viernes, 16 de noviembre de 2018

Una herramienta histórica - Parte 3


La lucha por el retorno de Juan Perón a la Argentina generó muchas huelgas generales de tono marcadamente político e ideológico. El gran día del esperado encuentro en Ezeiza, el 20 de junio de 1973 que terminó en una masacre, estuvo enmarcado en una gran huelga general de bienvenida, de la que se exceptuó a los servicios de transporte para que la gente pudiera ir a ver al líder.

Un punto de inflexión se precipitó el 7 y 8 de julio de 1975, el país se vio conmovido por la primera huelga general contra un gobierno peronista. Claro que ya no estaba Perón en el poder, fallecido un año antes. El detonante fue el anuncio del gobierno de Isabel Perón de lo que se dio en llamar “El Rodrigazo”. El intento de un gigantesco y brutal ajuste sobre los salarios que se vio frustrado por la reacción poderosa de todo el movimiento obrero organizado en un paro de 48 horas. 

Esas resistencias al ajuste son las que vino a tratar de derrotar el Golpe de Estado de 1976. Bajo el imperio del Terrorismo de Estado, las posibilidades de huelga general contra la destrucción de las conquistas laborales se hicieron ilusorias y hasta suicidas. 

Pero en 1979 la situación empezó a cambiar. La CGT Brasil, liderada por Saúl Ubaldini y opuesta a la negociadora CGT Azopardo, liderada por Jorge Triaca (padre), declaró un paro general que inició una línea de lucha que se coronó con la marcha a Plaza de Mayo del 30 de marzo de 1982. Un gran desafío y duro jaque a la dictadura.

Con el regreso de la democracia las huelgas generales se convirtieron en parte del folklore de nuestra cultura política. 

Durante el gobierno de Alfonsín la CGT realizó 13 huelgas generales, ocho a Carlos Menem en sus diez años de gobierno. 

Con De la Rúa se batieron todos los records: 9 huelgas generales en dos años, la última de las cuales fue el 13 de diciembre de 2001, a seis días de su caída por una explosión popular. Eduardo Duhalde, como presidente interino, enfrentó 3 paros generales, uno cada 5 meses en promedio. Néstor Kirchner, en cambio, solo tuvo un paro general, y el primer mandato de Cristina Kirchner ninguno. 

En el segundo, sin embargo, afrontó 5 paros generales encabezados por Hugo Moyano, con la reivindicación insignia, y a veces exclusiva, de eliminar el impuesto a las ganancias.

Curiosamente, en este paro general, el primero contra el presidente Macri y número 40 desde el regreso de la democracia, ya nadie habla de ganancias, todos lamentan las pérdidas.


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