domingo, 29 de abril de 2018

Juan Moreira / 1886 – Parte 10

Por que tal es [el] realismo de las escenas, que allí mismo se enciende el fuego y se coloca un asador con su cordero; por allí, por delante de los espectadores, husmeando la carne que se asa, pasean los perros que van a los ranchos y a las pulperías criollas y que son lo que el agua para los patos, indispensable. 

Esto por lo que toca a la representación; en cuanto a los episodios que surgen de ella y se desarrollan allí mismo, es mejor verlos que contarlos. 

Juan Moreira está a la orden del día; en las calles, en los clubs, no se oye sino esta frase: ¡Che! ¿has visto Juan Moreira? que es lo suficiente para que se vea. 

Damos a continuación los sitios y los nombres de los más entusiastas propagandistas. Es bueno que la empresa los conozca. 
Club del Progreso: Edmundo A. Mackinlay y Servando Ferro. 
Bolsa: inglés Balcarce y Ramóm Arriola. 
Criterion: Alberto Alcobendas y Carlos Dosse. 
Confitería del Aguila: Ricardo Thwaites y César Vivot. 
Con propagandistas como estos la vida de Juan Moreira tiene asegurada desde ya la mar de admiradores. 

Sud América"

"Y al interesarse la crítica, el público selecto, siempre dócil a esa cátedra, no siempre sincera y fiel, no siempre generosa y desinteresada, invadió nuestro modesto circo y aplaudió a nuestros humildes gauchos. 

Todavía no contábamos con tranvías eléctricos, ni autos, ni llegaba la instalación de luz eléctrica hasta allí. 

Las aceras de las calles durante las funciones se veían ocupadas por dobles hileras de carruajes, en una extensión de varias cuadras." 



Los gauchos en el escenario de la Opera 

"El empresario César Ciacchi, italiano, fuerte contratista de óperas y por lo tanto uno de los que juraban que los dramas gauchos eran una horrible profanación en la escena del peor teatro, vio en "Moreira" un filón y nos propuso el Politeama Argentino, entonces uno de los proverbiales escenarios del "bel canto". 

Como negocio, nos convenía más el circo, porque allí no teníamos que dividir con nadie las ganancias, pero aspirábamos a ascender, y esta idea nos dominaba; además hacía seis años que en ese mismo Politeama habíamos representado la pantomimaJuan Moreira, en la hora inicial de la farándula criolla, y por inevitable sentimentalismo no podíamos disimular el placer de exhibir en aquel escenario el resultado de nuestros progresos, honrarlo a la par que él y su empresa, el formidable Ciacchi, nos honraba y se avenían a ser "profanados". 

El 20 de Diciembre debutamos en el Politeama. 
Nuestro espectáculo se componía de números de acrobacia, canciones de Pepino 88 y Juan Moreira con "La Rubia" cantora y el Pericón, este último super-novedad que arrastraba al público como por encanto. 
Noche a noche llenos completos. En esa oportunidad nos honró con su presencia varias veces el doctor Pellegrini. 

Juan Moreira constituyó la nota de 1891 en Buenos Aires. 

Cincuenta funciones dimos en el Politeama, y entre ellas un beneficio a la viuda e hijos de Eduardo Gutiérrez." 
Sigue refiriendo el autor nuevos sucesos de la obra y sus consecuencias en la producción teatral, pero está dicho en lo reproducido cuanto interesa directamente a los primeros pasos del drama que publicamos. C.V. 




Eduardo Gutiérrez (1851-1889)
José J. Podestá (1858-1937)
Fuente: Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Literatura Argentina, Sección de documentos: Tomo VI, N° 1, Buenos Aires, Imprenta de la Universidad, 1935. [Reproducción textual] 

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