martes, 1 de marzo de 2016

Posadas, Gervasio Antonio de (1757-1833). - Parte 2


La rebelión continuó y se extendió a las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe, lo que obligó a Posadas a centrar sus fuerzas en las provincias del litoral, con lo que abandonó sus planes de conquistar los territorios meridionales. Autorizó la formación de una escuadra naval bajo las órdenes del capitán Guillermo Brown, que consiguió acabar con la dominación marítima de los españoles en el Río de la Plata cuando, el 16 de mayo de 1814, derrotó a la escuadra española en aguas de Montevideo. 

Durante su administración tuvo que enfrentarse con diferentes movimientos realistas, que trataban de devolver el Río de la Plata a la soberanía española. Para evitar nuevas rebeliones nombró a San Martín gobernador de Mendoza. Con el fin de controlar mejor la Intendencia de Salta, la dividió en dos, una con capital en Tucumán y la otra en la propia Salta. Envió tropas hacia el norte con la misión de conquistar la provincia de Alto Perú, que seguía bajo control de la Corona de España y que, en 1925, se convertiría en la República de Bolivia.

Una de sus prioridades era la de poner fin al sitio de Montevideo, por lo que envió un importante ejército al frente del cual situó a su sobrino Carlos María de Alvear. Posadas en persona acompañó la expedición que, tras duros combates, consiguió hacerse con el control de la plaza. Tras la victoria proclamó la pertenencia de Uruguay (Banda Oriental) a las Provincias Unidas, y nombró a José Durán gobernador intendente de dicho territorio. No abolió la esclavitud, pero decretó la libertad de vientres, por la cual los hijos que nacieran de esclavos a partir de ese momento lo harían con la condición de libres. 

Hizo sustituir la efigie del rey en la moneda por el escudo de las Provincias Unidas. Poco a poco, su autoridad fue perdiendo fuerza por lo que los mismos miembros de la Logia Lautaro que le habían nombrado le obligaron a dimitir el 9 de enero de 1815. Fue sustituido por Alvear, al que su tío apoyó de forma incondicional. Cuando el nuevo director supremo fue destituido a los pocos meses, Posadas fue exiliado a la provincia de Buenos Aires, donde permaneció alejado de la vida política hasta su muerte. Durante sus últimos años, en los que vivió sumido en el olvido y en la pobreza, escribió sus memorias, que fueron publicadas en 1910.

Bibliografía
MITRE, B. Historia de Belgrano y de la independencia de Argentina. (Buenos Aires: 1887).
HALPERIN, T. Historia Argentina. (Buenos Aires: 1972).
LYNCH, J. Las revoluciones hispanoamericanas, 1808-1826. (Barcelona: 1976).
SIERRA, V. Historia de la Argentina. (Buenos Aires: 1956).




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