En el año 1819, Antonio José de
Escalada, el suegro de San Martín, viajó a Filipinas para visitar a uno de
sus hermanos, Bernabé Antonio Escalada, quien tenía un cargo importante en esa
Capitanía General (el archipiélago no tenía categoría de virreinato). Bernabé
Escalada, que era abogado, también se dedicaba al comercio y amasó una
importante fortuna con esa actividad antes de regresar a Buenos Aires.
En su visita, el padre de
Remedios se entrevistó con su pariente político, Juan Fermín. Podemos imaginar
que el hermano de San Martín aprovechó la presencia de Escalada para ponerse al
día respecto a la vida y obra del Libertador. Al menos, de lo que su suegro
podía contarle. Lo comprobado es que Juan Fermín le entregó una carta para
su ya célebre hermano, que en ese momento estaba tratando de organizar la
campaña al Perú y a punto de entrar en conflicto con los unitarios porteños.
Según Armando Puente, el
último descendiente directo de Juan Fermín murió en 1945, justo después del fin
de la Segunda Guerra Mundial y cuando concluía la ocupación japonesa de
Filipinas.
Ahora bien, en el año 2010, a raíz del Segundo
Centenario de la Revolución de Mayo, el embajador argentino en Filipinas,
Joaquín Otero, descubrió que había un busto de José de San Martín en una
avenida de Manila. Cuando indagó sobre los motivos de este homenaje, supo que
se trataba de un obsequio hecho por el general Juan Perón al enterarse de que
un hermano del Libertador había muerto allí.
En declaraciones a TN, el 17 de agosto de 2012, el embajador
Otero aseguró haber hablado con"la esposa del nieto de Juan Fermín". "Se
llama Mildred San Martin", dijo. La mujer le dijo que su esposo había
fallecido en 1998.
Armando Puente, quien ha
incursionado en otros aspectos de la vida del Libertador, como sus años de
exilio –es autor, entre otros, de Historia de una amistad: Alejandro Aguado y José de San Martín (Claridad,
2011)-, asegura que aún quedan cosas por investigar sobre los otros San Martín
y, más concretamente, en Filipinas, sobre la trayectoria de Juan Fermín.
Evidentemente, el tema de la línea sucesoria y la fecha exacta de la
desaparición del linaje es una de ellas. El autor de Los hermanos de
San Martín desconoce si alguien en Filipinas se ha abocado al tema.
El embajador Otero dijo en la
nota citada: "Nosotros estamos contando quién era San Martín a los
filipinos. Nos parece importante transmitir qué hizo San Martín para que se
sepa más sobre Argentina, y que este conocimiento promueva el intercambio en
varios niveles". En la foto, uno de los actos de homenaje al Libertador en
el Bicentenario (2010).
Sin embargo, matizando lo que
dice el diplomático, para la clase política filipina la presencia de un
San Martín en su suelo no era algo desconocido.
En el año 1997, un histórico
dirigente filipino, Raúl Sevilla Manglapus (1918-1999), que fue senador y
secretario de Asuntos Exteriores, y que presidía la Internacional de
Partidos de Centro (IDC, ex Internacional Demócrata Cristiana) llevó a los
delegados argentinos a ese foro a visitar la tumba de Juan Fermín de San
Martín y depositar allí una ofrenda floral. En la fotografía, Manglapus
está sentado en el centro. De pie, Ricardo Romano, delegado del justicialismo
en la IDC. Esto ocurría bajo la presidencia de Fidel Ramos (1992-1998),
cuyo padre, como veremos más abajo, también está vinculado a esta historia.
El homenaje al hermano de San
Martín en Manila tuvo lugar durante una reunión de ese importante foro plural
de partidos de centro del cual el Partido Justicialista era miembro hasta
que, inexplicablemente, el kirchnerismo lo retiró.
Por otra parte, el busto de
San Martín en Manila demuestra que el dato era conocido también por el Estado
argentino. En 1945, al concluir la segunda guerra y la ocupación japonesa,
Narciso Ramos –padre de Fidel Ramos, quien, como se vio, llegó a la presidencia
varias décadas después- fue el encargado de organizar el servicio exterior
filipino y varias de sus embajadas, como la de EEUU y varios países
latinoamericano, el nuestro entre ellos, fuela primera persona que indagó
acerca de la presencia de Juan Fermín de San Martín en su país. Y en 1950, al
cumplirse los 100 años de la muerte de José de San Martín, el entonces
presidente Juan Domingo Perón decretó el "Año del Libertador General San
Martín" y, entre otros muchos homenajes, envió un busto de San Martín a
Manila.
El fallecido Raúl Manglapus,
héroe de la resistencia anti-japonesa y uno de los líderes del partido
Lakas-Unión Nacional de los Cristianos Demócratas, luego fusionado por
iniciativa suya con una agrupación islámica, con el nombre de
Lakas-Tao-Christian Muslim Democrats, conocía y honraba estos lazos de
sangre entre Argentina y Filipinas
http://www.infobae.com/2015/01/15/1621145-el-hermano-desconocido-san-martin-que-lucho-y-murio-filipinas
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