sábado, 6 de febrero de 2021

El Palacio Piria, un sueño abandonado entre el bosque y el río en Punta Lara - Parte 1

 



Lo construyó el empresario que fundó Villa Elisa, pero no lo vio terminado. Luego lo compró un millonario uruguayo que le dio su nombre. Perteneció por muchos años a la Provincia. Hoy es una maravilla en ruinas y un grupo de expertos está empeñado en su restauración.

Había una vez un millonario estanciero que caminaba por la orilla del Río de la Plata. Pisaba arena blanquísima. A su lado se levantaba un denso bosque. El rumor de las aguas lo hizo soñar. Y soñó con un enorme palacio en el bosque, junto al río. Un lugar para vivir junto a su amada esposa y sus futuros hijos, para celebrar fiestas y bailar hasta el amanecer. Un siglo después, el río está oscuro y revuelto, gran parte del bosque fue talado y el palacio se convirtió en ruinas. 

El millonario que soñó todo se llamaba Luis Castells. El sitio es Punta Lara, en el partido bonaerense de Ensenada. Y la mansión terminó conociéndose con el nombre de la persona que se lo compró a sus herederos, Francisco Piria. En este momento, el cuento del Palacio Piria se convierte en una incógnita triple: quién fue Castells, quién fue Piria y por qué la majestuosa construcción terminó abandonada.

"Hay que hacer un gran ejercicio de imaginación para darse cuenta de por qué Castells construyó este palacio en una zona que hoy aparece degradada", cuenta a DIB Marcela Nacarate, arquitecta y especialista en patrimonio. Ella es la persona ideal para buscar respuestas a los enigmas del Palacio Piria: desde hace años está detrás de un proyecto de difusión y restauración del edificio.

Nacarate relata que "Castells era un empresario catalán que vino de España con una gran fortuna. Cuando llegó a Argentina, a principios de la década de 1880, se acomodó en la aristocracia porteña. Además, era una persona muy solidaria y donó el edificio que terminó siendo el Casal de Cataluña en Buenos Aires. La cuestión es que se hizo muy amigo de Francisco Uriburu y se casó con su hija, Elisa. Compró unas tierras cerca de donde Francisco tenía un gran Palacio hoy demolido, en donde ahora se encuentra el camping del Sindicato de Luz y Fuerza. Luego donó gran parte de las tierras y fundó el pueblo de Villa Elisa, por su mujer".

 

El "Chalet"

El catalán continuó mirando terrenos en la zona, cercanos a donde por esos momentos se levantaba pujante la nueva capital bonaerense, y se fijó en Punta Lara, "donde encontró un bosque de arenas blancas, que le pareció un lugar ideal para criar sus caballos pura sangre. Terminó comprando casi 5.000 hectáreas de la Estancia Punta Lara, y allí construyó su Palacio, que al principio se conocía como el 'Chalet de Castell'". El empresario nunca pudo verlo terminado, ya que falleció en 1907.

La construcción del Palacio fue concluida por su hijo, Luis Castells Uriburu, y se inauguró en 1910. En un trabajo de investigación firmado por Nacarate, la arquitecta Mariela Amor y Ezequiel Aldazábal se mencionan detalles del "Chalet de Castell": "Caracterizado por una mezcla de estilos renacentistas, el Palacio de 1.500 m² emplazado frente a la actual Avenida Costanera Almirante Brown entre las calles 26 y 40, destaca desde su nacimiento por la belleza de sus 40 columnas corintias, su recepción central en semicírculo rodeado por suntuosas escaleras de mármol blanco traído de Carrara, sus tres plantas, sus puntillosos y coloridos trabajos en venecitas y una amplia proliferación de balaustres, fuentes y estatuas. También contaba con puertas y marcos trabajados en pinotea traída de España".



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