REVISTA EXTRA - AÑO IV - Nº
38
EXTRA llevó a Oscar "Ringo" Bonavena a una mesa
redonda sobre la juventud argentina y, durante dos horas, él estuvo en silencio
mientras otros hablaban. Sin embargo, al final, sorpresivamente, tomó la
palabra y se extendió en un monólogo que duró veinte minutos y se prolongó
luego a la calle, a solas, con un redactor de la revista. Ese monólogo,
grabado, está aquí letra por letra. En alguna medida confirma las palabras de
Vicente Forte cuando dijo de Bonavena que era un "nuevo Martín
Fierro". Tanta es la "cencia popular" que Ringo es capaz de
derramar y contagiar. Habla de todo lo que lo rodea y demuestra que la vida
sólo exige un requisito: la autenticidad. Eso se aprende aquí.
"¿Gente joven quién es? ¿Yo soy joven? ¡Yo soy un
viejo! Yo no sé que le ven de joven a mi generación. ¿Qué es lo que es joven?
¿Usar minifalda? Para ser joven uno debiera tener experiencia, y la experiencia
llega de viejo. Es un peine que te dan cuando te quedaste pelado. Yo no creo
que seamos jóvenes. Yo, para mí, soy un viejo. Y no porque tenga experiencia.
No, me siento viejo... no sé ni lo que quiero. La juventud de ahora tampoco
sabe lo que quiere. ¿Qué es saber lo que querés? ¿Llegar a una meta? Y bueno,
si es eso, entonces uno entra en la facultad y en vez de hacer revoluciones y
andar fumando por la calle -porque acá chillamos contra Norteamérica pero si no
tenemos un Master’s en el bolsillo nos morimos- hay que estudiar y recibirse.
Dejarse de Mao Tsé Tung y que sé yo. No se reciben, no laburan y hablan de Mao
Tsé Tung.
"Yo no entiendo a la gente joven. ¿Cuál es? ¿Qué yo no
me siento joven porque llegué? Y, sí, llegué, pero... ¿qué? Además la gente de
mi edad no quería ni quiere que yo llegue. Y en todos los terrenos es lo mismo.
¿Con qué vienen? Los doctores, por ejemplo. Yo tengo... cien doctores amigos y
todos se tiran uno contra otro. ¿Sabés cómo se tiran? Que no, que éste esto,
que aquél lo otro, que éste trabaja en la Municipalidad, que aquél trabaja
allá... y así. La gente no quiere que yo llegue porque dice que soy fanfa. ¿Por
qué fanfa? ¿Porqué digo que voy a ganar? Ahora, si yo digo que voy a perder y
que... bueno... en fin, si me ganan mala suerte. Entonces, sí, soy un buen
muchacho. ¡Pero no le doy de morfar a mi vieja! Prefiero decir que lo voy a
matar al tipo (que no lo mato, que es mentira, lo digo de grupo) y darle de
morfar a mi vieja. Yo conozco un tipo que habla del hermano -"que lo voy
acompañar aquí a mi hermano, que lo voy a ayudar allá"-, pero ¡porqué ese
hermano está arriba! ¡A los dos "muertos" que están abajo no los voy
a nombrar nunca! ¿Y eso es un buen hermano? Sin embargo, todos dicen que es un
señor. Pero vos agarrá su historia; tiene cinco o seis hermanos, todos de la
misma profesión que él, y nombra solamente al que va bien; a los
"muertos", no (seguramente se refiere a Goyo Peralta).
"Y así todos. Aquí solamente se nombra a los próceres.
A mí me preguntan quién es el mejor boxeador del mundo y yo digo Accavallo.
Pero vos le preguntás a cualquiera y te dice Cassius Clay. ¡Pero si nunca lo
vieron pelear! No lo vi pelear yo... lo vi por televisión, ¿cómo voy a decir
Cassius Clay? ¿Por lo que leo? ¿Cómo voy a creer por lo que leo?... Después,
por ejemplo, a muchos les preguntás: ¿vos creés en esto? ¿Creés que podés hacer
aquello? Y te dicen: "Y... no, yo no creo". Y les preguntás: ¿Y en
Jesús creés? "¡Ah, sí! ¡En Dios, sí!" ¡Pero si no lo vieron! Yo tenía
como ídolo a Rocky Marciano, otro puede tener a Rattin, a Palito Ortega, a
Justo Suárez, que sé yo... así te puedo nombrar a muchos. Y el otro día le
pregunto a una señora quién es su ídolo ¿y sabés qué me dice? ¿sabés quién?
¡Jesús! ¿Y por qué? le pregunto. "Y...porque se hizo matar." ¡Pero
para eso yo me hago matar mañana mismo a ver si soy ídolo! Por eso pregunto si
el Che Guevara es ídolo. Era un loco que buscaba lo suyo, nada más. Yo también
busco lo mío: ser campeón del mundo, cazar plata y vivir bien. A mí me dicen
que soy ídolo. Yo no creo ser ídolo; creo ser popular. Pero no creo que ningún
muchacho de mi edad quiera ser como yo.
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