Tan alto había llegado ya el
renombre del ingeniero Luis A. Huergo que el Centro Naval y la Sociedad Central
de Arquitectos lo honraron nombrándolo socio honorario pero, lo más
significativo, fue que el hoy Centro Argentino de Ingenieros resolviera en una
Asamblea de 1911, designarlo por aclamación su presidente honorario, dignidad
que no figuraba en sus estatutos sociales.
Como muy bien dijo en el acto del
sepelio del ingeniero Huergo el representante de Gobierno Nacional: “Desde
temprana edad trabajó sin descanso por el progreso de la República. Fue hombre
de ciencia y hombre de acción.
En las universidades presidió las
más altas funciones docentes.
Maestro respetado y querido, pudo
servir de modelo a la juventud.
Fue legislador, fue ministro,
exploró y estudió nuestros territorios, construyó puertos, tendió rieles en los
desiertos de ayer, contribuyó al desarrollo de las industrias nacionales y tuvo
siempre un estímulo moral y material para los que solicitaban su consejo o
apoyo al emprender una obra vinculada al adelanto del país.
Pero sobre todo, fue un patriota”.
Por eso se llamaba a Don Luis A.
Huergo el primer ingeniero argentino; por su antigüedad, por su calidad
científica, su autoridad técnica y moral y la belleza de su espíritu.
Ing. Nicolás Besio Moreno
la foto es de el Perito Pascasio Moreno, no Luis A. Huergo
ResponderBorrar