es la de Justicia, estriba en ser hermano del Primer magistrado.

Un día más tarde hace abandono del gobierno el Vicepresidente C. Alvarez, motivado en profundas divergencias con el Presidente de la Rúa, a consecuencia de que éste no quiso acompañarlo en su cruzada contra la corrupción en el Senado de la Nación y que implicaba tanto a dirigentes de la Alianza gubernamental como de la oposición peronista (Rodriguez Kauth, 2001b). El episodio sucedió a raíz de la necesidad que tenía el gobierno de que el Parlamento votara una ley de "flexibilización laboral" por la cual se creaban los "contratos basura", los que terminaban con medio siglo de estabilidad laboral de obreros y empleados. Con el fin de otorgar más y más ventajas al capitalismo, el gobierno no dudó en entregar uno de los bienes más preciados del proletariado.

Con la decisión política de Alvarez comenzó a presagiarse un final presidencial anunciado (Rodriguez Kauth, 2002) al cual el periodismo -tanto local como internacional- llamó sintéticamente "la caída de De la Rúa". Y aquí ya tenemos un punto de desencuentro en la influencia de los mass media sobre la conciencia ciudadana. A tal efecto, es preciso diferenciar semánticamente entre el sentido del verbo "caer" del verbo "voltear". El primero hace referencia a un hecho que responde a las leyes "naturales" descubiertas por la física, es decir, los cuerpos caen por efecto de la fuerza de gravedad ya sea cuando pierden la base de sustentación que le ofrecía una resistencia idéntica a la de la gravitación, o bien cuando por causas naturales pierden aquella base, como sucede con los terremotos, etc.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario