viernes, 31 de agosto de 2018

UNA DISCUSION HISTORICA: DECISION EN EL CONGRESO - Parte 2

El proyecto del diputado Becerra llegó a la Cámara de Senadores en plena crisis por los supuestos sobornos que se habrían pagado para sancionar la ley de Reforma Laboral, a comienzos de 2000. Todo quedó en manos de la comisión de Interior y Justicia, que preside el radical José María García Arecha.

Ante el conflicto abierto por las distintas versiones de esta historia, García Arecha convocó a las partes a una audiencia pública, que se hizo el 8 de agosto de 2000. Allí estuvieron el intendente de Lobos, Juan Erriestt —miembro de una agrupación vecinalista de origen conservador— y su par de la cercana Roque Pérez, el radical Jorge Cravero. No participó el historiador Félix Luna, que había sido invitado como miembro de la Academia Nacional de Historia —partidaria de la versión oficial— pero sí estuvo Rubén Basiles, director del museo justicialista de Lobos.

En la misma audiencia, apoyaron a Barreiro el empresario Jorge Antonio, el historiador Enrique Pavón Pereyra, el ex diputado justicialista José Luis Tagliafico y el periodista Enrique Oliva.

Por cierto, no hubo acuerdo. Unos insistieron en que Perón nació en Lobos, en el caserón de estilo italiano de la calle Buenos Aires 1380. Otros, en la casa de Juana Sosa ubicada en Ascasubi y Bartolomé Mitre, cerca de la Municipalidad de Roque Pérez. Es una tapera de dos habitaciones y techo de chapa, protegida como "sitio de interés histórico" en 1996 por el Municipio local.

El 21 de setiembre último, la comisión que preside el senador García Arecha estableció un dictamen favorable a la gente de Lobos. Se apoya en informes de la Academia Nacional de Historia y el Instituto Nacional de Investigaciones Juan Domingo Perón, que dirige Manuel Urriza. Este dictamen dice que Perón nació en Lobos y, según García Arecha, "hace aconsejable aprobar la sanción de Diputados".

Si así fuera, quedaría consagrada la historia oficial. La otra versión, en cambio, parece dar cuenta más ajustadamente de las realidades sociales de aquella época.
Según Barreiro, el oficial de justicia Mario Tomás Perón —hijo del célebre médico sanitarista Tomás Liberato Perón (1839-1889), un viejo amigo de Bartolomé Mitre— era un enfermo de tuberculosis que convivió en Roque Pérez con la india Juana Sosa. La pareja no se casó pero tuvo dos hijos, uno de ellos era Juan. Lo inscribieron dos años después, en 1895. Dominga Dutey, la abuela paterna de Juan Domingo, se encargó de su educación: tenía tres hijas maestras. Vivía a metros de la casa de Bartolomé Mitre, en San Martín 475, Buenos Aires. Ella se ocupó de que el matrimonio de Mario Tomás se formalizara en el Registro Civil.

Y después, para que no rechazaran en el Colegio Militar a Juan Domingo —un joven pobre de origen indio sólo podía acceder mediante una beca a esos estudios— doña Dominga tampoco tuvo en cuenta la fe de bautismo del muchacho. Allí se lee, todavía, que lo anotaron como Juan Domingo Sosa.

Un vecino de Lobos, Hipólito Salvador Olano, contó a Clarín: "En 1925 yo vi cómo se construía la casa de la calle Buenos Aires 1380 en Lobos. Yo vivía al lado, en el número 1342 . Mis abuelos, que tenían panadería, vivían enfrente. Donde hoy está la casa museo, había un baldío donde jugábamos de chicos. Hay varias familias que saben de esto y son vecinas, los Barroso, Bosch, Burbridge, Bruno, Cortina, Galli, Cambari, Mauricio y Mazzeo. Si Perón hubiera nacido en esa casa, yo tendría 106 años y no 83".

Lo que está en juego es la versión de la historia.



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