sábado, 15 de mayo de 2021

Análisis espacial de la Zanja de Alsina - Parte 3

 Las descripciones realizadas en estos documentos, denominados “Libros Azules”9, permiten localizar con precisión la posición de estructuras de interés, teniendo en cuenta el análisis matemático llevado adelante por los agrimensores en esa época. Asimismo, allí se brinda información complementaria que los agrimensores registraron exhaustivamente en el terreno: a- características naturales: ríos, lagunas, cerros, montes, etc.; y b- características antrópicas: tolderías indígenas, fortines militares, pulperías, rastrilladas, etc. Por otra parte se relevaron las denominadas “Carpetas amarillas” (mensuras a pedido de particulares realizadas por varios agrimensores entre 1886 y 1912) con el fin de corroborar la persistencia o no de referencias a asentamientos militares y la zanja de Alsina en la región de estudio.


El análisis realizado mediante Sistemas de Información Geográfica (SIG) y la generación de un modelado espacial permite determinar la localización de potenciales estructuras detalladas en las mensuras documentales, a través de la georreferenciación en coordenadas planas (Posgar 2007, Faja 4) de la cartografía histórica y la digitalización de los puntos de interés arqueológico (taperas, fortines, comandancia, caminos, zanja, vegetación, etc.). A tal fin se utilizó el software Arcview 3.2. Para ello se tomó como base el actual lotero provincial provisto por la página web de la Dirección General de Catastro de la provincia de La Pampa (2017). Los datos obtenidos del proceso mencionado fueron contrastados con imágenes satelitales (Landsat 7, 2004 y 2006). Por otra parte considerando que los asentamientos militares solían ubicarse en lugares altos del paisaje con el fin estratégico de controlar el espacio circundante procedimos a confeccionar un modelo de elevación digital. Los datos utilizados para generar dicho modelo fueron obtenidos a partir de la digitalización de curvas de nivel procedentes de la carta topográfica 1:50000 Carta 2 Villa Sauze. Por último, el método para llevar a cabo el modelo fue el IDW (ponderación de distancias inversas).

En resumen, una vez georreferenciada la imagen y realizados los análisis espaciales se procedió a la corroboración en campo de los resultados obtenidos. La proyección de mapas antiguos y su superposición con imágenes satelitales actuales permitió generar zonas de interés arqueológico. Por último, con respecto a las fuentes documentales cabe aclarar que desde una perspectiva integradora, partimos de la premisa que su uso es comparable en términos epistemológicos al estudio de los restos materiales, en tanto ambos se configuran como construcciones conceptuales realizadas por diversos actores sociales en diferentes contextos de producción (Gómez Romero y Pedrotta 1998). En este sentido consideramos que “Los documentos… son vehículos de la expresión del hombre, de sus intenciones. Por lo tanto, debemos otorgarle el mismo peso fáctico que al resto de la evidencia: artefactos, ecofactos, estructuras o representaciones” (Carbonelli 2010, p. 20).

A continuación se describirán las tareas de campo arqueológicas llevadas a cabo en la región de estudio utilizando, desde una perspectiva interdisciplinaria, la información otorgada por la integración de las diversas vías de análisis (espacial y documental).

Ubicación de la Comandancia (Fortín) de Alsina y la Zanja de Alsina

El fortín Alsina se erigió en mayo de 1876 en un médano alto sobre el cual anteriormente hubo un asentamiento indígena, según indicó el Sargento Mayor Host (Thill y Puigdomenech 2003). Este establecimiento castrense se ubicó a escasos metros del camino que se dirige a Fuerte Lavalle (Provincia de Buenos Aires) como punto estratégico con alta visibilidad y control de las vías de circulación. Formó parte de la línea defensiva que se instaló con el plan de Alsina y fue Comandancia de la División Italó. Según indica la documentación se conformó por cuatro construcciones de material y techo de paja de diversas dimensiones destinadas para habitación de la tropa, de la oficialidad y depósito (MGM 1878). Asimismo, se excavaron tres jagüeles que se sumaron a los cinco ya existentes en el sitio como parte del asentamiento indígena que le precedió. 

Además contó con la siembra de tres cuadras cuadradas de alfalfa para alimentar a la caballada (MGM 1878; Thill y Puigdomench 2003). Si bien se desconoce el número exacto de la guarnición que prestó servicio allí, se indica que como en otros fortines de esa línea“(…) están guarnecidos con la fuerza necesaria de que puedo disponer para observar el movimiento del campo y la Comandancia de fortines por un número mayor, para poder batir cualquier grupo pequeño de indios” (MGM 1878, p. 138). Por otra parte, se menciona que en 1878 para la persecución de un pequeño malón partieron desde esta comandancia un número de 35 hombres (MGM 1879, p.283-284).

En 1882 el agrimensor Joaquín Domínguez registró la presencia del fortín en el lote 15 de la sección IB, expresando en varias ocasiones: “Dirigí la vista hacia el torreón del fortín”. Tomando como referencia dicho relevamiento y la información disponible en las Memorias de Guerra y Marina de 1878, se ha trabajado en conjunto con imágenes satelitales de Google Earth para georreferenciar su ubicación (Figura N° 2).

El análisis espacial realizado para este sitio proveyó de la información en torno a la posible ubicación (descripta en los “Libros azules” de 1882) como también a la elevación del terreno actual -gran médano- el cual se visualiza en el modelo de elevación digital (DEM) (Figura 2b). Por otra parte, para el Lote 15 de la Sección 1 B, en la mensura realizada por Alfredo Tham de 1901 se evidencia y menciona el trazado de la zanja de Alsina (“actual camino de Trenque-Lauquén a Italó que se conecta al camino de Alvear”) (Domínguez 1882), el médano y la Comandancia Alsina (no Fortín como mencionara Domínguez 1882). Asociado a los caminos rurales se encuentran cuatro taperas cuyos ocupantes son: Nicasio Quiñones, Martín Sosa, Valentín Domínguez y Bruno Sánchez.

A partir de dicha información, en mayo de 2013 se llevó a cabo una prospección arqueológica con el fin de dar con la ubicación de dicho asentamiento castrense. El área en donde se encontraría coincide con la línea divisoria actual entre dos propiedades separadas por un camino de tierra. Es necesario aclarar que si bien el fortín se asentó sobre un médano alto -como se especifica en el DEM y según relatan los documentos siendo esperable desde el punto de vista estratégico- no puede correlacionarse fehacientemente con su posición actual dado que los médanos en estado vivo se mueven constantemente. El terreno prospectado presenta un sector de grandes médanos edafizados y un pequeño bosque de alerces, lindante hacia el oeste con un sector arado con siembra de soja. De acuerdo a ello, se dividió el área a prospectar en tres zonas a partir de las características distintivas de los diversos sectores del mismo, abarcando una superficie de 360000 m2: A-Terreno arado con siembra de soja; B- Medano edafizado alto con vegetación rala (pasto puna); y C- Médano edafizado con bosque joven de Alerces (Figura 3). 

Dada las características de la superficie de los tres sectores no fue posible el paso de detector de metales y/o el planteo de transectas sistemáticas, por lo que la exploración se limitó a una prospección pedestre con dos operadores. El sector A posee una visibilidad media aunque no se observa ningún tipo de material superficial. El sector B posee una visibilidad baja dada la cobertura vegetal. Se recorrió el extenso y montuoso medanal sin hallar evidencias antrópicas, prestando especial atención a las cuevas de anima les con hábitos fosoriales con el fin de observar la presencia de material en las bocas de las mismas. En el sector C, con sectores con visibilidad media a baja, se ha seguido el mismo procedimiento de prospección que el sector B, siendo negativa la presencia de material perteneciente a la Comandancia.

El terreno lindante perteneciente a los Sres. Achaval, se configuraró como campos destinados al pastoreo de ganado, presentando algunas zonas de médanos edafizados, pero de baja altura. En general el terreno posee condiciones de visibilidad media y alta (Figura 3). Abarcando un área de 600000 m2, se procedió a relevar el terreno mediante el trazado de transectas de 500 metros de longitud en sentido norte-sur separadas cada 15 metros. La prospección se llevó a cabo por dos operadores con un detector de metales (Garret 1500). Se han recuperado algunos fragmentos de chapas, tornillos, alambre y clavos que corresponden a material moderno y no se relacionan a la ocupación de la Comandancia. Paralelamente la evaluación por parte de la geomorfóloga, Dra. Alfonsina Tripaldi permite plantear que las estructuras edilicias del fortín habrían funcionado como trampa de sedimentación, lo que podría explicar el gran desarrollo y fijación de médanos en ese sector. Sin embargo, la gran potencia de sedimento del medanal hacen muy difícil la realización de sondeos sistemáticos que nos permitan dar con las estructura de dicho asentamiento.

Por su parte, en el hipotético sector donde la zanja surcó el terreno, en 1985 fue erigido un monolito recordatorio, como parte del trabajo de investigación del historiador local Carlos Noé Caccia (2004). Según los hermanos Achaval, dueños del campo lindante, cuando pasa la motoniveladora regularmente por allí se observa un cambio en el sedimento por donde se ubicaría la zanja. Partiendo de estos datos, se comenzó a buscar la porción de zanja de Alsina que cruzaría por el actual camino. 

Se planteó una trinchera de 10 m x 0,50 m en sentido transversal al trazado de la zanja, con el fin de generar un perfil que permita observar las características sedimentarias. Además, se excavó en el extremo norte 1 m x 0.50 m x 0.50 m como forma de control. En todos los perfiles el sedimento se presentó arenoso. Adicionalmente, entre los 2,5 metros y los 10 metros (sentido norte-sur) se realizaron diez pruebas de pala en el interior de la trinchera de 0,20 m x 0,20 m cada una a intervalos de 0,75 m. El sedimento es homogéneo y arenoso, igual al de la primera parte mencionada. Dado que no se observaron cambios en el sedimento, se extendió la trinchera 5 m hacia el Sur, donde sí se detectó una alteración en la matriz sedimentaria. La misma se presentó de un color más oscuro y más compacto (Figura N°4 excavaciones varias).Finalmente, se decidió profundizar en dos sectores hasta los 0,50 m (uno en la zona en que se aprecia el cambio de sedimento y el otro en donde este continúa igual). Esta misma diferencia en las características del sedimento se observaron a medida que se profundiza la excavación. El sedimento duro y compacto de tonalidad más oscura podría corresponderse con el interior de la zanja.


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