Política
internacional
Alfonsín sostuvo una activa política internacional implementada por su ministro de Relaciones Exteriores, Dante Caputo, el único que se mantuvo durante casi todo su mandato.
Las prioridades fueron: fortalecer el sistema democrático en
Argentina, evitar que la Guerra Fría regenerara la concepción de la seguridad
nacional, impulsar el proceso de democratización regional, resolver las
cuestiones limítrofes, generar mayor capacidad negociadora regional frente a
las grandes potencias y promover la integración subregional.
Integración
con Brasil: fundación del Mercosur
La
preocupación del gobierno de Alfonsín por promover mecanismos multilaterales y
de integración supranacional, lo llevó también a promover la integración
comercial entre Argentina y Brasil, uno de los casos de enfrentamiento
internacional más persistentes del mundo.[28]
Desde
fines de 1982 y la elección de Franco Montoro como gobernador de San Pablo,
Alfonsín percibía el renacimiento de un proceso democrático en Brasil. Para su
asunción, Alfonsín invitó a Montoro, Ulisses Guimaraes, Helio Jaguaribe,
Fernando Henrique Cardoso, y Fernando Gasparián.
A mediados de la década,
Alfonsín ordena a su canciller, Dante Caputo, de iniciar el proceso de
integración subregional. Así, a principios de 1985 Alfonsín propuso al
presidente electo del Brasil, Tancredo Neves, iniciar un proceso de integración
económica entre Argentina y Brasil “para fortalecer la democracia, afrontar la
deuda externa y posibilitar la modernización productiva”[29] que fue recibida
con agrado por el mandatario brasileño.
Poco después Tancredo Neves falleció,
pero su sucesor José Sarney adoptó con entusiasmo el proyecto de integración, y
autorizó al embajador Francisco Thompson Flores una importante compra de trigo
argentino en condiciones desventajosas, por razones puramente políticas.[30] A
partir de allí el proyecto de integración se desarrolló vertiginosamente:
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