lunes, 24 de octubre de 2016

Bagley - Parte 2


- Las obleas rellenas fueron lanzadas en 1905 pero, recién tres años después ante la inauguración del Teatro Colón de Buenos Aires, comenzaron a llamarse Opera. Hoy, es una de las marcas emblemáticas de Bagley. Casi un siglo después, se amplió su portfolio: salieron al mercado las Ópera Pop y Cool y las Ópera Triple, que viene con tres capas de relleno; y las Black. 

- Las Criollitas fueron lanzadas en 1943 y rápidamente se convirtió en un éxito. Se presentaron como livianas, crocantes y sabrosas. Ese mismo año, Bagley había comenzado a utilizar la tecnología paquete, un envase más práctico e higiénico, desconocido hasta entonces. Hasta entonces, las galletitas se vendían sueltas al consumidor y a granel en lata a los comerciantes.

Con el paso de los años, esta marca se convirtió en un verdadero genérico que identifica a las crackers, un logro que muy pocas marcas han alcanzado en categorías como las hojas de afeitar, los calmantes para los dolores de cabeza o los bolígrafos.
Si a principios de los '90, los consumidores se sorprendían con la versión "Más grande", en 1994 llegaría una propuesta más saludable: las Criollitas sin sal agregada. En 2000, se lanzaron las Lacteadas, ricas en calcio, ideales para un público infantil.

- También en 1943 se lanzaron las Surtido y las Tentaciones, que se vendían pre envasadas en elegantes latas decoradas.

- En la década del '60, aparecieron las Merengadas, Sonrisas, Rex y el trío integrado por Mellizas, Amor y Rumba, ésta última se convirtió líder en el segmento de las galletitas de chocolate.

Las Rumbas se fue independizando del trío y llegó "Yico Rumba, un particular personaje que fue adquiriendo protagonismo absoluto en las campañas publicitarias. En 2011, amplió además su portfolio con Rumba Chocolatosa, hecho con galletitas de chocolate y relleno de crema de chocolatada. En 2013, se lanzó otra variedad: Rumba Banana Split.


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