martes, 23 de febrero de 2010

"Pedro Belli"



"Un puñado de tierra sobre la cara lo despertó; como pudo abrió los ojos y sintió los latigazos del viento seco sobre todo el cuerpo, entumecido por haber dormido sobre la tierra, sin otro abrigo que el cansancio de los días andados. Se sintió angustiado, pero su duro espíritu no vaciló. Tal vez porque la historia no suele anunciarse, sino simplemente ocurre, se levantó dispuesto a seguir viaje, pese al dolor y la desesperanza. Buscaba el mar pero ahora se conformaría con encontrar nuevamente a sus hombres y el campamento dejado atrás.

Los indios que habían salido con él desde Colonia Sarmiento ya lo deban por muerto. Uno de ellos había regresado a comunicar la muerte de "Pedro Belli".

Francisco llevaba 5 días extraviado, alimentándose con hierbas silvestres y piches* asados cuya carne era una de las pocas compensaciones a tanta penuria.

Descendió un barranco, encontró agua, bebió junto a su caballo. Ambos se alimentaron con berro y siguieron la marcha. En el horizonte distinguió una columna de humo, hacia la que avanzó tan rápido como pudo, pensando que era el campamento de los hombres. Al llegar una amarga desilusión le cerró el pecho: no era su gente, sino un incendio en el que ardían las últimas brazas, cuyo origen quedaría en el misterio.

Pese al disgusto siguió adelante. De pronto se encontró frente a una lengua de tierra que penetraba en el mar. Quiso rodearla, pero no pudo porque iba a pique sobre las aguas. Extrajo la carta náutica de Fitz Roy y entonces, sin que la historia se hubiera anunciado y tal vez porque simplemente estaba ocurriendo, la fatiga se disipó y las penurias se esfumaron, al constatar que la lengua de tierra era la Punta del Marqués .**

Era el 11 de marzo de 1899 y Pietrobelli sintió algo parecido a la felicidad, el alivio de no haberse perdido, el porqué de tanto sacrificio.

Estaba frente a la Rada Tilly. Debía volver y avisar a los otros que había encontrado el camino hacia un fondeadero de buques, primera excusa para el nacimiento de un pueblo que aún no tenía nombre, pero que se llamaría Comodoro Rivadavia."


Texto tomado del libro: "Crónicas del Centenario (1901-2001)". Publicación de Diario Crónica (Impresora Patagónica S.A.C.I.)
(investigación periodística de Stella Armesto, Elvira Córdoba y Raúl Figueroa)
http://www.fortunecity.es/

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