martes, 18 de mayo de 2021

Alvaro Alsogaray: "El único golpe justificable fue el del 55" - Parte 2

 --¿En definitiva, qué balance hace de toda la década de Menen?

--Para mí, la parte dinámica, que podría haber sacado el país adelante, fue del 89 al 94. Del 95 en adelante funcionó en base a disposiciones tecnocráticas, personas que conocen de economía pero que no son verdaderos líderes.

--¿Cavallo?

--Cavallo es un hombre que entiende de economía y sin embargo lanzó la ley de convertibilidad, cuyas consecuencias estamos experimentando ahora. En la Cámara yo voté a favor de esa ley, pero con la salvedad de que se debía modificar pronto en tal o cual sentido.

--¿Y a quién responsabiliza por el colapso de la economía?

--A las malas políticas aplicadas en la Argentina durante cincuenta años. No es un episodio aislado.

--Mucha gente asocia el colapso de la economía con las políticas aplicadas en los noventa y culpa a las políticas liberales.

--Los críticos no hablan de liberalismo sino de neoliberalismo. La política que se siguió no es liberal. El neoliberalismo es una deformación del liberalismo.

--¿Menem qué fue?

--Por su parte sustancial, que son las privatizaciones de las empresas del Estado, el retorno de la actividad privada y la absoluta libertad de prensa, podemos calificarlo de liberal. Un liberal incompleto.

--Suele señalarse al endeudamiento como uno de los aspectos más negativos de los noventa, pero también está la corrupción y veo que usted no la ha mencionado.

--La corrupción es uno de los males que experimentó el país muy fuertemente en ese momento. De paso le digo que corrupción hay en todas partes. Estamos asistiendo a hechos de corrupción en países como Italia, hasta Inglaterra. Hay distintos tipos de corrupción, desde el cuidador de autos que repasa el vidrio hasta los grandes políticos y empresarios.

--¿Y qué visión tiene de las causas judiciales en contra de su hija?

--Por el momento no voy a hablar de eso. Estoy seguro de que mi hija no tiene nada que ver con lo que se le acusa, pero el tema está en la Justicia y estoy esperando que la Justicia se expida. Algunos de los procesos que ella tiene son tan elementales que es inconcebible que se hayan abierto. El nombre le ha molestado a ella... además es una persona inteligente, es ingeniera, es muy dinámica, tiene grandes condiciones de conducción, y eso suscita envidias y resquemores. Que tuviera el poder que tuvo en Entel, después en Somisa y en Recursos Naturales no le gustaba mucho a alguna gente. A ella la procesan, por ejemplo, porque hizo hacer un tinglado en el edificio principal que necesitaban para cubrir oficinas.

--Pero ahí hay una acusación por los delitos de peculado, defraudación e incumplimiento de los deberes de funcionario público, si no recuerdo mal.

--No tengo en la memoria los cargos. Estoy esperando que se expida la Justicia. Después hablaremos.

--¿Es optimista respecto de cómo se va a expedir la Justicia?

--No soy optimista ni pesimista. Espero que haya justicia.

--¿La ve a su hija?

--Sí, una o dos veces por semana.

--¿Y cómo la encuentra?

--Muy aplomada, segura de sí misma. Lee mucho. No está aplastada por lo que le pasó.

--¿Y usted? ¿Qué le produce a un hombre de su trayectoria tener una hija presa por corrupción?

--No está acusada por corrupción.

--Son distintas causas. Pero el tema central es la corrupción.

--A mí me parece que hay excesos en esta materia. Repito, no quiero hablar por ahora. Si está la Justicia de por medio, hay que esperar. Así lo hice con Angeloz cuando fue procesado.

--El hecho de que el Gobierno haya tomado el caso de su hija como una especie de "leading case", ¿qué opinión le merece?

--El gobierno actual ha tomado varios "leading cases". Fíjese que el primer acto importante fue echar a 64 generales. Eso fue un acto político, evidentemente. Pero en el caso de María Julia creo que no ha intervenido mayormente.

--No tiene la sensación, entonces, de que su hija fue tomada como caso simbólico.

--Hasta ahora no he notado que el Presidente se haya referido a casos particulares. También han detenido a la señora de Noble y la tuvieron tres días en el mismo lugar donde está María Julia. Desgraciadamente las denuncias son tan cruzadas y demoran tanto tiempo que es muy difícil que haya funcionarios resueltos a jugarse si de eso lo que van a obtener es un proceso judicial.

- ¿Cómo ve a Kirchner?

--Hasta ahora el doctor Kirchner lo que ha hecho es asentar su poder. También utilizó el tiempo para viajar al exterior, tomar contacto con líderes mundiales, hacerse conocer. No se ha ocupado verdaderamente de la economía. Sólo intervino cuando había emergencias. Hasta ahora no se puede hablar de su función de gobierno. Se puede hablar de que ha ocupado su lugar para empezar a gobernar. Por eso es muy importante saber qué va a hacer de aquí en adelante.

--La última pregunta, ingeniero. ¿Está satisfecho con la vida que tuvo en estos noventa años?

--Sí, estoy bastante satisfecho, aunque he tenido algunos inconvenientes en la vida.

--¿A qué se refiere? ¿Está pensando en María Julia?

--No, lo de María Julia es un hecho inevitable de la política y de cómo se ha ido desarrollando. No es para mí una preocupación. Dejeme reservarme lo de los inconvenientes.

Isabel, el Proceso y la guerra

"Tres o cuatro días antes, yo escribí una advertencia y me opuse al golpe de Estado", dice Alvaro Alsogaray con referencia a la destitución de Isabel Perón, el 24 de marzo de 1976. "Yo debo haber sido el único político que se opuso al golpe. Los peronistas huyeron. Casildo Herreras declaró ?yo me borro´ y se fue. Los ministros cambiaban casi día a día. Yo dije: ?hoy todo el mundo quiere que intervengan los militares; mañana van a estar en contra. Dejen que este gobierno se arregle por sí solo´. Todo se ha dado matemáticamente. Todo el mundo critica ahora al Proceso y todavía hay persecuciones de los líderes del Proceso, pero el día anterior era al revés. Se pedía que intervinieran los militares".

-¿Y cuál es la opinión que usted tiene hoy de lo que significó el Proceso?

--El Proceso tampoco tuvo capacidad de gobernar. No tenía una plataforma de gobierno. Actuaba por razones políticas y por el problema subversivo. Podemos decir tres cosas. Una, que liquidó a la subversión: éxito militar. En materia de gobierno no fue muy eficiente, casi no hubo solución e hizo aumentar la deuda externa. Tercero, ya hemos tenido tantos golpes que ese no tendría que haberse producido.

--Usted dice que liquidó a la subversión y que eso fue un éxito. ¿Realmente piensa que la represión estuvo bien manejada?

--El gobierno de Isabel Perón no sabía qué hacer hasta que firmó los decretos que ordenaban aniquilar el accionar de la guerrilla. Todo el tema de los procedimientos es bastante discutible. Usted no puede, por ejemplo, juzgar a Truman ni a los americanos porque tiraron la bomba atómica. Con esto no le estoy diciendo que yo esté de acuerdo con que se hayan cometido algunos atropellos. Tanto es así que la justicia militar tenía bajo examen casi doscientos casos de verdaderas transgresiones, pero esto se extendió después por razones políticas. Mi opinión fue vertida en la Cámara de Diputados. No estoy de acuerdo con las transgresiones previstas en el Código de Justicia Militar y aquello que no se cumplía con suficiente prolijidad. Pero que esto se está explotando políticamente por todos los sectores de izquierda no tengo ninguna duda.

--De modo que las cosas que se han demostrado en la Justicia usted no las cree.

--¿Y cuáles son las cosas que se han demostrado en la Justicia?

--En principio, que hubo un plan de represión ilegal, de terrorismo de Estado, según la sentencia que condenó a los comandantes, dictada por la Cámara Federal en lo Penal de la Capital Federal y ratificada después por la Corte Suprema.

--Mire, con los elementos de juicio que tenemos usted y yo en este momento no estamos en condiciones de juzgar actos de esa clase. Yo lo tomo en un sentido más amplio. Cuando hay una guerra, la tarea es ganar la guerra, no pedir permiso para allanar una casa. Había que ganar la guerra y estuvimos muy cerca de perderla. Recuerde usted que Tucumán ya era una provincia que la íbamos a segregar del territorio argentino. Un sobrino mío fue muerto en Tucumán.

--Lo sé. Era del ERP, ¿no?

--Un chico joven...

--¿Y usted cómo vive esa pérdida?

--Como penoso, pero lógico. El se sumó a la guerrilla en Tucumán. Tuvieron un encuentro con las fuerzas regulares y lo mataron. No voy a decir "bueno, pero por qué no le avisaron?". El eligió la guerra.



Por Pablo Mendelevich

21 de marzo de 2004

https://www.lanacion.com.ar/opinion/alvaro-alsogaray-el-unico-golpe-justificable-fue-el-del-55-nid583935/

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